Los cubanos siguen sin creer en los disidentes

Posted December 9th, 2011 by Reinaldo Escobar


Manifestación pública en Camagüey de apoyo al gobierno, y de rechazo a los disidentes

De celebrarse hoy unas elecciones donde se disputen el voto varios partidos políticos, posiblemente el gobierno socialista cubano las gane, a pesar de la evidente disminución de su popularidad entre los habitantes de la isla, y el secreto esta en como el gobierno se define como representante de la soberanía popular y saca a la luz las cálidas relaciones de la disidencia con los diplomáticos norteamericanos en Cuba.


La disidencia cubana trabaja por dinero o visas de refugiados en gran medida, y eso lo sabemos los cubanos que nos opusimos al comunismo antes del periodo especial, pues de ser una disidencia puramente política hubiera dado muestras de existir cuando el estado cubano contaba con enormes recursos y casi todos en Cuba estaban satisfechos con el contrato social. Si le seguimos la pista a los disidentes actuales, casi todos estaban cursando estudios en las universidades de la revolución en los 80, y tenían todas sus ilusiones puestas en un futuro comunista, de manera que el cambio de bando mas allá del oportunismo criollo de siempre, no genera simpatías entre sus vecinos y amigos que conocen muy bien el alma verdadera de su activísimo.

Hace poco un contratista de radio Marti públicamente acusaba a esa emisora de no ser lo suficientemente enérgica en atacar al régimen cubano. Ese contratado había estudiado periodismo en Cuba, había publicado libros en las editoriales oficiales y había sido parte de la élite cultural amiga del régimen y en algún momento descubrió que era mejor traicionar y pasarse al negocio de la disidencia donde finalmente descubrió que era mas lucrativo ser extremista y demostrar todo el anticomunismo posible para recibir cuc en una Cuba empobrecida. Como era lógico fue a prisión y finalmente vino al exilio a decir cosas en las que nunca creyó, porque sencillamente garantizaban beneficios económicos.

Todos los días, blogueros cubanos partidarios del régimen obtienen fotografías y vídeos de los principales disidentes cubanos visitando las residencias y oficinas de los diplomáticos norteamericanos que trabajan en Cuba (SINA). La prensa cubana muestra estas imágenes al pueblo y el resto es devastador para la opinión publica, que no cree respetable a nadie que trabaje para intereses extranjeros. No importa si en esas visitas se reciben instrucciones, dinero o simplemente se comparten impresiones, lo grave es la impresión en la imaginación popular, el prejuicio, y las fantasías que se desarrollan alrededor de estos contactos. La revolución cubana que originalmente se apoyo en los valores nacionalistas del 26 de julio sigue siendo fuerte esgrimiendo la soberanía porque la disidencia le regala en bandeja de plata los elementos descalificadores que la propaganda oficial nunca desaprovecha.