Martí siempre presente *** Por Julio César Gálvez
Página 1 de 1.
Martí siempre presente *** Por Julio César Gálvez
enero 28, 2012
etiquetas: Cuba, José Martí, Julio César Gálvez
Martí siempre presente.
Por: Julio César Gálvez.
Sección: Una isla perdida en el mar.
“ Para los fieles vengan tarde o temprano,
guarda Cuba todo su amor. Para los
incapaces amarla y servirla, basta con el
olvido ”
Cuando se cumplen 159 años del nacimiento de José Martí, el más universal de todos los cubanos, su figura se agiganta en mi memoria muy contrariamente al impuesto a la fuerza y la mentira por el régimen totalitario que desgobierna a la Mayor de las Antillas hace más de 50 años.
Muchas opiniones encontradas y contradictorias de estudiosos, críticos, escritores y demás existen sobre este cubano sencillo que persiguió con tesón inclaudicable hacer realidad el gran sueño de toda su vida: la independencia de Cuba.
Siendo un adolescente Martí definía su posición política en su bello poema Abdala: “ El amor, madre a la Patria,/no es el amor ridículo a la Tierra,/ ni a la yerba que pisan nuestras plantas,/es el odio invencible a quien la oprime,/ es el rencor eterno a quien la ataca ”
Con una filosofía del amor y la armonía sostenida en una ética de servicios de indudable base cristiana recibida desde la cuna, José Martí es sin duda alguna, figura mayor de la historia, las letras y la cultura cubana e hispanoamericana de todos los tiempos, a la vez que un gran revolucionario.
Contemplar las fotos de Martí, desde las de aquel joven de 16 años de edad, que casi muere en el Presidio Político, con la mirada firme y acerada, serena, sin complacencia alguna, segura de sus convicciones, se aproximan a la definición de Saint Just: “ Un hombre revolucionario es inflexible. Pero es sensato y es frugal; es sencillo sin hacer ostentación del lujo de la propia modestia, es el enemigo irreconciliable de toda mentira, de toda indulgencia, de toda afectación ” Quizá el dolor y el sufrimiento fueron sus mejores maestros.
Muy lejos del accionar y el ejemplo de la clase dirigente que desgobierna Cuba desde hace más de medio siglo.
Creador y fundador del Partido Revolucionario Cubano el 5 de enero de 1892, cuyas Bases redactó, fue el órgano de dirección política y de coordinación de las acciones de la lucha independentista contra España: “ … la guerra necesaria, generosa y breve ”, como él mismo señalara y donde establecía los fundamentos democráticos de la futura república tras el cese del dominio colonial.
Baste destacar que en su artículo 4 señala: “ El Partido Revolucionario Cubano no se propone perpetuar en la República Cubana, con formas nuevas o con alteraciones más aparentes que esenciales, el espíritu autoritario y la composición burocrática de la colonia, sino fundar en el ejercicio franco y cordial de las capacidades legítimas del hombre, un pueblo nuevo y de legítima democracia, capaz de vencer, por el orden del trabajo real y el equilibrio de las fuerzas sociales, los peligros de la libertad repentina en una sociedad compuesta para la esclavitud ”
2.
Proclamó una guerra sin odios, de amor; no contra los españoles sino contra el gobierno colonial. Hijo de valenciano y canaria, amó a España y a los hijos de este heroico pueblo, desde Goya, Quevedo y Calderón de la Barca hasta los gitanillos,
chulillos y costureras de Madrid, e invitó a los españoles a la ingente tarea de edificar la República de Cuba que imaginaba.
Fue el primer antimperialista de Latinoamérica y rechazó el mercantilismo de los estadounidenses, pero llevó luto por Lincoln, tradujo a Poe, admiró a Emerson y a Whitman, y llamó a adquirir una cultura del trabajo como en el Norte, buscó aliados en el pueblo de los Estados Unidos y durante casi 15 años fue el cronista de su vida dinámica, sus ambiciones, de su modernidad y vivió en el exilio norteamericano, donde se convenció de la necesidad de preservar los ideales democráticos y acabó comprendiendo el peligro de poner la revolución en manos de la mentalidad militarista. Famoso y conocido es el párrafo de la carta que escribiera al General Máximo Gómez, desde la ciudad de New York, el 20 de octubre de 1884, después de una larga entrevista entre ambos, donde discreparon sobre diversos tópicos: “ Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento ”
Era el centro en los salones de los cubanos ricos de la Quinta Avenida de Nueva York. La colonia hispanoamericana de aquella ciudad se nucleaba a su alrededor. Lo leían las elites ilustradas de Caracas, México, Buenos Aires, Tegucigalpa, Guatemala y Nueva York y los tabaqueros emigrados de la Isla lo adoraban. Los soldados del Ejército Libertador le escucharon embelesados en los campos de la región oriental. Su elocuencia magnetizaba, sus cartas convencían; su periodismo enseñó a escribir a una generación literaria.
Fue ciudadano del mundo y de todas las culturas; fue al mismo tiempo – y por sobre todas las cosas – cubano de habla, costumbres, alma y corazón. Con profunda conciencia de un mundo y una época cambiante y modernizadora. Soñador y apasionado. Carismático y místico. Escritor relevante, y aún poco estudiado, fue el principal renovador de las letras y el primer hombre público en toda Hispanoamérica en reconocer el valor propio y principal de la literatura en la vida cotidiana de los seres humanos. “ …la poesía tiene su honradez, y yo he querido siempre ser honrado. Recortar versos también sé, pero no quiero. Así como cada hombre trae su fisonomía, cada inspiración trae su lenguaje ”, escribió en el prólogo de sus Versos Libres.
La vida le fue demasiado corta y el tiempo no le alcanzó para todo lo que pretendía realizar.
Fue síntesis de la nación cubana, personalidad ejemplar para varias generaciones de cubanos, cada uno con su visión muy propia, de indudable fuerza moral e ideológica, enemigo de tiranos y opresores, y de “ … esa nueva filosofía nombrada socialismo llamada a esclavizar a la humanidad en beneficio personal de un solo hombre ”, modelo de virtudes sociales y personales, el hombre, sin embargo poco estudiado también, se nos escapa una y otra vez de una comprensión cabal en toda su magnitud.
En otro aniversario más del natalicio de José Martí, fuente de inspiración política y ética, su legado debe servir de estudio y análisis, para acabar con la pesadilla totalitaria que reprime y ahoga a Cuba desde hace más de 50 años, escudada en una contradictoria y falsa imagen del más ilustre y universal de todos los cubanos.
Julio César Gálvez es ex preso político del Grupo de los 75 de la Primavera Negra de Cuba.
http://zoevaldes.net/
etiquetas: Cuba, José Martí, Julio César Gálvez
Martí siempre presente.
Por: Julio César Gálvez.
Sección: Una isla perdida en el mar.
“ Para los fieles vengan tarde o temprano,
guarda Cuba todo su amor. Para los
incapaces amarla y servirla, basta con el
olvido ”
Cuando se cumplen 159 años del nacimiento de José Martí, el más universal de todos los cubanos, su figura se agiganta en mi memoria muy contrariamente al impuesto a la fuerza y la mentira por el régimen totalitario que desgobierna a la Mayor de las Antillas hace más de 50 años.
Muchas opiniones encontradas y contradictorias de estudiosos, críticos, escritores y demás existen sobre este cubano sencillo que persiguió con tesón inclaudicable hacer realidad el gran sueño de toda su vida: la independencia de Cuba.
Siendo un adolescente Martí definía su posición política en su bello poema Abdala: “ El amor, madre a la Patria,/no es el amor ridículo a la Tierra,/ ni a la yerba que pisan nuestras plantas,/es el odio invencible a quien la oprime,/ es el rencor eterno a quien la ataca ”
Con una filosofía del amor y la armonía sostenida en una ética de servicios de indudable base cristiana recibida desde la cuna, José Martí es sin duda alguna, figura mayor de la historia, las letras y la cultura cubana e hispanoamericana de todos los tiempos, a la vez que un gran revolucionario.
Contemplar las fotos de Martí, desde las de aquel joven de 16 años de edad, que casi muere en el Presidio Político, con la mirada firme y acerada, serena, sin complacencia alguna, segura de sus convicciones, se aproximan a la definición de Saint Just: “ Un hombre revolucionario es inflexible. Pero es sensato y es frugal; es sencillo sin hacer ostentación del lujo de la propia modestia, es el enemigo irreconciliable de toda mentira, de toda indulgencia, de toda afectación ” Quizá el dolor y el sufrimiento fueron sus mejores maestros.
Muy lejos del accionar y el ejemplo de la clase dirigente que desgobierna Cuba desde hace más de medio siglo.
Creador y fundador del Partido Revolucionario Cubano el 5 de enero de 1892, cuyas Bases redactó, fue el órgano de dirección política y de coordinación de las acciones de la lucha independentista contra España: “ … la guerra necesaria, generosa y breve ”, como él mismo señalara y donde establecía los fundamentos democráticos de la futura república tras el cese del dominio colonial.
Baste destacar que en su artículo 4 señala: “ El Partido Revolucionario Cubano no se propone perpetuar en la República Cubana, con formas nuevas o con alteraciones más aparentes que esenciales, el espíritu autoritario y la composición burocrática de la colonia, sino fundar en el ejercicio franco y cordial de las capacidades legítimas del hombre, un pueblo nuevo y de legítima democracia, capaz de vencer, por el orden del trabajo real y el equilibrio de las fuerzas sociales, los peligros de la libertad repentina en una sociedad compuesta para la esclavitud ”
2.
Proclamó una guerra sin odios, de amor; no contra los españoles sino contra el gobierno colonial. Hijo de valenciano y canaria, amó a España y a los hijos de este heroico pueblo, desde Goya, Quevedo y Calderón de la Barca hasta los gitanillos,
chulillos y costureras de Madrid, e invitó a los españoles a la ingente tarea de edificar la República de Cuba que imaginaba.
Fue el primer antimperialista de Latinoamérica y rechazó el mercantilismo de los estadounidenses, pero llevó luto por Lincoln, tradujo a Poe, admiró a Emerson y a Whitman, y llamó a adquirir una cultura del trabajo como en el Norte, buscó aliados en el pueblo de los Estados Unidos y durante casi 15 años fue el cronista de su vida dinámica, sus ambiciones, de su modernidad y vivió en el exilio norteamericano, donde se convenció de la necesidad de preservar los ideales democráticos y acabó comprendiendo el peligro de poner la revolución en manos de la mentalidad militarista. Famoso y conocido es el párrafo de la carta que escribiera al General Máximo Gómez, desde la ciudad de New York, el 20 de octubre de 1884, después de una larga entrevista entre ambos, donde discreparon sobre diversos tópicos: “ Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento ”
Era el centro en los salones de los cubanos ricos de la Quinta Avenida de Nueva York. La colonia hispanoamericana de aquella ciudad se nucleaba a su alrededor. Lo leían las elites ilustradas de Caracas, México, Buenos Aires, Tegucigalpa, Guatemala y Nueva York y los tabaqueros emigrados de la Isla lo adoraban. Los soldados del Ejército Libertador le escucharon embelesados en los campos de la región oriental. Su elocuencia magnetizaba, sus cartas convencían; su periodismo enseñó a escribir a una generación literaria.
Fue ciudadano del mundo y de todas las culturas; fue al mismo tiempo – y por sobre todas las cosas – cubano de habla, costumbres, alma y corazón. Con profunda conciencia de un mundo y una época cambiante y modernizadora. Soñador y apasionado. Carismático y místico. Escritor relevante, y aún poco estudiado, fue el principal renovador de las letras y el primer hombre público en toda Hispanoamérica en reconocer el valor propio y principal de la literatura en la vida cotidiana de los seres humanos. “ …la poesía tiene su honradez, y yo he querido siempre ser honrado. Recortar versos también sé, pero no quiero. Así como cada hombre trae su fisonomía, cada inspiración trae su lenguaje ”, escribió en el prólogo de sus Versos Libres.
La vida le fue demasiado corta y el tiempo no le alcanzó para todo lo que pretendía realizar.
Fue síntesis de la nación cubana, personalidad ejemplar para varias generaciones de cubanos, cada uno con su visión muy propia, de indudable fuerza moral e ideológica, enemigo de tiranos y opresores, y de “ … esa nueva filosofía nombrada socialismo llamada a esclavizar a la humanidad en beneficio personal de un solo hombre ”, modelo de virtudes sociales y personales, el hombre, sin embargo poco estudiado también, se nos escapa una y otra vez de una comprensión cabal en toda su magnitud.
En otro aniversario más del natalicio de José Martí, fuente de inspiración política y ética, su legado debe servir de estudio y análisis, para acabar con la pesadilla totalitaria que reprime y ahoga a Cuba desde hace más de 50 años, escudada en una contradictoria y falsa imagen del más ilustre y universal de todos los cubanos.
Julio César Gálvez es ex preso político del Grupo de los 75 de la Primavera Negra de Cuba.
http://zoevaldes.net/
Temas similares
» Julio César Díaz Garrandés, el yerno de Raul preso en Cuba
» Posted by VILLA GRANADILLO at ENTREVISTA A CESAR CASTILLO SOBRE COMO COMENZO LA HISTORIA DEL AFFAIRE EXILIO VS FESTIVAL DE HOEMESTEAD. TODA LA VERDAD ANTE LA GRAN VICTORIA
» Un exilio siempre descontento
» Posted by VILLA GRANADILLO at ENTREVISTA A CESAR CASTILLO SOBRE COMO COMENZO LA HISTORIA DEL AFFAIRE EXILIO VS FESTIVAL DE HOEMESTEAD. TODA LA VERDAD ANTE LA GRAN VICTORIA
» Un exilio siempre descontento
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Dom Ago 23, 2020 12:11 am por Admin
» Cines de Cuba
Miér Mayo 13, 2020 7:33 pm por Admin
» Visita del MRGM Ernesto Zamora a la Logia Renacer No. 410
Mar Mayo 12, 2020 10:36 am por vincent47
» Spectre (2015) - Original Soundtrack Extended
Lun Mar 02, 2020 4:45 pm por Admin
» LAS LOGIAS EN CUBA
Jue Ene 02, 2020 3:56 pm por Admin
» 200th Class Reunion November 3 & 4
Lun Dic 23, 2019 5:06 pm por Admin
» 200th Class Reunion Cap and Ring Ceremony
Lun Dic 23, 2019 2:41 pm por Admin
» Fraternidad UD Primera Sesión 21 de Noviembre de 2019
Lun Dic 23, 2019 2:23 pm por Admin
» Knights of St. Andrew Valle de Miami, Oriente de la Florida
Dom Dic 15, 2019 9:20 pm por Admin