LA ESTABILIDAD QUE BRINDA AL MUNDO LA MASONERIA

Existen claras influencias gnósticas en la Francmasonería. La gnosis de los primeros siglos subsistía especialmente entre los judeocristianos donde también se desarrollo la Francmasonería.

La gnosis se caracteriza por la idea básica de un Yo trascendente y ontológico enclaustrado en el mismo cuerpo físico; es muy importante descubrirlo, conocerlo, sacarlo a la luz, llevarlo a un nuevo nacimiento, rescatarlo, reconocerlo.

La perfección para la francmasonería reside en este reconocimiento, que determina un renacimiento vía la iniciación, hacer aparecer esa chispa divina que cada uno lleva en sí.

Encontramos también en la gnosis la idea de la Inmortalidad del Alma y por ende claro su preexistencia.

La Francmasonería y el gnosticismo comparten la idea de un Ser Supremo, trascendente y desconocido, siendo el Ser Supremo la mente arquitecta y diseñadora del Cosmos. Por ello la Francmasonería llama al Ser Supremo Arquitecto y no el Creador.

Otro punto afín entre la Francmasonería y el gnosticismo radica en hacernos ver que la naturaleza de los hombres y mujeres es esencialmente la misma que la del Ser Supremo – Chispa de la Gran Luz aprisionada en un cuerpo material y sometido en este mundo al dómino de muchos factores como son la ambición, la ignorancia y la hipocresía.

El Maestre del Templo Hiram Abiff sería la metáfora de esa Alma Superior, tratando de ser sometida por los malvados Yos ó Yoes inferiores que son pasionales y emociones negativas.


El Alma en la alegoría francmasónica es victimada por la maldad, pero resucitada en cada francmasón cuando es exaltado o exaltada al sublime grado de maestro masón. Y es precisamente eso lo que quiere hacernos ver la francmasonería, que tenemos un algo inmortal dentro de nosotros, listo a salir a la luz.

La francmasonería da cuenta del estado presente de las personas y su deseo de liberación.

Gnosis y Francmasonería son una misma Luz, con diferente nombre, llevando a cabo esta liberación y despertando al ser humano a “la consciencia de su verdadera naturaleza personal y de su origen divino. Esta liberación y el contactar de nuevo al iniciado masón con el Ser Supremo son la meta suprema de la Masonería Gnóstica.

Las enseñanzas francmasónicas nos dan cuenta de que existe una poderosa oposición, que vigorosamente por todos los medios se opone a que el iniciado contacte con lo Superior, estas poderosas fuerzas son fácilmente identificables y las podemos enumerar: fanatismo, superstición, vanidad, ignorancia, avaricia, vicios, hipocresía, odio, venganza entre tantas otras pasiones y defectos; que tan fuertes se presentan rivalizando con el mismo Dios.

La fuerza de las enseñanzas francmasónicas consiste en que tienen relación con verdades fundamentales que se manifiestan de diferentes formas en el mundo.Existen múltiples extravagancias y desinformación maliciosa que rodea a la Francmasonería.

Pero la auténtica mística masónica se desarrolla entre dos desmesuras extremas de lo imaginario y lo supuestamente racional, la francmasonería aparentemente parece oprimida entre estas dos visiones que obligan a la Orden Masónica a deslindarse de lo ridículo que dicen de nosotros los religiosos, académicos y de los que buscan la nota roja y amarillista.

Por ello, el masón libre tendrá un comportamiento que no deja, ciertamente, de recordar al de un masón. De ahí las acusaciones de herejía conspiración y complot que lloverán sobre su cabeza.
La Masonería así se revela, en efecto, como una tendencia fraccionaria a formar pequeños grupos de iniciados, a la cabeza en el interior de cada religión, partido político, grandes corporativos y universidades.

En la medida en que la Masonería engendre controversias en opinión de teólogos, apegados a la letra muerta, será condenada por las religiones establecidas, en cualquier parte del mundo. A la masonería apuntarán los tiros cuando ciertos masones calificados de radicales, condenen las acciones totalitarias de la derecha o de la izquierda. En la medida en que la francmasonería se convierte en un referente mundial de conocimientos secretos y tienta así al mundo, al ofrecerle una estabilidad mundial sin precedentes, esto aterroriza a todas las demás instituciones, que ante la alternativa de aceptarlo o no, ven como se desmoronan poco a poco sus gobiernos, sus universidades y sus religiones, y es que tenemos el aval de los referentes históricos donde masones pusieron en orden al mundo.