ESTADOS UNIDOS Y EL NACIONALISMO CUBANO

Posted June 26th, 2010 by Reinaldo Escobar


Camagüeyanos viajando hacia el poblado de Alta Gracia(2010)


Todos hemos sabido que nuestra corta experiencia republicana siempre estuvo ligada a los Estados Unidos, y todo lo bueno y lo malo que nos trajo ese vinculo fue más producto de la cercanía que de la política. En la futura democracia cubana, ese vinculo continuará, y solo nuestra madurez política puede evitarnos caer en los extremos del antiamericanismo, o por el contrario, la adoración incondicional al poderoso vecino. España por su parte, traumatizada para siempre por el desastre del 98, nos guardaría el rencor hasta nuestros días, expresado sobre todo en la voluntad de la izquierda española por ver las cosas a su manera, y hasta ahora a preferido invertir más en la economía cubana, que en las relaciones con la sociedad civil y sus derechos en la isla.

Nuestros conceptos de lo que es república, libre empresa y derechos civiles están en gran medida influenciados por nuestros vecinos anglosajones, de ellos también deberíamos admirar e imitar el enorme respeto por la propiedad privada, por la opinión contraria, y hasta por la mujer ajena. El puritanismo llenó de virtudes cívicas a su orden social, y numerosas iniciativas filantrópicas del sector privado inculcaron en su cultura el respeto por las minorías, y la protección de la familia. También la separación entre Iglesia y Estado, y la desconfianza hacia un gobierno excesivamente fuerte son virtudes republicanas que nos dan el buen ejemplo a seguir, pero también está la sociedad norteamericana siendo sometida a un infiltración socialista, y a un liberalismo moral que debemos rechazar , porque destruyen las bases de la moral republicana.

En la década del 40 el mínimo salarial en Cuba se fijó en dos dólares diarios (sesenta dólares mensuales en los centros urbanos), y de un dólar y sesenta centavos diarios(48 dólares mensuales) en las zonas rurales, eso era bueno en una época donde los frijoles y el arroz se conseguían por centavos. Cuando hablamos en términos de dólares para referirnos al salario de ese periodo, es porque habíamos logrado una paridad que ponía al peso cubano a la par de la moneda estadounidense, y eso fue posible por una relaciones económicas que nos permitían colocar productos cubanos en el mercado norteamericano, (cosa muy buena para dos vecinos tan cercanos), aunque también es verdad que fortalecimos nuestra moneda porque nuestros políticos se encargaron de comprar suficientes barras de oro en el mercado internacional para colocarlas como respaldo de aquel peso nacional, y para 1952 nuestra deuda exterior se había reducido a $68.162,700.00 y la tendencia era el buscar empréstitos y financiamiento en la propia Cuba. Poco después de la toma de posesión de Prio Socarras con la aprobación del congreso cubano se creo el Banco Nacional de Cuba (un banco central con capital cubano) que tuvo facultad para emitir y proteger la moneda nacional, y dos años más tarde tuvimos el BANFAIC (Banco de Fomento Agrícola e Industrial). La buena costumbre económica de reforzar la moneda cubana con depósitos adicionales de oro y de dólares aumentaba, y en 1952 (antes del funesto golpe militar apoyado por oscuros intereses extranjeros) llegamos a tener la importante cantidad de cuatrocientos millones de dólares en nuestras reservas, lo cual permitía mantener la paridad entre el peso cubano y el dólar norteamericano.

Nuestra prosperidad económica tenia mucho que ver con nuestro vecino del norte, pero sobre todo con el espíritu empresarial cubano y su nacionalismo que le hacia apoyar las medidas económicas que buscasen nuestra autonomía y soberanía económica. Sin lugar a dudas los banqueros internacionales cada vez sacaban menos beneficios de Cuba, y nuestros negocios urbanos y rurales se financiaban cada vez más con prestamos internos. El nacionalismo económico bajo el gobierno de los auténticos solo necesitaba sacudirse la sombra de los militares tan apoyados por los embajadores norteamericanos, y la amenaza de los comunistas dirigidos por Moscú, desgraciadamente la corrupción de la cosa pública cansó al pueblo cubano, y la violencia política en vez de la honradez ganó la batalla de las conciencias facilitando el camino al golpe del 52 y al contragolpe del 59. Comunistas y banqueros internacionales se alegraron de ver caer bajo las cadenas invisibles del totalitarismo al pueblo que se atrevió a tener república propia y nacionalismo económico.

Hoy soplan vientos de cambio, se repite la esperanza y los peligros de siempre. Poderosos intereses internacionales volverán a poner sus ojos en cada paso nuestro, pero esta vez tenemos la experiencia de los sufrido, que unido a nuestros deseos de libertad y prosperidad nacional, nos permitirá un rápido crecimiento económico y un Estado de Derecho que nos convierta en una gran nación.

¡SUMATE AL NACIONALISMO!