NO NOS HAN DEJADO OTRO CAMINO

Los verdugos de nuestro pueblo con su odio a todo lo que signifique libertad, la mayoría subyugada e indolente, que todo lo acepta, la falsa oposición, que le hace el juego a los tiranos, y los amigos que nos han traicionado, nos han cerrado todas las posibilidades de lograr un arreglo pacífico para traer la libertad y la felicidad a nuestra patria.

Que no se culpe a los hijos de la Joven Patria, que nos hemos decidido a retomar el camino de la resistencia armada y la línea de la acción directa en contra del régimen y sus cómplices, por lo que pueda acaecer de ahora en adelante.

La Joven Patria está por alumbrar, y es sabido que todo parto trae acompañado sangre y dolor. Pero después del dolor y la sangre viene la nueva y radiante vida que se ha de iniciar.

Esa es la tarea de las Falanges de Acción de la Joven Patria: Apresurar el advenimiento de un nuevo amanecer de libertad, que no se ha de lograr con conformismos, ni con peticiones plañideras, ni con arreglos y contubernios con el enemigo asesino que todo lo que hace es con el fin de perpetuarse en el poder.

“Con esperar allá en el fondo del alma, no se fundan pueblos”, nos dijo el más grande de todos los cubanos. Esa máxima está hoy más vigente que nunca. Llegó la hora, joven cubano. Ven a nuestras filas. Crea tu Falange de Acción y empieza a actuar. Toda propiedad estatal, todo esbirro o chivateniente, es un objetivo. Que el pueblo sepa que tiene ejecutores que les protegerán de sus verdugos. Una Joven Patria, una Cuba nueva sólo puede salir de la lucha, del sacrificio de sus propios hijos. La cantidad del sacrificio hecho determina la victoria.

No podemos, y no debemos, seguir contemplando resignados, con la cabeza bajo el yugo, dejando que el país se destruya y una gerontocracia que se ha enriquecido personalmente, pero que ha fracasado en traer prosperidad a nuestra gente, siga destruyendo al país y vendiendo nuestra riquezas y soberanía a los extranjeros, mientras hacen crecer el vil y explotador capitalismo de estado, que nos ha convertido a los nativos en siervos de la gleba.

Llegó la hora de dejar de contemplar en silencio como castran a nuestra juventud, y como no han dejado a nuestros jóvenes otro camino que el del abandono del suelo en que nació, y convertirse en extranjero para lograr un poco de bienestar o seguir siendo un paria en su propia tierra.

Vamos a demostrarle al mundo que si como se afirma “los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”, los cubanos ya nos cansamos de este gobierno totalitario, ladrón y asesino y nos vamos a dar, a como dé lugar, el gobierno que nos merecemos, en el que reinarán las libertades, y nuestro pueblo tantas veces burlado y escarnecido, conquistará al fin, junto a la justicia y el pan, el orgullo de llamarse libre y soberano.

F de A de la JP


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