HACIA DONDE VA LA MASONERIA CUBANA

Gustavo Pardo Valdes


Se afirma que la Masonería es la Institución Orgánica de la Moralidad; de donde se infiere que una Organización de esta índoles constituye una escuela de ética; integrada por personas honorables comprometidas a realizar la Obra de la Redención Social, que esta Institución tiene por objeto.



La Francmasonería en Cuba cuenta con una larga tradición de acciones realizadas en aras de la libertad, la democracia, el adecentamiento de las costumbres, la protección a los desvalidos y del progreso de la nación; lo cual le ha valido ocupar un elevado lugar en la consideración de los cubanos. Precisamente, por esta razón, ella fue una de las primeras organizaciones fraternales sobre la cuales recayeron fuertes presiones de toda índole, para lograr reducirla a la inactividad dentro del seno social.

Pero la Institución Masónica no es; no puede ser una Asociación estática, detenida en las glorias alcanzadas por quienes, en tiempo pasado, trabajaron por llevar a la práctica los ideales de Justicia, Progreso y Libertad, implícitos en las enseñanzas que, esta Organización trasmite a sus afiliados. No afanarse por llevar estas normas a la práctica, es marcar una diferencia entre lo que se dice y lo que realmente se hace; o sea, cuestionar la validez de los preceptos ético-morales que constituyen el material aglutinante que une a la Masonería Internacional en un propósito común: el mejoramiento humano.

A los masones se les reconoce por la solidaridad y el apoyo mutuo que entre ellos se prestan, particularmente en la desgracia; sin embargo, en el mes de marzo de 2003, trece masones, de los cuales aun quedan 5 en prisión, fueron detenidos y condenados a diversas penas de reclusión por ejercer su derecho a discrepar de la política oficial del régimen en el poder; lamentablemente, desde entonces y hasta la fecha, ninguno de los altos dirigentes de la Institución Fraternal han intercedido por ellos ante las autoridades, ni siquiera para obtener alguna mejoría en el régimen carcelario a que estos masones estaban sometidos. Los ocho que hasta el momento han sido excarcelados, lo fueron como resultado de las gestiones realizadas por la Iglesia Católica de la Isla, lo cual constituye una verguiza mayúscula para quienes dirigen la Institución que proclama valores tales como Amor Fraternal, Socorro y Verdad.

La Masonería cubana necesita reencontrarse con sus preceptos doctrinales básicos; enmendar los quebrantos causados a la Organización durante los últimos años, los cuales han generado la secesión de una logia, la exclusión y/o separación de unos 40 masones, así como la expulsión de la Fraternidad de un ex Gran Maestro y de varios Presidentes de Logias.
La Fraternidad Masónica de Cubana se encuentra atravesando por un torbellino en espiral ascendente. Situación ésta que se prevé empeorarse aun más. De continuar por esta vertiente, se puede presumir la eventualidad de que se produzca una fractura institucional en la, hasta hace unos años, monolítica Asociación.
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He aqui el por que esta en problemas la Masoneria Cubana



Gobierno amenaza soberanía masónica

LA HABANA, Cuba - 31 de agosto 2007 (Juan Carlos Linares Balmaseda / www.cubanet.org) - El pasado 2 de agosto la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba, señora Caridad Diego, citó a su despacho a un alto funcionario del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba.

Entre otras cuestiones, la señora Diego abordó el tema de las elecciones en ese cuerpo masónico, dispuestas para enero de 2008, y amenazó con romper todas las relaciones del gobierno con el Supremo Consejo si era electo al cargo de Soberano Gran Comendador el señor Gustavo Pardo Valdés, quien actualmente ocupa el cargo de Gran Canciller Secretario General, además de ser el Presidente de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos de la Gran Logia de Cuba, y un investigador de la historia de la masonería.

Diego alegó que Pardo es un enemigo declarado de la revolución, que asiste y ayuda a los presos "contrarrevolucionarios", que tiene grandes vínculos con funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba y no se descarta un proceso legal en su contra.

"Romper todas las relaciones del gobierno con el Supremo Consejo podría implicar que nuestro cuerpo masónico se convierta en una organización ilegal y sus bienes sean incautados", fundamentó el señor Pardo.