IGLESIA Y ESTADO DE ESPALDAS A LA SOCIEDAD CIVIL EN CUBA

Posted May 25th, 2010 by Reinaldo Escobar




Cuando los cubanos nos libramos del yugo español, una importante suma de dinero fue dado a la Iglesia católica cubana en concepto de Indemnización por los daños de la guerra de Independencia, ese dinero fue parte de las primeras deudas publicas que tuvo la jóven república, y que más tarde pagarían con sus impuestos los cubanos. Esa misma iglesia se ha sentado ahora a conversar con el gobierno cubano sobre asuntos no religiosos. ¿Está tomando la Iglesia un papel político en medio de nosotros, sin consultar a la sociedad civil? ¿Es necesaria la mediación de obispos en una sociedad que no está en medio de una guerra civil? ¿Tendremos algún día que pagar los cubanos una nueva reparación de daños por causa de las confiscaciones eclesiásticas en 1959?

Ninguna ley o decreto en la actual Cuba le otorga a ninguna Iglesia cubana la categoría de representante político de un sector de la población, y la tradición republicana en todas partes siempre ha señalado la separación entre Iglesia y Estado, de manera que estamos presenciando una maniobra arbitraria de los de arriba, para restar protagonismo a la sociedad civil, y a sus genuinos representantes.

El viejo socialismo que se abre paso ahora en la américa latina con nuevas mascaras no es muy aficionado al marxismo clásico, y gusta llamarse socialismo cristiano del Alba y cosas por el estilo, y no han faltado elementos del alto clero que hacen presencia pública al lado de los lideres de ese nuevo totalitarismo y llenan ese vacío ideológico dejado por el desprestigio del estalinismo ruso, dando discursos legitimadores del nuevo despotismo, donde se mezclan la teología con los servicios sociales. El Estado grande y las enormes deudas con el FMI han dejado un espacio para otorgar varios millones de dólares a la Iglesia nicaragüense bajo ridículas excusas.

La soberanía descansa en el pueblo, pero es usurpada todo el tiempo por los de arriba, que creyendose el papel de monarcas discuten los destinos de las naciones sin dar explicaciones a la sociedad civil. El nacionalismo concentrado en la nación denuncia a banqueros, marxistas y obispos como elementos del viejo despotismo que quieren sobrevivir a costa del auténtico orden republicano que merecen los cubanos. Si el gobierno cubano tiene una crisis de dialogo con los gobernados, debe de asumir con humildad la existencia de una oposición política que merece vivir en la legalidad, y con la cual debe sentarse a negociar un nuevo contrato social que reconcilie a la nación, y no es con reuniones elitistas como se arreglan los problemas nacionales.

¡SUMATE AL NACIONALISMO!