ALAN GROSS Y EL ANTISEMITISMO EN MIAMI

Posted May 31st, 2011 by Reinaldo Escobar


Alan Gross y su esposa en Jerusalén (Israel)

La derecha política cubana no esta libre del antisemitismo. A pesar de que la mayoría de los cubanos fuera de Cuba simpatizan con los judíos y con el Estado de Israel, una minoría con mucha voz en el sur de la Florida tiene creencias conspirativas que sitúan al pueblo hebreo en el centro de un complot mundial a favor del comunismo.

La señalada presencia de judíos en los primeros años del comunismo ruso obedecía al fenómeno de la marginación hebrea en las tierras dominadas por la ortodoxia cristiana, y como era lógico estos judíos resentidos contra el absolutismo monárquico se sumaron con fuerza a los rebeldes y hasta formaron un partido político (Los mencheviques), facción política que por cierto no era tan radical y más bien apoyaba un tipo de revolución burguesa de centro. Aún así pudo más la propaganda del Zar y los judíos fueron presentados como los creadores del comunismo.



Miembros del partido ruso Los Mencheviques en Rusia

El judío Alan gross fue hallado culpable según la legislación cubana de actos contra el estado y su soberanía, por intentar crear una red ilegal basada en servicio satelital que daría Internet gratuitamente en ciertas áreas urbanas de la capital. Lo más complicado de su caso es que fue contratado para esa actividad por una empresa intermedia que recibe fondos del USAID, y el gobierno cubano acusa a dicha entidad de financiar la subversión dentro de Cuba, es decir, según los parámetros del anticomunismo clásico, tenemos a un judío, que en vez de apoyar el comunismo, conspira contra ese sistema político en Cuba, y sin embargo la comunidad cubana, famosa por su anticomunismo y teniendo los medios para solidarizarse con el hebreo norteamericano guarda un extraño mutismo.


Gross fue condenado y fuera de algunas declaraciones oficiales del Departamento de Estado hay bastante silencio dentro de la comunidad cubana exiliada. Algunos han insinuado que levantar la voz por Gross le daría importancia a su persona, y tomaría un valor negociable para canjearle por cinco espías cubanos que permanecen en cárceles norteamericanas, y que para evitar eso era necesario silenciar su caso, pero en realidad ha tenido más peso el hecho de que el es judío. La separación entre la religión y la política es un principio republicano, pero el anticomunismo cubano se entremezcla muy a menudo con la religión católica y es precisamente cuando se confunden las raíces de la militancia cuando surge el antisemitismo de derechas. Los cubanos demócratas conocemos el peligro del extremismo, porque precisamente la extrema izquierda hizo añicos a la sociedad civil en Cuba durante mucho tiempo, pero el extremo contrario no es la solución del problema cubano, es más, pudiéramos culpar a esa extrema derecha del golpe de Estado en 1952 protagonizado por Batista que justificó posteriormente el radicalismo dentro de la revolución cubana del 59.


Alan Gross abandonado a su suerte por los espíritus pusilánimes debería volver junto a sus seres queridos, y ahora que tantos cubanos guardan un silencio culpable sin solidaridad con el judío en desgracia, es el momento de los cubanos de buena voluntad para denunciar el antisemitismo solapado entre nosotros.