ELECCIONES EN EL SOCIALISMO?

Posted May 26th, 2010 by Reinaldo Escobar


Humor gráfico panfletario y dogmático de la prensa cubana


El principio de las elecciones democráticas descansa en la necesidad de elegir representantes del pueblo para formar gobierno, y se supone que las reglas del juego no descriminen a ningún miembro de la nación.

Los candidatos a diputados a la asamblea nacional del poder popular en Cuba son elegidos por los vecinos a nivel de barrio en lo que dice la propaganda oficial que son elecciones directas y sin el estorbo de los Partidos o facciones políticas ( todos fuera de la ley excepto el Partido Comunista de Cuba).

La constitución cubana que define al orden social imperante como una República, no tiene la ultima palabra sobre la legalidad en la isla, y numerosas decretos y decisiones administrativas dirigidos por los servicios de inteligencia condicionan el proceso electoral para que de ninguna manera sean elegidos o se presenten candidatos con ideas no gratas al oficialismo. La propaganda a favor de algún candidato esta prohibida por la ley, y los elegidos, así como sus ideas son totalmente ignorados por los electores en la mayoría de los casos. Una vez en la asamblea nacional, estos "representantes del poder popular" que no tienen salario asignado por su función, y en la mayoría de los casos dependen del gobierno para movimiento, techo y alimentación se convierten en marionetas en manos del régimen que los humilla prohibiéndoles el contacto con la prensa acreditada en la isla. Los eternos dueños de la asamblea nacional manejan de manera jerárquica todas las actividades de los diputados que terminan siendo el resumen de un voto cautivo por la dependencia y la humillación de la elite política.

Cualquier diputado tiene prohibido (al igual que el resto de la población) tener en su casa un simple disco de satélite para ver algo del mundo en que vive, su visión política esta presionada por los mismos factores psicológicos que el resto de la sociedad civil, y su dependencia económica al Estado es tan grande como la de un mendigo por las calles de la antigua Roma imperial, un mendigo que no solo depende del pan y el circo que regala el cesar, sino del permiso para salir y entrar de su propio país, los trucos para sobrevivir con pocos cuc, y el miedo profundo a ser catalogado de "gusano" si se pasa de la línea ideológica que trazan los de arriba.

¡SUMATE AL NACIONALISMO!


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