LA FLOTILLA DEL ALARDE

Posted December 11th, 2011 by Reinaldo Escobar




Teorías sentimentales no deben ser la base de la acción política. Los cubanos que deseamos un cambio en Cuba seguimos de cerca cualquier iniciativa que despierte el ideal emancipatorio, pero a menudo confundimos la pasión con la política y perdemos de vista la realidad objetiva.

Por estos días la noticia en Miami es una flotilla que llevo fuegos y flores muy cerca del litoral cubano. Mientras el régimen de la isla lo clasificaba de; provocación peligrosa, los involucrados en el evento se dedicaban a preparar un espectáculo mediatico sin invitar a la mayoría de las organizaciones del exilio. Los espacios fueron reservados para periodistas y animadores de programas populares que mas tarde definirían la actividad como representativa de todo el exilio.

Los resultados de este evento dentro de Cuba fueron devastadores para la oposición al régimen comunista. Inmediatamente fueron transmitidos por radio y televisión nacional programas relacionando a la disidencia con la voluntad estadounidense, y horas mas tarde comenzaron los arrestos en toda la isla de opositores que preparaban disturbios públicos coordinados con la flotilla. Muchas cuentas de Internet fueron cerradas en todo el país y la multinacional Movistar (Argentina) suspendió inmediatamente sus servicios gratuitos de chat dentro de Cuba que permitían a los disidentes cubanos la comunicación instantánea con sus compatriotas en el exilio. Estos frutos indeseados para la causa democrática cubana son el resultado directo de una acción irresponsable que ha anulado el esfuerzo de mucho tiempo empleado para tender puentes de comunicación verdaderamente constructivos.

Esperar que toda la población se lance a las calles en rebeldía, siguiendo unas luces en el horizonte puede entusiasmar a quienes desconocen la agenda inmovilista de los enemigos del cambio, que siempre buscan excusas para frenarlo. Si en medio de la Perestroika soviética cerca de las fronteras se hubiesen desarrollado eventos provocadores o propagandisticos que insinuaran que los exiliados rusos estaban detrás del auténtico cambio de sistema dentro del comunismo, con seguridad que se hubiera retrasado dicho cambio dándole excusas al antiguo régimen para reprimir a sus disidentes.

Hace un tiempo en la ciudad de Miami se produjo algo inesperado. Miles de cubanos, vestidos de un solo color marcharon sin otro protagonismo que el de las masas unidas por una noble causa. Ni partidos ni grupos específicos fueron glorificados en medio de un gesto colectivo tan unificador. El mensaje era de solidaridad por los disidentes dentro de Cuba y fue todo un éxito. Esta flotilla aventurera que dejo atrás a esas masas buscó en solitario un protagonismo sin otro fruto que la división.