Multitudes veneran a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba

Por JUAN O. TAMAYO

jtamayo@elnuevoherald.com

Juan Hernández dice que sus esperanzas de un cambio en Cuba crecieron cuando vio recientemente derramar sus lágrimas a cientos de personas mientras una pequeña imagen de la santa patrona del país era llevada a través de su barrio en la ciudad de Santiago de Cuba.

"El miedo al gobierno que tiene la población está en los huesos'', dijo Hernández. ‘‘Nuestra espiritualidad, nuestra Iglesia --porque todos somos devotos de la Virgen de la Caridad-- es nuestra única esperanza''.

La primera peregrinación de esta imagen por el país desde 1952 --parte de una larga serie de eventos que celebran el aniversario 400 de la aparición de la Virgen en Cuba-- está aumentando la esperanza de que la Iglesia Católica fortalezca su papel en el país, gobernado por un régimen comunista.

"Con este peregrinaje, la Iglesia puede llegar a tener una presencia más activa y más profunda en el pueblo'', dijo Dagoberto Valdés, un importante activista laico y ex editor de la revista católica Vitral.

"También servirá para fortalecer la esperanza en los cambios hacia la libertad y la democracia que todos queremos, y la unión entre las dos partes de la nación cubana: la que vive en la isla y la que vive en la diáspora'', agregó.

Los representantes de la Iglesia son más cautelosos en sus declaraciones. El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García, dijo que las festividades del aniversario son parte de "la misión evangelizadora de la Iglesia'' para propagar la palabra de Dios.

"Es el mensaje de siempre de la Iglesia, para que nuestro pueblo conozca la verdad del Evangelio'', dijo García a El Nuevo Herald. "La cultura religiosa ha sufrido mucho, y la Iglesia trabaja para una Cuba que sea siempre mejor''.

García dijo que hasta el momento ha acudido mucho público a las procesiones de la imagen y representantes de la Iglesia afirman que esperan que un millón de personas participen en todos los eventos, incluyendo un número mayor de activistas religiosos y laicos cubanoamericanos.

"Yo les dije que, si me encuentran un lugar donde quedarme, estaré allí'' para los eventos finales en el 2012, dijo Consuelo Aróstegui Isaccson, de Boston. Aróstegui dirige la organización Friends of Caritas Cubana, que apoya obras de caridad católicas en la isla.

La Iglesia Católica, la organización independiente más importante en Cuba, fue por mucho tiempo controlada férreamente por un gobierno comunista que era oficialmente ateo hasta inicios de la década de 1990. Sus escuelas privadas fueron nacionalizadas y muchos sacerdotes y monjas fueron expulsados en la década de 1960.

Pero el respeto por la Iglesia creció después de que el gobierno de Raúl Castro acordó en julio poner en libertad a 52 presos políticos al cabo de conversaciones con el cardenal Jaime Ortega. Hasta el momento, la mitad de los prisioneros han sido puestos en libertad.

Ahora, las festividades de Nuestra Señora de la Caridad podrían dar a la Iglesia el mismo tipo de transfusión que recibió de la histórica visita del Papa Juan Pablo II en 1998. Los bautismos, las bodas por la Iglesia y la asistencia a misa subió enormemente antes y después de la visita, pero ha ido disminuyendo en años recientes.

La asistencia masiva a la peregrinación en curso de la imagen "prueba el fervor, el ansia, la necesidad de cambio que tenemos los cubanos'', dijo por teléfono Hernández, periodista disidente, desde la ciudad oriental de Santiago de Cuba.

Hernández comentó que había presenciado días atrás cuando la imagen fue llevada desde la Iglesia de los Desamparados al templo de Cristo Rey, ambos cerca de su casa en Santiago, que es la segunda ciudad en importancia de Cuba.

"Fue maravilloso. Tres cuadras llenas de personas, cientos, miles, que lloraban con los cantos'', dijo. "Fue algo muy inspirador, algo que levantó tremendamente mis esperanzas''.

Los eventos que celebran el 400 aniversario de la Virgen de la Caridad --la cual según se dice se apareció el 8 de septiembre de 1612 a tres pescadores en medio de una tormenta en la Bahía de Nipe-- comenzaron en el 2008 y culminarán el 8 de septiembre del 2012. Esa imagen se venera en la Basílica del Cobre, cerca de Santiago de Cuba.

La imagen que está haciendo la peregrinación nacional es una copia que se conserva en la iglesia de Santo Tomás en Santiago, y que se conoce como la Virgen Mambisa. Sus procesiones comenzaron en El Cobre el 8 de agosto, con una transmisión masiva de la televisión estatal cubana (algo muy poco común) y terminará en La Habana el 10 de diciembre del 2011.

A fines de 1959, la imagen original que se encuentra en El Cobre fue llevada en peregrinación hasta La Habana en celebración del Primer Congreso Nacional Católico de Cuba.

Los activistas de la Iglesia esperan que las festividades suscitarán un aumento en el constante aunque discreto flujo de visitas a la isla por parte de católicos cubanoamericanos y representantes de la Iglesia de Estados Unidos que comenzó hace 10 años.

No se han organizado peregrinaciones a gran escala hasta el momento, pero se espera que muchas personas y grupos pequeños ad hoc hagan visitas, que están permitidas por las regulaciones de Estados Unidos para viajes con objetivos religiosos y humanitarios.

El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, ha hecho varias visitas públicas a Cuba, y todos los años, en septiembre y octubre, pequeños grupos de activistas laicos de Cuba y de la Arquidiócesis de Miami hacen visitas de intercambio.

"El tráfico es constante. Los curas de Cuba están llegando a cada rato, y gente de aquí va para allá para apoyar el trabajo de la Iglesia'', dijo Dora Amador, una activista de Miami nacida en Cuba. "Y ya ese aumento se está planeando''.

La Arquidiócesis de Miami dijo que ninguno de sus representantes tiene planes de estar en Cuba para una celebración importante en La Habana programada para este 8 de septiembre, porque aquí tendrán su propia celebración en Miami ese mismo día.

Representantes de la Iglesia de Cuba han invitado a numerosos activistas laicos cubanoamericanos a que se les unan en algunos de los eventos del 400 aniversario, aunque muchos lo hacen discretamente para evitar las críticas de los exiliados de línea dura.

Entre los invitados a la misa del 8 de agosto en El Cobre estuvo Lino Fernández, un psiquiatra de Coral Gables que pasó 18 años en la cárcel por actividades anticastristas y fue puesto en libertad en 1979.

Aunque el gobierno cubano bloquea regularmente las visitas de los exiliados que se le han opuesto, el permiso de Fernández fue aprobado. Fernández dijo que finalmente no fue a la isla porque no pudo obtener los documentos de viaje a tiempo para asistir a la misa.





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