EL CAPITAL FINANCIERO Y EL NACIONALISMO CUBANO

Posted June 15th, 2010 by Reinaldo Escobar



Campesinos Camagüeyanos recogiendo sacos de arroz


No llegan a 500 familias, y tienen el control de la mitad de la riqueza mundial, son una elite que no sale en las revistas de moda, ni da la cara cuando se producen los escándalos financieros, porque a ellos no les afecta nada. Son la elite financiera que controla toda el capital financiero que se mueve en el mercado mundial y saben muy bien que el nacionalismo no encaja en su geopolítica.

Cuando la izquierda mundial odia y enseña a odiar a los Estados Unidos, siempre se refiere al "imperialismo norteamericano" como a un monstruo industrial de ideología republicana que le gusta fabricar armas y usarlas para imponer su voluntad en todas partes, pero jamás critica a los verdaderos culpables de toda la miseria e injusticia del planeta. Al grupo selecto de banqueros internacionales que tan generoso son con los partidos y organizaciones de izquierda a la hora de otorgar líneas de crédito. Es muy fácil culpar a los Estados Unidos por todos los males reales e imaginarios de nuestro tiempo, pero muy difícil señalar a los protagonistas invisibles de ese gobierno mundial que cada vez se organiza más sobre la "socialdemocracia", que nos venden.

En Cuba desde 1933 los comunistas y militares tomaron control del parlamento, y empujaron a los representantes del pueblo hacia el callejón sin salida del miedo o de la corrupción, luego la constitución del 40 favoreció los grandes presupuestos para "uso social" y los auténticos en el poder se corrompieron sin remedio dejando el pueblo cubano a la deriva y cada vez más con menos ánimo de creer en los políticos de turno, luego en el 52 el golpe de gracia de los militares cerró el único camino civilizado, y los radicales fueron vistos como la única salida a un problema que a pesar de ser nuestro, tenia que ver mucho con años de injerencia financiera extranjera en nuestros asuntos nacionales.

Cuba era fértil, pero eso no bastaba para que surgiera una clase media rural que sirviera de base social a los ideales del republicanismo clásico, el monocultivo era una enorme cadena sobre nuestros campesinos y mientras en nuestras ciudades enormes supermercados iban arruinando a los pequeños propietarios de la burguesía urbana, muchos no se percataban de como el capital financiero extranjero atentaba contra nuestra clase media favoreciendo al monopolio y creando el malestar necesario que tan bien saben aprovechar los socialistas.





Los que proponen estados fuertes para resolver los problemas sociales mediante la intervención estatal proponen muchas veces sin saberlo el despotismo, la corrupción y las sociedades civiles sometidas al centralismo politico.