El Arcángel Zadquiel

por **Admin** Miér Abr 08, 2015 10:02 am

LOS DOMINIOS DE SU SABIDURIA Y PODER.

1 de 3 partes.

Por Vikthor Krumm Heller.

Viernes 17 de Agosto del 2012 e.v.

El nombre de Zadquiel significa la “Rectitud de Dios”. Se le considera el arcángel de la misericordia y la benevolencia.

Es un ángel sanador que trabaja con el arcángel Miguel para sustituir las energías negativas por medio de la fe y la compasión. El arcángel Zadquiel es considerado el rector del conocimiento supremo de la transmutación, de la magia, la alquimia, la misericordia, la justicia, el perdón, la benevolencia, la liberación de toda atadura y la compasión.

Él es el encargado de todas las ceremonias dirigidas a Dios. Y siempre busca que la humanidad incluya los rituales en su vida diaria, para que esté en contacto directo y continuo con la divinidad.

Cuando oramos, los ángeles se acercan de inmediato. Y si esta oración es grupal, estos seres celestiales hacen un bóveda, protegiendo el lugar y a sus integrantes a través de una luz hermosa e intensa.

Dentro de los rituales, propiamente dichos, los ángeles de la música, de los colores, del agua bendita, de la cruz, del incienso y del altar trabajan con el arcángel Zadquiel para crear un ambiente maravilloso, con el propósito de que la ceremonia cumpla con su objetivo.

La imagen de Zadquiel es la de un joven con gran resplandor y alas enormes. Su túnica es color violeta, lo cual representa el equilibrio entre el cielo y la tierra. Este color simboliza la transmutación, la reencarnación y los rituales.

De manera ocasional, también este arcángel puede presentarse con traje de guerrero, lo que representa nuestra materia física, nuestro templo donde reside el alma, para convertir nuestra vida en una ceremonia dirigida a la presencia de Dios.

Zadquiel lleva en la mano una Cruz, la cual representa al hombre con los brazos abiertos, recibiendo siempre de esta manera la Luz Divina. Sus cuatro brazos representan a los cuatro elementos primordiales y, en el centro de la misma circula la energía divina.

También se le representa con una Copa, la cual contiene el elixir de la larga vida interna que nos exhorta a realizar la búsqueda espiritual que nos permita estar en relación directa con el creador.

A este ser celestial también se le representa con instrumentos musicales, ya que él es el encargado de la música ceremonial.

El arcángel Zadquiel es príncipe regente del cielo y de los coros de la jerarquía celestial de las Dominaciones. También se le conoce como el ANGEL DE LA JUSTICIA DIVINA, y el ángel de la invocación, las palabras de poder y los mantrams.

Su energía nos armoniza y equilibra de manera íntegra, teniendo la capacidad de expandirnos en todas direcciones. Su supremo santuario etérico se encuentra sobre la isla de Cuba y se le conoce como El Templo de la Purificación.

Originalmente, el Templo de la Purificación fue erigido en la Atlántida y era el retiro de los sacerdotes y sacerdotisas de la Orden de Zadquiel, hoy conocida como la Orden de Melquizedek. Nada que ver con las falsas y profanas organizaciones que reclaman dicha afiliación.

Al arcángel Zadquiel sirve al séptimo rayo (el rayo violeta), o el fuego sagrado violáceo que transmuta las causas y sus efectos y registra y memoriza los asuntos equivocados o karma en dharma. A la llama violeta también se le conoce como la Llama de la Transmutación, de la libertad y del perdón.

Este rayo vibratorio tiene el propósito de ayudarnos a vernos a nosotros mismos de manera clara, como realmente somos, y para ver todo nuestro potencial. Esto nos permite ver todas las cosas que no necesitamos para convertirnos en lo que verdaderamente deseamos ser. Y también nos da el acceso a la sabiduría de nuestro ser superior interno y a la de los Maestros del Invisible para que puedan ayudarnos a crear en nuestras vidas lo que debemos SER Y HACER.

El arcángel Zadquiel trabaja, en compañía del Maestro Ascendido Denis de Saint Germain, en la promoción del uso de la llama violeta en beneficio de nuestro planeta tierra y de todos sus habitantes.

Su objetivo es liberarnos de nuestras imperfecciones y limitaciones, permitiéndonos expandir, integrar y equilibrar todos los aspectos terrenales y espirituales de nosotros mismos.

El uso de la llama violeta, mediante su visualización y la invocación nos lleva a obtener la disolución y la transmutación o el profundo cambio de todas las energías negativas que nos acompañan.

Y mediante este proceso de purificación, nosotros podemos desarrollarnos, para así poder ser verdaderos hijos de la luz y vivir sin miedos, limitaciones y ataduras de ningún tipo.

Zadquiel es el Sumo Sacerdote de la Orden de Melquizedek, a cuyos miembros potenciales inicia como sacerdotes o sacerdotisas. Esta congregación de Alta Luz es una Orden Cósmica y Sacerdotal. Muchos de los obreros o trabajadores de la Luz que en la actualidad están encarnados son miembros de esta orden. Por último el Arcángel Zadquiel y el Rayo Violeta transmutador y transformador ayudan en la salud, aliviando las heridas, tumefacciones, problemas de la vista, sana el dolor, las irritaciones, acelera el proceso de cicatrización y ayuda grandemente a al sistema inmunológico.

Bibliografía consultada:

1.- Arcángeles y Maestros Ascendidos de Doreen Virtue. Editorial Hay House, Australia, 1998.

2.- Arcángeles y los Rayos de Luz: Invocaciones y Rituales de Marcela Andere Nogueira. Editores Mexicanos Unidos. 2010.

3.- Tradición oral de la Original Fraternitas Rosicruciana Antiqua: Summum Supremum Sanctuarium Mundial: Linaje genealógico espiritual Arnoldo-Parsival y Vikthor Krumm-Heller. Berlin, Alemania-Sidney, Australia y México, D.F.

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