EL OSTRACISMO *** Por Esteban Fernández

por **Admin** Sáb Mayo 25, 2013 12:12 am

Por Esteban Fernández

Algunas personas defienden a capa y espada a los disidentes, otros los detestan
y viven encarnados en ellos. Ya he dicho que no creo de ellos y punto, sigo
adelante con mí prédica anticastrista. Ni los voy a guataquear ni los voy a
convertir en blanco de mi odio. Me son antiflogitínicos.

¿Por qué? Porque ellos están destinados a desaparecer del panorama cubano, ya
que está más que demostrado que el dragón castrista, cuando lo considera
necesario, en el mejor de los casos, lanza a cualquiera al ostracismo. Es decir,
que está dentro sus omnímodas facultades tirarle un manto de silencio por encima
a todo el que esté a su merced imposible de levantar cabeza.

El ostracismo es el aislamiento de la vida pública que sufre una persona por
parte del estado o de una colectividad, generalmente por cuestiones políticas. O
¿alguien puede ser tan inocente de creer que la satrapía que mantiene “boca
abajo” a once millones de habitantes no puede silenciar a 100 antagonistas y
hacerlos comer sus celulares, laptops y computadoras?

En otras palabras, el día en que ellos consideren que la misión de los
contestatarios está cumplida QUE NO ES MÁS QUE LOGRAR UN CAMBIO DE POLÍTICA
AMERICANA HACIA LA MONARQUÍA CASTRISTA usted no escuchará jamás hablar de ellos.
Los sepultan debajo de una telaraña que dejaría chiquita la de “Spiderman”...

Cuando la administración norteamericana (esta o cualquiera) sea completamente
engañada y acepte que ya Cuba le permite mil veleidades a sus adversarios, que
entran y salen de allí como Pedro por su casa, y abran una tubería de dólares
con destino al régimen- creyendo que ya no es opresor y llena los requisitos
necesarios- dejan de ser útiles las supuestas actividades de los
oposicionistas fabricados y los lanzan al mutismo absoluto y nadie los puede
ver, ni escuchar, ni en el centros espiritistas.

Una tiranía que ha sido capaz de convertir en fantasmas políticos a quienes los
“cubanólogos” daban por descontado que serían los sucesores de los hermanos
Castro (como Carlos Aldana, Roberto Robaina, Carlos Lage, Felipe Pérez Roque y
cien más) y de fusilar a su mejor general ¿cómo diablos no van a poder evaporar
a Guillermo Fariñas, a Antúnez, a Sara Marta Fonseca y al payasito Eliécer Ávila”...

Y que conste que el ostracismo sería la mejor de las opciones, porque existen
dos disyuntivas terribles: lanzarlos a una oscura mazmorra por 20 años, o
presentarlos públicamente como agentes estrellas de la Seguridad del Estado... ¿Ya
nadie recuerda que Paula Valiente voló como el Globo de Cantolla y se la tragó
la tierra?

¿Dónde están Eliancito González y su retardado padre? A ambos los utilizaron,
los encumbraron, los hicieron héroes nacionales, y hoy gozan de un ilustrativo
anonimato. El sistema te levanta y el sistema te entierra en vida.

Y vamos a añadir que en Cuba no solamente existe el ostracismo forzoso, a la
cañona, sino que también pulula el ostracismo inteligente y voluntario. Y todo
general, o coronel, o teniente coronel, o ministro, que sabe bien las reglas del
juego mantiene siempre “un perfil muy bajo” evitando caer en desgracia y ser
lanzado de cabeza al “plan pijama”...

Hasta artistas, cantantes, galanes de la televisión, tienen que tener mucho
cuidado en no excederse en la fama porque los desaparecen como a Matías Pérez. ¿Usted
ve todo el alboroto con los cinco espías? Al año de estar de regreso en Cuba van
a estar sirviendo -como camareros incógnitos- a los visitantes en los hoteles de
Varadero. En Cuba, menos la hiena y la loca, todo lo que sube, tarde o temprano,
baja...

Ah, y mucho cuidado, porque el ostracismo también funciona en el exilio. Aquí
cualquiera puede ser líder, y ser aclamado y hasta recibir premios sin producir
hechos contundentes contra el régimen por un ratito. Porque la verborrea sólo
ayuda por determinado tiempo, y siempre llega el momento en que el otrora
encumbrado personaje se para a tomar un café en la esquina del Versailles y
nadie le hace caso. O dígame la verdad ¿Reina Tamayo, la madre del mártir
Orlando Zapata Tamayo, llena un Stadium en Florida o vive en el aislamiento?

Así es que no permitan que logren el otro objetivo: dividirnos aún más. No le
ponga mucho caso ni discuta demasiado al respecto porque la disidencia actual no
es, ni no será nunca, viento que mueva molinos.

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