POR UN ESTADO LAICO EN CUBA

POR UN ESTADO LAICO EN CUBA

Posted August 11th, 2011 by Reinaldo Escobar




Dibujo de Yadira Escobar representando la separación de la Iglesia y el Estado en una futura república cubana ideal.




La religión es un asunto privado del ciudadano, al menos así pensaron los fundadores de la democracia moderna. Desde la revolución francesa hemos sabido de la importancia de separar al estado de la iglesia, pero siguen persistiendo los enemigos de las repúblicas libres y cada vez más, sobre todo en la América Hispana el poder clerical trata de hablar en nombre del pueblo, y de cobrar también en su nombre. Los servicios sociales son una oportunidad para aumentar el poder ideológico sobre las masas, además de ser una fuente de financiamiento para muchos proyectos eclesiásticos, sobre todo en el área de la salud y la educación.



En Cuba cada vez más la Iglesia se involucra en áreas que no le corresponden Hace un tiempo, en su intervención en la 10° Semana Social Católica Cubana, el Secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, Arzobispo Dominique Mamberti, señaló que el Estado laico existe gracias al aporte del cristianismo, concretamente de la la iglesia católica, de alguna manera torcida esto es una verdad histórica como también es verdad que muchos sistemas represivos han imitado los métodos y torturas de la inquisición medieval; porque la iglesia creo las universidades pero también quemó en la hoguera a científicos y humanistas, así que lo mejor para todos es que se reduzca al ámbito de lo privado la cuestión religiosa.



La dirigencia política en Cuba ha tomado la postura pragmática de "llevarse bien con los curas" Esto ha sido una decisión estratégica basado en un error que no nos concierne a los contrarios al comunismo. Allá ellos y sus malditas alianzas. La política pura rechaza ese tipo de alianzas hipócritas basadas en agendas transitorias. Para los nacionalistas los principios no son negociables, y solo podemos imaginarnos a una futura república cubana como un organismo puro y libre, donde no hay espacio para partidos clericales. Si la iglesia pretende representar a la sociedad civil, y si los cubanos religiosos se dejan confundir, será muy difícil ejercer una auténtica soberanía popular.