JUANES, NO ES ODIO, ES BUENA MEMORIA

Disculpa que mi gente destruya tus discos en plena calle 8 y queme camisas negras. No lo encuentro tan mal a pesar de la grave crisis económica, tienen discos y las camisas no las compran por la libreta. Tampoco creo disminuya las ganancias de tus bolsillos, peor aún, toda esa rabia que sienten los míos ha disparado esa maquinaria propagandística que unas veces resulta caro echar a funcionar, ¡claro!, cuando no se es conocido.
Hoy, nos encontramos en una absurda batalla, como todas, como la de Elián, por ejemplo. Donde vivos y bobos se enfrentan por disputarse el más alto grado o condecoración de patriota. Solo que aquellas veces, esos combates donde nos desgarramos hasta el alma, eran producidos entre cubanos. Desafortunadamente llegas tú, un extraño, aunque nos jures millones de veces que eres nuestro amigo. Llegas tú y nos dices que vas a cantar por la paz en La Habana, ¿hay guerra allá?, ¿sabes cuántos años hemos pasado preparándonos para esa guerra? Ni lo imaginas, medio siglo comiendo mierdas, haciendo guardias, trincheras, nichos y tantos refugios que han convertido a nuestro país en un enorme queso, ¿conocen los cubanos el sabor del queso?
Tu excesiva ingenuidad (de acuerdo al criterio de muchos), solo ha servido para sembrar y profundizar la discordia entre nosotros. ¡Qué, no! ¿Cómo podrás pensar que esas diferencias ocurren entre cubanos? ¿Te dijeron eso? Mala información, nuestro problema no es con el pueblo, hay que mirar un poco más arriba, exactamente detrás de la tribuna que vas a utilizar. Trata de pasear por el lado opuesto de la estatua y su raspadura, allí encontrarás un edificio donde se concentra todo el odio y la maldad de Cuba. ¿Vas a cantar frente a él? Por supuesto que sí, ya está decidido, pagado tal vez, porque los que estamos del lado de acá pensamos. No solo eso, gozamos de esa extravagante libertad que nos permite decir lo que pensamos. Es muy probable que esa libertad se adelante a nuestros pensamientos o presentimientos y, damos rienda suelta a nuestras lenguas o teclados antes de pensar. ¡Qué buena y maravillosa es la libertad! Pensamos y decimos lo que se nos viene en ganas y luego nos ofrece la oportunidad de detenernos para rectificar si estamos equivocados. Pero bueno, hay una distancia muy grande entre “libertad y guerra”, nada que ver con nosotros tu bondadoso, inocente, ingenuo y hasta bien intencionado “recital”.
¿Sabes una cosa? Hay detalles que enfurecen y no convencen a los cubanos, no a todos, me refiero a esa parte de ellos que nunca ha perdido la memoria. Resulta muy exótico, deslumbrante, asombroso, extravagante y hasta hipócrita que, sea precisamente esa plaza de la “revolución” el escenario de tu concierto. ¿Averiguaste algo sobre sus antecedentes? Te lo pregunto porque hasta donde conocemos los cubanos, y en este caso no distingo entre pendejos, mal memoriados, cobardes, olvidadizos, timoratos, zorros, oportunistas, pingueros, jineteras. No soy capaz de excluir al más fiel de los perros que pastan actualmente por el extranjero, ni al peor de sus agentes provocadores, no dejo fuera a ninguno de nuestra puta especie. Todos coincidirán en algo, ese escenario no es el más apropiado. ¿Sabes por qué? Y por cierto, debiste averiguarlo antes de dar este paso. Porque es precisamente esa plaza, el podio de todo el odio sembrado en nuestra tierra. No estamos en guerra, Juanes.
Luego, ¿averiguaste quiénes te acompañarán en el escenario? No creo lo hayas hecho, alguien dice por ahí que eres demasiado ingenuo y que tus sentimientos son de puro amor por los cubanos. Es probable que así sea, es lógico que la gente piense de esa manera. Ya cantaste a favor de los mutilados de guerra en tu país, lo hiciste en esos momentos calientes que existieron en la frontera colombo-venezolana, eres un embajador de la paz según los más expertos, estás ahí, donde hace falta, en el momento preciso, donde hay minas y guerra. ¡Pero en Cuba no hay nada de esto! Entonces, bueno, solo así debemos detenernos y poner en duda tus buenas intenciones, tu ingenuidad, inocencia, ¿y por qué no?, todas esas intenciones o malos propósitos en convertirnos en comemierdas.
El costo político de un desafío como el que emprendes es muy alto, ¿cuál es el precio promocional? Porque dejémonos de boberías, los tiempos han cambiado y no podrás ocupar el puesto de Oscar de León, actualmente los cantantes no viven de la venta de sus discos. ¿Cuánto te han pagado por esta opereta? ¿Quién pagó, Chávez, Castro, el narcotráfico? Espero que no te ofendas por estas preguntas, no olvides que te enfrentas a un mundo de libre pensadores que conocemos muy bien los manejos y billetes que corren en este hemisferio. ¿Necesitas recordarlo? Correa, maletín de Argentina, Zelaya, Evo, etc., etc.
Me sumo a esos verticales que no creen ni lo harán en tu ingenuidad, hay muchas razones para hacerlo como cubano con buena memoria. Me asquea saber que vas a compartir escenario con individuos que firmaron una carta para aprobar el fusilamiento de tres negros cubanos. No voy a decir que eran unos infelices, solo diré que fueron unos desgraciados cuyas muertes o asesinatos se realizaron so pretexto de servir como lección. ¿Aún así insistes en realizar esa macabra comedia en nombre de la paz? Pobre de ti, si es que algún día logras tenerla por mucho que te hayan pagado. Aquí te dejo el contenido de aquella bochornosa carta firmada por algunos artistas e intelectuales cubanos apoyando el fusilamiento de aquellos negritos. Como podrás observar, dos de los que compartirán escenario contigo, fueron cómplices de ese crimen. ¿No crees que valga la pena destruir tus discos y quemar una camisa negra en protesta por tu emblemática canción? En Cuba no pueden hacerlo y en Miami lo hacemos quienes no hemos perdido la memoria. No hay peor desgracia para un pueblo que ser olvidadizo, ¿cuánto te pagaron por esta comedia?


Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
2009-08-22

CARTA DE INTELECTUALES CUBANOS FRENTE A LOS ATAQUES A LA REVOLUCION

GRANMA, CUBA

MENSAJE DESDE LA HABANA PARA AMIGOS QUE ESTÁN LEJOS

En los últimos días, hemos visto con sorpresa y dolor que al pie de manifiestos calumniosos contra Cuba se han mezclado consabidas firmas de la maquinaria de propaganda anticubana con los nombres entrañables de algunos amigos. Al propio tiempo, se han difundido declaraciones de otros, no menos entrañables para Cuba y los cubanos, que creemos nacidas de la distancia, la desinformación y los traumas de experiencias socialistas fallidas.

Lamentablemente, y aunque esa no era la intención de estos amigos, son textos que están siendo utilizados en la gran campaña que pretende aislarnos y preparar el terreno para una agresión militar de los Estados Unidos contra Cuba.

Nuestro pequeño país está hoy más amenazado que nunca antes por la superpotencia que pretende imponer una dictadura fascista a escala planetaria. Para defenderse, Cuba se ha visto obligada a tomar medidas enérgicas que naturalmente no deseaba. No se le debe juzgar por esas medidas arrancándolas de su contexto.

Resulta elocuente que la única manifestación en el mundo que apoyó el reciente genocidio haya tenido lugar en Miami, bajo la consigna ³Irak ahora, Cuba después², a lo que se suman amenazas explícitas de miembros de la cúpula fascista gobernante en los Estados Unidos.

Son momentos de nuevas pruebas para la Revolución cubana y para la humanidad toda, y no basta combatir las agresiones cuando son inminentes o están ya en marcha.

Hoy, 19 de abril de 2003, a cuarenta y dos años de la derrota en Playa Girón de la invasión mercenaria, no nos estamos dirigiendo a los que han hecho del tema de Cuba un negocio o una obsesión, sino a amigos que de buena fe puedan estar confundidos y que tantas veces nos han brindado su solidaridad.

Firmado por:

Alicia Alonso
Roberto Fernández Retamar
Miguel Barnet
Julio García Espinosa
Leo Brouwer
Fina García Marruz
Abelardo Estorino
Harold Gramatges
Roberto Fabelo
Alfredo Guevara
Pablo Armando Fernández
Eusebio Leal
Octavio Cortázar
José Loyola
Carlos Martí
Raquel Revuelta
Nancy Morejón
Silvio Rodríguez
Senel Paz
Humberto Solás
Amaury Pérez
Marta Valdés
Graziella Pogolotti
Chucho Valdés
César Portillo de la Luz
Cintio Vitier
Omara Portuondo


ENTREVISTA A LA HERMANA DE UNO DE LOS FUSILADOS

La hermana de Bárbaro Leudán Sevilla, Regla Camila González, testimonia sobre los sucesos que terminaron con el fusilamiento el 11 de abril, con un juicio tramposo, y cuyo proceso duró posteriormente menos de 48 horas.

PARTE 1



PARTE 2




FORO NAVAL CUBANO "Faro de Recalada"

Mi estimado hermano Esteban, permitame agregar una frase parodiando aquello de:

"HACE FALTA UNA CARGA PARA MATAR BRIBONES
PARA ACABAR LA OBRA DE LAS REVOLUCIONES"