Testimonio de Reina Luisa Tamayo Danger

“Ellos quieren tratar de acabar con esta familia y no vamos a soportar más”

Banes, Holguín. 6 de diciembre de 2010. Directorio Democrático Cubano. El Directorio Democrático Cubano divulga el siguiente testimonio de Reina Luisa Tamayo Danger, madre del mártir del pueblo cubano Orlando Zapata Tamayo. Denunciamos la represión violenta, sistemática y sostenida emprendida contra Reina y contra su familia y en particular los hechos represivos ocurridos el domingo 5 de diciembre de 2010.

A continuación el testimonio de Reina Luisa Tamayo Danger:

Desde aquí, desde la Carretera Embarcadero, casa # 6, reparto Mariana Grajales en Banes en la provincia de Holguín, puedo decir que en horas de la mañana del día de ayer, nos dirigimos 10 personas al cementerio. Solamente era un hermano opositor, Daniel Mesa Cantillo, que vive detrás de la vivienda de nosotros [el único que no era de la familia], que siempre nos acompaña en estos nueve meses [después] del asesinato premeditado [de] Orlando Zapata Tamayo.

Fuimos en una marcha hasta el cementerio. Ya hacía dos días que todo estaba cerrado. Pasamos por el frente donde estaba la turba. Fue borrada la cámara, que prácticamente la rompieron, borrándolo todo. Esta gente que estaba aquí en la única entrada y salida fueron los que se comunicaron, ya que todo este personal que nos agredió en el cementerio estaba en casa de [los activistas Yoandri] Naoski [Ricardo Mir] y Gertrudis [Ojeda Suárez], que le iban a dar un acto de repudio. Según ellos ya tenían puesto toda la amplificación y todo para el acto de repudio. Ellos avisaron y rápidamente se lanzaron dos guardias perseguidoras Ladas como si los que hubieran estado alrededor de la tumba de Orlando Zapata Tamayo fueran asesinos y no sus hermanos y su madre, que nos encontrábamos allí.

Se lanzaron y empezaron a cogernos- en la propia tumba de Orlando Zapata Tamayo- empezaron a cogernos por el cuello. A mí me doblaron los brazos hacia atrás dándome empujones y metiéndome- de un solo empujón- en la perseguidora y a todos mis hijos maltratándolos. Como les dije en la estación de policía, para detener a una persona no hay necesidad de maltratarla. Ellos me llevaron a mí y a mi nieta a empujones. Les dije: “Fidel dice que los niños nacen para ser felices y mira como maltratan a esta niña de 12 años.” A ellos no les importa nada, doblándome los brazos y dándome por la boca para que me callara. Son unos asesinos.

A mis hijos los tienen desaparecidos. No sé para donde los han llevado. Solo pude sentir el ruido de los carros que los trasladaban. Pienso que sea para Holguín, pero estos asesinos no dicen para donde los llevan. [Sabré] donde los han metido y como los habrán maltratado solo cuando los suelten. A todos nos quitaron los teléfonos móviles. Yo misma no se cuando me quitaron el móvil y la cámara. Al entrar a la Seguridad del Estado, me bajaron nuevamente los pantalones, parece que para tratar de vejarme. Les dije: “No me maltraten más. Mátenme, dispárenme con esa pistola. Lo que tienen es que tener valor para matarme y no estarme bajando- cada vez que me traen aquí- bajarme [el pantalón] y dejarme en el bloomer. Porque yo soy una persona mayor.”

Puedo recalcar al mundo que solo Mesa Cantillo era el único que se encontraba que no era de la familia. [Éramos] nueve de [la] familia. Ellos no tienen ya ni compasión de esta madre, ni de estos hijos. Hacía tres o cuatro semanas que nosotros no salíamos- porque la turba estaba ahí alante- tratando de evitar, porque ellos quieren complicar a mis hijos, quieren desgraciar a mis hijos, quieren acabar con esta familia. Pero fuimos al cementerio. No salimos para la iglesia. Íbamos al cementerio para rendirle tributo al asesinado Orlando Zapata Tamayo y no tienen compasión porque [ellos pudieron] tumbar hasta los búcaros y todo lo que tiene mi hijo puesto con las flores, como se tiraron como si fueran a coger a un asesino.

Los [miembros de mi familia] que están desaparecidos son Rogelio Zapata Tamayo, Marisol del Sol Laguna, José Luis Ortiz Molina, Dulce María Terri Pino, Belkis Bárbara Portal Prado, Daniel Mesa Cantillo, Reina María Ortiz Molina, Ernesto Mederos Arrozarena. Son ocho los que se encuentran desaparecidos en estos momentos y golpeados por ellos cogidos por el cuello.

Les dije: “Ustedes, la sangre la tienen impregnada en las uñas.” Yo les decía: “Suéltame, que ese lado lo tengo manipulado.” Cada vez que me cogen por el lado izquierdo: “Suéltame que yo no te voy a dar. Nosotros somos pacíficos. Por eso hemos aguantado tanto.” Pero ellos quieren tratar de acabar con esta familia y no vamos a soportar más. Les dije: ¿Qué iban a hacer con nosotros, lanzarnos al mar como a Camilo para que no apareciéramos más? Todo lo tenían listo. Las guaguas [autobuses] estaban listas, la policía, el equipo médico, el carro fúnebre.

¿Y ahora quien le pone el cascabel al gato? No viene la Iglesia, no viene nadie a darnos respuesta. Pensaban echar al mar a esta madre con todos sus hijos para desaparecer esta familia igual que como desaparecieron físicamente y torturaron a Orlando Zapata Tamayo, el luchador pacífico por los derechos humanos en Cuba.

Ellos son asesinos y esta madre repite una y mil veces ¡Abajo Fidel! ¡!Abajo Raúl! ¡Abajo los asesinos de Zapata! ¡Viva Cuba libre! y ¡Zapata Vive! Muerta primero antes de claudicar. Les dije: “Busquen refuerzos porque ahora si es verdad que se acabó. Ya no aguantamos más.”