DISCURSO DEL DR. LUIS CONTE AGÜERO

EN EL ACTO CELEBRADO EN LA ANTORCHA DEL MONUMENTO A LOS CAÍDOS EN LA INVASIÓN DE BAHÍA DE COCHINOS





En la foto, dos queridos y admirados hermanos de lucha de los que hacemos Nuevo Acción: Nelly Rojas y Luis Conte Agüero, en el acto del pasado sábado 4 de diciembre, en que Luis Conte nos regalara la siguiente pieza oratoria.




Gracias. Gracias. Esos aplausos generosos ganan gratitud del corazón.

Derrotando circunstancias los aplausos implican una energía alegre. Y esta tarde ponen entusiasmo a pesar y precisamente por la tragedia de la patria. Hoy sábado 4 de diciembre –fecha de Santa Bárbara, la mártir de Bitinia, celebramos la efemérides del 7 de diciembre, muerte del General Antonio Maceo y Grajales.

Yo leía ayer el artículo de Angel Cuadra en Diario las Américas, definiendo este evento de hoy como continuidad de ayer, el ayer patriótico que permenece e impulsa; el ayer que no se olvida, pues se necesita continuarlo.

Y aquí estamos recordando y aplaudiendo. Y hablando de aplausos, sean entusiastas para apoyar un símbolo. Dedíquense a la memoria viva de aquel que desde su lecho de historia y gloria preside este evento: El Titán de Bronce. Aplaudan sí su vida extraordinaria, armonía de músculos y espíritu al servicio de la patria. Aplaudan los 22 combates que como Lugarteniente General libró en la campaña inmortal de la Invasión; aplaudan las 22 cicatrices que aún quedaban en su cuerpo al caer en combate en El Cacahual, San Pedro, Punta Brava, en 7 de diciembre de 1896.

Por cierto que al escuchar al Dr. Fuentes Cid relatar la historia de esa familia heroica, ganadora de batallas como el Cid después de muerto, observaba la fecha 1969 y pensaba en el 96 de Maceo, números invertidos en una causa igual. Causas iguales. Esencialmente lo mismo.

Reserven otro aplauso -no se cansen; no- para alquien que, como Maceo, nació en Santiago de Cuba; como Maceo, no tenía la piel blanca; como Maceo, no miraba en otros el color de la piel; como Maceo, entregó la vida y la muerte a la cubanía y a Dios: Orlando Zapata Tamayo. ¡Zapata vive! ¡Zapata vive!

Claro, no comparo; evoco Evocación justa. Aunque son muy distintas la estatura y jerarquía históricas, el final de sus vidas equivale a ejemplo que se brinda y se admira, pasión que se ofrece, sacrificio que conmueve.

Zapata no está solo. No obstante más de medio siglo del esfuerzo sistemático del totalitarismo para envilecer a los cubanos, siempre hay llamas de protesta rebelde y denuncia valiente. En esta tarde de promesas y esperanzas, aplaudamos también, sostenidamente -las damas primero- a las firmes, dignas, intensas, Damas de Blanco; al maceico Dr. Oscar Elías Biscet; el ciego todo coraje, Juan Carlos González Leyva; los hermanos Sigler Amaya, dos combatientes aquí, dos combatientes allá; la juventud bravía que en Oriente encabeza Néstor Rodríguez Lobaina, la temperancia de Payá;

Alguien en la multitud grita: “Antúnez”

Antúnez que, además de tanto deber cumplido temerariamente, ahora comenta en Radio Mambí invitado por Armando Pérez Roura. Y como ignorar el estoicismo de Guillermo “Coco” Fariñas. De tales siembras rebeldes ya asoman frutos. En las calles de Pedro Betancourt la manifestación avanza y reclama hasta la casa de Juan Francisco Sigler Amaya. En el Teatro Camilo Cienfuegos de Santa Clara los jóvenes rompen y destrozan en protesta, no importa el pretexto; esta vez un juego de fútbol; en Banes son los esbirros los golpeados con puños y piedras. Y ya el esbirrato refleja miedo. Leí que la policía en Santa Clara reflejaba miedo. El miedo huye. El miedo agrede. Todo depende. Ya van temiendo al castigo. Conste que no animo a la venganza. Sería dañino . Eso sí, los tribunales de justicia tendrán que hacer justicia porque tanta maldad no debe quedar impune. En Bayamo, que siempre arde de patriotismo, encienden su denuncia los cocheros. Santiago, como decía Martí: Santiago nunca falla.

A quien me pregunta qué recuerdo de Santiago, le contesto aquí. Nada. No son recuerdos. Yo no me ido de Santiago. Vino conmigo. Santiago y mil pedazos de Cuba. Esta mi defensa estremecida de Estados Unidos la hago cada día sin salir de Cuba.

Contra los guiños zalameros a la tiranía y los paños calientes, la definición tajante de Maceo: “La Libertad se conquista con el filo del machete; no se mendiga.”

El machete de hoy no es como aquél de metal, pero como aquél también está hecho de dignidad. Y si he mencionado nombres dignos que en la Isla emocionan y asombran, brilla aquí sin parpadeos la dignidad de los brigadistas 2506 y su presidente Félix Ismael Rodríguez Mendigutía. Me recordaba Félix un vuelo en un avión saltador y yo diciendo versos. Y me pregunta si llegué a publicarlos. He publicado muchos, pero esos no, pues eran improvisados como muchas veces. Con Félix en El Salvador, en otros retos centroamericanos, Y él en Bolivia con el asunto del che y yo en Brasil al mismo tiempo.

Escuchamos también a la digna Nelly Rojas, Secretaria General de la Coordinadora de Ex Prisioneros Políticos Cubanos, reclamando para el Exilio las calles y Miami. Nelly, con el permiso de su esposo Pedro representando la bonita brava mujer de Cuba. Dignidad de Fausto, que no en vano blande sus apellidos García Menocal como aquel Caudillo, el Héroe de Tunas, que fue Presidente de Cuba. Dignidad de mártires y de quienes a toda costa y costo siguen concibiendo batallas de regreso y liberación. Dignidad humilde de Osvaldo Mitat, dignidad vertical de Santiago Alvarez; dignidad indomable de Orlando Bosch, y ahora me avisa Gustavo Lemus que ha llegado "El Bambi", el más perseguido por el odio comunista y la flojera de aliados pusilánimes. Lleva el rostro herido condecorado por balas enemigas. Vistió con orgullo el uniforme de las fuerzas armadas norteamericanas. Combatió por la democracia en diversos escenarios. Todo dignidad; todo vergüenza: Luis Posada Carriles.

Y paralelamente las puertas abiertas a los musiqueros, agentes de maldad castrista para que envenenen aquí y regresen sumisos y complacientes con dólares para la tiranía.

Indigno perseguirlo. Indigno negociar con la tiranía comunista. Indigno tratar al cubano como pueblo de segunda clase. No ofendan. Hablen claro y caminen derecho. Ni del gobierno de Estados Unidos, ni de Naciones Unidas, ni de la OEA, ni de Religión o grupo o secta alguna, aceptamos enjuague, remiendo, patraña alguna que propicie la permanencia de pestes comunistas en la patria de los héroes a quienes rendimos tributo esta tarde que el sol besa y bendice.

Alguien gritó Eduardo Arocena. Y cómo no. Arocena ha pagado en demasía su violación de leyes norteamericanos, violación producto de su lealtad a la causa de Cuba. En el conflicto inevitable, Arocena se decidió por su tierra de origen. ¿Y es posible que ésto no se entienda; no se comprenda? ¿Y pueden desconocerse los largos años purgados en prisión? ¡Libertad para Eduardo Arocena! ¡Libertad para Eduardo Arocena!

He sugerido un Itinerario de Efemérides Patrióticas para que lo consideren organizaciones del destierro y las sombrillas donde coinciden, personalidades, municipios en el exilio, colegios, asociaciones, la Junta Patriótica que aquí representa Antonio Esquivel. Y también otras nacionalidades presentes aquí; pueblos, gentes solidarias con la causa justa de Cuba que coinciden con el decir martiano. Esto es aquello y va con aquello. Ya fue saludada la mujer hondureña. Y yo saludo al nicaragüense ilustre que abraza, al ecuatoriano Gustavo Lemos, a la guatemalteca Gloria Bolaños que vino con la pierna hinchada y para permanecer trajo su silla. Y cómo no saludar emocionados al representante checo, alto de estatura e ideales, país que alza en Europa la bandera de derechos humanos y democracia para Cuba.

El destino de Cuba pesa en el continente. La maldita siembra comunista extiende inmundicias por tierras americanas. Su totalitarismo de más de medio siglo anima la ambición de Chávez, Ortega, Correa, Morales, enanos que sin el poder, nada son.

El sistema que oprime a Cuba tiene culpa mayor en las penas de nuestra América. Sea mayor el esfuerzo cubano para redimirse y redimir. ¡Qué equivocado quien nos piensa indefensos porque el propio país que nos acoge y protege y sonríe, impide el apoyo redentor a la Isla atormentada. ¡Carajo! Tenemos la verdad, la verdad nada menos. Ganamos tantos antes y en las elecciones recientemente celebradas en Estados Unidos. Nuevos nombres suman talento y limpieza a la causa de Cuba en los poderes norteamericanos. Pesamos algo y nos respetan más. En los hemiciclos donde se legisla, nuestra voz canta y nuestro voto cuenta. Y hasta nombres presidenciales nos enorgullecen. Cada conducta ejemplar influye. Marco Rubio refulge ; David Rivera no descansa ni se cansa en servicios a la libertad. Díaz-Balart, Bob Menéndez, Alvio Sires, Ileana Ros-Lehtinen, Chairman de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara. Además de cumplir plenamente sus deberes con el electorado estadounidense que los hace legisladores, todos pueden lograr que miren a Cuba los ojos distraídos, huidizos, del gobierno americano. Miami, capital anticomunista del mundo.

Este acto en el escenario de la Brigada 2506, cual clarín mambí, toca y convoca. Integra un Itinerario de Efemérides Patrióticas donde se juntan y nos juntan Agramonte, Gómez, García, Céspedes, Aguilera, Martí… Y se juntan y nos juntan quienes cayeron en Girón, y en la impiedad del paredón, y en el terror de la prisión. Así, en las tumbas y tierras del Cacahual un rumor crece en himno, un jinete carga machete en mano, un titán señala el camino de sacrificio y victoria.

Adelante, Cuba libre. Adelante, nuestros Estados Unidos de América. Adelante; siempre adelante, Dios, Patria y Libertad ¡Viva Dios!

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