Cuba (la fruta madura)

Posted January 25th, 2012 by Reinaldo Escobar


El pueblo norteamericano no esta dentro del congreso, allí solo están sus representantes. Más de la mitad de esos congresistas son millonarios, y es muy difícil que comprendan a los de abajo. Siempre fue así, porque una república tan llena de principios hermosos no estuvo libre de la acción del dinero. El dinero separa a los hombres, y las clases sociales al ciudadano. Dentro de la clase de los súper-ricos se desarrollo desde hace mucho una idea conspirativa de apropiarse de la isla de Cuba a espaldas del pueblo norteamericano, y nada hizo más daño a las relaciones entre estos dos pueblos que la idea fija de esos grupos de poder durante toda nuestra historia.


Hoy Cuba es un país que necesita cambios serios en su sistema económico-político, pero sin perder su razón de existir, su razón nacional. El igualitarismo marxista, el estado como único empleador y la burocracia centralista han deteriorado mucho la capacidad del país de mantenerse libre de la injerencia política y económica de los extraños a la nación, de manera que lo útil e ideal fuera que los cubanos exiliados asistieran con todo tipo de recursos a una Cuba en cambios, pero esto no es posible por nuestras profundas divisiones. Estamos fragmentados como nación y esto nos debilita en extremo. Entre los cubanos existe una obstinada ceguera que niega la existencia del contrario. Los que apoyan el modelo socialista dicen que representan al pueblo, y los que se oponen a ese modelo también. Los dos bandos se empeñan en dos modelos diferentes de democracia; la directa y la representativa. En dos modelos de república; la basada en las masas populares, y la basada en el estado de derecho. No nos ponemos de acuerdo, y mientras tanto el FMI revolotea sobre la deuda exterior cubana para heredarla, y el usaid financia disidentes ruidosos que puedan ayudar para justificar todo tipo de injerencia, incluida la militar.

Solo la reconciliación nacional puede garantizar la soberanía, pero esa reconciliación depende en su mayor medida de la voluntad del gobierno cubano, porque tienen el poder que los disidentes y exiliados no tienen. Poder para legalizar a la oposición sobre bases lógicas, para regular mediante leyes la financiación de grupos o partidos politicos dejando fuera de la ley a los que reciben asistencia financiera de otras naciones o entidades extranjeras (como hacen todos los paises). Nadie fuera de los cubanos le interesa mejorar a Cuba, por tanto esta justificado cada dia más el lema de Cuba para los cubanos.