EL RITO DE YORK
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EL RITO DE YORK
Éste es el más antiguo de todos los Ritos, y consta originalmente de tres grados únicamente, que son:
1.- El de Aprendiz Iniciado
2.- El de Compañero Masón
3.- El de Maestro Masón
El Rito en su pureza no existe actualmente en ninguna parte. La forma que le es más aproximada, se encuentra en la Masonería de San Juan de Escocia, pero el grado del Maestro de la Gran Logia de Escocia, no es el grado del Maestro del Rito de York.
Cuando Dunckerley desmembró el tercer grado, destruyó la identidad del Rito. En 1813, fue reconocido aparentemente por la Gran logia Unida de Inglaterra, que fue cuando lo definió en “Masonería Antigua pura compuesta de tres grados y no más; es decir, los del Aprendiz Iniciado, el Compañero Masón, y el Maestro Masón, incluyendo la Orden Suprema del Arco Real Sagrado”.
Si la Gran Logia hubiese abolido el grado del Arco Real, que se practicaba entonces como una Orden independiente en Inglaterra, y hubiese reincorporado sus secretos en el grado de Maestro Masón, el Rito de York habría sido restaurado. Pero por razones del reconocimiento del Arco Real como grado separado, conservando el Grado del Maestro en su forma mutilada, fue repudiado el Rito.
En los Estados Unidos ha sido costumbre casi universal el llamar Rito de York a la Masonería que se practica. Pero no tiene menor derecho a esta designación que el que tiene de llamársele Rito Antiguo y Aceptado, o Rito Francés, así como Rito de Schoereder. No tiene las pretensiones que el Rito de York.
De sus primeros tres grados, el del Maestro es el mutilado, que es el que tomó la Masonería de Inglaterra del Rito de York, y ha agregado a estos tres grados otros seis que nunca fueron conocidos por el Rito Antiguo de York, o sea el que se practicó en Inglaterra, en la primera mitad del siglo XVIII, por la Gran Logia legítima.
Hughan, hablando del Rito de York (En sus Obras inéditas, p. 148), dice: “no existe tal Rito, y lo que fue nadie lo sabe actualmente”, aunque al parecer, esta declaración es demasiado arrebatada en su estilo. Le asiste la razón al expresar que no existe actualmente rito semejante, pero está en un error al sostener que se ignora actualmente su carácter.
Al emplear el título, no se refiere en nada a la Gran Logia de Inglaterra entera, que verificó sus asambleas durante muchos años del siglo pasado, sino más bien a la leyenda de York, y a la hipótesis de que York fue la cuna de la Masonería Inglesa.
El Rito de York fue el Rito que se organizó probablemente o más bien se modificó durante la restauración en el año de 1717, y es lo más verosímil, que se practicó cincuenta años en la Gran Logia Constitucional de Inglaterra. Se compone de tres grados simbólicos solamente, y el último, o sea el grado de Maestro, contiene en sí mismo los secretos que se transmiten en nuestros días en el Arco real.
Este Rito fue conducido a Francia en toda su pureza en 1724. Hacia mediados del siglo XVIII los masones continentales, y a fines de él, los americanos empezaron a sobreponer en él aquellos grados superiores, los que, con la mutilación necesaria del tercero, han dado origen a otros Ritos numerosos. Pero el Rito Antiguo de York, aunque ya no se cultiva, debe permanecer en los archivos de la historia como el más puro y antiguo de todos los Ritos.
En 1777 se estructura el Rito de York en cuatro Grados:
Past-Master
Mark-Master
Super Excelente Masón
Holy Royal Arch
La Masonería tradicional norteamericana trabaja con cinco métodos rituales, organizados separadamente, pero a los que tienen acceso todos los masones miembros de una Logia simbólica básica. Cuatro componen lo que generalmente se conoce como Rito de York.
El básico, para los aprendices, Compañeros y Maestros homologados por la Gran Logia de cada Estado.
El método Críptico, regido por un Gran Consejo General .
El método del Arco Real, administrado por un Gran Capitulo General.
El método Templario, administrado por un Gran Campamento General.
En la actualidad en América los grados son nueve.
Aprendiz
Compañero
Maestro
Past-Master
Mark-Master
Muy Excelente Maestro
Real Arco
Real Maestro
Maestro Elegido
ALGUNOS ASPECTOS DEL ARCO REAL
El presente trabajo es fundamentalmente una meditación compartida que intenta alcanzar un mínimo nivel de profundización en lo que se refiere al sentido de ciertos elementos del Real Arco que despiertan una actitud cognoscitiva en quienes nos encontramos haciendo nuestros primeros pasos en este riquísimo venero de símbolos que nos rodean. Sabemos en consecuencia que lo que aquí se diga resultará tal vez muy elemental para los hermanos más experimentados de la Orden y pedimos por ello disculpas de antemano, pero nos permitimos abusar de su benevolencia en la esperanza de que estas líneas sean juzgadas más por su intención que por su sapiencia.-
El primer aspecto que hemos de abordar, es el de los colores de las túnicas usadas por los tres Principales. Dichos colores son tradicionalmente el azul, el púrpura y el escarlata, y las fuentes primigenias que los registran e inspiran son, sin lugar a dudas, Exodo,25,4 y Exodo, 26,1, del Volumen de la Ley Sagrada. No obstante ello y a fuer de rigurosos, es menester aclarar que antes de la unión de los Grandes Capítulos, los tres Principales usaban túnicas de color escarlata, azul profundo y gris claro, pero luego se establecieron definitivamente los colores mencionados en primer lugar.-
Ahora bien, sabemos que en la Masonería, como en toda institución iniciática, ningún elemento es gratuito o casual, sino que, por el contrario, hasta sus mínimos elementos evidencian una estricta funcionalidad en el ámbito de lo simbólico que apunta a iluminar distintos aspectos de una realidad superior que resultan inaccesibles para los instrumentos y modalidades de conocimiento propias del mundo profano. Correspondería entonces, en esta tesitura, repasar el sentido atribuido en la Masonería a los colores que nos ocupan.-
El azul, por ejemplo, genera en un primer nivel de lectura una inevitable asociación con la bóveda celeste y, en un segundo nivel, constituye un emblema de inmortalidad, eternidad, castidad y fidelidad en términos generales, del mismo modo que en términos específicos el azul pálido representa bondad y prudencia. También se lo relaciona estrechamente con el concepto de hermandad universal y con la clara conciencia de la perfección infinita del Verdadero y Viviente Dios Altísimo y se ha dicho que "nos instruye acerca de que en el alma de un masón tales virtudes deberían ser tan extensas como el arco azul del cielo mismo".-
Asimismo en la tradición judía, que tantos puntos de contacto tiene con la tradición masónica, el azul tenía una fuerte connotación religiosa y era el color de la túnica del Sumo Sacerdote. En el mismo sentido, existe la convicción de que en épocas muy antiguas los juramentos más solemnes se llevaban a cabo sobre altares precisamente de color azul y, por su parte, algunos estudiosos de la Kabbalah lo señalan como color relacionado con las Sephirot de la Corona, la Belleza y el Fundamento. En cuanto al púrpura, podemos decir que se refiere a la dignidad , a la majestad del mando y a la jurisdicción. En un sentido más alto, existe entre los levitas hebreos la tradición de que alude al poder de la Gran Deidad, y se ha dicho también que simboliza la alianza de Salomón, rey de Israel, y deHiram, rey de Tiro. Por último, dado que en su composición concurren por igual el rojo y el azul, se lo ha definido como un símbolo de unión por excelencia.- Seguidamente, hemos de referirnos al escarlata, que junto con el rojo se ven representados por el carmesí. La Biblia se refiere al escarlata y al carmesí como colores litúrgicos, y son innegables sus connotaciones ígneas con todo el sentido trascendente que ellas implican. Este color no evidencia en su simbolismo solamente una mera jerarquía material, sino más bien una realeza del conocimiento que se traduce en tres instancias: la inteligencia (como conocimiento directo), el rigor y la Gloria, cuyo reflejo se hace conocer al hombre a través de la investidura de la realeza sagrada.-
Una vez que se han analizado estos tres colores y se ha recordado, como es lógico, que son los propios de las vestiduras de los tres Principales, surge otro interrogante: ¿cuál es la explicación profunda de su asignación a dichas vestiduras? El primer indicio para una probable respuesta se relaciona con el mandato de Dios a Moisés en el sentido de emplazar velos azules, púrpura y escarlata para separar el Lugar Santo del lugar accesible a los fieles; pero el indicio se transforma en algo más cercano a la certeza, si se recuerda que en los antiguos rituales de la Orden del Real Arco existía una parte de la ceremonia de exaltación que se conocía como "Pasaje de los Velos", en cuyo transcurso el candidato debía atravesar tres velos (azul, púrpura y escarlata), pronunciando en cada caso una palabra de pase ante un guardián que, en el caso de una articulación correcta del vocablo, le daría la posibilidad de acceso. Por último, el candidato accedía al Sancta Sanctorum, sede del Arca de la Alianza. La explicación que acompañaba a este momento, hacía referencia al hecho de que los velos representaban los peligros y obstáculos que Zorobabel y Josué se vieron obligados a sortear en su camino de regreso desde Babilonia a Jerusalem.- Tal explicación es perfecta en la medida en que el pasaje se inscribe en el marco de la leyenda de la construcción del segundo Templo, y éste sería el sentido literal del símbolo, así como la idea extensiva a la superación de obstáculos e imperfecciones de distinto orden correspondería a su sentidos moral y alegórico. Sin embargo, ¿cuál es el sentido anagógico, que es el supremo en el orden de significación de los símbolos? En este aspecto la referencia mayor sigue siendo la tradición relacionada con Moisés, que apunta a la posibilidad de encontrarse cara a cara con el Misterio Supremo. Y no debemos olvidar que la vivencia del Real Arco implica una reconstrucción de un templo interior, que culmina en la identificación del Compañero del Arco Real con la piedra que corona el arco y le da sentido al edificio completo. Pero ese itinerario de reconstrucción no estaría completo si no se recorrieran los últimos tramos decisivos hacia la Gnosis de la Verdadera Palabra , del último de los misterios tras superar las pruebas finales. En otras tradiciones de origen no bíblico, el camino hacia la esencia conlleva la obligación de atravesar una serie de puertas custodiadas por entidades terribles conocidas como "guardianes del umbral", que exigen la pronunciación de una palabra de pase para permitir el paso a la instancia siguiente. En este sentido, podemos concluir que los tres Principales y sus vestiduras (sin perjuicio de otros simbolismos que sus funciones traigan aparejados), son en sí mismos y al mismo tiempo tres velos y tres portales que encierran tres peldaños de conocimiento cuya meta es la identificación con el Nombre, que constituye la posibilidad de superar la reinstauración del hombre adámico primordial o consumación de los Pequeños Misterios, propia del tercer grado según se confiere en el simbolismo, para llegar a la Identificación Suprema con el Principio o consumación de los Grandes Misterios, propia del Arco Real.
El segundo aspecto que intentaremos abordar, es el del simbolismo de la joya del Arco Real .
Lo primero que llama nuestra atención es un doble círculo con un sello de Salomón o hexalfa inscripto en su interior. El triángulo con un vértice hacia arriba que descansa sobre su base simboliza el macrocosmos, mientras que el triángulo invertido representa al microcosmos que es reflejo de aquél. Por otra parte, el primer triángulo mencionado es el emblema del fuego, mientras que el segundo lo es del agua; asimismo, el triángulo con un vértice hacia arriba atravesado por una línea que constituye la base del triángulo invertido, es emblema del aire, así como el triángulo invertido con una línea que atraviesa el vértice inferior lo es de la tierra.- Sin embargo, esta explicación no agota el simbolismo del hexalfa. Es necesario recordar que en la joya del Arco Real, el triángulo invertido se descompone en tres triángulos en virtud de la presencia de un cuarto triángulo con un sol inscripto. El conjunto así formado, si tomamos en cuenta que la suma de los ángulos interiores de un triángulo es igual a dos ángulos rectos, genera ocho ángulos rectos, número igual al que presenta el tetraedro, cuerpo formado por cuatro triángulos iguales y equiláteros. La forma aguda y piramidal de este cuerpo es relacionada por el pensamiento platónico con el fuego, imagen del principio creador y principio en sí mismo de la luz material. No debemos olvidar que la misma palabra "pirámide" (pyramis, en griego), deriva de la palabra "pyr", que en griego significa precisamente "fuego". Por otro lado, ocho es el número de ángulos rectos que presenta el símbolo de la triple Tau, que, más allá de su alusión al Templum Hyerosolimae y a la marca que llevaban los justos libres de toda iniquidad, tiene una importancia capital en la comprensión de los misterios del Real Arco.-
En efecto, en la base de la joya, la triple Tau está circundada por la leyenda "nil nisi clavis deest", que significa "nada falta salvo la clave", sentencia que constituye un verdadero llamado de atención sobre el símbolo. Los antiguos rituales de la Orden enseñan en sus instrucciones anexas que si se siguen descomponiendo los conjuntos formados por las intersecciones de los triángulos, se obtienen sumas de dieciséis, veinticuatro y cuarenta ángulos rectos, equivalentes a dos veces, tres veces y cinco veces la triple Tau, igualando el número de ángulos rectos contenidos respectivamente en el octaedro, que por su similaridad en ligereza con el tetraedro era considerado símbolo del aire, en el cubo, que por estar formado por cuadrados era considerado emblema de solidez, y por tanto de la tierra, y en el icosaedro, que representaba al agua. Finalmente, y siguiendo el mismo método, se logra formar el dodecaedro, que es el sólido que más se aproxima a la forma de la esfera, que representa al universo.
Otra relación posible fundada sobre la triple Tau, puede plantearse si multiplicamos el número ocho (cantidad de ángulos rectos de dicho símbolo) por noventa, que son los grados de cada ángulo recto; el resultado de la operación es el número setecientos veinte, que equivale al doble de los grados de una circunferencia, y esto nos lleva a establecer una relación con las dos circunferencias que rodean al hexalfa, y cuyo simbolismo se relaciona con la Divinidad y su omnipresencia, en el caso de la interior, y con la eternidad en el de la exterior. Por otro lado, la cifra mencionada se obtiene de la multiplicación del setenta y dos, número de los mayores, por diez, número perfecto de los pitagóricos. En este sentido, cabe agregar que el número setenta y dos no correspondería en realidad al número de miembros del Sanhedrín, que sería de setenta miembros más el Sumo Sacerdote, sino más bien al de los setenta y dos nombres de Dios, que nos evocan al Intimo Nombre, temible e inefable. La joya por tanto, lejos de ser un ornamento, es más bien un soporte de contemplación y un instrumento de trabajo iniciático.
Finalmente, podemos animarnos a decir que la posibilidad de que la vivencia del símbolo sea la correcta, se expresa en la divisa que campea en la parte superior de la joya: "si talia jungere possis, sit tibi scire" (si puedes unir tales cosas, sea para ti el saber"); y eso es lo que hace un símbolo: unir, unir lo que se ha dispersado. Si esto se cumple efectivamente, el iniciado puede hacer suya la gozosa exclamación de los brazos del hexalfa: eurékhamen, invenimus, we have found, es decir "hemos encontrado", y transformarse en lo que la joya misma define como "cultor dei" y "civis mundi", uno que rinde culto a Dios más allá de los nombres y atributos que le reconocen las religiones positivas (aunque insoslayablemente deba tomarlas como punto de partida), en su verdadera esencia de Altísimo, como era conocido por Melchisedec, rey de justicia y representante de la Tradición Primordial y ciudadano del mundo, no según el sentido del cosmopolitismo frívolo y condescendiente de la cultura profana, sino según el que le hacía decir a Ibn Arabí que estaba tan cómodo en la mezquita como en la sinagoga o en el templo cristiano, entre los gentiles y aún entre las gacelas, esto es, en el sentido del verdadero iniciado que, por haberse situado en el centro, se ha transformado en un adepto.
Plancha grabada aportada por Raúl A. Viglizzo
OBSERVACIONES SOBRE EL ARCO REAL
“Esta nota está dirigida al Hermano para quien el Arco Real es desconocido, o para quien este Grado Supremo le ha sido presentado como un grado superfluo o de escaso interés para él.”
Pese a la profusa literatura sobre el Arco Real, para muchos Hermanos la información al respecto ha sido un tema relegado.
Los Maestros Masones están continuamente llegando a un punto en sus carreras Masónicas en el que se preguntan: "¿Por qué el Arco Real?" o "¿Qué es el Grado del Real Arco?", o aún "¿Que tiene que ver con la Masonería Simbólica?". Su desarrollo Masónico se ve estimulado o interrumpido de acuerdo con las respuestas que recibe. Si el tema surge con Hermanos que en un sentido Masónico están ilustrados al respecto, quien se pregunta, naturalmente se beneficiará de la orientación e instrucción. Sin embargo, con frecuencia las preguntas podrían estarán dirigidas a aquellos que no están bien preparados para responder adecuadamente y cuyas limitaciones pueden producir a su vez una permanente influencia adversa en quien podría haber encontrado en el Arco Real una inspiración Masónica completa o tal vez un sendero hacia ella.
Una corta respuesta a estas preguntas sería que el Grado del Real Arco es la consumación del Tercer Grado, lo cual es una subestimación. El Arco Real es por cierto la progresión natural en la Francmasonería que provee la obtención de los "auténticos secretos", a continuación del otorgamiento de ciertos secretos substitutivos, y como tal, forma realmente una parte integral de la Masonería Simbólica Regular.
La Masonería Simbólica se relaciona con las circunstancias de la construcción del Templo del Rey Salomón, el primer lugar fijo de veneración al Dios de Israel, y el lugar donde se depositó el Arca de la Alianza luego de la peregrinación por el desierto. En esta era se dijo: "Él construirá una Casa en mi Nombre y Yo estableceré el trono de su Reino por siempre". Para el Masón el significado de este enunciado es que él mismo deberá levantar una superestructura, "perfecta en sus partes y honorable para el constructor".
La Historia Bíblica nos informa que poco después de la muerte del Rey Salomón se produjo una rebelión y las Doce Tribus se dividieron en dos Reinos. Diez de las tribus constituyeron Israel en el Norte, en tanto que las otras dos formaron Judá en el Sud. Las diez tribus del Norte desaparecieron cuando fueron tomadas en cautiverio por Sargon, Rey de Asiria. Judá, sin embargo retuvo su identidad como Reino tributario, al principio bajo la dominación de Egipto, y más tarde bajo Babilonia.
Como consecuencia de una falta de pago del tributo a Babilonia, la ciudad de Jerusalén y el Templo fueron destruidos por Nabucodonosor, Rey de Babilonia. El entonces Rey de Judá, Joacim, junto con la gente prominente de su Reino fueron conducidos en cautiverio a Babilonia. Sólo aquellos de las clases bajas fueron dejados para labrar el suelo. Judá como nación sobrevivió durante este período de cautiverio, y cuando Babilonia cayó ante sus conquistadores Persas, los cautivos fueron alentados a retornar a su tierra natal.
Leemos en las escrituras del profeta Haggeo que el Segundo Templo no era nada tan importante, pero lo que si era importante, fue el comentario: "La Gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera". De esta declaración se infiere que en el lugar del esplendor material del Templo de Salomón, surgiría un desarrollo espiritual que inspiraría ideas más elevadas del Dios de Israel.
ANTIGÜEDAD DEL ARCO REAL
La primera referencia impresa a la Masonería del Real Arco aparece en Dublín (Irlanda) en 1743, en un diario conteniendo un informe de ..."el Real Arco llevado en procesión por dos Excelentes Masones".
No hay certidumbre acerca de si se estaba refiriendo al grado del Real Arco, pero en mi opinión probablemente fue así. En 1744, fue publicado por Dassigny un artículo titulado "Un Estudio Serio e Imparcial sobre la Causa de la Decadencia Actual de la Francmasonería en el Reino de Irlanda". El mismo contenía referencia al grado del Real Arco, pero Dassigny no lo aceptó y pensó que era un fraude. Sin embargo, muy poco tiempo después estaba prosperando. Laurence Dermott, el segundo Gran Secretario de los "Antiguos", fue siempre un entusiasta del Real Arco, al que describió como "la raíz, corazón y médula de la Masonería".
El más antiguo registro escrito del Real Arco data de 1741, pero de ninguna manera esto implica que se haya originado en ese año; es imposible señalar una fecha, y decir que fue en ese año que nació el Real Arco. Es sin embargo obvio que un grado similar a nuestro Real Arco se presupone derivado del ritual del Maestro Masón, y una hipótesis aceptable es que los secretos esenciales del Real Arco correspondieron a la Veneratura y eran conferidos al V.M., no en su instalación sino al concluir el año de su mandato, y que eran cierto tipo de recompensa que se le acordaba por servicios prestados a la Orden, al desempeñar eficientemente los onerosos deberes de V. Maestro de una Logia.
AQUELLO QUE SE PERDIÓ
El Maestro Masón que está ansioso por realizar un progreso diario en conocimiento Masónico, el masón inquisitivo, se ha preguntado sin duda por qué una leyenda que ilustra una pérdida omite incluir la secuencia complementaria de una recuperación; por qué la pérdida de los "verdaderos secretos" es resuelta aparentemente por la adopción permanente de ciertos secretos substitutivos, y qué relación estos secretos substitutivos tendrían con aquellos que se perdieron.
El tema del nacimiento, la vida y su madurez, la muerte y la resurrección -o esperanza de supervivencia en mansiones inmortales- está claro sin duda, pero ciertas frases en el ritual de la Orden indican que el tema aun no ha terminado dentro de la Masonería Simbólica. Es razonable asumir que el Maestro Masón ha especulado con el hecho de que la intención en la Ceremonia de Apertura es "buscar aquello que se perdió", sin embargo, en la Ceremonia de Clausura de ese grado siempre hay una referencia admitiendo un fracaso en dicha búsqueda.
Luego, el V.M. declara que los secretos substitutivos que le han sido regularmente comunicados, son sancionados y confirmados con su aprobación "hasta que el tiempo o las circunstancias restituyan los verdaderos".
Tal vez se haya reflexionado sobre la respuesta que se le dio a ciertos rufianes cuando demandaron una información específica del Gran Maestre, quien les dijo que sin el consentimiento y la cooperación de sus dos colegas, no podría ni habría de divulgar los detalles que ellos le requerían. "La paciencia y el trabajo asiduo le darán derecho al Masón digno a su debido tiempo, a su participación de esos secretos". ¿Cuándo es "debido tiempo", y como se convierte uno en un "Masón digno" de respecto y de participar?
El intento de obtener los legítimos secretos, sin el debido derecho a ellos, o como diríamos hoy, el intento de conseguir algo a cambio de nada, es una tragedia que parecería suscitar varias situaciones maduras para el cuestionamiento. Los recopiladores antiguos del ritual posiblemente decidieron que aquí había un punto de fractura que podría proveer un elemento de satisfacción para algunos Masones. De cualquier modo eso es exactamente lo que ha ocurrido y por cierto esto ha demostrado ser de alta conveniencia para muchos miembros.
En cuanto al Maestro Masón que se ha detenido a "pensar en estas cosas" -el verdadero Masón Especulativo- , el Real Arco, o para darle su título completo, la Orden de Masones del Real Arco, espera recompensarle hasta el límite de su propia capacidad o aptitud.
¿DEBO INGRESAR?
El Candidato para Iniciación a la Masonería afirma entre otras cosas que su confianza está depositada en Dios, que es inducido por un ansia genuina de conocimiento y por un sincero deseo de convertirse en más útil en el servicio de sus semejantes.
Como Candidato para el Real Arco, deberá presentarse "con un deseo de perfeccionarse en la Masonería y de dedicar ese perfeccionamiento a la Gloria de Dios y al bien de la humanidad".
Tal deseo de perfeccionamiento sólo puede manifestarse si durante el período de su carrera en la Orden hasta ese momento, se ha estimulado y alimentado su interés en la Masonería por sus proponentes, los Oficiales de la logia y los Preceptores de la Logia de Instrucción, todos aquellos cuyo deber hacia el aspirante es obvio, pero que alguna vez podemos perder de vista.
Si la Logia de Instrucción es tan sólo una "Logia de Ensayos" sin la levadura de la instrucción, la parte ritual de la Francmasonería se convierte en el punto focal y domina sobre todos los otros aspectos. Si la agenda de la Logia no contiene otra cosa que sucesivas ceremonias, se transforma en muy poco más que un vehículo para conseguir habilidad en el ritual y dicción perfecta.
Todos aceptamos que la Francmasonería es "un sistema de moralidad velado en la alegoría e ilustrado por símbolos". Esto requiere de algún esfuerzo para comprender no tanto lo que el ritual expresa, sino lo que nos conduce a hacer.
Si realizamos la internalización de que la Francmasonería por cierto nos provee las herramientas, pero que la elección de las mismas y la manera de usarlas reside totalmente en nosotros, siendo así, la edificación del "Templo dentro de nosotros mismos" ya ha comenzado.
La búsqueda de "Aquello que se perdió" -la Palabra Perdida- comenzó realmente en un sentido bíblico cuando Adán cayó en desgracia y legó a la humanidad ésta perpetua búsqueda.
Cuando los constructores del Primer Templo en Jerusalén se desviaron del verdadero culto, el mito bíblico se convirtió en realidad. Sin embargo, la Palabra permaneció en ese mismo lugar y al contar la manera de su redescubrimiento y el reconocimiento al privilegio para aquellos que lo hicieron posible, el Real Arco muestra exactamente cuál es para todos nosotros la verdadera esencia de la Masonería.
Cuando uno se encuentra en la búsqueda, el Compañerismo del Real Arco debe sin duda ser recibido con beneplácito.
En otras épocas el ingreso a un Capítulo Real Arco estaba limitado a aquellos que ya habían ocupado la Veneratura de una Logia. En la actualidad todo Maestro Masón con una antigüedad de más de cuatro semanas es elegible, pero los tronos de los tres Principales están restringidos a aquellos que hayan sido instalados como Venerables Maestros de una Logia. Sin embargo, dentro del Capítulo existen otros cargos a los cuales el Maestro Masón puede tener acceso después de haber sido exaltado en el Real Arco.
El Masón entusiasta hallará en el Santo Real Arco mucho de lo que estuvo buscando desde su tercer grado, y además de la gran enseñanza simbólica y de la imponente ceremonia, encontrará que entre los miembros del Capítulo se encuentran los más activos adherentes de la Francmasonería.
La Masonería del Real Arco no es en absoluto excluyente, competitiva, ni incompatible con ninguno de los Grados del Escocísmo, y prueba de ello es que tantos Hermanos estén actuando simultáneamente en ambos cuerpos masónicos.
CONSTITUCIÓN DE YORK
LEYES U OBLIGACIONES PRESCRITAS A LOS HERMANOS MASONES POR EL PRÍNCIPE EDWIN
INVOCACIÓN:
"Que el Soberano Poder del Dios eterno, Padre y Creador del Cielo y de la Tierra, la sabiduría de su verbo y su influencia, sean con nuestra empresa y nos haga la gracia de conducirnos de modo que merezcan su aprobación en esta vida y obtendremos después de nuestra muerte la vida eterna".
1.Vuestro primer deber es honrar a Dios y observar sus leyes, porque son preceptos divinos, a los que todo el mundo debe obediencia. Por eso debéis evitar las herejías y no ofender a Dios.
2.Seréis fieles a vuestro rey, y en cualquier parte en donde os encontréis, os someteréis lealmente a la autoridad. Evitad siempre cometer el crimen de alta traición, y si la descubrís, denunciadlo al rey.
3.Estad siempre presto a auxiliar a los otros a quienes os unen lazos de una verdadera amistad, sin que para ello sirva jamás de obstáculo la diferencia de religión o de opinión.
4.Debéis ser fieles, principalmente los unos respecto de los otros, comunicaros los descubrimientos que hagáis en vuestro arte, y ayudaros mutuamente; no calumniaros; y proceded como queráis que procedan con vosotros. Si llegara a suceder que un hermano faltase a sus deberes con otro hermano o con persona cualquiera, o se hiciese culpable de cualquiera otra falta, todos deben ayudarle a reparar el mal y a corregirse para lo sucesivo.
5.También debéis conformaros exactamente con las decisiones y disposiciones acordadas en las logias, y no confiar a ninguno que no sea de la hermandad, sus signos particulares.
6.Que cada uno por sí se abstenga cuidadosamente de toda deslealtad, porque el honor y la fidelidad son indispensables para el sostenimiento de la asociación, y una buena reputación es un gran bien y es necesario no perder de vista también el interés del señor y del maestro a quienes sirváis, y terminar siempre convenientemente las obras que os encarguen.
7.Es indispensable también pagar íntegramente lo que debáis, y sobre todo no adquirir jamás deuda que comprometan el honor de la hermandad.
8.Recordad siempre que ningún maestro debe emprender un trabajo si no se siente capaz de ejecutarlo; porque causaría el mayor perjuicio al arte y a la asociación. Todo maestro debe siempre ganar lo suficiente para que él viva y pueda pagar sus obreros.
9.Ninguno debe tratar de suplantar a otro, porque es necesario dejar a cada uno el trabajo que haya podido procurarse, al menos que se reconozca que es incapaz de ejecutarlo.
10.Ningún maestro debe admitir a un aprendiz, si no se compromete a trabajar por espacio de siete años; y para recibirlo debe contar con la aprobación de los hermanos.
11.Para que un maestro o un compañero pueda presentar a una persona, es necesario que esta persona haya nacido libre, que tenga una reputación intachable, que tenga capacidad y que los conserve todos.
12.Se recomienda muy eficazmente a todos los compañeros que no critiquen el trabajo de los otros, aunque no sepan ejecutarlo tan bien como ellos.
13.Todo maestro debe someterse a las observaciones que le haga el director general de las obras; y los compañeros deben tener en cuenta las que les dirijan los maestros.
14.Todos los masones deben obedecer a sus superiores y estar prontos a hacer cuento le ordenen.
15.Todo masón debe acoger cariñosamente a los compañeros que lleguen del continente, y les hagan las señales y signos de reconocimiento. Debe cuidar de ellos como está mandado, en el momento que llegue a su noticia su desgracia.
16.Ni los maestros ni los compañeros deben dar entrada a las logias al que no haya sido recibido masón; ni debe enseñarle el arte de la forma, ni dejarle trabajar la piedra, ni utilizar la escuadra, ni indicarle su uso.
"Estas son las obligaciones que es bueno y útil observar. Lo que en lo sucesivo se considere también útil y bueno, deberá ser registrado por los superiores, dando conocimiento de ello, en las prescripciones nuevas
RITUALES DE LA LOGIA THEBAH
ANEXOS A
CITAS-RESUMEN DEL ANTIGUO RITO DE YORK*
Apertura
(Estando reunidos los HH., a la llegada del Maestro y siendo la hora, éste va a su asiento en el este, se cubre, se pone su faja, su collar, su mandil y con el mallete en la mano, ordena que los HH?? se vistan propiamente y en orden, y que los oficiales ocupen sus lugares para la apertura. Seguidamente, pregunta si está presente el H. Retejador (Tyler) y hace que se aproxime al este).
– H. Retejador: ¿vuestro lugar en la Logia?
– En el exterior de la puerta interna.
– ¿Vuestro deber allí?
– Mantener alejados a todos los espías (cowans) y fisgones (eavesdroppers)a, y no permitir que nadie la cruce si no está debidamente cualificado y tiene el permiso del V. M.
– Recibid el implemento de vuestro oficio (le da la espada). Cubrid vuestro puesto y permaneced en activo cumplimiento de vuestro deber.
(En este Rito, quien responde cuál es el "primer y constante deber de los Masones cuando están reunidos": "ver que la Logia está debidamente retejada, o cubierta", es el 2º Diácono que a su vez es quien informa al Retejador en qué Grado se abren los trabajos y le comunica que cubra la Logia como Aprendiz Aceptado –Entered Apprentice Mason–, Compañero –Fellow Craft– o Maestro Mason).
– Venerable Maestro, la Logia está cubierta.
– ¿Cómo está cubierta?
– Por un hermano de este grado, en el exterior de la puerta interna, investido con el implemento propio de su oficio.
...
V. M. – (dando un golpe de mallete: el Vigilante se pone de pie) Hermano Primer Vigilante (Senior Warden), ¿estáis seguro de que todos los presentes son Aprendices Aceptados?
– Estoy seguro, Venerable, de que todos los presentes son Mas. Aprendices Aceptados.
– ¿Sois vos un Aprendiz Aceptado?
– Así soy admitido y aceptado entre los hermanos y compañeros.
– ¿Dónde fuisteis preparado en primer lugar para ser recibido Aprendiz Aceptado?
– En mi corazón.
– ¿Dónde en segundo lugar?
– En un aposento adyacente a una Logia de este Grado, legalmente constituida, debidamente reunida en un lugar que representa la planta baja (Ground Floor)b del Templo del Rey Salomón.
– ¿Qué hizo de vos un Aprendiz Aceptado?
– Mi juramento.
– ¿Cuántos constituyen una Logia de Aprendices Aceptados?
– Siete o más, consistiendo en el Venerable Maestro, el Primer y el Segundo Vigilante, el Primer y el Segundo Diácono, el Secretario y el Tesorero.
–¿El lugar del Segundo Diácono (Junior Deacon)?
(Continúan las preguntas sobre el lugar y el deber en él de los Oficiales, en el siguiente orden: el Primer Diácono, el Secretario, el Tesorero, el Segundo Vigilante, el Primero, y el Venerable Maestro, con la precisión de que se vinculan unas funciones con otras mediante la última pregunta que contesta cada Oficial, referida al lugar que ocupa en Logia el siguiente; la que corresponde al lugar y deber del Venerable Maestro la contesta, como en los otros Ritos, el Primer Vigilante):
– Como el sol se levanta en el este, para abrir y gobernar el día, así se levanta el Venerable Maestro en el este (aquí da tres golpes con su mallete, y todos los hermanos de la Logia se levantan, él incluido), para abrir y gobernar su Logia, poner a los obreros al trabajo, y darles las instrucciones oportunas.
V. M. – Hermano Primer Vigilante, son mis órdenes que esta Logia sea abierta en el Primer Grado de la Masonería. En lo que concierne al despacho de los trabajos (business) durante este tiempo, toda reunión privada, y cualquier otra conducta impropia y no masónica, que tienda a destruir la paz de los mismos mientras se hallan comprometidos en los rectos propósitos de la Masonería, están estrictamente prohibidas, bajo una pena no menor de la que la mayoría de los hermanos presentes, actuando bajo los reglamentos de esta Logia, considere adecuada a infligir: comunicadlo al Segundo Vigilante en el sur, y que este lo haga a todos los hermanos presentes en la Logia, para que, teniendo debida y oportuna noticia, puedan conducirse de acuerdo con ello.
Realizado esto, el V. M. dice:
– Hermanos, juntos en el signo (o en los signos, si se abre la Logia en otros Grados).
El Venerable realiza (y todos con él) en primer lugar el signo de "debida guardia", que se refiere a la posición de las manos durante el juramento del Grado, después hace el signo de Aprendiz Aceptado, que alude a la penalización contenida en el juramento.
Una vez realizado, el V. M. da un golpe de mallete, seguido ordenadamente por el Primer y el Segundo Vigilantes. Después de lo cual se descubre y repite el siguiente pasaje de la Escritura (Salmo 133):
"Observad, ¡qué bueno y qué gozoso es para los hermanos morar juntos en la unidad! Es como el precioso ungüento sobre la cabeza, que desciende por la barba, por la barba de Aarón; que llega hasta la orla de sus vestiduras; como el rocío del Hermón, y como el rocío que desciende por las montañas de Sión: pues allí el Señor dispensa (commanded) la bendición, la vida para siempre." "¡Amén!"
Todos los hermanos presentes responden: "¡Amén! ¡Así sea!"
V. M. – Declaro ahora esta Logia abierta en el Primer Grado de la Masonería.
Hermano Segundo Diácono, informad al Guardatemplo.
(Una vez realizado) Hermano Primer Diácono, atended al altar.
V. M. (Da un golpe de mallete) – Todos sentados y dispuestos al trabajo.
Recepción
(Al recoger al Candidato, el Segundo Diácono va acompañado de dos Asistentes, cuyas joyas consisten en sendas cornucopias, y del Secretario, que debe recibir el asentimiento de aquél a las siguientes preguntas):
– ¿Declaráis formalmente, sobre vuestro honor, que, sin predisposición por parte de algún amigo, ni influenciado por motivos mercenarios, libre y voluntariamente os ofrecéis como candidato a los misterios de la Masonería?
– ¿Declaráis formalmente, sobre vuestro honor, que os mueve a solicitar los privilegios de la Masonería una favorable opinión de la institución, un deseo de conocimiento y una sincera aspiración de ser útil a vuestros semejantes?
– ¿Declaráis formalmente, sobre vuestro honor, que os conformaréis a todos los antiguos y establecidos usos de la Orden?
...
(El Primer Diácono, por orden del V.M., recibe al candidato de manos del Segundo "en debida forma" lo que significa en este Rito: apoyando una punta del compás que ha tomado del Ara sobre su pecho izquierdo, diciéndole):
– Sr. Gabe (este nombre, completado más adelante, es el que recibe el candidato a lo largo de toda la recepción), al entrar en esta Logia por primera vez, os recibo en la punta de un afilado instrumento que presiona sobre vuestro seno izquierdo desnudo, lo cual es para enseñaros, que tal como esto es una tortura para vuestra carne, así debe estar siempre su recuerdo en vuestra mente y vuestra conciencia si llegáis a intentar revelar ilegítimamente los secretos de la Masonería.
(Conducido al interior es detenido al cabo de unos pasos por orden del V. M.):
– No permitamos entrar a alguien en un deber tan importante sin primero invocar la bendición de la Deidad. H. Primer Diácono, conducid al candidato al centro de la Logia, y haced que se arrodille para el beneficio de la plegaria.
El V. M. deja su sitio en el este, se aproxima al candidato y se arrodilla a su lado, y repite la siguiente oración:
– ¡Otorgad Vuestra ayuda, Todopoderoso Padre del Universo, a esta nuestra presente asamblea; y conceded que este candidato a la Masonería pueda dedicar y consagrar su vida a Vuestro servicio, y llegar a ser un verdadero y fiel hermano entre nosotros! Dotadlo de competencia en Vuestra divina sabiduría, para que, mediante los secretos de nuestro arte, pueda estar mejor preparado para desplegar las bellezas del amor fraterno, el socorro, y la verdad, en honor de Vuestro Sagrado Nombre. Amén.
Respondiendo todos: – Así sea.
El V. M. (poniéndose en pie, toma al candidato por la mano derecha y sitúa su mano izquierda sobre la cabeza de éste) le dice:
– Sr. Gabe (algunos Maestros dicen: ¡'Desconocido'! –'Stranger'–), ¿en quién ponéis vuestra confianza?
El candidato (instruido): – En Dios.
V. M. : – Puesto que en Dios ponéis vuestra confianza, vuestra fe está bien fundada. Alzaos (le ayuda a levantarse), seguid a vuestro conductor y no temáis ningún peligro.
(El V. M. se retira a su asiento en el este, y lee el pasaje de la Escritura leído en la Apertura de la Logia, mientras el conductor guía al candidato en una vuelta en torno a ella, hasta el puesto del 2º Vig. en el sur. Mientras pasa ante el lugar de cada oficial, este, sur, y oeste, estos producen un sonido con su mallete).
El Seg . Vig. (da un golpe; el conductor también): – ¿Quién va?
Conductor (Pr. Diác.): – El Sr. Pedro Gabec, que lleva mucho tiempo en la oscuridad, y busca ahora ser conducido a la luzd y recibir una parte en los derechos y beneficios de esta Venerable Logia, erigida a Dios y dedicada a los Sagrados San Juan, como todos los hermanos y compañeros han hecho antes.
(Preguntas de los Vigilantes después de la anterior:)
– Sr. Gabe, ¿es por vuestro libre deseo y acuerdo?...
– H. Primer Diácono, ¿es válido y bien cualificado?...
– ¿Está debida y auténticamente preparado?e...
– ¿De edad legítima, y correctamente cooptado?...
– ¿Por qué otro derecho o beneficio espera ser admitido?
R. – Por ser un hombre, nacido libre, de buena reputación, y bien recomendado.
El Venerable Maestro, además de las anteriores:
V. M. – ¿De dónde venís, y hasta dónde estáis viajando?
P. D. – Desde el oeste, y viajando hasta el este.
V. M. – ¿Porqué dejáis el oeste y viajáis hasta el este?
P. D. – En búsqueda de luz.
(El candidato es reconducido al Primer Vigilante para que este le enseñe a acercarse al este, "el lugar de la luz", mediante en definitiva un solo paso ritual que lo lleva ante el altar).
...
(Posición del candidato para el juramento:)
V. M. – Hermano Primer Vigilante, colocad al candidato en debida forma, que es: arrodillado sobre su rodilla izquierda desnuda, la derecha formando el ángulo de una escuadra, su mano izquierda soportando la Sagrada Biblia, la escuadra, y el compás, su derecha descansando encima.
(Extracto del Juramento
(Todos los Hermanos están alrededor del altar y el Ven. Maestro se halla ante él y frente al candidato que repite sus palabras).
– “Yo, Pedro Gabe, por mi propia y libre voluntad y acuerdo, en presencia de Dios Todopoderoso y de esta Venerable Logia, erigida a El y dedicada a los Sagrados San Juan, ahora y aquí (el Venerable presiona con su mallete sobre los nudillos del candidato) prometo y juro lo más solemne y sinceramente que en todas ocasiones guardaré, siempre ocultaré y nunca revelaré ninguna de las artes, partes, o puntos de los ocultos misterios de la Antigua Libre Masonería... ...excepto a un verdadero y legítimo H. o en una Logia de Masones regularmente constituida; y ello no hasta que, por un estricto juicio, debido examen, o legítima información, los haya encontrado a él o a ellos, tan legítimamente autorizados para ello como yo mismo. Prometo y juro que no los imprimiré, pintaré, grabaré, ...o haré que ello se haga, sobre ninguna cosa móvil o inmóvil, capaz de recibir la mínima impresión de una palabra, sílaba, letra, o carácter, mediante el cual puedan llegar a ser legibles o inteligibles a alguna persona bajo el dosel del cielo, y los secretos de la Masonería obtenidos así ilegítimamente por mi indignidad.
...Con una firme y determinada resolución de cumplirlo, sin ninguna reserva mental o secreta evasión de la mente de ninguna especie, comprometiéndome a mí mismo bajo una pena no menor que la de tener mi garganta cortada al través, mi lengua arrancada desde sus raíces, y mi cuerpo sepultado en las ásperas arenas del mar, en la marca de la bajamar, donde la marea retrocede y crece dos veces en veinticuatro horas, si alguna vez violo adrede mi juramento de Aprendiz Aceptado.”
V. M. – Como prenda de vuestra sinceridad, soltad vuestras manos, y besad el libro sobre el que permanecen, que es la Sagrada Biblia. (Una vez realizado):
V. M. – En vuestra presente condición, ¿qué es lo que más deseáis?
Candidato (instruido) – Luz.
V. M. – Hermanos, extended (strech forth) vuestras manos y asistidme en el traer a este nuevo hermano a la luz.
(Los HH que rodean el altar colocan sus manos en la forma de "debida guardia" de Aprendiz Aceptado).
V. M. – "En el principio Dios creó los cielos y la tierra. Y la tierra era sin forma, y vacía; y la oscuridad estaba sobre la superficie de las aguas. Y Dios dijo, Que sea la luz, y fue la luz." (en este momento el conductor retira la venda al candidato). (En algunas Logias, a la última palabra, los hermanos estampan el pie en el suelo y dan una palmada). (El golpe de mallete del Venerable es la señal para que los hermanos vuelven a sus lugares, pero él permanece junto al altar).
V. M. – Hermano Primer Diácono, os agradeceré que retiréis la soga (el cable-tow). (Algunos Maestros dicen: – Pues ahora el H. está con nosotros gracias un vínculo más fuerte).
V. M. – Hermano mío, al nacer a la luz en este grado, descubrís ambas puntas (points) del compás ocultas bajo la escuadra, lo que es para significar que estáis todavía en la oscuridad en lo que respecta a la Masonería, habiendo recibido sólo el grado de un Aprendiz Aceptado. Descubrís también las tres grandes luces en Masonería, mediante la ayuda de las tres menores. Las tres grandes luces en Masonería son la Sagrada Biblia, la escuadra, y el compás, que se explican así: la Sagrada Biblia es la regla y guía de nuestra fe y práctica; la escuadra, para escuadrar nuestras acciones; el compás, para circunscribirnos y guardarnos dentro de los límites con todo el género humano, pero más especialmente con un hermano Masón. Las tres luces menores son los tres candelabros de una vela que véis situados en forma triangular en torno a este altar. Representan al sol, la luna y el Maestro de la Logia; y así como el sol rige el día, y la luna gobierna la noche, así debe el Venerable Maestro esforzarse en regir y gobernar su Logia, con igual regularidad.
(Dando un paso atrás desde junto al altar). – Seguidamente me descubrís a mí como Maestro de esta Logia, aproximándome a vos desde el este, bajo la debida guardia, signo, y paso, de un Aprendiz Aceptado (los hace) y, como prenda de mi amor y favor fraternos, os presento mi mano derecha (toma por la mano derecha al candidato, arrodillado ante el altar) y con ella el agarre y la palabra de un Aprendiz Aceptado. Asidme, hermano, como yo lo hago. Como todavía no estáis informado, vuestro conductor contestará por vos (el Pr. Diác.).
(Mirando al Diácono a los ojos, mientras sujeta al candidato por la mano derecha). – Yo saludo (o "llamo").
P. D. – Yo oculto.
V. M. – ¿Qué ocultáis?
P. D. – Todos los secretos de los Masones, en los Masones, a quienes esta (le da el toque de Aprendiz Aceptado) señal alude. (Siguen las preguntas y respuestas que se refieren a la comunicación ritual de la palabra sagrada).
V. M. (Ayudando al neófito a quien todavía tiene por la mano derecha a levantarse del altar). – Levantaos, hermano, y saludad al Seg. y Pr. Vigilantes como un juramentado Aprendiz Aceptado.
...
El Pr. Diác. contesta por él, y al permitírsele avanzar hacia al este, el Maestro se aproxima al Aprendiz y le entrega el mandil enrollado, haciendo que se le conduzca hasta el Pr. Vig. para que le enseñe cómo llevarlo, éste se lo ciñe e indicándole le dice: – Este es el modo, Hermano Gabe, en que los Ap. Aceptados llevaban sus mandiles cuando la construcción del Templo del Rey Salomón, y así llevaréis el vuestro hasta que estéis más avanzado. (Hace que lo reconduzcan al V. M. en el este. Para la continuación ver nota 33 de Rituales de la Logia Thebah).
V. M. – Hermano Gabe, estáis colocado ahora en el ángulo nordeste de esta Logia, en tanto que Ap. Aceptado más joven, un recto hombre y Masón, y os encargo estrictamente que como tal caminéis y actuéis siempre. Hermano, puesto que estáis vestido como un Aprendiz Aceptado, es necesario que tengáis sus herramientas, que son la regla (o indicador: gauge) de veinticuatro pulgadas y el mallete o martillo común. ... La regla para medir y entregar su trabajo, ... el mallete común para partir los ángulos superfluos de las piedras brutas ....
– Hermano Gabe, hay una instrucción de este Grado, consistente en tres secciones, que debéis memorizar a la primera oportunidad. La primera sección trata de la manera de vuestra iniciación; la segunda sección, las razones de por qué, etc.; la tercera sección, la forma, muebles, luces, etc. Esta instrucción comienza así ....
NOTAS
*
Estas citas proceden del:
Duncan's Masonic Ritual and Monitor, or Guide to the Three Symbolic Degrees of the Ancient York Rite, by Malcolm C. Duncan. David McKay Co. Inc. Third edition. New York ~1930.
a
Término que incluye los sentidos de "socarrón" (eaves); y como verbo: "atisbar", "fisgonear", así como causante de "goteras", introductor de "agua" o "humedad" (eavesdropper). La primera (cowan) se vincula –según Historical Landmarks, vol. i. p. 349, citado en nota en el Monitor– a los "escuchas" (listeners) y se los compara asimismo con los perros, tomados estos en su sentido infernal. Se reúnen los significados de "escucha", "espía" e introductor o causante de desorden. Parece considerarse en la cita el término cowan como antítesis de cohen ("sacerdote" en hebreo). De la Logia se dice que es "un lugar a cubierto donde no se oye el canto de un gallo ni el ladrido de un perro" y también "un lugar secreto, donde reinan el silencio, la armonía y la paz". El Templo es un lugar "a cubierto", salir de él se dice "cubrir el Templo"; por otra parte, si está "cubierto", "oculto", "inhallable", es porque es también "elevado", tal como se apunta en el juramento de este Grado. El centro es siempre y al mismo tiempo el lugar más elevado, aunque pueda haber lugar de considerarlo en varios niveles, lo que corresponde también a los distintos Grados o Lecturas de la Realidad, sobre el hecho innegable de que somos lo que conocemos, aquello con lo que nos identificamos.
b
Ground tiene el sentido de "sostener, y hacer crecer" de "tierra, base y fundamento", de capacidad de recibir y de devolver, de "buena tierra", en la que la semilla fructifica.
c
Pedro = piedra. Gabe = apócope de Gabriel: "Hombre de Dios", o "Fuerza de Dios"; el arcángel que prefigura la Encarnación a través de la Anunciación.
d
"Brought to light", que significa asimismo: "parido", "dado a luz".
e
"Duly and truly prepared": El 2º Diác. lo hace despojarse de las ropas exteriores y el calzado, el brazo izquierdo fuera de la manga de su camisa y de la ropa interior de tal modo que el brazo y el pecho izquierdo queden desnudos, le venda los ojos, descalzo, una zapatilla para su pie derecho, la pierna izquierda del pie a la rodilla inclusive al desnudo, y finalmente una cuerda, llamada cable-tow, dando una vuelta a su cuello, la cual llega hasta tierra y a la que arrastra tras él.
Sobre el simbolismo de esta cuerda, vinculado al de la "figura llamada mandorla (almendra) o vesica piscis, bien conocida en el simbolismo arquitectónico y sigilario de la edad media", ver R. Guénon: La Gran Tríada, cap. II: "Diferentes géneros de ternarios". También de R. Guénon el artículo "Qabbalah", en Formas Tradicionales y Ciclos Cósmicos (Obelisco, Barcelona 1984), y asimismo Robert Lawlor, Sacred Geometry, págs 32-37. Thames & Hudson, London 1990.
1.- El de Aprendiz Iniciado
2.- El de Compañero Masón
3.- El de Maestro Masón
El Rito en su pureza no existe actualmente en ninguna parte. La forma que le es más aproximada, se encuentra en la Masonería de San Juan de Escocia, pero el grado del Maestro de la Gran Logia de Escocia, no es el grado del Maestro del Rito de York.
Cuando Dunckerley desmembró el tercer grado, destruyó la identidad del Rito. En 1813, fue reconocido aparentemente por la Gran logia Unida de Inglaterra, que fue cuando lo definió en “Masonería Antigua pura compuesta de tres grados y no más; es decir, los del Aprendiz Iniciado, el Compañero Masón, y el Maestro Masón, incluyendo la Orden Suprema del Arco Real Sagrado”.
Si la Gran Logia hubiese abolido el grado del Arco Real, que se practicaba entonces como una Orden independiente en Inglaterra, y hubiese reincorporado sus secretos en el grado de Maestro Masón, el Rito de York habría sido restaurado. Pero por razones del reconocimiento del Arco Real como grado separado, conservando el Grado del Maestro en su forma mutilada, fue repudiado el Rito.
En los Estados Unidos ha sido costumbre casi universal el llamar Rito de York a la Masonería que se practica. Pero no tiene menor derecho a esta designación que el que tiene de llamársele Rito Antiguo y Aceptado, o Rito Francés, así como Rito de Schoereder. No tiene las pretensiones que el Rito de York.
De sus primeros tres grados, el del Maestro es el mutilado, que es el que tomó la Masonería de Inglaterra del Rito de York, y ha agregado a estos tres grados otros seis que nunca fueron conocidos por el Rito Antiguo de York, o sea el que se practicó en Inglaterra, en la primera mitad del siglo XVIII, por la Gran Logia legítima.
Hughan, hablando del Rito de York (En sus Obras inéditas, p. 148), dice: “no existe tal Rito, y lo que fue nadie lo sabe actualmente”, aunque al parecer, esta declaración es demasiado arrebatada en su estilo. Le asiste la razón al expresar que no existe actualmente rito semejante, pero está en un error al sostener que se ignora actualmente su carácter.
Al emplear el título, no se refiere en nada a la Gran Logia de Inglaterra entera, que verificó sus asambleas durante muchos años del siglo pasado, sino más bien a la leyenda de York, y a la hipótesis de que York fue la cuna de la Masonería Inglesa.
El Rito de York fue el Rito que se organizó probablemente o más bien se modificó durante la restauración en el año de 1717, y es lo más verosímil, que se practicó cincuenta años en la Gran Logia Constitucional de Inglaterra. Se compone de tres grados simbólicos solamente, y el último, o sea el grado de Maestro, contiene en sí mismo los secretos que se transmiten en nuestros días en el Arco real.
Este Rito fue conducido a Francia en toda su pureza en 1724. Hacia mediados del siglo XVIII los masones continentales, y a fines de él, los americanos empezaron a sobreponer en él aquellos grados superiores, los que, con la mutilación necesaria del tercero, han dado origen a otros Ritos numerosos. Pero el Rito Antiguo de York, aunque ya no se cultiva, debe permanecer en los archivos de la historia como el más puro y antiguo de todos los Ritos.
En 1777 se estructura el Rito de York en cuatro Grados:
Past-Master
Mark-Master
Super Excelente Masón
Holy Royal Arch
La Masonería tradicional norteamericana trabaja con cinco métodos rituales, organizados separadamente, pero a los que tienen acceso todos los masones miembros de una Logia simbólica básica. Cuatro componen lo que generalmente se conoce como Rito de York.
El básico, para los aprendices, Compañeros y Maestros homologados por la Gran Logia de cada Estado.
El método Críptico, regido por un Gran Consejo General .
El método del Arco Real, administrado por un Gran Capitulo General.
El método Templario, administrado por un Gran Campamento General.
En la actualidad en América los grados son nueve.
Aprendiz
Compañero
Maestro
Past-Master
Mark-Master
Muy Excelente Maestro
Real Arco
Real Maestro
Maestro Elegido
ALGUNOS ASPECTOS DEL ARCO REAL
El presente trabajo es fundamentalmente una meditación compartida que intenta alcanzar un mínimo nivel de profundización en lo que se refiere al sentido de ciertos elementos del Real Arco que despiertan una actitud cognoscitiva en quienes nos encontramos haciendo nuestros primeros pasos en este riquísimo venero de símbolos que nos rodean. Sabemos en consecuencia que lo que aquí se diga resultará tal vez muy elemental para los hermanos más experimentados de la Orden y pedimos por ello disculpas de antemano, pero nos permitimos abusar de su benevolencia en la esperanza de que estas líneas sean juzgadas más por su intención que por su sapiencia.-
El primer aspecto que hemos de abordar, es el de los colores de las túnicas usadas por los tres Principales. Dichos colores son tradicionalmente el azul, el púrpura y el escarlata, y las fuentes primigenias que los registran e inspiran son, sin lugar a dudas, Exodo,25,4 y Exodo, 26,1, del Volumen de la Ley Sagrada. No obstante ello y a fuer de rigurosos, es menester aclarar que antes de la unión de los Grandes Capítulos, los tres Principales usaban túnicas de color escarlata, azul profundo y gris claro, pero luego se establecieron definitivamente los colores mencionados en primer lugar.-
Ahora bien, sabemos que en la Masonería, como en toda institución iniciática, ningún elemento es gratuito o casual, sino que, por el contrario, hasta sus mínimos elementos evidencian una estricta funcionalidad en el ámbito de lo simbólico que apunta a iluminar distintos aspectos de una realidad superior que resultan inaccesibles para los instrumentos y modalidades de conocimiento propias del mundo profano. Correspondería entonces, en esta tesitura, repasar el sentido atribuido en la Masonería a los colores que nos ocupan.-
El azul, por ejemplo, genera en un primer nivel de lectura una inevitable asociación con la bóveda celeste y, en un segundo nivel, constituye un emblema de inmortalidad, eternidad, castidad y fidelidad en términos generales, del mismo modo que en términos específicos el azul pálido representa bondad y prudencia. También se lo relaciona estrechamente con el concepto de hermandad universal y con la clara conciencia de la perfección infinita del Verdadero y Viviente Dios Altísimo y se ha dicho que "nos instruye acerca de que en el alma de un masón tales virtudes deberían ser tan extensas como el arco azul del cielo mismo".-
Asimismo en la tradición judía, que tantos puntos de contacto tiene con la tradición masónica, el azul tenía una fuerte connotación religiosa y era el color de la túnica del Sumo Sacerdote. En el mismo sentido, existe la convicción de que en épocas muy antiguas los juramentos más solemnes se llevaban a cabo sobre altares precisamente de color azul y, por su parte, algunos estudiosos de la Kabbalah lo señalan como color relacionado con las Sephirot de la Corona, la Belleza y el Fundamento. En cuanto al púrpura, podemos decir que se refiere a la dignidad , a la majestad del mando y a la jurisdicción. En un sentido más alto, existe entre los levitas hebreos la tradición de que alude al poder de la Gran Deidad, y se ha dicho también que simboliza la alianza de Salomón, rey de Israel, y deHiram, rey de Tiro. Por último, dado que en su composición concurren por igual el rojo y el azul, se lo ha definido como un símbolo de unión por excelencia.- Seguidamente, hemos de referirnos al escarlata, que junto con el rojo se ven representados por el carmesí. La Biblia se refiere al escarlata y al carmesí como colores litúrgicos, y son innegables sus connotaciones ígneas con todo el sentido trascendente que ellas implican. Este color no evidencia en su simbolismo solamente una mera jerarquía material, sino más bien una realeza del conocimiento que se traduce en tres instancias: la inteligencia (como conocimiento directo), el rigor y la Gloria, cuyo reflejo se hace conocer al hombre a través de la investidura de la realeza sagrada.-
Una vez que se han analizado estos tres colores y se ha recordado, como es lógico, que son los propios de las vestiduras de los tres Principales, surge otro interrogante: ¿cuál es la explicación profunda de su asignación a dichas vestiduras? El primer indicio para una probable respuesta se relaciona con el mandato de Dios a Moisés en el sentido de emplazar velos azules, púrpura y escarlata para separar el Lugar Santo del lugar accesible a los fieles; pero el indicio se transforma en algo más cercano a la certeza, si se recuerda que en los antiguos rituales de la Orden del Real Arco existía una parte de la ceremonia de exaltación que se conocía como "Pasaje de los Velos", en cuyo transcurso el candidato debía atravesar tres velos (azul, púrpura y escarlata), pronunciando en cada caso una palabra de pase ante un guardián que, en el caso de una articulación correcta del vocablo, le daría la posibilidad de acceso. Por último, el candidato accedía al Sancta Sanctorum, sede del Arca de la Alianza. La explicación que acompañaba a este momento, hacía referencia al hecho de que los velos representaban los peligros y obstáculos que Zorobabel y Josué se vieron obligados a sortear en su camino de regreso desde Babilonia a Jerusalem.- Tal explicación es perfecta en la medida en que el pasaje se inscribe en el marco de la leyenda de la construcción del segundo Templo, y éste sería el sentido literal del símbolo, así como la idea extensiva a la superación de obstáculos e imperfecciones de distinto orden correspondería a su sentidos moral y alegórico. Sin embargo, ¿cuál es el sentido anagógico, que es el supremo en el orden de significación de los símbolos? En este aspecto la referencia mayor sigue siendo la tradición relacionada con Moisés, que apunta a la posibilidad de encontrarse cara a cara con el Misterio Supremo. Y no debemos olvidar que la vivencia del Real Arco implica una reconstrucción de un templo interior, que culmina en la identificación del Compañero del Arco Real con la piedra que corona el arco y le da sentido al edificio completo. Pero ese itinerario de reconstrucción no estaría completo si no se recorrieran los últimos tramos decisivos hacia la Gnosis de la Verdadera Palabra , del último de los misterios tras superar las pruebas finales. En otras tradiciones de origen no bíblico, el camino hacia la esencia conlleva la obligación de atravesar una serie de puertas custodiadas por entidades terribles conocidas como "guardianes del umbral", que exigen la pronunciación de una palabra de pase para permitir el paso a la instancia siguiente. En este sentido, podemos concluir que los tres Principales y sus vestiduras (sin perjuicio de otros simbolismos que sus funciones traigan aparejados), son en sí mismos y al mismo tiempo tres velos y tres portales que encierran tres peldaños de conocimiento cuya meta es la identificación con el Nombre, que constituye la posibilidad de superar la reinstauración del hombre adámico primordial o consumación de los Pequeños Misterios, propia del tercer grado según se confiere en el simbolismo, para llegar a la Identificación Suprema con el Principio o consumación de los Grandes Misterios, propia del Arco Real.
El segundo aspecto que intentaremos abordar, es el del simbolismo de la joya del Arco Real .
Lo primero que llama nuestra atención es un doble círculo con un sello de Salomón o hexalfa inscripto en su interior. El triángulo con un vértice hacia arriba que descansa sobre su base simboliza el macrocosmos, mientras que el triángulo invertido representa al microcosmos que es reflejo de aquél. Por otra parte, el primer triángulo mencionado es el emblema del fuego, mientras que el segundo lo es del agua; asimismo, el triángulo con un vértice hacia arriba atravesado por una línea que constituye la base del triángulo invertido, es emblema del aire, así como el triángulo invertido con una línea que atraviesa el vértice inferior lo es de la tierra.- Sin embargo, esta explicación no agota el simbolismo del hexalfa. Es necesario recordar que en la joya del Arco Real, el triángulo invertido se descompone en tres triángulos en virtud de la presencia de un cuarto triángulo con un sol inscripto. El conjunto así formado, si tomamos en cuenta que la suma de los ángulos interiores de un triángulo es igual a dos ángulos rectos, genera ocho ángulos rectos, número igual al que presenta el tetraedro, cuerpo formado por cuatro triángulos iguales y equiláteros. La forma aguda y piramidal de este cuerpo es relacionada por el pensamiento platónico con el fuego, imagen del principio creador y principio en sí mismo de la luz material. No debemos olvidar que la misma palabra "pirámide" (pyramis, en griego), deriva de la palabra "pyr", que en griego significa precisamente "fuego". Por otro lado, ocho es el número de ángulos rectos que presenta el símbolo de la triple Tau, que, más allá de su alusión al Templum Hyerosolimae y a la marca que llevaban los justos libres de toda iniquidad, tiene una importancia capital en la comprensión de los misterios del Real Arco.-
En efecto, en la base de la joya, la triple Tau está circundada por la leyenda "nil nisi clavis deest", que significa "nada falta salvo la clave", sentencia que constituye un verdadero llamado de atención sobre el símbolo. Los antiguos rituales de la Orden enseñan en sus instrucciones anexas que si se siguen descomponiendo los conjuntos formados por las intersecciones de los triángulos, se obtienen sumas de dieciséis, veinticuatro y cuarenta ángulos rectos, equivalentes a dos veces, tres veces y cinco veces la triple Tau, igualando el número de ángulos rectos contenidos respectivamente en el octaedro, que por su similaridad en ligereza con el tetraedro era considerado símbolo del aire, en el cubo, que por estar formado por cuadrados era considerado emblema de solidez, y por tanto de la tierra, y en el icosaedro, que representaba al agua. Finalmente, y siguiendo el mismo método, se logra formar el dodecaedro, que es el sólido que más se aproxima a la forma de la esfera, que representa al universo.
Otra relación posible fundada sobre la triple Tau, puede plantearse si multiplicamos el número ocho (cantidad de ángulos rectos de dicho símbolo) por noventa, que son los grados de cada ángulo recto; el resultado de la operación es el número setecientos veinte, que equivale al doble de los grados de una circunferencia, y esto nos lleva a establecer una relación con las dos circunferencias que rodean al hexalfa, y cuyo simbolismo se relaciona con la Divinidad y su omnipresencia, en el caso de la interior, y con la eternidad en el de la exterior. Por otro lado, la cifra mencionada se obtiene de la multiplicación del setenta y dos, número de los mayores, por diez, número perfecto de los pitagóricos. En este sentido, cabe agregar que el número setenta y dos no correspondería en realidad al número de miembros del Sanhedrín, que sería de setenta miembros más el Sumo Sacerdote, sino más bien al de los setenta y dos nombres de Dios, que nos evocan al Intimo Nombre, temible e inefable. La joya por tanto, lejos de ser un ornamento, es más bien un soporte de contemplación y un instrumento de trabajo iniciático.
Finalmente, podemos animarnos a decir que la posibilidad de que la vivencia del símbolo sea la correcta, se expresa en la divisa que campea en la parte superior de la joya: "si talia jungere possis, sit tibi scire" (si puedes unir tales cosas, sea para ti el saber"); y eso es lo que hace un símbolo: unir, unir lo que se ha dispersado. Si esto se cumple efectivamente, el iniciado puede hacer suya la gozosa exclamación de los brazos del hexalfa: eurékhamen, invenimus, we have found, es decir "hemos encontrado", y transformarse en lo que la joya misma define como "cultor dei" y "civis mundi", uno que rinde culto a Dios más allá de los nombres y atributos que le reconocen las religiones positivas (aunque insoslayablemente deba tomarlas como punto de partida), en su verdadera esencia de Altísimo, como era conocido por Melchisedec, rey de justicia y representante de la Tradición Primordial y ciudadano del mundo, no según el sentido del cosmopolitismo frívolo y condescendiente de la cultura profana, sino según el que le hacía decir a Ibn Arabí que estaba tan cómodo en la mezquita como en la sinagoga o en el templo cristiano, entre los gentiles y aún entre las gacelas, esto es, en el sentido del verdadero iniciado que, por haberse situado en el centro, se ha transformado en un adepto.
Plancha grabada aportada por Raúl A. Viglizzo
OBSERVACIONES SOBRE EL ARCO REAL
“Esta nota está dirigida al Hermano para quien el Arco Real es desconocido, o para quien este Grado Supremo le ha sido presentado como un grado superfluo o de escaso interés para él.”
Pese a la profusa literatura sobre el Arco Real, para muchos Hermanos la información al respecto ha sido un tema relegado.
Los Maestros Masones están continuamente llegando a un punto en sus carreras Masónicas en el que se preguntan: "¿Por qué el Arco Real?" o "¿Qué es el Grado del Real Arco?", o aún "¿Que tiene que ver con la Masonería Simbólica?". Su desarrollo Masónico se ve estimulado o interrumpido de acuerdo con las respuestas que recibe. Si el tema surge con Hermanos que en un sentido Masónico están ilustrados al respecto, quien se pregunta, naturalmente se beneficiará de la orientación e instrucción. Sin embargo, con frecuencia las preguntas podrían estarán dirigidas a aquellos que no están bien preparados para responder adecuadamente y cuyas limitaciones pueden producir a su vez una permanente influencia adversa en quien podría haber encontrado en el Arco Real una inspiración Masónica completa o tal vez un sendero hacia ella.
Una corta respuesta a estas preguntas sería que el Grado del Real Arco es la consumación del Tercer Grado, lo cual es una subestimación. El Arco Real es por cierto la progresión natural en la Francmasonería que provee la obtención de los "auténticos secretos", a continuación del otorgamiento de ciertos secretos substitutivos, y como tal, forma realmente una parte integral de la Masonería Simbólica Regular.
La Masonería Simbólica se relaciona con las circunstancias de la construcción del Templo del Rey Salomón, el primer lugar fijo de veneración al Dios de Israel, y el lugar donde se depositó el Arca de la Alianza luego de la peregrinación por el desierto. En esta era se dijo: "Él construirá una Casa en mi Nombre y Yo estableceré el trono de su Reino por siempre". Para el Masón el significado de este enunciado es que él mismo deberá levantar una superestructura, "perfecta en sus partes y honorable para el constructor".
La Historia Bíblica nos informa que poco después de la muerte del Rey Salomón se produjo una rebelión y las Doce Tribus se dividieron en dos Reinos. Diez de las tribus constituyeron Israel en el Norte, en tanto que las otras dos formaron Judá en el Sud. Las diez tribus del Norte desaparecieron cuando fueron tomadas en cautiverio por Sargon, Rey de Asiria. Judá, sin embargo retuvo su identidad como Reino tributario, al principio bajo la dominación de Egipto, y más tarde bajo Babilonia.
Como consecuencia de una falta de pago del tributo a Babilonia, la ciudad de Jerusalén y el Templo fueron destruidos por Nabucodonosor, Rey de Babilonia. El entonces Rey de Judá, Joacim, junto con la gente prominente de su Reino fueron conducidos en cautiverio a Babilonia. Sólo aquellos de las clases bajas fueron dejados para labrar el suelo. Judá como nación sobrevivió durante este período de cautiverio, y cuando Babilonia cayó ante sus conquistadores Persas, los cautivos fueron alentados a retornar a su tierra natal.
Leemos en las escrituras del profeta Haggeo que el Segundo Templo no era nada tan importante, pero lo que si era importante, fue el comentario: "La Gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera". De esta declaración se infiere que en el lugar del esplendor material del Templo de Salomón, surgiría un desarrollo espiritual que inspiraría ideas más elevadas del Dios de Israel.
ANTIGÜEDAD DEL ARCO REAL
La primera referencia impresa a la Masonería del Real Arco aparece en Dublín (Irlanda) en 1743, en un diario conteniendo un informe de ..."el Real Arco llevado en procesión por dos Excelentes Masones".
No hay certidumbre acerca de si se estaba refiriendo al grado del Real Arco, pero en mi opinión probablemente fue así. En 1744, fue publicado por Dassigny un artículo titulado "Un Estudio Serio e Imparcial sobre la Causa de la Decadencia Actual de la Francmasonería en el Reino de Irlanda". El mismo contenía referencia al grado del Real Arco, pero Dassigny no lo aceptó y pensó que era un fraude. Sin embargo, muy poco tiempo después estaba prosperando. Laurence Dermott, el segundo Gran Secretario de los "Antiguos", fue siempre un entusiasta del Real Arco, al que describió como "la raíz, corazón y médula de la Masonería".
El más antiguo registro escrito del Real Arco data de 1741, pero de ninguna manera esto implica que se haya originado en ese año; es imposible señalar una fecha, y decir que fue en ese año que nació el Real Arco. Es sin embargo obvio que un grado similar a nuestro Real Arco se presupone derivado del ritual del Maestro Masón, y una hipótesis aceptable es que los secretos esenciales del Real Arco correspondieron a la Veneratura y eran conferidos al V.M., no en su instalación sino al concluir el año de su mandato, y que eran cierto tipo de recompensa que se le acordaba por servicios prestados a la Orden, al desempeñar eficientemente los onerosos deberes de V. Maestro de una Logia.
AQUELLO QUE SE PERDIÓ
El Maestro Masón que está ansioso por realizar un progreso diario en conocimiento Masónico, el masón inquisitivo, se ha preguntado sin duda por qué una leyenda que ilustra una pérdida omite incluir la secuencia complementaria de una recuperación; por qué la pérdida de los "verdaderos secretos" es resuelta aparentemente por la adopción permanente de ciertos secretos substitutivos, y qué relación estos secretos substitutivos tendrían con aquellos que se perdieron.
El tema del nacimiento, la vida y su madurez, la muerte y la resurrección -o esperanza de supervivencia en mansiones inmortales- está claro sin duda, pero ciertas frases en el ritual de la Orden indican que el tema aun no ha terminado dentro de la Masonería Simbólica. Es razonable asumir que el Maestro Masón ha especulado con el hecho de que la intención en la Ceremonia de Apertura es "buscar aquello que se perdió", sin embargo, en la Ceremonia de Clausura de ese grado siempre hay una referencia admitiendo un fracaso en dicha búsqueda.
Luego, el V.M. declara que los secretos substitutivos que le han sido regularmente comunicados, son sancionados y confirmados con su aprobación "hasta que el tiempo o las circunstancias restituyan los verdaderos".
Tal vez se haya reflexionado sobre la respuesta que se le dio a ciertos rufianes cuando demandaron una información específica del Gran Maestre, quien les dijo que sin el consentimiento y la cooperación de sus dos colegas, no podría ni habría de divulgar los detalles que ellos le requerían. "La paciencia y el trabajo asiduo le darán derecho al Masón digno a su debido tiempo, a su participación de esos secretos". ¿Cuándo es "debido tiempo", y como se convierte uno en un "Masón digno" de respecto y de participar?
El intento de obtener los legítimos secretos, sin el debido derecho a ellos, o como diríamos hoy, el intento de conseguir algo a cambio de nada, es una tragedia que parecería suscitar varias situaciones maduras para el cuestionamiento. Los recopiladores antiguos del ritual posiblemente decidieron que aquí había un punto de fractura que podría proveer un elemento de satisfacción para algunos Masones. De cualquier modo eso es exactamente lo que ha ocurrido y por cierto esto ha demostrado ser de alta conveniencia para muchos miembros.
En cuanto al Maestro Masón que se ha detenido a "pensar en estas cosas" -el verdadero Masón Especulativo- , el Real Arco, o para darle su título completo, la Orden de Masones del Real Arco, espera recompensarle hasta el límite de su propia capacidad o aptitud.
¿DEBO INGRESAR?
El Candidato para Iniciación a la Masonería afirma entre otras cosas que su confianza está depositada en Dios, que es inducido por un ansia genuina de conocimiento y por un sincero deseo de convertirse en más útil en el servicio de sus semejantes.
Como Candidato para el Real Arco, deberá presentarse "con un deseo de perfeccionarse en la Masonería y de dedicar ese perfeccionamiento a la Gloria de Dios y al bien de la humanidad".
Tal deseo de perfeccionamiento sólo puede manifestarse si durante el período de su carrera en la Orden hasta ese momento, se ha estimulado y alimentado su interés en la Masonería por sus proponentes, los Oficiales de la logia y los Preceptores de la Logia de Instrucción, todos aquellos cuyo deber hacia el aspirante es obvio, pero que alguna vez podemos perder de vista.
Si la Logia de Instrucción es tan sólo una "Logia de Ensayos" sin la levadura de la instrucción, la parte ritual de la Francmasonería se convierte en el punto focal y domina sobre todos los otros aspectos. Si la agenda de la Logia no contiene otra cosa que sucesivas ceremonias, se transforma en muy poco más que un vehículo para conseguir habilidad en el ritual y dicción perfecta.
Todos aceptamos que la Francmasonería es "un sistema de moralidad velado en la alegoría e ilustrado por símbolos". Esto requiere de algún esfuerzo para comprender no tanto lo que el ritual expresa, sino lo que nos conduce a hacer.
Si realizamos la internalización de que la Francmasonería por cierto nos provee las herramientas, pero que la elección de las mismas y la manera de usarlas reside totalmente en nosotros, siendo así, la edificación del "Templo dentro de nosotros mismos" ya ha comenzado.
La búsqueda de "Aquello que se perdió" -la Palabra Perdida- comenzó realmente en un sentido bíblico cuando Adán cayó en desgracia y legó a la humanidad ésta perpetua búsqueda.
Cuando los constructores del Primer Templo en Jerusalén se desviaron del verdadero culto, el mito bíblico se convirtió en realidad. Sin embargo, la Palabra permaneció en ese mismo lugar y al contar la manera de su redescubrimiento y el reconocimiento al privilegio para aquellos que lo hicieron posible, el Real Arco muestra exactamente cuál es para todos nosotros la verdadera esencia de la Masonería.
Cuando uno se encuentra en la búsqueda, el Compañerismo del Real Arco debe sin duda ser recibido con beneplácito.
En otras épocas el ingreso a un Capítulo Real Arco estaba limitado a aquellos que ya habían ocupado la Veneratura de una Logia. En la actualidad todo Maestro Masón con una antigüedad de más de cuatro semanas es elegible, pero los tronos de los tres Principales están restringidos a aquellos que hayan sido instalados como Venerables Maestros de una Logia. Sin embargo, dentro del Capítulo existen otros cargos a los cuales el Maestro Masón puede tener acceso después de haber sido exaltado en el Real Arco.
El Masón entusiasta hallará en el Santo Real Arco mucho de lo que estuvo buscando desde su tercer grado, y además de la gran enseñanza simbólica y de la imponente ceremonia, encontrará que entre los miembros del Capítulo se encuentran los más activos adherentes de la Francmasonería.
La Masonería del Real Arco no es en absoluto excluyente, competitiva, ni incompatible con ninguno de los Grados del Escocísmo, y prueba de ello es que tantos Hermanos estén actuando simultáneamente en ambos cuerpos masónicos.
CONSTITUCIÓN DE YORK
LEYES U OBLIGACIONES PRESCRITAS A LOS HERMANOS MASONES POR EL PRÍNCIPE EDWIN
INVOCACIÓN:
"Que el Soberano Poder del Dios eterno, Padre y Creador del Cielo y de la Tierra, la sabiduría de su verbo y su influencia, sean con nuestra empresa y nos haga la gracia de conducirnos de modo que merezcan su aprobación en esta vida y obtendremos después de nuestra muerte la vida eterna".
1.Vuestro primer deber es honrar a Dios y observar sus leyes, porque son preceptos divinos, a los que todo el mundo debe obediencia. Por eso debéis evitar las herejías y no ofender a Dios.
2.Seréis fieles a vuestro rey, y en cualquier parte en donde os encontréis, os someteréis lealmente a la autoridad. Evitad siempre cometer el crimen de alta traición, y si la descubrís, denunciadlo al rey.
3.Estad siempre presto a auxiliar a los otros a quienes os unen lazos de una verdadera amistad, sin que para ello sirva jamás de obstáculo la diferencia de religión o de opinión.
4.Debéis ser fieles, principalmente los unos respecto de los otros, comunicaros los descubrimientos que hagáis en vuestro arte, y ayudaros mutuamente; no calumniaros; y proceded como queráis que procedan con vosotros. Si llegara a suceder que un hermano faltase a sus deberes con otro hermano o con persona cualquiera, o se hiciese culpable de cualquiera otra falta, todos deben ayudarle a reparar el mal y a corregirse para lo sucesivo.
5.También debéis conformaros exactamente con las decisiones y disposiciones acordadas en las logias, y no confiar a ninguno que no sea de la hermandad, sus signos particulares.
6.Que cada uno por sí se abstenga cuidadosamente de toda deslealtad, porque el honor y la fidelidad son indispensables para el sostenimiento de la asociación, y una buena reputación es un gran bien y es necesario no perder de vista también el interés del señor y del maestro a quienes sirváis, y terminar siempre convenientemente las obras que os encarguen.
7.Es indispensable también pagar íntegramente lo que debáis, y sobre todo no adquirir jamás deuda que comprometan el honor de la hermandad.
8.Recordad siempre que ningún maestro debe emprender un trabajo si no se siente capaz de ejecutarlo; porque causaría el mayor perjuicio al arte y a la asociación. Todo maestro debe siempre ganar lo suficiente para que él viva y pueda pagar sus obreros.
9.Ninguno debe tratar de suplantar a otro, porque es necesario dejar a cada uno el trabajo que haya podido procurarse, al menos que se reconozca que es incapaz de ejecutarlo.
10.Ningún maestro debe admitir a un aprendiz, si no se compromete a trabajar por espacio de siete años; y para recibirlo debe contar con la aprobación de los hermanos.
11.Para que un maestro o un compañero pueda presentar a una persona, es necesario que esta persona haya nacido libre, que tenga una reputación intachable, que tenga capacidad y que los conserve todos.
12.Se recomienda muy eficazmente a todos los compañeros que no critiquen el trabajo de los otros, aunque no sepan ejecutarlo tan bien como ellos.
13.Todo maestro debe someterse a las observaciones que le haga el director general de las obras; y los compañeros deben tener en cuenta las que les dirijan los maestros.
14.Todos los masones deben obedecer a sus superiores y estar prontos a hacer cuento le ordenen.
15.Todo masón debe acoger cariñosamente a los compañeros que lleguen del continente, y les hagan las señales y signos de reconocimiento. Debe cuidar de ellos como está mandado, en el momento que llegue a su noticia su desgracia.
16.Ni los maestros ni los compañeros deben dar entrada a las logias al que no haya sido recibido masón; ni debe enseñarle el arte de la forma, ni dejarle trabajar la piedra, ni utilizar la escuadra, ni indicarle su uso.
"Estas son las obligaciones que es bueno y útil observar. Lo que en lo sucesivo se considere también útil y bueno, deberá ser registrado por los superiores, dando conocimiento de ello, en las prescripciones nuevas
RITUALES DE LA LOGIA THEBAH
ANEXOS A
CITAS-RESUMEN DEL ANTIGUO RITO DE YORK*
Apertura
(Estando reunidos los HH., a la llegada del Maestro y siendo la hora, éste va a su asiento en el este, se cubre, se pone su faja, su collar, su mandil y con el mallete en la mano, ordena que los HH?? se vistan propiamente y en orden, y que los oficiales ocupen sus lugares para la apertura. Seguidamente, pregunta si está presente el H. Retejador (Tyler) y hace que se aproxime al este).
– H. Retejador: ¿vuestro lugar en la Logia?
– En el exterior de la puerta interna.
– ¿Vuestro deber allí?
– Mantener alejados a todos los espías (cowans) y fisgones (eavesdroppers)a, y no permitir que nadie la cruce si no está debidamente cualificado y tiene el permiso del V. M.
– Recibid el implemento de vuestro oficio (le da la espada). Cubrid vuestro puesto y permaneced en activo cumplimiento de vuestro deber.
(En este Rito, quien responde cuál es el "primer y constante deber de los Masones cuando están reunidos": "ver que la Logia está debidamente retejada, o cubierta", es el 2º Diácono que a su vez es quien informa al Retejador en qué Grado se abren los trabajos y le comunica que cubra la Logia como Aprendiz Aceptado –Entered Apprentice Mason–, Compañero –Fellow Craft– o Maestro Mason).
– Venerable Maestro, la Logia está cubierta.
– ¿Cómo está cubierta?
– Por un hermano de este grado, en el exterior de la puerta interna, investido con el implemento propio de su oficio.
...
V. M. – (dando un golpe de mallete: el Vigilante se pone de pie) Hermano Primer Vigilante (Senior Warden), ¿estáis seguro de que todos los presentes son Aprendices Aceptados?
– Estoy seguro, Venerable, de que todos los presentes son Mas. Aprendices Aceptados.
– ¿Sois vos un Aprendiz Aceptado?
– Así soy admitido y aceptado entre los hermanos y compañeros.
– ¿Dónde fuisteis preparado en primer lugar para ser recibido Aprendiz Aceptado?
– En mi corazón.
– ¿Dónde en segundo lugar?
– En un aposento adyacente a una Logia de este Grado, legalmente constituida, debidamente reunida en un lugar que representa la planta baja (Ground Floor)b del Templo del Rey Salomón.
– ¿Qué hizo de vos un Aprendiz Aceptado?
– Mi juramento.
– ¿Cuántos constituyen una Logia de Aprendices Aceptados?
– Siete o más, consistiendo en el Venerable Maestro, el Primer y el Segundo Vigilante, el Primer y el Segundo Diácono, el Secretario y el Tesorero.
–¿El lugar del Segundo Diácono (Junior Deacon)?
(Continúan las preguntas sobre el lugar y el deber en él de los Oficiales, en el siguiente orden: el Primer Diácono, el Secretario, el Tesorero, el Segundo Vigilante, el Primero, y el Venerable Maestro, con la precisión de que se vinculan unas funciones con otras mediante la última pregunta que contesta cada Oficial, referida al lugar que ocupa en Logia el siguiente; la que corresponde al lugar y deber del Venerable Maestro la contesta, como en los otros Ritos, el Primer Vigilante):
– Como el sol se levanta en el este, para abrir y gobernar el día, así se levanta el Venerable Maestro en el este (aquí da tres golpes con su mallete, y todos los hermanos de la Logia se levantan, él incluido), para abrir y gobernar su Logia, poner a los obreros al trabajo, y darles las instrucciones oportunas.
V. M. – Hermano Primer Vigilante, son mis órdenes que esta Logia sea abierta en el Primer Grado de la Masonería. En lo que concierne al despacho de los trabajos (business) durante este tiempo, toda reunión privada, y cualquier otra conducta impropia y no masónica, que tienda a destruir la paz de los mismos mientras se hallan comprometidos en los rectos propósitos de la Masonería, están estrictamente prohibidas, bajo una pena no menor de la que la mayoría de los hermanos presentes, actuando bajo los reglamentos de esta Logia, considere adecuada a infligir: comunicadlo al Segundo Vigilante en el sur, y que este lo haga a todos los hermanos presentes en la Logia, para que, teniendo debida y oportuna noticia, puedan conducirse de acuerdo con ello.
Realizado esto, el V. M. dice:
– Hermanos, juntos en el signo (o en los signos, si se abre la Logia en otros Grados).
El Venerable realiza (y todos con él) en primer lugar el signo de "debida guardia", que se refiere a la posición de las manos durante el juramento del Grado, después hace el signo de Aprendiz Aceptado, que alude a la penalización contenida en el juramento.
Una vez realizado, el V. M. da un golpe de mallete, seguido ordenadamente por el Primer y el Segundo Vigilantes. Después de lo cual se descubre y repite el siguiente pasaje de la Escritura (Salmo 133):
"Observad, ¡qué bueno y qué gozoso es para los hermanos morar juntos en la unidad! Es como el precioso ungüento sobre la cabeza, que desciende por la barba, por la barba de Aarón; que llega hasta la orla de sus vestiduras; como el rocío del Hermón, y como el rocío que desciende por las montañas de Sión: pues allí el Señor dispensa (commanded) la bendición, la vida para siempre." "¡Amén!"
Todos los hermanos presentes responden: "¡Amén! ¡Así sea!"
V. M. – Declaro ahora esta Logia abierta en el Primer Grado de la Masonería.
Hermano Segundo Diácono, informad al Guardatemplo.
(Una vez realizado) Hermano Primer Diácono, atended al altar.
V. M. (Da un golpe de mallete) – Todos sentados y dispuestos al trabajo.
Recepción
(Al recoger al Candidato, el Segundo Diácono va acompañado de dos Asistentes, cuyas joyas consisten en sendas cornucopias, y del Secretario, que debe recibir el asentimiento de aquél a las siguientes preguntas):
– ¿Declaráis formalmente, sobre vuestro honor, que, sin predisposición por parte de algún amigo, ni influenciado por motivos mercenarios, libre y voluntariamente os ofrecéis como candidato a los misterios de la Masonería?
– ¿Declaráis formalmente, sobre vuestro honor, que os mueve a solicitar los privilegios de la Masonería una favorable opinión de la institución, un deseo de conocimiento y una sincera aspiración de ser útil a vuestros semejantes?
– ¿Declaráis formalmente, sobre vuestro honor, que os conformaréis a todos los antiguos y establecidos usos de la Orden?
...
(El Primer Diácono, por orden del V.M., recibe al candidato de manos del Segundo "en debida forma" lo que significa en este Rito: apoyando una punta del compás que ha tomado del Ara sobre su pecho izquierdo, diciéndole):
– Sr. Gabe (este nombre, completado más adelante, es el que recibe el candidato a lo largo de toda la recepción), al entrar en esta Logia por primera vez, os recibo en la punta de un afilado instrumento que presiona sobre vuestro seno izquierdo desnudo, lo cual es para enseñaros, que tal como esto es una tortura para vuestra carne, así debe estar siempre su recuerdo en vuestra mente y vuestra conciencia si llegáis a intentar revelar ilegítimamente los secretos de la Masonería.
(Conducido al interior es detenido al cabo de unos pasos por orden del V. M.):
– No permitamos entrar a alguien en un deber tan importante sin primero invocar la bendición de la Deidad. H. Primer Diácono, conducid al candidato al centro de la Logia, y haced que se arrodille para el beneficio de la plegaria.
El V. M. deja su sitio en el este, se aproxima al candidato y se arrodilla a su lado, y repite la siguiente oración:
– ¡Otorgad Vuestra ayuda, Todopoderoso Padre del Universo, a esta nuestra presente asamblea; y conceded que este candidato a la Masonería pueda dedicar y consagrar su vida a Vuestro servicio, y llegar a ser un verdadero y fiel hermano entre nosotros! Dotadlo de competencia en Vuestra divina sabiduría, para que, mediante los secretos de nuestro arte, pueda estar mejor preparado para desplegar las bellezas del amor fraterno, el socorro, y la verdad, en honor de Vuestro Sagrado Nombre. Amén.
Respondiendo todos: – Así sea.
El V. M. (poniéndose en pie, toma al candidato por la mano derecha y sitúa su mano izquierda sobre la cabeza de éste) le dice:
– Sr. Gabe (algunos Maestros dicen: ¡'Desconocido'! –'Stranger'–), ¿en quién ponéis vuestra confianza?
El candidato (instruido): – En Dios.
V. M. : – Puesto que en Dios ponéis vuestra confianza, vuestra fe está bien fundada. Alzaos (le ayuda a levantarse), seguid a vuestro conductor y no temáis ningún peligro.
(El V. M. se retira a su asiento en el este, y lee el pasaje de la Escritura leído en la Apertura de la Logia, mientras el conductor guía al candidato en una vuelta en torno a ella, hasta el puesto del 2º Vig. en el sur. Mientras pasa ante el lugar de cada oficial, este, sur, y oeste, estos producen un sonido con su mallete).
El Seg . Vig. (da un golpe; el conductor también): – ¿Quién va?
Conductor (Pr. Diác.): – El Sr. Pedro Gabec, que lleva mucho tiempo en la oscuridad, y busca ahora ser conducido a la luzd y recibir una parte en los derechos y beneficios de esta Venerable Logia, erigida a Dios y dedicada a los Sagrados San Juan, como todos los hermanos y compañeros han hecho antes.
(Preguntas de los Vigilantes después de la anterior:)
– Sr. Gabe, ¿es por vuestro libre deseo y acuerdo?...
– H. Primer Diácono, ¿es válido y bien cualificado?...
– ¿Está debida y auténticamente preparado?e...
– ¿De edad legítima, y correctamente cooptado?...
– ¿Por qué otro derecho o beneficio espera ser admitido?
R. – Por ser un hombre, nacido libre, de buena reputación, y bien recomendado.
El Venerable Maestro, además de las anteriores:
V. M. – ¿De dónde venís, y hasta dónde estáis viajando?
P. D. – Desde el oeste, y viajando hasta el este.
V. M. – ¿Porqué dejáis el oeste y viajáis hasta el este?
P. D. – En búsqueda de luz.
(El candidato es reconducido al Primer Vigilante para que este le enseñe a acercarse al este, "el lugar de la luz", mediante en definitiva un solo paso ritual que lo lleva ante el altar).
...
(Posición del candidato para el juramento:)
V. M. – Hermano Primer Vigilante, colocad al candidato en debida forma, que es: arrodillado sobre su rodilla izquierda desnuda, la derecha formando el ángulo de una escuadra, su mano izquierda soportando la Sagrada Biblia, la escuadra, y el compás, su derecha descansando encima.
(Extracto del Juramento
(Todos los Hermanos están alrededor del altar y el Ven. Maestro se halla ante él y frente al candidato que repite sus palabras).
– “Yo, Pedro Gabe, por mi propia y libre voluntad y acuerdo, en presencia de Dios Todopoderoso y de esta Venerable Logia, erigida a El y dedicada a los Sagrados San Juan, ahora y aquí (el Venerable presiona con su mallete sobre los nudillos del candidato) prometo y juro lo más solemne y sinceramente que en todas ocasiones guardaré, siempre ocultaré y nunca revelaré ninguna de las artes, partes, o puntos de los ocultos misterios de la Antigua Libre Masonería... ...excepto a un verdadero y legítimo H. o en una Logia de Masones regularmente constituida; y ello no hasta que, por un estricto juicio, debido examen, o legítima información, los haya encontrado a él o a ellos, tan legítimamente autorizados para ello como yo mismo. Prometo y juro que no los imprimiré, pintaré, grabaré, ...o haré que ello se haga, sobre ninguna cosa móvil o inmóvil, capaz de recibir la mínima impresión de una palabra, sílaba, letra, o carácter, mediante el cual puedan llegar a ser legibles o inteligibles a alguna persona bajo el dosel del cielo, y los secretos de la Masonería obtenidos así ilegítimamente por mi indignidad.
...Con una firme y determinada resolución de cumplirlo, sin ninguna reserva mental o secreta evasión de la mente de ninguna especie, comprometiéndome a mí mismo bajo una pena no menor que la de tener mi garganta cortada al través, mi lengua arrancada desde sus raíces, y mi cuerpo sepultado en las ásperas arenas del mar, en la marca de la bajamar, donde la marea retrocede y crece dos veces en veinticuatro horas, si alguna vez violo adrede mi juramento de Aprendiz Aceptado.”
V. M. – Como prenda de vuestra sinceridad, soltad vuestras manos, y besad el libro sobre el que permanecen, que es la Sagrada Biblia. (Una vez realizado):
V. M. – En vuestra presente condición, ¿qué es lo que más deseáis?
Candidato (instruido) – Luz.
V. M. – Hermanos, extended (strech forth) vuestras manos y asistidme en el traer a este nuevo hermano a la luz.
(Los HH que rodean el altar colocan sus manos en la forma de "debida guardia" de Aprendiz Aceptado).
V. M. – "En el principio Dios creó los cielos y la tierra. Y la tierra era sin forma, y vacía; y la oscuridad estaba sobre la superficie de las aguas. Y Dios dijo, Que sea la luz, y fue la luz." (en este momento el conductor retira la venda al candidato). (En algunas Logias, a la última palabra, los hermanos estampan el pie en el suelo y dan una palmada). (El golpe de mallete del Venerable es la señal para que los hermanos vuelven a sus lugares, pero él permanece junto al altar).
V. M. – Hermano Primer Diácono, os agradeceré que retiréis la soga (el cable-tow). (Algunos Maestros dicen: – Pues ahora el H. está con nosotros gracias un vínculo más fuerte).
V. M. – Hermano mío, al nacer a la luz en este grado, descubrís ambas puntas (points) del compás ocultas bajo la escuadra, lo que es para significar que estáis todavía en la oscuridad en lo que respecta a la Masonería, habiendo recibido sólo el grado de un Aprendiz Aceptado. Descubrís también las tres grandes luces en Masonería, mediante la ayuda de las tres menores. Las tres grandes luces en Masonería son la Sagrada Biblia, la escuadra, y el compás, que se explican así: la Sagrada Biblia es la regla y guía de nuestra fe y práctica; la escuadra, para escuadrar nuestras acciones; el compás, para circunscribirnos y guardarnos dentro de los límites con todo el género humano, pero más especialmente con un hermano Masón. Las tres luces menores son los tres candelabros de una vela que véis situados en forma triangular en torno a este altar. Representan al sol, la luna y el Maestro de la Logia; y así como el sol rige el día, y la luna gobierna la noche, así debe el Venerable Maestro esforzarse en regir y gobernar su Logia, con igual regularidad.
(Dando un paso atrás desde junto al altar). – Seguidamente me descubrís a mí como Maestro de esta Logia, aproximándome a vos desde el este, bajo la debida guardia, signo, y paso, de un Aprendiz Aceptado (los hace) y, como prenda de mi amor y favor fraternos, os presento mi mano derecha (toma por la mano derecha al candidato, arrodillado ante el altar) y con ella el agarre y la palabra de un Aprendiz Aceptado. Asidme, hermano, como yo lo hago. Como todavía no estáis informado, vuestro conductor contestará por vos (el Pr. Diác.).
(Mirando al Diácono a los ojos, mientras sujeta al candidato por la mano derecha). – Yo saludo (o "llamo").
P. D. – Yo oculto.
V. M. – ¿Qué ocultáis?
P. D. – Todos los secretos de los Masones, en los Masones, a quienes esta (le da el toque de Aprendiz Aceptado) señal alude. (Siguen las preguntas y respuestas que se refieren a la comunicación ritual de la palabra sagrada).
V. M. (Ayudando al neófito a quien todavía tiene por la mano derecha a levantarse del altar). – Levantaos, hermano, y saludad al Seg. y Pr. Vigilantes como un juramentado Aprendiz Aceptado.
...
El Pr. Diác. contesta por él, y al permitírsele avanzar hacia al este, el Maestro se aproxima al Aprendiz y le entrega el mandil enrollado, haciendo que se le conduzca hasta el Pr. Vig. para que le enseñe cómo llevarlo, éste se lo ciñe e indicándole le dice: – Este es el modo, Hermano Gabe, en que los Ap. Aceptados llevaban sus mandiles cuando la construcción del Templo del Rey Salomón, y así llevaréis el vuestro hasta que estéis más avanzado. (Hace que lo reconduzcan al V. M. en el este. Para la continuación ver nota 33 de Rituales de la Logia Thebah).
V. M. – Hermano Gabe, estáis colocado ahora en el ángulo nordeste de esta Logia, en tanto que Ap. Aceptado más joven, un recto hombre y Masón, y os encargo estrictamente que como tal caminéis y actuéis siempre. Hermano, puesto que estáis vestido como un Aprendiz Aceptado, es necesario que tengáis sus herramientas, que son la regla (o indicador: gauge) de veinticuatro pulgadas y el mallete o martillo común. ... La regla para medir y entregar su trabajo, ... el mallete común para partir los ángulos superfluos de las piedras brutas ....
– Hermano Gabe, hay una instrucción de este Grado, consistente en tres secciones, que debéis memorizar a la primera oportunidad. La primera sección trata de la manera de vuestra iniciación; la segunda sección, las razones de por qué, etc.; la tercera sección, la forma, muebles, luces, etc. Esta instrucción comienza así ....
NOTAS
*
Estas citas proceden del:
Duncan's Masonic Ritual and Monitor, or Guide to the Three Symbolic Degrees of the Ancient York Rite, by Malcolm C. Duncan. David McKay Co. Inc. Third edition. New York ~1930.
a
Término que incluye los sentidos de "socarrón" (eaves); y como verbo: "atisbar", "fisgonear", así como causante de "goteras", introductor de "agua" o "humedad" (eavesdropper). La primera (cowan) se vincula –según Historical Landmarks, vol. i. p. 349, citado en nota en el Monitor– a los "escuchas" (listeners) y se los compara asimismo con los perros, tomados estos en su sentido infernal. Se reúnen los significados de "escucha", "espía" e introductor o causante de desorden. Parece considerarse en la cita el término cowan como antítesis de cohen ("sacerdote" en hebreo). De la Logia se dice que es "un lugar a cubierto donde no se oye el canto de un gallo ni el ladrido de un perro" y también "un lugar secreto, donde reinan el silencio, la armonía y la paz". El Templo es un lugar "a cubierto", salir de él se dice "cubrir el Templo"; por otra parte, si está "cubierto", "oculto", "inhallable", es porque es también "elevado", tal como se apunta en el juramento de este Grado. El centro es siempre y al mismo tiempo el lugar más elevado, aunque pueda haber lugar de considerarlo en varios niveles, lo que corresponde también a los distintos Grados o Lecturas de la Realidad, sobre el hecho innegable de que somos lo que conocemos, aquello con lo que nos identificamos.
b
Ground tiene el sentido de "sostener, y hacer crecer" de "tierra, base y fundamento", de capacidad de recibir y de devolver, de "buena tierra", en la que la semilla fructifica.
c
Pedro = piedra. Gabe = apócope de Gabriel: "Hombre de Dios", o "Fuerza de Dios"; el arcángel que prefigura la Encarnación a través de la Anunciación.
d
"Brought to light", que significa asimismo: "parido", "dado a luz".
e
"Duly and truly prepared": El 2º Diác. lo hace despojarse de las ropas exteriores y el calzado, el brazo izquierdo fuera de la manga de su camisa y de la ropa interior de tal modo que el brazo y el pecho izquierdo queden desnudos, le venda los ojos, descalzo, una zapatilla para su pie derecho, la pierna izquierda del pie a la rodilla inclusive al desnudo, y finalmente una cuerda, llamada cable-tow, dando una vuelta a su cuello, la cual llega hasta tierra y a la que arrastra tras él.
Sobre el simbolismo de esta cuerda, vinculado al de la "figura llamada mandorla (almendra) o vesica piscis, bien conocida en el simbolismo arquitectónico y sigilario de la edad media", ver R. Guénon: La Gran Tríada, cap. II: "Diferentes géneros de ternarios". También de R. Guénon el artículo "Qabbalah", en Formas Tradicionales y Ciclos Cósmicos (Obelisco, Barcelona 1984), y asimismo Robert Lawlor, Sacred Geometry, págs 32-37. Thames & Hudson, London 1990.
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