UNA LARGA HISTORIA DETRAS LA RUPTURA DE RELACIONES ENTRE LA GRAN LOGIA DE LA FLORIDA Y LA DE CUBA Por Gustavo Pardo
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UNA LARGA HISTORIA DETRAS LA RUPTURA DE RELACIONES ENTRE LA GRAN LOGIA DE LA FLORIDA Y LA DE CUBA Por Gustavo Pardo
[size=48]UNA LARGA HISTORIA DETRAS LA RUPTURA DE RELACIONES ENTRE LA GRAN LOGIA DE LA FLORIDA Y LA DE CUBA.[/size]
marzo 28, 2014Uncategorized
Gustavo Pardo
La historia de la masonería cubana exiliada en los Estados Unidos de América se inicia en los primeros meses del año 1959, como la reacción lógica que produce en “hombres libres” la implantación de un régimen represivo-totalitario.
Es necesario citar las palabras pronunciadas en el año 1960 por Juan José Tarajano González en la logia “Hijos de América”. El referido discurso, Tarajano, quien en esos momentos ejercía como Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba; afirmaba “La Masonería Cubana, fiel a sus postulados y a sus tradiciones, mantiene su resuelta oposición a todo tipo de tiranía que niegue o límite en cualquier forma, la igualdad humana y la libertad individual, para el ejercicio de los derechos que son consustanciales al régimen democrático”.¿A qué régimen se refería Tarajano? Con esta declaración, el Gran Maestro precisaba el enfoque filosófico-doctrinal al cual la Institución Masónica Universal se había adherido desde su fundación.
Efectivamente, desde su llegada a la Isla en los albores del siglo XIX, los masones y no pocas de las logias jurisdiccionadas a la Institución Masónica Cubana; se vieron involucradas en las luchas por la libertad, la democracia y la Justicia social en Cuba. Es natural que esta tradición, despertara las sospechas del régimen castrista; y particularmente del tenebroso Ministro del Interior castrista, Ramiro Valdés; quien, por cierto, hasta 1959 había pertenecido a la Institución.
La tradición democrático-libertaria de la Masonería cubana, muy pronto trajo como resultado la aparición de evidentes contradicciones entre el liderazgo de la Gran Logia de Cuba y las nuevas autoridades “revolucionarias”. Por esta razón, no resultaba nada descabellado que la directiva masónica de la época, previera que a corto o mediano plazo, podría ocurrir del cierre las actividades Masónicas en la Isla y la confiscación de sus archivos y demás los bienes.
Ante esta sospecha, se afirma que en el año 1962, el Gran Maestro Jorge Luis Cuervo Calvo, autorizó la Creación de una Diputación Especial para el Exterior de Cuba, presidida por el ex Gran Maestro por Carlos M. Piñeiro del Cueto e integrada por Jorge Raúl Cuervo Bacallao, Juan Francisco López García, Manuel de J. Conejero y Luis Felipe Solís Lafargue.
Este aspecto lo explica el sitio en Facebook de la Logia Fraternidad, indicando que “La Gran Logia de Cuba En el Exterior tiene su origen en el primer movimiento Masónico del Exilio Cubano, cuya reunión inicial se produjo el 4 de Noviembre de 1960” (…) más adelante continua expresando “La primera reunión tuvo lugar en el bufete de Pepe Iriarte, en la calle Flagler # 746, junto al cine Tivoli”. Según el antes citado sitio “Cuarenta y nueve hermanos. De nuestra Augusta Institución, conformaron la “FRATERNIDAD DE MASONES CUBANOS EN EL EXILIO” “FEMECE”. Llevándose a cabo la Fundación de las respetables Logias Libertad”, Igualdad y Fraternidad”.
La referida página de la Logia Fraternidad”, hace notar que “En aquella oportunidad se redactó una Declaración de Principios, en cuyos puntos se denunciaba al régimen castrista ante el mundo, por sus atropellos, y se dejaba consignado que la masonería exiliada no descansaría hasta tanto Cuba no fuera Libre, y por ende reinara la democracia en nuestra patria”. Es decir, dos años antes de ser autorizada una “Diputación Especial para el Exterior de Cuba”; ya existía en el exilio cubano de la Florida, un vigoroso movimiento masónico, firmemente comprometido con la liberación de Cuba de la tiranía Castrista.
Por su parte, la página del Supremo Consejo del Grado 33 de la Lengua Española,http://supremoconsejomiami.com/breve-historia.html, refiere que “A comienzo de la década del 1960 arribaron a esta ciudad en calidad de exiliados políticos el Gran Maestro y Gran Secretario en funciones de la Gran Logia de Cuba, los Hnos. Juan J. Tarajano y Eduardo R. López Bobadilla, respectivamente”. Producto de las gestiones de estos dirigentes masónicos, el Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de la Florida, Sr. Edwin Larson, el 6 de marzo de 1961 anunció “que concedía domicilio y residencia a la Gran Logia de Cuba para que actuase dentro de la Gran Jurisdicción de la Gran Logia de la Florida, fraternal y masónicamente, como si estuviera en la Gran Jurisdicción de Cuba”.
La antes referida página también expresa (…) “el G.M. IH Jorge Luis Cuervo Calvo nombra a el Ex-GM I: .H: Carlos Piñero y del Cueto (Decreto fechado 26 de enero1962), radicado en Puerto Rico, como delegado especial ante ese organismo, y también lo faculta para crear logias de origen cubano en el exilio. Según este sitio, ello “fue ratificado por la Serenísima Alta Cámara de la Gran Logia de Cuba en la ciudad de la Habana, y consta en su informe anual. Fue ratificado por los dos G.M. que le sucedieron Francisco Cóndom Cestino (30 de marzo del 65) y Esteban Valdés Castillo (4 de abril del 67)”
Aunque distintos Grandes Maestros de la Gran Logia de Cuba han negado la existencia de dicha autorización, es de notar que en su Mensaje Anual del 26 de marzo 1978, el Gran Maestro Eusebio Luis Romero Márquez plantea “he abandonado la práctica de efectuar delegaciones par la actuación a nombre del Gran Maestro en logias extranjeras, Grandes Logias o entidades masónicas internacionales; delegaciones que quedan de derecho extinguidas desde la fecha en que tome posesión en mi cargo”. De este mensaje se puede inferir un explícito reconocimiento de la existencia de la antes referida delegación.
A partir de la constitución de la Gran Logia de Cuba en el Exilio, la nueva Entidad circula un comunicado a la Confederación Masónica Interamericana (CMI), el cual solicita “de las Grandes Logias Ibero-Americanas confieran su reconocimiento a la Gran Logia de Cuba AL y AM (en el Exterior), con sede en su Gran Templo Masónico de la ciudad de Miami, Estado de la Florida”. Este fue el origen de una álgida disputa por obtener el reconocimiento de la regularidad una Gran Logia Cubana radicada en el Exterior.
Este asunto queda definitivamente dilucidado en la reunión de la Zona II de la CMI, efectuada entre los días 22, 23 y 24 de mayo en Santo Domingo. Según el Informe emitido por el Gran Maestro Facundo Primitivo Díaz, circulado en el MENSAJE # 2, de fecha 2 de junio de 1981, Págs. 3 (final) y 4; dice “el caso de la Gran Logia de Cuba en el Exterior; Intervino la palabra emotiva del IH ex Gran Maestro, Roberto Luis Ferrer. Mesurada intervención. Cariño y respeto para todos nuestro QQ. HH cubanos residentes en los Estados Unidos; pero que era inaceptable la designación de “Gran Logia de Cuba en el Exterior” y que habría que considerarla, por todo ello, irregular. Así fue aprobado y reconocido, brindándosele al Gran Secretario Ejecutivo un amplio voto para que gestione con los masones cubanos en dicha nación y, especialmente en la Florida, el cambio de nombre y que se extinga el de “Gran Logia de Cuba en el Exterior”, pues tan solo una existe, y es la Gran Logia de Cuba de A.L y A.M., con sede en la ciudad de La Habana”.
A partir de este acontecimiento, las aguas comienzan a tomar su nivel y el espíritu masónico prevalece por encima de otras consideraciones. Los masones de la Isla comprendían las razones políticas de los exiliados; y estos entendían los riesgos a que se hallaban sometidos los que radicaban en Cuba. Esta situación, originó la práctica usual que los masones procedentes de la Isla, asistieran a las logias de los exiliados; y, viceversa, cuando los masones radicados en los Estados Unidos, fundamentalmente en la Florida y New Jersey, viajaban a visitar a sus familiares en Cuba, también lo hacían a las logias de la Isla. Así ocurrió, hasta que el nefasto traidor Collera Vento asumió la Gran Maestría de la Gran Logia de Cuba.
Próximamente vamos a continuar analizando el rompimiento de relaciones entre la Gran Logia la Florida y la de Cuba.
http://masonerialibertaria.wordpress.com/
marzo 28, 2014Uncategorized
Gustavo Pardo
La historia de la masonería cubana exiliada en los Estados Unidos de América se inicia en los primeros meses del año 1959, como la reacción lógica que produce en “hombres libres” la implantación de un régimen represivo-totalitario.
Es necesario citar las palabras pronunciadas en el año 1960 por Juan José Tarajano González en la logia “Hijos de América”. El referido discurso, Tarajano, quien en esos momentos ejercía como Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba; afirmaba “La Masonería Cubana, fiel a sus postulados y a sus tradiciones, mantiene su resuelta oposición a todo tipo de tiranía que niegue o límite en cualquier forma, la igualdad humana y la libertad individual, para el ejercicio de los derechos que son consustanciales al régimen democrático”.¿A qué régimen se refería Tarajano? Con esta declaración, el Gran Maestro precisaba el enfoque filosófico-doctrinal al cual la Institución Masónica Universal se había adherido desde su fundación.
Efectivamente, desde su llegada a la Isla en los albores del siglo XIX, los masones y no pocas de las logias jurisdiccionadas a la Institución Masónica Cubana; se vieron involucradas en las luchas por la libertad, la democracia y la Justicia social en Cuba. Es natural que esta tradición, despertara las sospechas del régimen castrista; y particularmente del tenebroso Ministro del Interior castrista, Ramiro Valdés; quien, por cierto, hasta 1959 había pertenecido a la Institución.
La tradición democrático-libertaria de la Masonería cubana, muy pronto trajo como resultado la aparición de evidentes contradicciones entre el liderazgo de la Gran Logia de Cuba y las nuevas autoridades “revolucionarias”. Por esta razón, no resultaba nada descabellado que la directiva masónica de la época, previera que a corto o mediano plazo, podría ocurrir del cierre las actividades Masónicas en la Isla y la confiscación de sus archivos y demás los bienes.
Ante esta sospecha, se afirma que en el año 1962, el Gran Maestro Jorge Luis Cuervo Calvo, autorizó la Creación de una Diputación Especial para el Exterior de Cuba, presidida por el ex Gran Maestro por Carlos M. Piñeiro del Cueto e integrada por Jorge Raúl Cuervo Bacallao, Juan Francisco López García, Manuel de J. Conejero y Luis Felipe Solís Lafargue.
Este aspecto lo explica el sitio en Facebook de la Logia Fraternidad, indicando que “La Gran Logia de Cuba En el Exterior tiene su origen en el primer movimiento Masónico del Exilio Cubano, cuya reunión inicial se produjo el 4 de Noviembre de 1960” (…) más adelante continua expresando “La primera reunión tuvo lugar en el bufete de Pepe Iriarte, en la calle Flagler # 746, junto al cine Tivoli”. Según el antes citado sitio “Cuarenta y nueve hermanos. De nuestra Augusta Institución, conformaron la “FRATERNIDAD DE MASONES CUBANOS EN EL EXILIO” “FEMECE”. Llevándose a cabo la Fundación de las respetables Logias Libertad”, Igualdad y Fraternidad”.
La referida página de la Logia Fraternidad”, hace notar que “En aquella oportunidad se redactó una Declaración de Principios, en cuyos puntos se denunciaba al régimen castrista ante el mundo, por sus atropellos, y se dejaba consignado que la masonería exiliada no descansaría hasta tanto Cuba no fuera Libre, y por ende reinara la democracia en nuestra patria”. Es decir, dos años antes de ser autorizada una “Diputación Especial para el Exterior de Cuba”; ya existía en el exilio cubano de la Florida, un vigoroso movimiento masónico, firmemente comprometido con la liberación de Cuba de la tiranía Castrista.
Por su parte, la página del Supremo Consejo del Grado 33 de la Lengua Española,http://supremoconsejomiami.com/breve-historia.html, refiere que “A comienzo de la década del 1960 arribaron a esta ciudad en calidad de exiliados políticos el Gran Maestro y Gran Secretario en funciones de la Gran Logia de Cuba, los Hnos. Juan J. Tarajano y Eduardo R. López Bobadilla, respectivamente”. Producto de las gestiones de estos dirigentes masónicos, el Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de la Florida, Sr. Edwin Larson, el 6 de marzo de 1961 anunció “que concedía domicilio y residencia a la Gran Logia de Cuba para que actuase dentro de la Gran Jurisdicción de la Gran Logia de la Florida, fraternal y masónicamente, como si estuviera en la Gran Jurisdicción de Cuba”.
La antes referida página también expresa (…) “el G.M. IH Jorge Luis Cuervo Calvo nombra a el Ex-GM I: .H: Carlos Piñero y del Cueto (Decreto fechado 26 de enero1962), radicado en Puerto Rico, como delegado especial ante ese organismo, y también lo faculta para crear logias de origen cubano en el exilio. Según este sitio, ello “fue ratificado por la Serenísima Alta Cámara de la Gran Logia de Cuba en la ciudad de la Habana, y consta en su informe anual. Fue ratificado por los dos G.M. que le sucedieron Francisco Cóndom Cestino (30 de marzo del 65) y Esteban Valdés Castillo (4 de abril del 67)”
Aunque distintos Grandes Maestros de la Gran Logia de Cuba han negado la existencia de dicha autorización, es de notar que en su Mensaje Anual del 26 de marzo 1978, el Gran Maestro Eusebio Luis Romero Márquez plantea “he abandonado la práctica de efectuar delegaciones par la actuación a nombre del Gran Maestro en logias extranjeras, Grandes Logias o entidades masónicas internacionales; delegaciones que quedan de derecho extinguidas desde la fecha en que tome posesión en mi cargo”. De este mensaje se puede inferir un explícito reconocimiento de la existencia de la antes referida delegación.
A partir de la constitución de la Gran Logia de Cuba en el Exilio, la nueva Entidad circula un comunicado a la Confederación Masónica Interamericana (CMI), el cual solicita “de las Grandes Logias Ibero-Americanas confieran su reconocimiento a la Gran Logia de Cuba AL y AM (en el Exterior), con sede en su Gran Templo Masónico de la ciudad de Miami, Estado de la Florida”. Este fue el origen de una álgida disputa por obtener el reconocimiento de la regularidad una Gran Logia Cubana radicada en el Exterior.
Este asunto queda definitivamente dilucidado en la reunión de la Zona II de la CMI, efectuada entre los días 22, 23 y 24 de mayo en Santo Domingo. Según el Informe emitido por el Gran Maestro Facundo Primitivo Díaz, circulado en el MENSAJE # 2, de fecha 2 de junio de 1981, Págs. 3 (final) y 4; dice “el caso de la Gran Logia de Cuba en el Exterior; Intervino la palabra emotiva del IH ex Gran Maestro, Roberto Luis Ferrer. Mesurada intervención. Cariño y respeto para todos nuestro QQ. HH cubanos residentes en los Estados Unidos; pero que era inaceptable la designación de “Gran Logia de Cuba en el Exterior” y que habría que considerarla, por todo ello, irregular. Así fue aprobado y reconocido, brindándosele al Gran Secretario Ejecutivo un amplio voto para que gestione con los masones cubanos en dicha nación y, especialmente en la Florida, el cambio de nombre y que se extinga el de “Gran Logia de Cuba en el Exterior”, pues tan solo una existe, y es la Gran Logia de Cuba de A.L y A.M., con sede en la ciudad de La Habana”.
A partir de este acontecimiento, las aguas comienzan a tomar su nivel y el espíritu masónico prevalece por encima de otras consideraciones. Los masones de la Isla comprendían las razones políticas de los exiliados; y estos entendían los riesgos a que se hallaban sometidos los que radicaban en Cuba. Esta situación, originó la práctica usual que los masones procedentes de la Isla, asistieran a las logias de los exiliados; y, viceversa, cuando los masones radicados en los Estados Unidos, fundamentalmente en la Florida y New Jersey, viajaban a visitar a sus familiares en Cuba, también lo hacían a las logias de la Isla. Así ocurrió, hasta que el nefasto traidor Collera Vento asumió la Gran Maestría de la Gran Logia de Cuba.
Próximamente vamos a continuar analizando el rompimiento de relaciones entre la Gran Logia la Florida y la de Cuba.
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