EL GRITO "DE YARA" FUE EN LA DEMAJAGUA

Discurso de Luis Conte Agüero en Los Ángeles
(10-16-10-5:00PM



En la foto en Los Ángeles, Esteban Fernández, Abel Pérez, Director del periódico "20 de Mayo"; Luis Conte Agüero y Jorge Clark.

Por Luis Conte Agüero

LOS ANGELES. Sábado 9 de octubre de 2010

Gracias… gracias…muchas gracias…

Al anunciarse mi presentación por Jorge Clark iba a pedirle que exagerara. No me dio tiempo ni hizo falta. Este hermano me quiere mucho y, además de lo suyo, leyó limpiamente ese discurso de otra hermana, Ileana Ros Lehtinen, que en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos desbordó cariños en torrente, cariño al que correspondo emocionado. ¡Cuánta dignidad en esa mujer!

Y en pliegues de cariño estoy envuelto desde que en el Aeropuerto me esperaron Edna y Yoel Borges, Presidente de la Junta Patriótica, y Ruth y Noel Aparicio. Viajando al hotel evocamos a Cuba, hablamos de poesía y admiramos el paisaje invitante. Aunque ya otros estén habituados a lo extraordinario, el viajero predispuesto a la emoción anda en los Angeles en alas afables de abrazos, alegría, amistad. Tantas ternuras, fotos, abrazos, besos, y la ovación, acarician, deleitan.

Indicaba una reunión hermosa la concentración de automóviles. Al llegar, lágrimas de Luisa y abrazos de Luis Andrés. Ulises Larramendi con mensaje de papá Ulises Larramendi. Eufórico Pedro Castillo, del Movimiento Gerardo González Hermanos de la Fe. Gilberto Pérez “Varadero” del MRR. Carlos, Barceló como aquel Gobernador de Oriente. Barceló grande en todos los sentidos.

Muchos presentes dedican atención superior a negocios; a su profesión, su trabajo, su residencia; a la hacienda; al poder. Ello se respeta y alienta. Ayuda a la causa conciliar lucro y familia, patria y deber, ideales y recursos que inspiren y multipliquen.



¡Cuán complejas y atrayentes son estas cosas de la historia! Es la noche del 9 de octubre de 1868. Es el pequeño ingenio La Demajagua en Manzanillo, propiedad del bayamés Carlos Manuel de Céspedes. Es Céspedes con Bartolomé Masó, Manuel Calvar, Juan Fernández Ruz, Juan Hall, Francisco Marcano y otros. Es el final de una decisión de epopeya por independizarse de España. Es la avanzada madrugada del sábado 10 de octubre –sábado como hoy- cuando estos patriotas muestran así su desafío al porvenir: Inspirada en la bandera de Chile –cuyos colores invierte- la bandera inicial bordada por Candelaria Acosta y cuya estrella ha dibujado Emilio Tamayo. El repique retador de la campana. El Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba que se firmará posteriormente en Manzanillo. La arenga de Céspedes a la tropa. La marcha a Manzanillo”, himno compuesto por Céspedes. Todo integra el Grito del 10 de octubre.



¿Por qué entonces lo llaman Grito de Yara y aparece así en historias, textos, diccionarios? Tras la reunión en la Demajagua, Céspedes no marcha hacia Manzanillo porque no tiene armas ni posibilidades suficientes. En la madrugada del domingo 11 de febrero marcha y libera a los esclavos en el ingenio San Francisco; atraviesa el ingenio El Rosario y la finca Palmas Altas. Para llegar a Sierra de Naguas donde espera fortalecer sus tropas, debe atravesar el poblado de Yara. Y he aquí la tarde y el crepúsculo. Topa con tropas al mando del teniente coronel Villares llegadas de Bayamo por órdenes del teniente gobernador Julián de Udaeta. Sufre bajas; sus soldados se dispersan; Yara equivale a derrota. Su triunfo moral, subjetivo, brota de la exclamación: Doce hombres bastan para liberar a un pueblo. Esta mala noticia, buena para España, la recibe el Capitán General Francisco Lersundi y se publica en periódicos en La Habana y Madrid. Así revertida, la burla española sella en fecha impropia lo que verdaderamente ocurrió un día después. En vez de Grito de la Demajagua, este 10 de octubre queda como Grito de Yara y se asocia al Grito de Dolores, México, 15 de septiembre de 1810, Grito de Ypiranga, Sao Paolo, Brasil, 7 de septiembre 1822. Grito de Lares, Aguadillas, Puerto Rico, 23 de septiembre de 1868. Tengo buena memoria y estas fechas las revisé recientemente.

El patriotismo trocó en honor la burla, así como convirtió en blasón el baldón de llamarse mambí. En este proceso cubano nos honraron los insultos “escoria” y “gusanos”. Una tarde de lluvia, domingo 29 de agosto de 1965, troné ante 75 mil dominicanos desbordando el Centro de los Héroes: “Si; somos gusanos; somos gusanos tejiendo la seda de la libertad”. Aún me emociona la ovación. Y la historia asomó allí un milagro ininterrumpido hasta hoy de elecciones libres y sucesivos gobiernos democráticos. Sí, el insulto de la tiranía elogia, condecora, deviene medalla que exhibe el pecho orgulloso.

Hoy conmemoramos y cultivamos un hito histórico. Culto conlleva cultivo. El culto a la efemérides inspira y educa cuando no es mero protocolo o pirotecnia verbal sino examen que abre caminos de victoria. Soy el asesor de la Academia de la Historia de Cuba que preside el intelectual y patriota Emilio Martínez Paula, Director del periódico La Información de Houston, Texas. La frustración de la epopeya de los Diez Años atestigua que los antagonismos derrotan al talento preclaro, al valor heroico, al sacrificio ejemplar. Nadie se espante por los enconos y rencillas de hoy. A lo sublime de entonces se juntó el asco. “Asco” llamó Céspedes a la persecución que, ya depuesto de la presidencia, lo sometió el interino Secretario de Guerra Dr. Félix Figueredo. Muchas pequeñeces humanas empañan el sol de la historia. Redime, trasciende, la consagración al empeño. Y ese Hay que Pelear que encabeza la convocatoria a este evento en el Semanario 20 de Mayo.

Conociendo nuestra idiosincrasia y agrupadas bajo sombrillas organizaciones pujantes y otras actuando independientemente, luce clave que las afinidades manden. La realidad obliga. Imposible ocultar o disimular. Miles de fusilamientos y muertes en más de medio siglo de represión sangrienta; decenas de miles de prisioneros agredidos, ultrajados, torturados; centenares de miles en exilios y ausencias; a lo que se suma el adoctrinamiento incesante y pérfido, calan en generaciones y afectan la sensibilidad nacional. En sus congestiones humanas más densas el exilio no es el mismo ni lo mismo. Puede dejar de ser exilio. Esta pena no invita a la decepción sino a la devoción de quienes en Céspedes, Agramonte, Maceo, García, Gómez, Martí, no ven estampas mustias, páginas muertas, sino libros vivos y orientadores. Se exalta la talla y gloria de aquellos próceres y se evitan los enfrentamientos y mezquindades que neutralizaron la empresa y atrajeron el jaque mate de una intervención militar extranjera tan indeseada por intrusa como agradecida por victoriosa.

No justifico las desavenencias. No convienen. Dañan. Insisto en lo indispensable. Superarlas con el valor y el sacrificio. En este campo de las intrigas los cubanos no son mejores ni peores. La historia mundial abunda en torticerías y miserias entre sus héroes más notables. El secreto está cada hoy en un ajuste de inteligencias y corajes que salve distancias y discrepancias. Aprendida o aprendiendo la lección, avanzar unidos, entendidos, coincidentes, agrupados, separados, como sea, todos disparando al enemigo común. Entendernos para coordinar actividades comunes. El exilio como auxilio de la resistencia interna.

En áreas geográficas y humanas distintas son distintas las concepciones, las movilizaciones, los manifiestos. En Miami, familias envían recursos o los llevan a Cuba, a veces con irresponsable aire de fiesta, y la intransigencia patriótica que insiste con denuedo en la carga mambí. Aunque estas diferencias enneblinan y oscurecen el panorama y el deber, la historia prueba que las mayorías autonomistas no escribieron el capítulo final, y que manos combatientes izaron en El Morro de La Habana la bandera de la estrella solitaria.

El régimen comunista destierra hoy a la disidencia para desarticularla. Los desterrados harán lo suyo en España y donde estén. Opositores indignados no quieren irse de Cuba. La tiranía demora su liberación. Las licencias extra penales serán más severas. Cabecillas indignos se aferran al poder que ultrajan. Debían suicidarse. Vociferaron “socialismo o muerte” y fracasado el socialismo no se inmolan ni renuncian; inventan piruetas hacia un despotismo chino que concilie totalitarismo y capitalismo, yunta insana.

La insurrección latente se hará patente. Perdiéndose el miedo, asoman retos callejeros. ¿Se encenderá una estrella en el uniforme de algún militar? ¿Queda sólo sometimiento en quienes se llamaron Rebeldes? ¿Y este país al que amamos y juramos lealtad? Gente generosa, humana, solidaria practican un sistema de justicia y libertad. Esta grandeza en lo doméstico no la iguala una política exterior desconcertada y desconcertante que no es amiga de los amigos ni enemiga de los enemigos. No saben o no quieren serlo. Se prolonga el largo encierro de Eduardo Arocena lejos de su mujer, su familia, sus vecinos, sus amigos. Luis Posada Carriles y Santiago Alvarez no pueden coincidir en una misma sala; caminan pasos prisioneros con grilletes que impidan fugas de combate. Tampoco puede Osvaldo Mitat. Luis, miembro de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y de la DISIP venezolana, combatiente en Africa y en otros retos de América, acusado y absuelto en Caracas por un tribunal civil y uno militar, pinta en lienzos de esperanza y espera un juicio más... en los Estados Unidos. Así tratan al bravo soldado que en tantas partes sirvió.

De ahí que no extrañe que toda ayuda americana se condicione a un pacifismo que quien la recibe procura desbordar. Más que en esa asistencia restringida y restrictiva, en Cuba mueve la lucha la crueldad totalitaria que atiza espantos y rechazos. El envilecimiento no perdura. Aunque la opresión daña el carácter, derrotando infamias palpitan valores irrenunciables, corajes que estallan cuando lo propician circunstancias especiales.

La tiranía simula reinventarse para salvarse. No intenta lo esencial, por miedo a caer. Cesiones o concesiones desarmarían al aparato totalitario. El viejo tirano ensaya cabriolas descocadas para llamar la atención. Quiere el Premio Nobel de la Paz tan innoble personaje. Ataca a Mario Vargas Llosa. A Vargas Llosa le entregué las llaves del Condado Miami-dade en nombre del Alex Penelas. También al Dr. Alejandro Toledo. Como entonces, hoy aparecen juntos en El Miami Herald. El viejo tirano busca la atención del Presidente Obama. Sus gesticulaciones, amagos, guiños, exigen vigilancia y mecanismos de presión. Influimos en la opinión pública americana. Ahí están Ileana Ros Lehtinen, Mario y Lincoln Díaz Balart, Alvio Sires, el senador Robert Menéndez.

Hagamos más. Sirva un ejemplo:En las primarias recientes se eligieron o formalizaron candidatos que son miembros de un partido cubano que actúa también en el exilio: Un senador federal, un congresista, tres senadores estatales, dos representantes estatales, un comisionado del Condado Miami-Dade, una comisionada de educación, tres juezas. Ellos se suman a quienes tuvieron o tienen esos mismos cargos y alcaldías y otras posiciones relevantes. Son norteamericanos excepcionales que sirven lealmente a sus electores y a los Estados Unidos, y que no descuidan la causa cubana.

Así oficiales electos, y en universidades, academias, negocios. Miren al sonriente Enrique Alejo. Lo creía salvadoreño por sus triunfos comerciales allí. Hoy supe de su pura cepa cubana, Liborio generoso que siempre dice sí y se excusó por ser ésta su primera asistencia, honor que agradece la Junta y, especialmente yo, por aceptar representar formalmente ahora y aquí aquellos mismos ideales de su temprana juventud. Afectos de El Salvador lo acompañan. Amo a ese país. En nombre de sus clases vivas Ernesto Regalado me entregó una placa de plata como héroe nacional. A un hermano De Sola agradecí y rechacé el sobre con la compensación reunida. En otra ocasión descubrieron en la tribuna una bomba de reloj para el orador único y movieron el mitin -sin mí- de la Casa Presidencial al Monumento al Salvador del Mundo. Llegamos a la televisión en larga fila de vehículos armados. Mataron a varios directivos de la organización patriótica que animamos en la capital. Cada viaje y presencia fue una aventura. A Ernesto Regalado lo asesinaron brutalmente.

Para Edna Borges y Guatemala, mi gratitud. Fue el primer país que conocí fuera de Cuba. Con el Vice Rector Roberto Agramonte y como Presidente de los estudiantes de Filosofía de la Universidad de La Habana, estuve en la inauguración de la Facultad de Humanidades. :Los intelectuales centroamericanos me escogieron para redactar la Declaración de Amatitlán Contra Todas las Tiranías. Comenzaba la presidencia de Juan José Arévalo Bermejo. Duele que recientemente, sin que se supiera y sin que nadie lo pidiera ni quisiera, el presidente norteamericano llamara al de Guatemala y pediera perdón por abusos a los derechos humanos cometidos hace 64 años. Y se habló de complicidad de Arévalo, enérgico autor de El tiburón y las sardinas. Qué malo ser bueno haciendo mal al país que se preside.

En este libro Hagamos el amor y mucho más, aparece mi soneto Quetzal publicado recientemene en Diario Las Américas por el poeta Luis Mario:

Quiero vivir donde el quetzal no muera,

junto a la quieta abnegación del lago

cuyo silencio varonil es pago

que calman mis angustias de bandera.

Quiero cantar a la donosa higuera

que nos cobija en el momento aciago,

bendiciendo con higos de su halago

mis íntimas nostalgias de palmera.

Yo no puedo vivir encarcelado

como el pájaro digno en la leyenda

que se pone a morir si es enjaulado.

Gracias le doy a quien me brinde tienda

donde pulir mis hierros de cruzado

que busca redención en la contienda.

Gracias, Edna.

Iniciado estos saludos no puedo fallarle al Perú, Adelia Lorenzo; a Puerto Rico, Marcos Quintana; a Ecuador y a México. Gracias. Estas presencias nos hermanan con pasión de América.

Vuelvo a Carlos Barceló que, además de su Rosa, cultiva la flor de Cuba. El pone en la vista que nos circunda esas palmas que evocan a las palmas mambisas. Estremecedor panorama donde se alza el restaurante Coco-Palms. Cielo, montañas, el valle. Izados en banderas el sueño y el ensueño de la tierra libre. Izados juntos.

Junta esta tarde la Junta Patriótica Regional California: Brigada 2506, Emilio Valdés; Marquetti, que nos habló; CATA, Club Güinero, Club Marianense, Colegio de Abogados, Colegio Nacional de Periodistas Cubanos en el Exilio, Hermanos de la Fe, Junta Cívica Militar, Movimiento de Recuperación Revolucionaria, Partido Revolucionario Cubano Auténtico, Dra. Norma Montero del Patronato José Martí, Semanario 20 de Mayo. Y en solidaridad, como debe ser y está siendo, Alfa 66 representada por el caballeroso Miguel Talleda y familia. Esteban Fernández me recordaba que teniendo 17 años me visitó con Vicente Méndez que necesitaba un aparato para transmitir mensajes. Le dije “mañana” y mañana lo tuvo. Estaba resuelto y pagó con su vida el desembarco en la Isla. El valor de Vicente se empareja con cualquiera de los grandes que evocamos hoy. Al CID Campeador que crece en Cuba lo coordina aquí el guantanamero Nolberis Frómeta. Unión de Presos Políticos, Dr. Reinaldo Rodríguez Ojeda, el valioso René Cruz; Saturnino “Nino” Cardoso que insiste en que cante Granada. Me oyó en radio Mambí en un programa de Armando Pérez Roura.

En esta tarde de brindis y manjares destaca el alimento mayor y primero que es la pasión por Cuba y la voluntad de servirla y honrarla. A ello venimos.

Venimos a pensar; a hermanar; a decir y servir. A proclamar y jurar que insistimos y seguimos; que no nos cansamos ni descansamos. Venimos a sumar medios honestos y útiles a las jornadas de libertad. Venimos a señalar que cuando los aliados no lo son y dificultan, estorban, impiden, la estrategia correcta -siempre es correcta- consiste en ayudarnos nosotros mismos y, en este caso, asistir a la resistencia interna, contribuir a las fuerzas que asoman rebeldías, cooperar al heroísmo que dignifica al suelo y el cielo de la Isla.

Formados, conformados por químicas y esencias especiales, los héroes se aferran al mandato cubano. Y si en Miami animan la cercanía a la Isla y el poder cubano en todas partes y medios, aquí la lejanía no impulsa al olvido o al menosprecio que desdeña sino al recuerdo que llama y la nostalgia que combate.

Este periódico que acaban de darme informa que en 1975 me entregó las llaves el alcalde de Culver City. No lo recordaba tanto como la estampa de Jorge Clark, humilde y noble, vendiendo helados en un carrito colorido y modesto. Jorge vendía esos sabores a otros. El se ofrecía ilusiones y las compraba todas. El, ustedes, yo, nosotros, empecinados en soñar y dar cuerpo a los sueños; empecinamiento irrenunciable.

En otro viaje tomé lecciones de financiamiento internacional para profundizar conocimientos y asesorar a presidentes latinoamericanos vinculados de algún modo al problema de Cuba. Sumaba esa capacidad financiera a licencias de hipotecas, bienes raíces, y seguros de vida y salud, las que nunca usé. Busco capacitación, no negocios que en otros celebro y ayudo. Alforjas ligeras viajando mi mar interior guiado por la estrella polar de la causa cubana.

Obviamente, en Cuba se lucha y las protestas crecen. Por múltiples medios nos llegan esas voces y actitudes de reto y desafío. Para New Jersey salieron recientemente Dolia Leal Francisco y Sergio Aguiar Ramírez. Siguen en Cuba Juan Carlos González Leyva, Leonardo Miguel Bruzón Avila, Oscar Elías Biscet, Antúnez, Payá, Plantados, Damas de Blanco, MAR, Directorio, Yoanis Sánchez, Los Sigler Amaya, Darsi Ferrer, el Nuevo Acción. Todos Somos Resistencia. El Padre Conrado. Rodríguez Loaiza y los bravos de Oriente. Qué oportunos estos muchachos que el pasado 10 de octubre leyeron en La Demajagua una nueva Declaración de Independencia.

¿Mencioné a Biscet?

Con estos hechos que la prensa extranjera y el exilio recogen, otros se arriesgan allí y se enorgullecen del anonimato que cultiva y agiganta el carácter. No llevan uniforme ni armas de fuego estos hermosos soldados que en el silencio del ocultamiento disparan sus deberes. Sus méritos resonarán después; si acaso. Tampoco buscan premio ni reconocimiento en la victoria. Son el motor callado de la hazaña. De ellos hubo muchos en la epopeya que evocamos y conmemoramos esta tarde.

Y vuelvo y voy en lo mismo con lo mismo. Este lema martiano que preside “Juntarse es la palabra de orden” también lo usé en los primeros años 60 y titula un discurso en Cuba en mi corazón pronunciando en New York al Club de Leones. Hoy nos hemos juntados. Pronto lo haremos en Miami. Repito: Entenderse para coordinar actividades comunes. Caben todas las posiciones ciertamente anticastristas. Los que hablan de paz y quienes gritan “Hay que pelear”. Los pinos nuevos y aquellos que acumulan juventud.

Me dijo Abel Pérez que había nacido el 3 de julio de 1924. Como nací el 6 de julio, tengo que obedecerlo. Y al Dr. Alberto del Calvo que me lleva catorce meses, tengo que obedecerlo.Y Abel y Alberto y yo a Don Antonio Rotella cuyos 90 años manejaron firmemente en el viaje largo hasta acá, Pomona, nombre que aparece misteriosamente en una de mis viejas poesías. Y aquí parece que escribí para Rotella:

¿Retirarme? ¡Jamás!

Jubilación en júbilo,

Jubilarme y seguir

encendiendo los astros

de mi cielo moral.

Ilusiones y músculos.

Flor de nardo...y petardo

de una paz que no sea

de rotunda victoria.

Todos somos niños si la esperanza manda. Si se aporta a las leyes y el gobierno; si Senadores y Congresistas muestran expedientes impresionantes en el tema cubano, en esa misma dirección y en empuje final pueden hacer mucho las organizaciones y los héroes del exilio que acrecientan su honor todavía más. Periodistas, escritores, intelectuales, industriales, profesionales, comerciantes, abogados, médicos, arquitectos, ingenieros, constructores, obreros. ¡Más presión en todos los campos! ¡Qué no se olvide a Cuba, qué no se abandone a los cubanos de la Isla, qué no se traicione a la democracia, qué no se ofenda a Dios!

Miro montañas que buscan cielos. ¡Qué simbolismo en los nombres reunidos! Yoel, Abel, Noel, Miguel, Gabriel, cada uno fiel. Rafael en Luis Rafael Aguirre. Miren como Angel Torres sonríe deportivamente al cielo. Angélica conjura humana. Los Angeles declaran.

Y cuando esa declaración se escuche y todos los ríos desemboquen en el mismo mar de victoria, el cielo de la historia se cuajará de estrellas y una de ellas brillará tremendamente en el apogeo de luz. Ustedes saben cual es. Ustedes saben qué estrella es ésa. Dios la bendiga. Dios nos bendiga.

Y ahora ¡Cantemos!

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