¿Donde comienza y termina la propaganda?

¿Donde comienza y termina la propaganda?


Posted July 7th, 2011 by Reinaldo Escobar


Entrevista realizada por la TV local de la provincia de Camagüey



La imprenta en el siglo XV fue la mejor herramienta del capitalismo comercial mediterráneo para imponer a todos el humanismo y el gusto por las ferias y mercados. En el siglo XVIII también fue útil para arremeter contra los campesinos ingleses que rechazaban la idea de convertirse en obreros y vivir en los sucios barrios de la gran urbe.

La propaganda y la prensa siempre estuvieron ligadas, y la libertad de pensamiento muy pocas veces encontró un lugar en la "prensa libre" porque a menudo esta estaba ligada a los intereses de los anunciantes que solo buscan el beneficio, es quizás por eso que los partidos políticos comenzaron a tener sus propios medios y a pagar por sus anuncios políticos como un negocio cualquiera, el ciudadano muy pocas veces podía hacer uso de la libertad de expresión, salvo en las calles y plazas, donde si provocaba un desorden público, era reprimido.

El capitalismo y el comunismo son sistemas muy relacionados, y ambos requieren de poblaciones urbanas más o menos numerosas (¿acaso serán las dos caras de una misma moneda?). Sin la prensa, es decir, sin la propaganda no son posibles esos dos sistemas basados ante todo en su servilismo a los banqueros internacionales. Resulta muy difícil imaginar un pueblo libre en verdad, porque la única forma radicalmente hablando, de ser libre un pueblo, es que no necesite para nada del Estado. Las sequías, las hambrunas, el crimen y las guerras empujaron desde los principios del orden social a los más débiles hacia la casa mayor, castillo o gobierno. Es comprensible que si el pueblo empobrecido, enfermo o atemorizado busca protección, entregue a cambio parte de su libertad total. Pero lo injusto es cuando "El poder" conspira para debilitar artificialmente al pueblo, y allí tenemos el clásico ejemplo del pueblo irlandés, al que los ingleses hicieron pasar hambre como truco para someterlo, le facilitaron licores baratos para degenerarlo, y más tarde lo difamaron en numerosos artículos de prensa y hasta los "antropólogos" y caricaturistas retrataron como "pueblo de monos blancos". Los dibujos de simios con sombrero y las historias de la supuesta vagancia del irlandés, eran parte de la enorme propaganda destinada a someterlos, y hoy en día a menudo también se usan trampas sin pudor para esclavizar a sociedades enteras (y ni los norteamericanos se libran de estas).

La revolución cubana nacionalizó los grandes medios en Cuba bajo el argumento político de que solo siendo públicos podían servir a las mayorías, es decir al pueblo trabajador, y no los dueños de los medios de producción, pero en realidad la libertad de expresión nunca llega a ser auténtica para la sociedad civil en ninguna parte, pues cuando los medios no son privados, sirviendo al beneficio de las empresas comerciales, entonces aparecen como "públicos", cuando en realidad o están bajo la tiranía de un partido político, (siempre en el gobierno) o condicionados a la visión liberal e intelectualoide de una élite no vinculada a las masas trabajadoras. Literalmente hablando, la dictadura del proletariado nunca existió, porque los lideres del movimiento obrero siempre fueron hijos "universitarios" de las clases medias, e incluso en los casos de obreros o sindicalistas elegidos para gobernar, vemos como rápidamente cambian de carácter y costumbres los que salen de la fábrica o el taller hacia el gobierno. Tras revisar estas desagradables verdades sociales no se debe caer en la apatía ni el anarquismo infértil, sino más bien en la tranquila conclusión, de que siempre que se acumula poder se genera injusticia, y que la mejor vía para mejorar cualquier sociedad es descentralizando el poder económico y político mediante sabias leyes de autonomía y regionalismo, y esto sin perder el natural nacionalismo que unifica a los miembros de toda nación.