UNIÓN NACIONAL OPOSITORA
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UNIÓN NACIONAL OPOSITORA
Posted September 15th, 2010 by Reinaldo Escobar
La unión nacional opositora (UNO) es una necesidad histórica para la salvación de Cuba.
Desde hace medio siglo el partido único en Cuba, se ha jactado de representar a toda la nación, y Cuba que ahora enfrenta su peor crisis existencial, necesita de todos los cubanos y de todo el amplio espectro político que toda sociedad humana posee. Los que nos oponemos a esa visión totalitaria del socialismo cubano estamos muy divididos dentro y fuera de Cuba, por lo que nuestras fuerzas se desgastan mientras la nación agoniza. La unidad no es un lujo, sino una necesidad política para lograr un transición auténtica hacia la soberanía popular.
La revolución cubana estableció desde el principio instituciones que jamas hubiesen existido en un clima normal, esas instituciones marcaron con el miedo y la simulación a la mayoría de quienes se quedaron a vivir en nuestra isla, y no es extraño que las nuevas generaciones sientan apatía por un sistema donde prima la hipocresía en una cultura de apariencias socialistas y control policial.
La cultura democrática no se desarrolló nunca de manera popular en Cuba, debido a la enorme injerencia de los representantes diplomáticos de Estados Unidos que siempre apoyaban a los cuarteles militares sin darle suficiente crédito a la sociedad civil y sus representantes. Batista no fue un accidente histórico, sino el resultado de esa política equivocada que terminó cuando para todos estaba claro que la dictadura batistiana había perdido todo apoyo popular, y que un nuevo líder no surgido del movimiento obrero o campesino, ni de las clases medias urbanas estaba desarrollando la lucha armada para establecerse por la fuerza como gobierno. En la Sierra Maestra surgió un ejercito que adopto el radicalismo como forma de negar protagonismo al movimiento civil de resistencia contra Batista y sus militares, y jamás volvimos a disfrutar de la constitución del 40 ni de del pluripartidismo porque ese ejercito estableció el totalitarismo marxista, mientras aterrorizaba a las clases medias cubanas con los juicios públicos, el paredón de fusilamiento y las confiscaciones masivas. Hoy sin clases medias, ni industria ni agricultura sana, nuestro país se enfrenta a un desastre humanitario que podría justificar una vez más la injerencia de los extraños, a no ser que los burócratas enriquecidos logren establecer un capitalismo sin democracia y pasen de ser administradores de empresas a propietarios de las mismas. El desempleo como herramienta para fortalecer la moneda y atraer capitales aventureros al país es un fórmula anti-obrera que rompe para siempre aquel contrato social del Estado benefactor que limitaba los derechos civiles a cambio de prestaciones sociales, pero lo más probable es que las libertades civiles no regresen y si se establezcan unas relaciones de explotación entre los cubanos no humanizadas por la acción de sindicatos autónomos, partidos obreros o la simple acción de una prensa libre.
La oposición a todos estos desordenes y abusos del despotismo está dividida por la acción inteligente de una policía política que obedece ciegamente a los de arriba, y que siembra todo tipo de divisiones entre quienes nos oponemos al régimen. Y la única respuesta inteligente y moralmente justificada es la unidad de propósitos bajo una unión nacional opositora, como fórmula transitoria hacia el cambio justo y necesario.
La unión nacional opositora (UNO) es una necesidad histórica para la salvación de Cuba.
Desde hace medio siglo el partido único en Cuba, se ha jactado de representar a toda la nación, y Cuba que ahora enfrenta su peor crisis existencial, necesita de todos los cubanos y de todo el amplio espectro político que toda sociedad humana posee. Los que nos oponemos a esa visión totalitaria del socialismo cubano estamos muy divididos dentro y fuera de Cuba, por lo que nuestras fuerzas se desgastan mientras la nación agoniza. La unidad no es un lujo, sino una necesidad política para lograr un transición auténtica hacia la soberanía popular.
La revolución cubana estableció desde el principio instituciones que jamas hubiesen existido en un clima normal, esas instituciones marcaron con el miedo y la simulación a la mayoría de quienes se quedaron a vivir en nuestra isla, y no es extraño que las nuevas generaciones sientan apatía por un sistema donde prima la hipocresía en una cultura de apariencias socialistas y control policial.
La cultura democrática no se desarrolló nunca de manera popular en Cuba, debido a la enorme injerencia de los representantes diplomáticos de Estados Unidos que siempre apoyaban a los cuarteles militares sin darle suficiente crédito a la sociedad civil y sus representantes. Batista no fue un accidente histórico, sino el resultado de esa política equivocada que terminó cuando para todos estaba claro que la dictadura batistiana había perdido todo apoyo popular, y que un nuevo líder no surgido del movimiento obrero o campesino, ni de las clases medias urbanas estaba desarrollando la lucha armada para establecerse por la fuerza como gobierno. En la Sierra Maestra surgió un ejercito que adopto el radicalismo como forma de negar protagonismo al movimiento civil de resistencia contra Batista y sus militares, y jamás volvimos a disfrutar de la constitución del 40 ni de del pluripartidismo porque ese ejercito estableció el totalitarismo marxista, mientras aterrorizaba a las clases medias cubanas con los juicios públicos, el paredón de fusilamiento y las confiscaciones masivas. Hoy sin clases medias, ni industria ni agricultura sana, nuestro país se enfrenta a un desastre humanitario que podría justificar una vez más la injerencia de los extraños, a no ser que los burócratas enriquecidos logren establecer un capitalismo sin democracia y pasen de ser administradores de empresas a propietarios de las mismas. El desempleo como herramienta para fortalecer la moneda y atraer capitales aventureros al país es un fórmula anti-obrera que rompe para siempre aquel contrato social del Estado benefactor que limitaba los derechos civiles a cambio de prestaciones sociales, pero lo más probable es que las libertades civiles no regresen y si se establezcan unas relaciones de explotación entre los cubanos no humanizadas por la acción de sindicatos autónomos, partidos obreros o la simple acción de una prensa libre.
La oposición a todos estos desordenes y abusos del despotismo está dividida por la acción inteligente de una policía política que obedece ciegamente a los de arriba, y que siembra todo tipo de divisiones entre quienes nos oponemos al régimen. Y la única respuesta inteligente y moralmente justificada es la unidad de propósitos bajo una unión nacional opositora, como fórmula transitoria hacia el cambio justo y necesario.
Última edición por Admin el Jue Sep 16, 2010 9:19 pm, editado 1 vez
Re: UNIÓN NACIONAL OPOSITORA
Esa es la realidad que nos golpea. en otras ocasiones me he hecho eco de la gran cantidad de organizaciones que existen tanto en la isla como en el exilio. Mientras no se haga una verdadera concertacion de todas estas fuerzas opositoras, que unidas en un solo bloque sigan defendiendo los anhelos de libertad del pueblo cubano sin importar las diferencias partidistas y los sectarismos de toda indole; no podremos lograr la emancipacion de la nacion cubana.
Es imprescindible el trabajar enconadamente en pos de hallar una pronta solucion a este escabroso ambiente de tener un sin fin de organizaciones que a pesar de luchar por una causa comun, no se unen definitivamente para poder destronar a la dinastia castrofascista que nos oprime.
El pueblo cubano tiene de por si un derecho inalienable, y ese derecho a su libertad no puede ser escamoteado por la injerencia de los capitales extranjeros que estan esperando el momento preciso para apoderarse una vez mas de la economia cubana y de su destino politico.
Como reza el dicho: "En la union esta la fuerza", y es menester el unirnos todos porque la patria reclama el concurso de todos sus hijos y la Libertad merece todo tipo de sacrificio siempre y cuando nos conduzca a lograr la verdadera republica con la que todos sonamos.
Es imprescindible el trabajar enconadamente en pos de hallar una pronta solucion a este escabroso ambiente de tener un sin fin de organizaciones que a pesar de luchar por una causa comun, no se unen definitivamente para poder destronar a la dinastia castrofascista que nos oprime.
El pueblo cubano tiene de por si un derecho inalienable, y ese derecho a su libertad no puede ser escamoteado por la injerencia de los capitales extranjeros que estan esperando el momento preciso para apoderarse una vez mas de la economia cubana y de su destino politico.
Como reza el dicho: "En la union esta la fuerza", y es menester el unirnos todos porque la patria reclama el concurso de todos sus hijos y la Libertad merece todo tipo de sacrificio siempre y cuando nos conduzca a lograr la verdadera republica con la que todos sonamos.
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