QUE SON LOS CONSTRUCTORES MASONES
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QUE SON LOS CONSTRUCTORES MASONES
Julio,14,2011
Queridos Hermanos e Ilustres Caballeros Constructores Masones y Legionarios de la Corte de Honor de la República de Cuba.
Es necesario realizar un trabajo de recopilación bibliográfica que agrupe los objetivos fundamentales de la Orden de los Constructores Masones, la cual está llamada a ejercer influencia saludable en la vida de relación de los pueblos del continente americano, en tanto sus propósitos, contenidos en los Estatuto que reglamenta sus actividades, así lo proclaman: “Disipar la ignorancia, combatir el vicio, inspirar amor a la humanidad, procurar la unión de la Repúblicas Americanas y la mayor amistad entre los pueblos del Continente, así como premiar las labores realizadas a favor de la sociedad.
Llevar a cabo la recuperación de nuestra Orden en Cuba y su despertar en el Continente Americano; lograr el intercambio de relaciones fraternales, sociales y culturales, la paz y el entendimiento mutuo entre todos los miembros y sus respectivos países, actuar a favor de la libertad, igualdad y fraternidad entre todos los seres humanos, adoptando como leyes fundamentales, los antiguos límites de la masonería universal.
Recordaremos pues que a todas las instituciones como las ideas, tienen sus etapas de auge y descenso y la nuestra supo resurgir como el ave Fénix, y así como cumplió con su misión en Europa y América, debe cumplir con sus postulados americanistas en momentos tan difíciles. Afianzar el fortalecimiento de la Orden en Cuba, nos ha de llevar a la actualización del porvenir y a realizar con nuestros propios esfuerzos labores que debemos ejecutar para conseguir una solidaridad, efectiva será la Estrella Polar que nos guíe en nuestra marcha hacia ese ideal de sana interdependencia humana.
BREVE HISTORIA
ESTA ORDEN fue fundada en 1777 por el I. Hno. Pierre Francois Charles Augereau, Duque de Castiglione, conjuntamente con los hermanos Armando Charles Augustin, Duque de Castries, y Charles Axel guillaumont, en la ciudad de París.
El primero era miembro de la Logia “Les Enfants de Mars”, Jefe del 27 Regimiento de infantería ligera y Gran Oficial de Honor del Gran Oriente de Francia.
El Duque de Castries fue un masón distinguido en la Logia “Les Bon Ami” de París. En el mundo profano era teniente General del Ejército, Diputado de la nobleza a los Estados Generales y Par de Francia. Tuvo el honor de luchar en Norte América por la Independencia de la gran democracia.
Charles Axel Guillaumont, de la Academia Real de Arquitectura y Director de la manufactura de Gobelinos. Como los dos anteriores, poseía una destacada situación entre sus hermanos masones.
Los tres fundadores de la Orden celebraron su primera reunión en la Logia “Les Bon Ami” a la que pertenecían dos de ellos el 17 de Diciembre del mencionado año de 1777. En esa sesión se trazó el estatuto que había de reglar la nueva institución y se designó Soberano Gran Comendador al Hno. Charles Augereau. Este ilustre masón gobernó a la nueva Orden de Constructores Masones sin interrupción hasta 1816.
Si debe decirse que pronto la Institución alcanzó grande expansión entre el elemento afiliado a la Francmasonería, no debe olvidarse el señalar que años después, durante el período de revolución sufrió serios quebrantos.
Pero el jefe fundador, una vez instalado el imperio, reunió a los elementos dispersos y con ellos y un gran entusiasmo animador, logró restablecer parte del antiguo prestigio.
Le prestaba fuerza y vigor su espíritu generoso, orientado a favorecer cuanto pudiera dar gloria y eficacia a la Augusta Orden Francmasónica, ya que sus miembros deben necesariamente ser hermanos masones en actividad, quedando excluido todo pro-fano cualquiera que sea su mérito o posición.
En 1817, fue elegido Gran Comendador el Hno. Juan Bautista Vermay de Beame, laureado pintor francés, quien ese mismo año debió trasladarse a la Habana, en cuya ciudad se radicó. La jefatura de la Orden, en consecuencia, quedó establecida en América, de donde no salió ya. Beaume dirigió la Institución hasta 1837.
Por la circunstancia de la residencia de los Soberanos Comendadores de este continente, a partir de 1820 la Orden declinó en Europa al par que se robustecía en Antillas, México y América Central.
La lejanía de la jefatura y diversas otras circunstancia hicieron que se extinguiera en Europa y que fuera encaminándose a lo que es actualmente, una Institución Americanista constituida por masones.
Al Hno. Beaume sucedió en 1838 Francisco O’Donnelll y Bastion, y con él la sede se trasladó a la ciudad de México, su residencia permanente. Ejerció sus altas funciones hasta 1858, y en 1859 fue designado Gran Comendador Juan Francisco de la Serna y con él la sede pasó a la ciudad de Guatemala en donde estaba radicado.
Su jefatura no fue larga porque múltiples actividades no le permitían atenderla.
Al año siguiente asumió la dirección otro ilustre masón guatemalteco, el ilustre y Poderoso Hno. Manuel Bonilla 33, quien se mantuvo en sus funciones hasta 1886.
Escogido en 1887 para suceder al anterior el H. y Pod. Hno.: Francisco Eleazar Asturias 33, le cupo gobernar a la Orden de los Constructores Masones por espacio de 36 años ininterrumpidos. El Hno. Asturias, por otra parte fue en varios períodos Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Grado No. 33 para Centro América.
En 1924, extinguido el Hno. Asturias, la elección favoreció con el cargo de Gran Comendador, al Hno.: no menos ilustre que el anterior Juan Clausel, residente en Caracas, República de Venezuela, quien fue jefe de la Orden hasta 1939.
Al año siguiente la sede de esta Institución volvió a la Habana, pues fue elegido para el Superior Gobierno el I.: y P.: Hno.: Ramón González de la Gándara 33, quien como bien se sabe pertenece como miembro activo del Supremo Consejo Grado 33 para la República de Cuba, del cual ha sido su más destacado Tesorero.
En cuanto a los Grandes Secretarios Cancilleres, hemos de anotar algunos nom-bres con indicación de los años de su elección y la ciudad de su residencia: 1777 Arnaud Charles Augustín, París – 1817 Juan José Izuaga, México D. F. – 1859 José González Pérez, Tegucigalpa – 1887 Carlos A. Mendoza, Panamá – 1989 Aurelio Miranda Alvarez 33, Habana – 1916 Francisco María Fernández, Habana – 1939 J. Antonio Peraza, San Pedro Sula, República de Honduras.
Muchos han sido los masones eminentes que en las tres Américas han pertenecido a la Orden de los Constructores Masones realizando con tal título un obra noble que, sin cruzarse con la acción francmasónica, la apoya impulsando las más estrechas relaciones fraternales, o sea, creando lazos de noble amistad entre hermanos pertenecientes a las 21 Repúblicas del nuevo mundo.
De la selecta lista de sus Caballeros hemos de dar en esta ocasión algunos nombres: De Cuba, Andrés Cassard, Enrique A. Lecerff y Wilson, Aurelio Ameida, Francisco de Paula Rodríguez, Antonio de la Piedra, Gerardo Betancourt, Francisco María Fernández, etc.; de México, Ramón Corona, Porfirio Díaz, Calixto Maldonado, Ignacio Manuel Altamirano, etc.; de Chile, J. Miguel Faez; del Perú, Eugenio Lavergne, Ramón de la Cruz Sol; del Uruguay, Carlos de Castro, Juan Augusto Turenne; de Guatemala, Lorenzo Montufar, Francisco Peralta, Joaquín Fernández; de Honduras, Miguel Paz Barahona; de Costa Rica, Jorge Valiente y Díaz, Francisco Calvo; de Salvador, Julián Abreu Solís; de Bolivia, Francisco Díaz Rey, Ignacio Ramírez Sanjuán; de Nicaragua, Francisco Pérez Díaz, José Díaz Alvarez; del Brasil, Ernesto Da Cunha; del Ecuador, Florentino Berrualu Díaz; de Panamá, Carlos A. Mendoza; de Argentina, Higinio Miranda Salazar, etc.
Aunque tenemos entendido que en sus primeros tiempos la Orden de los Constructores Masones tuvo por objeto realizar activa colaboración con la Francmasonería en el campo propio de ésta, tal orientación fue tiempo después abandonada cuando su sede se ubicó en América y especialmente, a mediados del siglo pasado. Acentuando su carácter americanista, fue poco a poco convirtiéndose en una organización exclusiva de nuestro continente. A ello la llevaron sus jefes hispanoamericanos que con clara mente comprendieron la gran necesidad que existía de una organización honorífica, que propendiera con fe y celo al estrechamiento de las relaciones amistosas y fraternales de las repúblicas del nuevo mundo que tanto necesitaban de comprenderse, amarse y unirse.
Ya lo había dicho Bolívar: “Uníos, uníos, que de otro modo pereceréis.”
Así es que antes aún de la mitad de la centuria anterior ya se perfilaba claramente la fisonomía que en el siglo actual había de tener esta Orden en modo definitivo y fuertemente fijado.
Dicho lo anterior, cabe afirma que la Orden de los Constructores Masones no es, propiamente hablando, una organización francmasónica. No es un derivado de sus columnas, prolongación de Talleres, de Cuerpos Simbólicos, Capítulos filosóficos o súperestructura del simbolismo. No es su misión, de un siglo a la fecha, actuar como un apéndice de la masonería regular del mundo invadiendo el campo que a ésta le es propio y exclusivo.
Su objetivo es bien diverso aunque se ampara bajo uno de sus propósitos que mueven a la Francmasonería: la fraternidad entre los hombres.
La Orden de los Constructores Masones es, primeramente, una institución exclusivamente americana. Comprende sólo a las 21 naciones de este continente. Su misión es crear relaciones y afectos entre nuestros países por todos los medios que se puede disponer. Ampliando este concepto, puede decirse que a sus miembros les es imperiosamente exigido el crear estrechas relaciones de amistad con los masones, en especial con los masones de países distintos al suyo, luchar por la paz y la comprensión entre los hermanos. Así estás amistades íntimas, fuertes y continuadas harán que los de aquí y los de allá nos conozcamos mejor y por ello nos amemos individualmente, y como consecuencia, enlacemos afectuosamente a nuestras respectivas patrias.
Más, debe agregarse que no deja de carecer de carácter masónico, puesto que en ella únicamente, son admitidos francmasones de grado 3, o superior.
Oficialmente su programa dice lo siguiente:
“La Oren de los Constructores Masones está consagrada a fomentar las relaciones fraternales, sociales, culturales y a promover el intercambio amistoso, la paz, y el entendimiento mutuo entre los Caballeros y sus respectivas Repúblicas, y a actuar en pro de la libertad, de la Igualdad y de la Fraternidad. El panamericanismo, en cuya base se encuentra la franca amistad, la cooperación solidaria, tiene un programa concreto y preciso. Esta orden lo preconiza y defiende en acción netamente concretada en postulados inequívocos, cristalizados a través de los años en principios que culminaron en las declaraciones de Buenos Aires de 1936 y de Lima de 1938, ratificadas en Panamá en 1939, que se llamó la Carta Magna de las libertades y garantías americanas.”
Es, pues, repetimos una Institución americanista compuesta exclusivamente por francmasones. No penetra por modo alguno, en el campo simbólico o filosófico, que es de la sola potestad de la Masonería Regular. A la inversa de ésta, no es una organización universal, pues que está circunscripta a las 21 Repúblicas de este hemisferio con exclusión de los demás países.
Para realizar el programa que la regula, cada uno de los Caballeros que integran esta Orden, debe según sus estatutos mantener obligatoriamente correspondencia con algunos Caballeros de distintos países, proponiendo así a ese mejor conocimiento entre los hombres de la Francmasonería, que es el primer lazo de la unión y fraternidad de sus países respectivos.
La calidad del hermano que distingue a un masón, es la mejor garantía para esas relaciones de amistad que deben crearse, tengan un carácter más hondo y más íntimo. Porque dos masones en mutua correspondencia ya tienen por el hecho de ser tales, una gran parte del camino recorrido.
G O B I E R NO
La Orden de los Constructores Masones estará gobernada por los Grandes Dignatarios, los Grandes Inspectores Generales, los Grandes Representantes Generales y por los Cuerpos Directivos Regionales.
Los Grandes Dignatarios encargados de dirigir las actividades de la Orden son los siguientes:
a) Soberano Gran Comendador.
b) Gran Teniente Comendador.
c) Gran Secretario General.
d) Gran Canciller General.
e) Gran Tesorero General.
Los Grandes Inspectores Generales están encargados de supervisar, dirigir y encausar las actividades de la Orden en un país ó región.
Los Grandes Representantes Generales representan a la Orden en cada una de las Repúblicas del Continente Americano y constituyen los lazos de unión, no solamente entre los miembros residente de un país, sino entre éstos y el Soberano Gran Comendador.
Los Cuerpos Directivos Regionales están encargados de dirigir y encausar las actividades en una entidad ó región en que existan 25 ó más miembros.
v Gran Representante General
v Gran Secretario de Actas y Correspondencias
v Gran Tesorero
v Gran Vocal
v Gran Inspector General de la Orden.
v Gran Capitán de Guardia
v Gran Abanderado(Bandera Nacional)
v Gran Abanderado(Bandera de la Orden)
v Gran Escolta(Bandera Nacional)
v Gran Escolta (Bandera de la Orden)
v Gran Orador
v Gran Secretario Letrado
v Gran Vicesecretario Letrado
v Delegado General
v Secretario de actas y Correspondencias
v Tesorero
v Vocal
v Capitán de Guardia
v Secretario Letrado
v Orador
v Abanderado(Bandera Nacional)
v Abanderado(Bandera de la Orden)
v Escolta( Bandera Nacional)
v Escolta(Bandera de la Orden)
Gabriel Jesús Padrón Ramos 32º
Ex Maestro Logia “Benjamín Franklín”
Gran Representante General de la Orden de los Constructores Masones
E-mail: digapara62@yahoo.com
Digapara62@live.com
Gabriel@egrafip.cu
Móvil: 052 965225
http://www.desdecuba.com/mason/
Salud, Unión y Estabilidad
Queridos Hermanos e Ilustres Caballeros Constructores Masones y Legionarios de la Corte de Honor de la República de Cuba.
Es necesario realizar un trabajo de recopilación bibliográfica que agrupe los objetivos fundamentales de la Orden de los Constructores Masones, la cual está llamada a ejercer influencia saludable en la vida de relación de los pueblos del continente americano, en tanto sus propósitos, contenidos en los Estatuto que reglamenta sus actividades, así lo proclaman: “Disipar la ignorancia, combatir el vicio, inspirar amor a la humanidad, procurar la unión de la Repúblicas Americanas y la mayor amistad entre los pueblos del Continente, así como premiar las labores realizadas a favor de la sociedad.
Llevar a cabo la recuperación de nuestra Orden en Cuba y su despertar en el Continente Americano; lograr el intercambio de relaciones fraternales, sociales y culturales, la paz y el entendimiento mutuo entre todos los miembros y sus respectivos países, actuar a favor de la libertad, igualdad y fraternidad entre todos los seres humanos, adoptando como leyes fundamentales, los antiguos límites de la masonería universal.
Recordaremos pues que a todas las instituciones como las ideas, tienen sus etapas de auge y descenso y la nuestra supo resurgir como el ave Fénix, y así como cumplió con su misión en Europa y América, debe cumplir con sus postulados americanistas en momentos tan difíciles. Afianzar el fortalecimiento de la Orden en Cuba, nos ha de llevar a la actualización del porvenir y a realizar con nuestros propios esfuerzos labores que debemos ejecutar para conseguir una solidaridad, efectiva será la Estrella Polar que nos guíe en nuestra marcha hacia ese ideal de sana interdependencia humana.
BREVE HISTORIA
ESTA ORDEN fue fundada en 1777 por el I. Hno. Pierre Francois Charles Augereau, Duque de Castiglione, conjuntamente con los hermanos Armando Charles Augustin, Duque de Castries, y Charles Axel guillaumont, en la ciudad de París.
El primero era miembro de la Logia “Les Enfants de Mars”, Jefe del 27 Regimiento de infantería ligera y Gran Oficial de Honor del Gran Oriente de Francia.
El Duque de Castries fue un masón distinguido en la Logia “Les Bon Ami” de París. En el mundo profano era teniente General del Ejército, Diputado de la nobleza a los Estados Generales y Par de Francia. Tuvo el honor de luchar en Norte América por la Independencia de la gran democracia.
Charles Axel Guillaumont, de la Academia Real de Arquitectura y Director de la manufactura de Gobelinos. Como los dos anteriores, poseía una destacada situación entre sus hermanos masones.
Los tres fundadores de la Orden celebraron su primera reunión en la Logia “Les Bon Ami” a la que pertenecían dos de ellos el 17 de Diciembre del mencionado año de 1777. En esa sesión se trazó el estatuto que había de reglar la nueva institución y se designó Soberano Gran Comendador al Hno. Charles Augereau. Este ilustre masón gobernó a la nueva Orden de Constructores Masones sin interrupción hasta 1816.
Si debe decirse que pronto la Institución alcanzó grande expansión entre el elemento afiliado a la Francmasonería, no debe olvidarse el señalar que años después, durante el período de revolución sufrió serios quebrantos.
Pero el jefe fundador, una vez instalado el imperio, reunió a los elementos dispersos y con ellos y un gran entusiasmo animador, logró restablecer parte del antiguo prestigio.
Le prestaba fuerza y vigor su espíritu generoso, orientado a favorecer cuanto pudiera dar gloria y eficacia a la Augusta Orden Francmasónica, ya que sus miembros deben necesariamente ser hermanos masones en actividad, quedando excluido todo pro-fano cualquiera que sea su mérito o posición.
En 1817, fue elegido Gran Comendador el Hno. Juan Bautista Vermay de Beame, laureado pintor francés, quien ese mismo año debió trasladarse a la Habana, en cuya ciudad se radicó. La jefatura de la Orden, en consecuencia, quedó establecida en América, de donde no salió ya. Beaume dirigió la Institución hasta 1837.
Por la circunstancia de la residencia de los Soberanos Comendadores de este continente, a partir de 1820 la Orden declinó en Europa al par que se robustecía en Antillas, México y América Central.
La lejanía de la jefatura y diversas otras circunstancia hicieron que se extinguiera en Europa y que fuera encaminándose a lo que es actualmente, una Institución Americanista constituida por masones.
SERIE DE SUS JEFES
Al Hno. Beaume sucedió en 1838 Francisco O’Donnelll y Bastion, y con él la sede se trasladó a la ciudad de México, su residencia permanente. Ejerció sus altas funciones hasta 1858, y en 1859 fue designado Gran Comendador Juan Francisco de la Serna y con él la sede pasó a la ciudad de Guatemala en donde estaba radicado.
Su jefatura no fue larga porque múltiples actividades no le permitían atenderla.
Al año siguiente asumió la dirección otro ilustre masón guatemalteco, el ilustre y Poderoso Hno. Manuel Bonilla 33, quien se mantuvo en sus funciones hasta 1886.
Escogido en 1887 para suceder al anterior el H. y Pod. Hno.: Francisco Eleazar Asturias 33, le cupo gobernar a la Orden de los Constructores Masones por espacio de 36 años ininterrumpidos. El Hno. Asturias, por otra parte fue en varios períodos Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Grado No. 33 para Centro América.
En 1924, extinguido el Hno. Asturias, la elección favoreció con el cargo de Gran Comendador, al Hno.: no menos ilustre que el anterior Juan Clausel, residente en Caracas, República de Venezuela, quien fue jefe de la Orden hasta 1939.
Al año siguiente la sede de esta Institución volvió a la Habana, pues fue elegido para el Superior Gobierno el I.: y P.: Hno.: Ramón González de la Gándara 33, quien como bien se sabe pertenece como miembro activo del Supremo Consejo Grado 33 para la República de Cuba, del cual ha sido su más destacado Tesorero.
En cuanto a los Grandes Secretarios Cancilleres, hemos de anotar algunos nom-bres con indicación de los años de su elección y la ciudad de su residencia: 1777 Arnaud Charles Augustín, París – 1817 Juan José Izuaga, México D. F. – 1859 José González Pérez, Tegucigalpa – 1887 Carlos A. Mendoza, Panamá – 1989 Aurelio Miranda Alvarez 33, Habana – 1916 Francisco María Fernández, Habana – 1939 J. Antonio Peraza, San Pedro Sula, República de Honduras.
ALGUNOS MIEMBROS DE LA ORDEN
Muchos han sido los masones eminentes que en las tres Américas han pertenecido a la Orden de los Constructores Masones realizando con tal título un obra noble que, sin cruzarse con la acción francmasónica, la apoya impulsando las más estrechas relaciones fraternales, o sea, creando lazos de noble amistad entre hermanos pertenecientes a las 21 Repúblicas del nuevo mundo.
De la selecta lista de sus Caballeros hemos de dar en esta ocasión algunos nombres: De Cuba, Andrés Cassard, Enrique A. Lecerff y Wilson, Aurelio Ameida, Francisco de Paula Rodríguez, Antonio de la Piedra, Gerardo Betancourt, Francisco María Fernández, etc.; de México, Ramón Corona, Porfirio Díaz, Calixto Maldonado, Ignacio Manuel Altamirano, etc.; de Chile, J. Miguel Faez; del Perú, Eugenio Lavergne, Ramón de la Cruz Sol; del Uruguay, Carlos de Castro, Juan Augusto Turenne; de Guatemala, Lorenzo Montufar, Francisco Peralta, Joaquín Fernández; de Honduras, Miguel Paz Barahona; de Costa Rica, Jorge Valiente y Díaz, Francisco Calvo; de Salvador, Julián Abreu Solís; de Bolivia, Francisco Díaz Rey, Ignacio Ramírez Sanjuán; de Nicaragua, Francisco Pérez Díaz, José Díaz Alvarez; del Brasil, Ernesto Da Cunha; del Ecuador, Florentino Berrualu Díaz; de Panamá, Carlos A. Mendoza; de Argentina, Higinio Miranda Salazar, etc.
OBJETIVOS Y PROPOSITOS
Aunque tenemos entendido que en sus primeros tiempos la Orden de los Constructores Masones tuvo por objeto realizar activa colaboración con la Francmasonería en el campo propio de ésta, tal orientación fue tiempo después abandonada cuando su sede se ubicó en América y especialmente, a mediados del siglo pasado. Acentuando su carácter americanista, fue poco a poco convirtiéndose en una organización exclusiva de nuestro continente. A ello la llevaron sus jefes hispanoamericanos que con clara mente comprendieron la gran necesidad que existía de una organización honorífica, que propendiera con fe y celo al estrechamiento de las relaciones amistosas y fraternales de las repúblicas del nuevo mundo que tanto necesitaban de comprenderse, amarse y unirse.
Ya lo había dicho Bolívar: “Uníos, uníos, que de otro modo pereceréis.”
Así es que antes aún de la mitad de la centuria anterior ya se perfilaba claramente la fisonomía que en el siglo actual había de tener esta Orden en modo definitivo y fuertemente fijado.
Dicho lo anterior, cabe afirma que la Orden de los Constructores Masones no es, propiamente hablando, una organización francmasónica. No es un derivado de sus columnas, prolongación de Talleres, de Cuerpos Simbólicos, Capítulos filosóficos o súperestructura del simbolismo. No es su misión, de un siglo a la fecha, actuar como un apéndice de la masonería regular del mundo invadiendo el campo que a ésta le es propio y exclusivo.
Su objetivo es bien diverso aunque se ampara bajo uno de sus propósitos que mueven a la Francmasonería: la fraternidad entre los hombres.
La Orden de los Constructores Masones es, primeramente, una institución exclusivamente americana. Comprende sólo a las 21 naciones de este continente. Su misión es crear relaciones y afectos entre nuestros países por todos los medios que se puede disponer. Ampliando este concepto, puede decirse que a sus miembros les es imperiosamente exigido el crear estrechas relaciones de amistad con los masones, en especial con los masones de países distintos al suyo, luchar por la paz y la comprensión entre los hermanos. Así estás amistades íntimas, fuertes y continuadas harán que los de aquí y los de allá nos conozcamos mejor y por ello nos amemos individualmente, y como consecuencia, enlacemos afectuosamente a nuestras respectivas patrias.
Más, debe agregarse que no deja de carecer de carácter masónico, puesto que en ella únicamente, son admitidos francmasones de grado 3, o superior.
Oficialmente su programa dice lo siguiente:
“La Oren de los Constructores Masones está consagrada a fomentar las relaciones fraternales, sociales, culturales y a promover el intercambio amistoso, la paz, y el entendimiento mutuo entre los Caballeros y sus respectivas Repúblicas, y a actuar en pro de la libertad, de la Igualdad y de la Fraternidad. El panamericanismo, en cuya base se encuentra la franca amistad, la cooperación solidaria, tiene un programa concreto y preciso. Esta orden lo preconiza y defiende en acción netamente concretada en postulados inequívocos, cristalizados a través de los años en principios que culminaron en las declaraciones de Buenos Aires de 1936 y de Lima de 1938, ratificadas en Panamá en 1939, que se llamó la Carta Magna de las libertades y garantías americanas.”
Es, pues, repetimos una Institución americanista compuesta exclusivamente por francmasones. No penetra por modo alguno, en el campo simbólico o filosófico, que es de la sola potestad de la Masonería Regular. A la inversa de ésta, no es una organización universal, pues que está circunscripta a las 21 Repúblicas de este hemisferio con exclusión de los demás países.
Para realizar el programa que la regula, cada uno de los Caballeros que integran esta Orden, debe según sus estatutos mantener obligatoriamente correspondencia con algunos Caballeros de distintos países, proponiendo así a ese mejor conocimiento entre los hombres de la Francmasonería, que es el primer lazo de la unión y fraternidad de sus países respectivos.
La calidad del hermano que distingue a un masón, es la mejor garantía para esas relaciones de amistad que deben crearse, tengan un carácter más hondo y más íntimo. Porque dos masones en mutua correspondencia ya tienen por el hecho de ser tales, una gran parte del camino recorrido.
G O B I E R NO
La Orden de los Constructores Masones estará gobernada por los Grandes Dignatarios, los Grandes Inspectores Generales, los Grandes Representantes Generales y por los Cuerpos Directivos Regionales.
Los Grandes Dignatarios encargados de dirigir las actividades de la Orden son los siguientes:
a) Soberano Gran Comendador.
b) Gran Teniente Comendador.
c) Gran Secretario General.
d) Gran Canciller General.
e) Gran Tesorero General.
Los Grandes Inspectores Generales están encargados de supervisar, dirigir y encausar las actividades de la Orden en un país ó región.
Los Grandes Representantes Generales representan a la Orden en cada una de las Repúblicas del Continente Americano y constituyen los lazos de unión, no solamente entre los miembros residente de un país, sino entre éstos y el Soberano Gran Comendador.
Los Cuerpos Directivos Regionales están encargados de dirigir y encausar las actividades en una entidad ó región en que existan 25 ó más miembros.
FUNCIONARIOS EJECUTIVOS EN LA REPUBLICA
Los Cuerpos Directivos
Los Cuerpos Directivos
v Gran Representante General
v Gran Secretario de Actas y Correspondencias
v Gran Tesorero
v Gran Vocal
v Gran Inspector General de la Orden.
FUNCIONARIOS AUXILIARES
v Gran Capitán de Guardia
v Gran Abanderado(Bandera Nacional)
v Gran Abanderado(Bandera de la Orden)
v Gran Escolta(Bandera Nacional)
v Gran Escolta (Bandera de la Orden)
v Gran Orador
v Gran Secretario Letrado
v Gran Vicesecretario Letrado
Las Delegaciones Regionales
v Delegado General
v Secretario de actas y Correspondencias
v Tesorero
v Vocal
Los Cargos a elegir en la Región
v Capitán de Guardia
v Secretario Letrado
v Orador
v Abanderado(Bandera Nacional)
v Abanderado(Bandera de la Orden)
v Escolta( Bandera Nacional)
v Escolta(Bandera de la Orden)
Gabriel Jesús Padrón Ramos 32º
Ex Maestro Logia “Benjamín Franklín”
Gran Representante General de la Orden de los Constructores Masones
E-mail: digapara62@yahoo.com
Digapara62@live.com
Gabriel@egrafip.cu
Móvil: 052 965225
http://www.desdecuba.com/mason/
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