CUBA Y LOS ESTADOS UNIDOS

Ilustración: Yadira Escobar


90 millas entre el bien y el mal, o un triste malentendido.


La nación cubana se formo a 90 millas de otra nación que acababa de consolidar todo su territorio nacional; los Estados Unidos de América; exitosa república que desde principios del siglo XX comenzó a invertir sus capitales en la adquisición de propiedades territoriales a precios increíblemente baratos en Cuba, tomando ventaja de las miseria general que nos dejaron las guerras por la independencia. ( en Camagüey el 10% de la tierra paso a manos norteamericanas, y los estadounidenses llegaron a poseer 7000 títulos de propiedad)
En aquellos días anteriores al desastre, que fue para España perder parte de lo que consideraba inseparable de su territorio ( Cuba la siempre fiel), nuestro José Martí advertía de la expansión norteamericana sobre nuestros pueblos de la américa hispana, y otros intelectuales también reaccionaban ante el avance cultural anglosajón sobre las repúblicas latinoamericanas.
El sentimiento antinorteamericano creció tanto en la américa hispana en ese periodo, que hasta la cultura más marginal reflejo tal sentimiento. José María Vargas Vila (escritor colombiano) en 1900 estando en Europa en funciones diplomáticas para el gobierno de ecuador, publica en la ciudad de Roma "Ante los bárbaros" una obra incendiaria donde podemos leer lo siguiente:
…Yo les niego (a los norteamericanos) el derecho de hablar de libertad de los pueblos, mientras ellos tengan agarrotados pueblos libres en América, mientras Cuba sea un país sin soberanía, estrangulado por el dogal de la enmienda Platt, mientras Puerto rico sea una isla esclava, a cuyos mejores hijos se les da una sombra de ciudadanía ultrajante, que no habría tenido aceptación en un mercado de esclavos…
…mientras Santo Domingo sea esclava bajo su dominación…
…Cuba, es como el vaso roto que arroja el profeta en el camino de los pueblos de América; es el hierro clavado en las entrañas, sus llagas son nuestras llagas, sus dolores son nuestros dolores, y su hundimiento marcara el principio de nuestra desaparición.
Cuba no puede acabar de renacer o de morir, sin que nosotros, todos, nos sentamos vivir de su vida o morir de su muerte; no puede ser extraña a pueblo hermano, los funerales de su nacionalidad desaparecida en medio de los festines de la fuerza; ¡Oh Polonia del trópico! ¡Oh Martí!
Vargas Vila, un escritor populista leído en todos los bares y prohibido en catorce diócesis latinoamericanas por obras como "La demencia de Job" fue capaz de tratar en esta obra como a un "Bárbaro" al pueblo norteamericano, y no fue menos radical con quienes simpatizaban con los estadounidenses de quienes dijo: "La admiración al yanqui, es en América Latina, la señal más viva de nuestra degradación".
Mas tarde cuando el énfasis en la educación universitaria apoyada por dinero publico, fue pan de cada día en las repúblicas latinoamericanas, muchísimas cátedras permitieron, y hasta promovieron todo tipo de prejuicios contra los norteamericanos, lo cual no ayudo para nada al entendimiento cultural entre la hispanidad y el mundo anglosajón, de lo cual se nutrió el izquierdismo radical y finalmente el populismo del socialismo del siglo XXI.
El cubano de antes del 59, ni admiraba ni odiaba al temible yanqui, simplemente se sentía superior a el. Su criollismo nacionalista y su gran habilidad para no luchar contra la corriente le convirtió en un hábil superviviente frente a la poderosa república norteamericana. Con una moneda igual de fuerte, con una tenaz identidad cultural que lejos de americanizarse comenzó a influir en sus vecinos, y con una rara habilidad para los negocios, el cubano enfrento el reto y se hizo amigo del norteamericano.
En ciertos círculos de poder norteamericano, en cambio se nos subestimo y se siguió soñando con una Cuba subordinada al capital financiero, desde esos intereses se llego incluso a planear ciertos asentamientos de familias estadounidenses en territorio cubano como parte de una agenda de sustitución étnica y ciudadana. Frente a esas ofensas a la soberanía se levanto el nacionalismo cubano a través de facciones y partidos políticos que buscaron la real independencia económica y política de la nación cubana, entre esos Partidos se destaco el Ortodoxo del cual la figura mas destacada fue la de Eduardo Chibás, un cubano que sin caer en el radicalismo de izquierda supo elevar la moral cívica del cubano y el nacionalismo auténtico.
Despues del 59 una revolución organizada para derrotar a un tirano reconocido por los Estados Unidos (Fulgencio Batista) fue desviada hacia un totalitarismo al servicio de Moscú y en franca hostilidad con Estados Unidos. Para los cubanos que apoyaron esa revolución y que luego lucharían contra ella, estaba muy claro que los Estados Unidos a pesar de haber sido muy afectados por las confiscaciones terminaba siendo muy favorecido por el traslado hacia su territorio de toda la clase media cubana, que en muy poco tiempo formo la red empresarial que convertiría a Miami en la capital de la América latina (en vez de la Habana).
Cuba, la molesta competencia para muchos, desapareció del mapa comercial del Caribe, y millones de cubanos quedarían atrapados tras la cortina de hierro de una isla que iría perdiendo poco a poco su orgullo nacional.
Hoy, tras tantos años de miseria material y moral, el cubano de la isla esta cansado, y peor aún, sin confianza en si mismo. Un Estado totalitario que estrangulo a la sociedad civil y destruyo las bases de la nación, esta ahora a punto de morir, nadie sabe que tipo de muerte tendrá, pero se sospecha que será con convulsiones, y eso traerá anarquía y confusión, contra las cuales la única opción humanitaria seria la intervención norteamericana, si esa intervención se produce bajo las influencias de una administración que pone énfasis en el Estado fuerte con ciudadanos débiles, en el gobierno grande que cobra tributos al hombre libre y que promueve el socialismo enmascarado, entonces nuestra nación quedara atada a una cadena mas difícil de romper que la actual, a la aplastante socialdemocracia, que no es otra cosa que un socialismo disfrazado.

¡Sumate al nacionalismo!

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