LA CUBA RURAL

Siempre he creído que en nuestro hombre de campo radica con mayor fuerza la nación que en las cátedras de nuestras universidades.


Son nuestros campesinos tan nobles y sabios que es un gran honor ser invitado a su bohío cuando se cuela café o cuando nos invitan a su mesa. Desde niño disfrute mucho de esas veladas de taburetes recostados e historias de campo, y acompañaba a mi abuelo materno en las noches de luna llena a visitar a su mas cercano vecino y compartir la experiencia maravillosa de una noche de campo entre amigos.

La Cuba rural, devastada por el colectivismo marxista llora hoy por sus días pasados, como un niño que sufre la ausencia de su amada madre. ¿cuantos bohíos de familias vi en mi infancia abandonados ? ¿a donde iban sus moradores?

Hoy el marabú llena las soledades de unos campos que antes del 59 alimentaban a tantas cabezas de ganado, que el cubano mas humilde tenia el habito de comer carne de res casi a diario. En aquella Cuba había pobres y ricos como en toda sociedad normal, pero las miserias materiales actuales alcanzan a mucho mas de la mitad de la población, añadiendo a esta gran tragedia, la miseria moral y el mundo de desilusiones que sacude a cada hogar cubano. Las familias campesinas, que desde los inicios se vieron difamadas y ridiculizadas por una campaña científica de propaganda antirural, vieron con dolor como sus hijos eran separados de su modo de vida por becas malintencionadas que otorgaba un Estado demasiado ocupado en concentrar a todos en las ciudades.

Las granjas colectivas recibían todo el apoyo del gobierno que al mismo tiempo usaba la radio, la prensa escrita y sobre todo el cine y la televisión para hablar mal del guajiro que ofreciere resistencia a la casi forzada colectivización. Miles de bohíos ardieron en las noches de manera sospechosa durante todos aquellos años (incluido el de mi abuelo materno). Las manos invisibles de un gobierno sin una oposición legal y con todo el apoyo de Moscú, descargaron su fuerza brutal sobre uno de los hombres mas libres de todos los tiempos y lugares, el campesino cubano.

Hoy el panorama de nuestros campos es desolador, y aunque sabemos que en muy poco tiempo las libertades individuales y un Estado de derechos lograran una prosperidad mucho mayor que aquella de los 50, no dejamos de echar lágrimas por la devastación actual y pienso en cuan parecido es el caso a las devastaciones producidas en nuestras guerras de independencia, momentos en que mi tatarabuela mambisa dijo:

Cuba quien no contempla el vergel de tus amores?
Di, ¿que se hicieron las flores que el ambiente perfumaba?
Tus potreros, ¿que se han hecho? ¿ Donde están tus cafetales?
donde tus cañaverales que hallaban el suelo estrecho?…

…Hoy ya todo ha perecido y respira destrucción
sin que exista un corazón que no se sienta abatido…
…a esa nación protectora de la santa libertad (U.S.A)
pedimos con ansiedad que sea nuestra bienhechora…


Doña Encarnación de Varona de Escobar


Reinaldo Escobar