SER NINO EN CUBA

Posted January 28th, 2010 by Reinaldo Escobar




La mayoría de los que cuestionamos al régimen cubano en la Internet, nacimos después del 59, y dentro de un aplastante experimento social por hacer de cada uno de nosotros un ciudadano-siervo al servicio de un despotismo que se autoproclamaba como "el gobierno del pueblo".

Cuando niños veíamos en la tele como los animados rusos iban desplazando poco a poco a los norteamericanos, y como Elpidio Valdez se burlaba de los yanquis y del soldado español. Mas allá de las ingenuidades del payaso Ferdinando, y de los muñecos de "Pepe Pan" el régimen trabajaba nuestras mentes infantiles para borrar de ellas todo vinculo agradable con el pasado. La guerra a todo lo viejo, incluía insinuaciones en nuestros colegios para que sacasemos a la luz cualquier secreta disidencia de nuestros parientes, y las creencias religiosas de nuestros hogares. El ateísmo militante y las manipulaciones de nuestra historia política iban siempre acompañadas de canciones infantiles cargadas de propaganda y de aquel culto a la personalidad que agobiaba por doquier.

La esperanza de los niños era una nubecilla individual, siempre vigilada de cerca por aquel expediente escolar , que seguía nuestras vidas como un inquisidor sigue a un converso en el que no cree, aunque grite a los cuatro vientos lo que el sistema quiere oír. La patria pintada con colores adulterados, anunciada en un panfleto de mal gusto y cargado de odios irracionales contra los norteamericanos de siempre, se fue convirtiendo en algo abstracto y difícil de entender sin la oportuna ayuda de algún pariente adulto. Muchos, en aquella generación cayeron en la trampa que cae un niño expuesto a tan impresionante adoctrinamiento y gritaron "Seremos como el Ché" para luego en la adolescencia experimentar un horrible vacío existencial que les llevaría al rechazo a todo lo nacional. El nuevo hombre era la gran víctima, el paciente abusado por un psiquiatra perverso y luego abandonado a su propia suerte. Los destructores del alma nacional enfocaron todos sus dardos en las almas mas tiernas para fundir las cadenas invisibles del cinismo y la desmoralización. Apartados los más jóvenes de las generaciones más viejas quedaron totalmente expuestos a las radiaciones de un proyecto antinacional destinado a sembrar todos los contravalores que hacen al hombre débil frente al despotismo.

Para las nuevas generaciones se abre un futuro luminoso, pues agotadas las armas ideológicas de un extremismo fracasado, y envejecidos sin remedio los agentes de tan monstruoso experimento, la nación se renueva biológicamente y políticamente con toda la potencialidad que solo el nacionalismo puede encauzar para beneficio propio, en ese noble propósito de poner al cubano primero.

¡Sumate al nacionalismo!



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