CANDELA AL MACAO

(Con cohetazos y la Calibre 50)




Por Esteban Fernández


Sé que muchísimos cubanos van a estar en desacuerdo conmigo porque mis compatriotas están tan desesperados en busca de una ilusión, de un final sosegado y manso a la problemática cubana, que se aferran a todo lo que huela a una esperanza. Y si esa certeza (o ese engaño) trae aparejada que no tenemos que tirar ni un simple tiro en una gestión entonces todavía ésta luce más atractiva.


Y creerse que allá se puede vencer al castrismo pacificamente denota el desconocimiento de algunos cubanos en el exilio de la maldad, de la perversidad y de los miles de tentáculos del aparato de terror al servicio de la tiranía. Porque la verdad, por lo menos mi verdad, es que la única solución es esperar pacientemente a que todo ese Ministerio del Interior, los Generales, los Ministros y los hermanos Castro estén en un Stadium de pelota, para achicharrarlos a balazos con una Calibre 50 y lanzarles 20 cohetazos.


Todo lo demás es una burla, una tomadura de pelo, un entretenimiento. Es como ponerle curitas y mercuro cromo en la cabeza a quien tiene un tumor maligno en el cerebro. ¿Ustedes vieron las fotos de los curas con Raúl Castro? A mí me dio la sensación de un par de gatos pardos sonriéndoles a una hiena.


Un amigo me decía el otro día: “La diferencia actual es que ahora allí cualquiera tiene un teléfono celular y pueden tomar fotos y películas de cualquier atrocidad que cometa la gentuza castrista y enviarlas para acá”... Como si la tiranía más perversa del planeta no pudiera perfectamente decir: “Aquí el que saque, o tenga en su poder un teléfono celular, le cortamos la mano, le hacemos tragarse el telefonito y después lo llevamos a que haga la digestión en Villa Marista”...


Hablan de la Seguridad del Estado como si fueran los Boy Scouts. Yo les pregunto: Si a más de mil combatientes que eran unos verdaderos guerreros, a la Brigada 2506, los montaron en aviones con sus familiares y los lanzaron para Miami ¿por qué no pueden hacer lo mismo con cuanto cubano ellos consideren que les pueden traer graves problemas a la satrapía?


Si no lo hacen es simplemente porque las gestiones actuales no representan ni el más mínimo peligro de poder derrocar el sístema.. Todo el que crea que el desgobierno más brutal del mundo no puede parar en seco las actividades de Yoani Sánchez es, en el mejor de los casos, un inocente. Sólo tiene Raúl que insinuar la orden y mandan a Yoani a convivir con “Pánfilo” en una cloaca de Mazorra o de Manto Negro.


Que Yoani ya es famosa, que la opinión pública va a protestar. Pamplinas. Ellos, si de verdad esta muchacha les representara una amenaza de envergadura, la hacían picadillo en un dos por tres. ¿Dónde están las quejas internacionales después que “Pánfilo” voló como Matías Pérez?


Siento mucho pinchar con este alfiler el globo de las ilusiones baldías, pero mi firme creencia es que aquello sólo se cae a través de la fuerza bruta. Actualmente es como si unos muchachitos recién nacidos fueran a quejarse ante una jauría de chacales. Cuando lo cierto es que la única forma de eliminar a las fieras salvajes es con Ak47s y cañonazos.


Okay, que no tenemos las armas, que no tenemos los combatientes necesarios, que ningún país del mundo nos ayuda, que es muy fácil guapear desde el exterior, eso lo acepto. Pero tratar de levantar mis esperanzas haciéndome creer que POR LAS BUENAS o con diálogos se va a lograr la libertad, eso no va conmigo. ¡Y que conste, quede bien claro, que yo aplaudo toda protesta de la índole que sea!


Sé que muchos hoy se van a molestar conmigo. Porque quizás el pacifismo puede lograr algunas mejoras, varios cambios cosméticos y que mejoren las condiciones de algunos prisioneros (eso está dentro de los planes siniestros del enemigo) pero mientras tanto están entrenando, en forma acelerada, al nieto de Raúl para que asuma las riendas del poder por otros 50 años más. Y con tintura de yodo no se cura ese cáncer.


Disculpen ustedes, pero yo creo que el castrismo es como el macao, que hay que darle candela para que suelte. Y esos que estén en desacuerdo conmigo no se tomen el trabajo de escribirme protestando. Porque no voy a cambiar de idea. Pienso así desde que tenía 15 años: borrar del mapa a los castristas es la única forma de salvar a Cuba.