NUESTRA NACION AGONIZA

Posted November 13th, 2009 by Reinaldo Escobar



La nación cubana agoniza, su sociedad civil no tiene voz propia, y las organizaciones sociales, completamente disociadas del pueblo solo responden al interés del gobierno de partido único. Una revolución, astutamente dirigida hacia la tiranía, utilizó los terrores iniciales para establecer una clase de instituciones que jamas el pueblo hubiese aceptado en tiempos normales, esas instituciones definieron un tipo de relación entre los ciudadanos y el Estado basada en la perdida de libertades a cambio de prestaciones sociales. Para legitimar la voluntad política de ese Estado usurpador se organiza un referendo el 15 de febrero de 1976 que aprueba una constitución favorable al nuevo orden totalitario. El papel dado en esa constitución al partido comunista de Cuba condicionaría el futuro político del país a una interpretación marxista que excluía a demasiados cubanos y que perjudicaría también a una izquierda que tenia mucho mas que agradecer a la constitución de 1940 que al nuevo papel de sirvienta dado por la dictadura.
La sociedad cada vez mas dependiente al único empleador de la isla, terminó aceptando un contrato social negociado desde posiciones de debilidad. El Estado tenia las armas, el alimento y la propiedad, el pueblo por su parte cada vez mas débil y soportando la propaganda incansable veía también los terribles castigos que el régimen aplicaba a quienes resistían su opresión. En esas condiciones fue formándose la cultura del disimulo y una doble moral que condicionaron un nuevo tipo de disidencia basada en los derechos humanos y otros principios de tipo universal, mientras se descuidaban nuestros particularismos políticos que definieron el Nacionalismo cubano de todos los tiempos.
Nuestra nación necesita urgentemente una recuperación moral, que sirva de base a la única ideología que jamas pasara de moda , el nacionalismo. Ese nacionalismo frente a una globalización en crísis será la mejor fórmula para unir a los cubanos, sanar las heridas y fomentar la fraternidad necesaria para recuperar la República. Como nacionalistas no podemos descuidar al único grupo natural que con derechos inalienables sufrió de manera especial los maltratos de la dictadura, la familia. La familia cubana al igual que la de otros pueblos es la institución primera en educar al ciudadano, pero al sufrir la hostilidad del régimen, perdió la capacidad para inculcar valores morales básicos, y otras agrupaciones artificialmente creadas por el régimen para sustituir a la familia no tuvieron la capacidad ni la voluntad de llenar ese vacio. Las malas costumbres y el no reconocimiento de la propiedad privada hacen difícil el restablecimiento del estado de derecho que requiere una república sana, y la institución familiar es la mas efectiva en educar valores morales a nuestra maltratada sociedad civil.
Grupo caimán desde su creación en 1984 en el legendario Camaguey , ha desarrollado una ideología reconciliadora basada en el papel de la institución familiar en la educación del ciudadano libre, frente al centralismo despótico que solo inculca contravalores. Nuestra patria sufre la opresión de un modelo político ajeno a la nación, la utopía criminal de quienes desprecian el derecho inalienable de los seres humanos a ser libres, ha mutilado por medio siglo nuestra identidad natural, formas extrañas a la cultura cubana nos debilitan por dentro y por fuera, y nos empujan cada vez mas hacia la perdida del sentido nacional.
Grupo caimán busca la unidad de los que aman y construyen porque los empuja el amor a su tierra, sin nacionalismo seria absurdo cualquier esfuerzo por cambiar las cosas en Cuba, el nacionalismo no es una ciencia exacta, ni tiene que ver con las ciencias económicas, sino mas bien con los sentimientos, con el corazón, y es precisamente por esa razón que siempre sera el mejor de los estímulos para involucrar voluntades en el noble propósito de desarrollar una sociedad democrática.
Todos hemos sufrido la tragedia nacional de forma especial a través de nuestros problemas personales y familiares. No hay familia cubana que no halla experimentado malas relaciones con la dictadura. La familia cubana, dividida y sufriente merece ser feliz, en una República que le reconozca sus derechos indiscutibles. La familia siempre es natural y su existencia es anterior al Estado, de manera que cualquier plataforma política que proponga un Gobierno al servicio de la familia, no solo estará sirviendo a todo el cuerpo social, sino que estará sentando las bases de una fraternidad que jamas los partidos sectarios podrán promover. Los cubanos somos un pueblo con sentido común y nunca hemos confiado en esos partidos que al parcializarse por grupos o clases particulares descuidan al resto de la sociedad. Frente a los extremismos de la extrema derecha y la extrema izquierda, frente al populismo centralista y frente al individualismo capitalista o al colectivismo marxista siempre encontraremos a una familia sencilla buscando una república que la represente mejor.