LA CONTRARREVOLUCION QUE PARALIZA A CUBA

Posted March 29th, 2010 by Reinaldo Escobar



Huber Matos






A partir del despótico gobierno de Machado, se produce en Cuba un movimiento ideológico que cree necesaria una revolución para instaurar una república propia. Con Machado muchos se convencieron que el sistema estaba deformado desde la raíz, y que solo con la violencia política se podía moldear otro modelo más representativo del pueblo cubano. Todo el poder financiero del Chase bank no pudo sostener a Machado, y la revolución se abrió paso en las mentes y corazones de la generación del 30, que comprendía que de Londres o New York jamás vendría otra ayuda que la que recibían los ricos o militares de la joven y frágil república, y mucho menos en esa gran crisis del capitalismo mundial en 1929, ambiente favorable a los radicalismos de izquierda (Comunismo soviético) o radicalismos de derecha ( fascismo y nazismo ).

Con Batista se cierra definitivamente la vía pacífica hacia la democracia, y la violencia política es un arma de doble filo para establecer repúblicas. A menudo los métodos revolucionarios terminan en despotismos gracias a la gloria de ciertos lideres destacados en dicha lucha. El exitoso movimiento 26 de julio secuestrado por ese tipo de líder que centraliza en su persona todos los méritos de la organización terminó saboteando el proyecto popular a través del terror y la confusión creada por los elementos radicales colocados en puestos claves por la gestión secreta de su dirigencia.

Huber Matos representa a ese revolucionario inconforme con las promesas no cumplidas de su propio movimiento, y junto a el muchísimos cubanos que se resistieron a la idea de servir al imperialismo ruso, sufrieron las consecuencias de oponerse a un proyecto despótico que no se detendría ante nada ni nadie, porque no tenia el menor respeto por la nación y sus derechos inalienables.

Como nación nacida en esclavitud, hemos desarrollado un habito de supervivencia basado en la simulación, y a menudo en la enajenación política tan claramente expresada en: "La política da asco"-" Yo no soy político"-"El mismo perro con diferente collar", la tiranía, que no es boba trata de reforzar esa actitud en las nuevas generaciones, y hoy nos topamos a menudo con jóvenes cubanos que parecen viejos repitiendo sin cesar lo que aprendieron bajo el miedo colectivo que paraliza a nuestra gente. Son jóvenes pusilánimes en política, y muy activos en todo lo no político, jóvenes sin militancia ni animo por dar una opinión, en una palabra jóvenes contrarrevolucionarios. El régimen desea que estas nuevas generaciones beban alcohol, y bailen todos los ritmos mientras se realizan acuerdos con multinacionales y bancos que ya se reparten la Cuba del futuro a espaldas de la Cuba del presente.

La apatía revolucionaria, un fenómeno nuevo en la historia de Cuba, es provocada por medio siglo de experimentos sociales de izquierda, pero es hoy algo que está desapareciendo gracias al efecto de la Internet y de la militancia de aquellos jóvenes que jamas abandonaron la causa por una Cuba mejor.

La contrarrevolución que paraliza a Cuba se desprende del inmovilismo de los que viven bien, porque una nueva clase social que vive muy bien gracias a sus privilegios, se opone a toda reforma que ponga en peligro su opulencia e impunidad, que disfrutan como cubanos de primera categoría. El verdadero odio de clases surge cuando no reina un Estado de derechos para todos, y cuando los de arriba que dicen representar al pueblo usurpan la soberanía, y sus esbirros gritan desde abajo que esas calles son de un solo hombre. Las calles son de todos, y las conquistaremos con una nueva revolución democrática que entierre para siempre al despotismo.

¡Sumate al nacionalismo!





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