Objeto de poder: El Anillo de Salomón y las 72 Vasijas Selladas

Objeto de poder: El Anillo de Salomón y las 72 Vasijas Selladas





Salomón, el rey bíblico de proverbial sabiduría, es protagonista de diversas leyendas y tradiciones además de las contenidas en la narración del Antiguo Testamento. Por ejemplo también aparece en el Corán con su nombre traducido como Suleyman ibn Dawud (Salomón Hijo de David) Las pruebas históricas de la existencia de este rey de Israel son escasas, cuanto menos, aunque lo cierto es que durante los años 20 y 30 los arqueólogos e historiadores daban más credibilidad al texto bíblico, quizás por carecer de otros datos, de la que se le da actualmente. Se supone que su reinado habría tenido lugar en los años centrales del siglo X a.c. La más importante construcción que se relaciona con él es el Primer Templo, pero este fue destruido por Nabucodonosor II en el 586 a.c. siendo únicamente recordado en tradiciones y leyendas, incluido el mito masónico (que gira en torno a Hiram, constructor del templo). Su aparición en los libros sagrados de las religiones mayoritarias en el mundo occidental ha hecho que Salomón esté integrado en las tradiciones e incluso los refranes de muchos países, tanto él como muchos de sus dichos y hechos.

Además de su proverbial sabiduría muchas de las leyendas hablan de los abundantes poderes taumatúrgicos que el rey poseía gracias a un anillo-sello mágico que le habría sido entregado por los ángeles. Aunque esta es la explicación que place a los investigadores de más firmes creencias religiosas es posible que en realidad se trata de un producto de una era anterior o incluso de artesanos prehumanos. Así distintas descripciones hablan de su poder para controlar las fuerzas naturales, a los animales de toda clase y, sobre todo, a los demonios o jinns. Así habría dominado a estos, en particular al gran diablo Asmodeo, para que ayudaran a la construcción de su famoso templo.

También se cuenta que, acabada la tarea, Salomón decidió encerrar a los más temibles de estos demonios: utilizando su anillo les forzó a entrar en vasijas de bronce, selladas con cera y con la huella dejada por el anillo. Estas vasijas cerradas, según la mayoría de las fuentes setenta y dos, pueden encontrarse ocultas en diversos lugares de Palestina y Oriente Próximo, aunque también hay quien afirma que fueron arrojadas al mar o trasladadas a lugares remotos.

La historia del anillo es breve, ya que se desconoce su destino después de la muerte del rey. Existe una leyenda talmúdica que asegura que el anillo se perdió en las aguas del mar antes de ese momento y que nunca más volvería a ser vista hasta poco antes del fin del mundo. Otra posibilidad es que fuera guardado en el Templo construido por Salomón y que tras su destrucción fuera llevado a Babilionia entre los tesoros saqueados (junto a posiblemente el Arca de la Alianza)

La descripción del objeto no es necesariamente coherente. En las versiones más antiguas es un pesado anillo fabricado de hierro y bronce, con el nombre de dios grabado y cuatro joyas de diferentes colores. En descripciones más tardías se afirma que el anillo es de oro y está decorado con el Sello de Salomon, el símbolo comúnmente conocido hoy día como estrella de David. Este anillo también es conocido como el anillo de Aandaleeb. A lo largo de los siglos los magos han intentado reproducir el anillo y duplicar así su poder, por lo que junto con el anillo original es innegable que existe un número indeterminado de copias carentes de sus míticos poderes (o tan sólo con una versión menor de los mismos)

No era este su único poder o instrumento sobrenatural ya que en determinados momentos se habla también de su mesa (supuestamente guardada en Toledo) de un bastón e incluso de una alfombra mágica. También se ha escrito sobre una supuesta corona capaz de transportar a su portador cortas distancias de forma instantánea, si bien este es un añadido moderno que no parece corresponderse con leyendas antiguas. También se relaciona a Salomón con uno de los grimorios más conocidos de la historia, la Clavicula Salomonis (posiblemente en realidad escrito en el siglo XVII) base de la disciplina mágica conocida como goetia, goecia o magia goetica.

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