Donación al Museo Masónico

Ciudad de La Habana; Cuba. 24 de septiembre de 2012.

Justo a las seis de la tarde, del pasado sábado, la respetable Logia Habana del Gran Oriente Cubano dio inicio a una ceremonia pública; con motivo de donar al Museo Nacional masónico, Aurelio Miranda Álvarez, trascendentales artículos relacionados con la vida del apóstol José Julián Martí Pérez.

El venerable maestro Onasis Calzadilla Rodríguez cedió a los fondos del Museo una copia literal del Acta de Entrega de la Casa de la Calle de Paula; inmueble que fuera finalmente rescatado de la inopia, según versa la edición de la tarde del diario “El Triunfo” del 16 de mayo de 1921, con esfuerzo de dicha Logia y bajo la tutela del venerable hermano Arturo De Carricarte; tras ser señalado el sitio por Doña Leonor Pérez, madre del apóstol, como lugar de natalicio del ángel de la pluma y el machete; en una entrevista realizada a ella en los albores del siglo pasado.

Dignamente la Logia Habana había sido fundada ese propio año de 1921, con el propósito fundamental de preservar el lugar donde naciera Martí; por lo que en la actividad se aprovechó para hacer entrega, a los presentes, de una pequeña reseña de la historia de este taller.

En el pergamino en cuestión es posible observar el beneplácito del entonces Alcalde de la villa de La Habana, Marcelino Díaz de Villegas, junto a la del Hermano Carricarte; éste último nombrado director de la casa natal al año siguiente, en 1922, labor que desempeña hasta su muerte en 1948.

Habana también dotó al museo con una obra del hermano y destacado artista plástico, Eduardo Méndez Navarro, titulada “Ofrenda al Hermano Masón”; realizada en acrílico sobre lienzo; en la que aparece El Maestro con algunos de sus atributos masónicos.

Gracias a gestiones personales de un hermano mexicano fue posible ofrecer fue nada menos que la copia del Acta de Matrimonio entre José Martí y Carmen Zayas Bazán; efectuada el 20 de diciembre de 1877, en el Segundo Juzgado de los Estados Unidos Mexicanos; ocasión en la que firmó como testigo Manuel Mercado, gran amigo del poeta; su esposa; además de Francisco Zayas Bazán, padre de la desposada; Manuel Ocaranza y Ramón Guzmán.

El valioso ofrecimiento fue dado al Gran Maestro Evaristo Rubén Gonzales Torres quien los transfirió in situ a Justo Orihuela, presidente de la comisión del museo, para su conservación.

En el acto estaban presentes varios miembros del Gabinete del Gran Maestro, integrantes del taller Habana, otros hermanos de la fraternidad y público en general.

El museo del edificio masónico atesora en su colección variados objetos importantes en la historia de la Isla; el mandil y el collarín de Martí que fueran guardados por Solano Ramos (uno de los que iniciara al apóstol durante su exilio en España) y entregados en 1925 por la viuda de Fermín Valdés Domínguez; la mascarilla mortuoria del Generalísimo Máximo Gómez; la celda original del torreón donde estuvieron encerrados los estudiantes de medicina fusilados en 1871; la bomba usada por los bomberos del incendio de Isasi, 1890; entre otras reliquias.

Próximamente el museo albergará una serie de manuscritos, de puño y letra de Martí, encontrados por un hermano en una logia de Fernandina de Jagua; situada en el Centro de la Isla.

En días recientes altos miembros de la masonería cubana fueron presentados por vez primera en los medios oficialistas de la Isla; según algunos entendidos es posible que se trate de un intento gubernamental de mostrar un supuesto ambiente de tolerancia, de cara a las elecciones presidenciales en Venezuela.

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