IGNORANCIA, OSCURANTISMO O ANALFABETISMO MASONICO *** Por Gustavo Pardo 33º

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IGNORANCIA, OSCURANTISMO O ANALFABETISMO MASONICO


Publicado el 08/31/2014 por Gustavo Pardo


Gustavo Pardo 33




¿En que puede diferenciarse un ignorante de otro ignorante? Este es un cuestionamiento muy vigente en la Institución cubana de la Escuadra y el Compas.

Producto de los violentos y continuos embates a que se ha visto sometida la sociedad cubana por el régimen Castrista, ciento de miles de cubanos se han visto precisados a emigrar de la Isla, dejando a la nación; sumida en un profundo vacio intelectual. Este hecho ha impactado negativamente en el desarrollo de la cultura cubana como ente de progreso nacional, despejando el terreno para que los más ignorantes e  incapaces  pudieran acceder a cargos de preeminencia, tanto en las instituciones gubernamentales, como en las no gubernamentales; este es el caso de la Masonería cubana.

Desde 1959, la Institución Masónica cubana ha seguido una continua y vertiginosa vertiente descendente, fundamentada ésta por el continuo éxodo al exterior de sus miembros mas preparados; y por el retiro de la Institución de otros, quienes cedieron a las presiones gubernamentales en ese sentido. Esta situación produjo que la Masonería de la Isla aproximadamente perdiera al 50% de sus miembros.

A fines de la década de los 70, se podía constatarse el contraste entre los hombres que hasta ese momento habían dirigido la Institución; y los nuevos elementos que asumían los más altos cargos de la Gran Logia de Cuba; todos ellos unidos por un factor común: su compromiso con régimen castrista.



Entre los masones más destacados por su incidencia en el desempeño de la Masonería en esta etapa, pueden citarse a Roberto Luis Ferrer Rodríguez y Juan Varela Álvarez. Al primero de ellos se le reconoce como un líder natural, cuya influencia resultó determinante para establecer los nuevos patrones o límites, sobre los cuales la Institución Masónica cubana basaría sus relaciones con el gobierno “revolucionario” y con la sociedad; periodo éste que fue nombrado como “Masonería de concentración”.

En cambio, de profesión abogado, a Varela Álvarez se le reconoce como el “genio tenebroso”, y uno de los hombres más temidos de la Fraternidad cubana. Resultaba muy difícil que la Gran Logia aprobara cambiara algo, sin que ello contara con el visto bueno de Varela.  Se presume que este señor fue un colaborador de la Containteligncia castrista; además, sobre el mismo pesan numerosas acusaciones de corrupción.

Al dueto Ferrer-Varela, se le debe numerosas leyes y Decretos que restringieron la tradicional democracia institucional; entre ellas pueden citarse: el aumento de los periodos de gobierno de uno a tres años; el incremento en el numero de los Grandes Funcionarios de la Gran Logia, de nueve a veintiuno; el acrecentamiento de los poderes del Ejecutivo para interpretar las leyes; la politización de los nombramientos de las Diputados de Distrito y Miembros del Gabinete de trbajo del Gran Maestro; etc.
Estas medidas fueron convirtiendo a la una Organización caracterizada por la elección anual de sus dirigentes, en una Entidad cuya dirección se caracteriza por el autoritarismo y el continuismo de sus funcionaros; al igual que en la Cuba castrista, las manifestaciones de desacuerdo, critica o disidencia de sus miembros ha sido penada con la expulsión de la Institución; tal y como le ocurrió a Ernesto Tomás Pina Alonso, Alcides Herrera Jimenez, Braulio Garcia Nicola, Rene Serrano, Mujica,  Orlando Ferran Ruiz y otros masones que osaron ejercer su derecho a discrepar de la política seguida por la oficialidad masónica.



Estos personajes, sentaron las bases para que la presidencia de la Gran Logia fuese ocupada por masones tan comprometidos y cómplices del Castrismo como Raciel Martínez Andrew, Basilio Armando Barreto Martínez, Francisco Hernández Morales y José Manuel Collera Vento, entre otros: y de otros, a los cuales además de los abominables atributos de los anteriores, es preciso añadir su ignorancia de los principios y objetivos filosóficos-doctrinales de la Masonería y su incapacidad como dirigentes; tales como:  Eriberto Saborit Verdecia, Arnaldo González Padrón, Osmundo Cabrera Pérez y José Ramón González Díaz.

No obstante, entre los antes señalados, marcen una mención aparte Basilio Barreto y Jose M. Collera Vento. El primero de ellos, de Contador profesión, ejercía como auditor del Banco Nacional de Cuba. Este señor, dos oportunidades ocupó la Gran Maestría (presidencia) de la Gran Logia de Cuba (1979-1981 y 1997-2000).

En la primera ocasión, su actuación estuvo caracterizada por el desinterés y la negligencia. Resulta de interés señalar la falta de recursos económicos y de oportunidades prevaleciente durante esos años  en la Institución; así como el marcado interés gubernamental por lograr el desmantelamiento de la Fraternidad Masónica cubana. Una de las medidas mas relevantes de Barreto fuel la entrega de unos $80 000 pesos del Fondo del Auxilio Masónico al Gobierno Castrista; hecho éste que puede ser considerado como el intento más efectivo realizado desde la propia Entidad para dar un “tiro de gracia” a la Masonería, sin que el gobierno se viera internacionalmente comprometido con la desaparición de la Masonería cubana.

Barreto, reconocido como “el príncipe de la oratoria” por sus dotes como orador; en su segundo periodo de gobierno fue más activo. En esta época, el gobierno castrista había cambiado sus objetivos y estrategias con respectos a la Masonería; ya no le interesaba destruirla, sino, ponerla a su servicio. Barreto, con la única excepción de Collera Vento, fue el Gran Maestro cubano que mas viajes realizó al exterior; algunos de los cuales le aportaron beneficios tangibles e inmediatos; uno de los mas significativos, ocurrió durante su asistencia a la Conferencia de la Confederación Masónica Iberoamericana (CMI), efectuada en Santiago de Chile en el ano 1997. En esta oportunidad, perdió todos los fondos en divisa de la Gran Logia de Cuba; ascendentes a unos $2 500,00 USD. Según Barreto afirmó, unos delincuentes le sustrajeron dicha cantidad; afirmación ésta que resultó muy poco creíble entre los masones cubanos, máxime cuando pudieron apreciar el aumento en el stand de vida de este personaje.

Por otra parte, en las altas esferas de la Gran Logia se rumoraba sobre las íntimas relaciones que Barreto sostenía con la Sra. Carmen  Escobar, persona de confianza y asistente de la Jefe de la Oficina de Asuntos Religiosos, Sra. Caridad Diego Bello.

Por cierto, en el año 2000 esta relación le costó a la Sra. Escobar la “renuncia” forzada a su cargo; a causa de la autorización que ella había concedido a Barreto, cuando éste había cesado en el cargo de Gran Maestro para que el mismo viajara a cumplimentar una invitación para que visitara la logia “Miguel Teurbe Tolón” de New Jersey. Se presume que el nuevo Gran Maestro, Jose Manuel Collera Vento, no estuvo ajeno a esta situación.

También fueron “productivas” las visitas que Barreto realizó “de vacaciones” a Francia, pagados por la Gran Logia Nacional Francesa; asi como sus viajes a Italia; costeado por el Gran Oriente de Italia.
Un actor de sumo interés en la trama castrista para subordinar a la Gran Logia de Cuba a sus intereses, lo fue el Dr. José Manuel Collera Vento. Collera, natural de la ciudad de Pinar del Rio y médico pediatra de profesión.

Estos hombres han llevado a los masones a un estado de absoluta indefensión; sumiendo a la Gran Logia de Cuba en un status de Institución neo gubernamental; dependiente de los propósitos y dictados de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

 
 
 
 
Esta situación no ha cambiado hasta el momento.

Por otra parte, no es objetivo circunscribir la realidad de la Masonería cubana a la Institución  existente en la Isla; porque en los últimos 50 años de su existencia, la historia de la Fraternidad, se ha escrito tanto en la Isla como en el Exilio; porque desde el ascenso al poder de los Castros, la Masonería cubana estuvo representada en el destierro por muchos de sus mejores hombres.

En Noviembre de 1960, estos masones constituyenla “Fraternidad de Masones Cubanos en el Exilio” (FEMECE), cuyo propósito inicial era el de servir de voz y resguardo de sus hermanos de la Isla. En dicha oportunidad fueron creadas las tres primeras logias de cubanos exiliados en la Florida, las cuales adoptaron los emblemáticos patronímicos de “Libertad”, “Igualdad” y “Fraternidad”. Rogelio Pujol fue el primer presidente de la FEMECE.

En febrero de 1962 se suma a esta Organización el ex Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, Carlos M. Piñeiro y del Cueto; el cual contaba con la autorización del Gran Maestro en funciones Jorge Luis Cuervo Calvo. En este primer esfuerzo masónico, estuvieron presentes masones de una alta cultura y preparacion masónica e intelectual.

A partir de este esfuerzo inicial, se funda la Gran Logia de Cuba en el Exilio.


http://www.desdecuba.com/mason/?p=7607