El manuscrito de Martha Frayde *** Por Percival Manglano

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

El articulista escribe:

¨... que privó al Partido Ortodoxo de la posibilidad real de alcanzar el poder...¨ 

La victoria del Partido Ortodoxo en las Elecciones Presidenciales en 1952 es totalmente especulativa. En  1948 los ortodoxos afirmaban  que  triunfarían  y perdieron; los que triunfaron fueron los auténticos y salió electo el Dr. Carlos Prío Socarrás y eso sucedió cuando Eduardo René Chibás Ribas  estaba en plena popularidad. Después de que Chibás había fracasado en mostrar pruebas de la corrupción del Ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango de robarse el dinero del Desayuno Escolar (Aureliano había sido comunista y se dice que le  montó una trampa a Chibás haciéndole llegar pruebas  falsas, Chibás acusaba a muchos políticos de corruptos), haber intentado un primer suicidio y después otro supuesto suicidio ( el disparo que se dió fue en el abdomen y algunos creen que fue un intento  para  recobrar credibilidad) del que  murió  a los pocos días producto de una infección (peritonitis)  después de operado. Después de la muerte de Chibás (cuyo entierro fue multitudinario  con  cientos de miles de personas entre simpatizantes y curiosos), le sucedió Agramonte, el cual distaba mucho de tener el arrastre que tenía Chibás,  el Partido se fracciona en varias tendencias.

La supuesta encuesta  de Bohemia poco tiempo antes del golpe del 10 de marzo de 1952   que situaba al Partido Ortodoxo  delante no es de fiar, pues Bohemia no explica como se seleccionó la muestra de la población cubana para inferir  esos resultados (eso se llama obtener una muestra representativa de la población, la cual depende de manera esencial de la forma en que se seleccionan sus integrantes y el tamaño de ella según el error que se está dispuesto a admitir al inferir los resultados)  y si fue un equipo técnicamente preparado e imparcial el que confeccionó y aplicó la encuesta, ya que los encuestadores pueden hacer que el encuestado diga la respuesta que el encuestador desea obtener. Todos los que hemos estudiado y aplicado la Estadística  en múltiples investigaciones sabemos que  los resultados, para que sean fiables, tienen que haber sido obtenidos de una manera correcta.

  Por otra parte, la revista Bohemia ( empezando por de la Osa y aprobado por Miguel ángel Quevedo) publicó no pocas mentiras: la más conocida son los 20 000 mártires de la Revolución Cubana pero hay otros ejemplos: la de los instrumentos de sacar ojos, uñas, testículos que sacaron de un Museo del tiempo de la Colonia y decir que eran usados por la policía del régimen de Batista para tortura (observo que ningún expreso revolucionario sobreviviente y ningún cadaver de algún revolucionario asesinado presentaron esos tipos de tortura; ellos sí  presentaban quemaduras de cigarros o tabacos, golpes y huellas de haber recibido latigazos con ¨bicho de buey¨). Otra mentira fue presentar a un niño hijo de un militar con las calaveras de los supuestos asesinados por su padre, cuando realmente fue una foto tirada durante una excursión escolar al Museo Montané de la  Universidad de La Habana...




Reportaje de "Bohemia" titulado "El Padre le Daba los Cráneos de sus Victimas Para que Jugara" (enero 11, 1959). Más información en:
http://baracuteycubano.blogspot.com/2008/08/debate-bohemia-quevedo-y-el.html
 
Además, sabemos que en elecciones políticas un mes y hasta una semana es mucho tiempo y puede ocurrir cualquier cosa ...

El golpe del 10 de marzo de 1952 tuvo entre sus causas y motivaciones  una componente debida a la propaganda exagerada  de la Ortodoxia en contra del quehacer del gobierno auténtico  (los dos años últimos de Prío con su política de ¨Los Nuevos Rumbos¨ fue muy diferente a los dos primeros años de desorden). y eso se muestra en la poca oposición o casi nula oposición a dicho golpe, pues dada esa supuesta caótica  situación del país hacía falta un hombre fuerte que le pusiera orden. Batista había demostrado ser ese hombre cuando acabó con las secuelas de inestabilidad y terrorismo de la Revolución del 1933, y en 1944 había dejado el Poder a la oposición después de concluir su mandato como Presidente Constitucional.

Como dato poco conocido les diré que fue Eduardo Chibás el que rescató  a ¨punta de pistola¨ el cadaver del Jefe Ainciart  de la Policía Nacional  a la caida del gobierno de Gerardo Machado. La plebe había desenterrado el cadaver de Ainciart, muerto en esos días, y lo paseaba por las calles de La Haban con un tabaco en la boca y hacía que los tranvias le pasaran por encima. Eduardo Chibás se habían enfrentado con valentía al gobierno de Machado y se enfrentó también con valentía a esas turbas, en que posiblemente muchos de sus integrantes no hicieron nada en contra del régimen Machadista y temblaban sólo de oir el apellido Ainciart ... 




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Tomado de http://www.libertaddigital.com

El manuscrito de Martha Frayde
Por Percival Manglano 

La semana pasada falleció en Madrid a los 93 años la Dra. Martha Frayde. Su vida merece ser recordada.

Frayde nació en La Habana en 1920. Se licenció en la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana en 1946 y continuó sus estudios médicos con la especialidad de Ginecología en Canadá. De vuelta a Cuba, se afilió en 1950 al Partido Ortodoxo de Eduardo Chibás. Este partido era conocido por su lema "Prometemos no robar" y por su símbolo de una escoba, con la que barrerían toda la podredumbre del Estado.

En esas mismas fechas trabó amistad con el también miembro de las Juventudes del Partido Ortodoxo Fidel Castro. La actividad política y su enfrentamiento con el régimen de Batista –quien encabezó en 1952 el golpe de Estado que privó al Partido Ortodoxo de la posibilidad real de alcanzar el poder– le llevarían eventualmente al exilio en México.

Con el triunfo de la Revolución en 1959, Frayde volvió a Cuba. El nuevo régimen le ofreció ser ministra de Bienestar Social –cargo que rechazó–; en cambio fue directora del Hospital Nacional y de la Escuela de Enfermería de La Habana. En 1962 fue nombrada embajadora de Cuba ante la Unesco en París, donde entabló amistades importantes para su futuro, por ejemplo con Juan Goytisolo. En 1965, tras dimitir de su cargo, volvió a Cuba. Su desencanto con la Revolución ya había comenzado.

Nada más volver, comenzó a airear sus diferencias con el régimen y a sufrir las consecuentes represalias. Se le liberó de todos sus cargos oficiales. Sus numerosas peticiones para viajar al extranjero fueron denegadas. En 1972 intentó escapar de la isla en una zodiac, pero cuando estaban ya en alta mar un agente encubierto de la seguridad cubana pinchó la barca. Frayde no se arredró y fundó el Comité Pro Derechos Humanos en Cuba. La represión, evidentemente, se agravó. En 1976 Frayde fue condenada a 29 años de cárcel por sus "actividades contrarrevolucionarias" como agente de la CIA. La presión internacional de intelectuales afines consiguió que fuese liberada a finales de 1979, tras más de tres años en la cárcel. Inmediatamente partió exiliada a Madrid. Era su segundo exilio de una dictadura. Como ella misma diría, Castro había "dejado chiquito" a Batista como dictador.

En España vivió el resto de su vida, ejerciendo su profesión médica y como delegada europea del Comité Pro Derechos Humanos. En una entrevista concedida a El País al poco de llegar a España aún se consideraba revolucionaria, pero algunas admisiones de la realidad de la vida en Cuba reflejaban la pesadilla en la que se había convertido su revolución soñada:

Conocí a la Dra. Frayde en 2009. Acudí en un par de ocasiones a su casa, de la que ya salía sólo en contadas ocasiones por culpa de sus achaques y de su mala vista. Era una señora grande, con empaque, la nariz aguileña y el pelo blanco siempre tirante y recogido en un moño. Las paredes del salón apenas se atisbaban detrás de la multitud de cuadros de muy distintos estilos. En la mesa reposaban las pruebas del Boletín del Comité Pro Derechos Humanos que ella seguía editando. Recuerdo la emoción que me produjo estar sentado frente a la historia viviente que ella encarnaba.

Recuerdo también el manuscrito de unas memorias escritas a mano que me enseñó. Frayde publicó en 1987 un libro en Francia bajo el ciertamente utópico título de Escucha, Fidel. Pero el manuscrito que puso en mis manos era el de otro libro. Lo ojeé con devoción mientras pregunté por qué no lo mandaba publicar. Su respuesta estuvo marcada más por el fastidio y la pereza que por la negativa a publicarlo. Quien quiera que sea el albacea de su legado, espero que el manuscrito sea publicado. Pocas vidas reflejan la verdadera naturaleza de la revolución cubana como la de Martha Frayde.

Percival Manglano, exconsejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid.

pmanglano.com

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