PUNTO Y APARTE

(6-15-10-5:15PM)




Por: El Director

Produce dolor en el alma del patriota el comprender que la mente de los cubanos ha sido tan cruelmente envilecida en más de medio siglo de la práctica del despotismo, el engaño y la doble moral, hasta el grado tal de que aún en las filas de los opositores a la tiranía han proliferado de forma alarmante los aprovechados, los estafadores y los que simulan una conducta que no sienten con tal de vivir sin trabajar y han hecho del engaño y el fingimiento de una postura, una constante que les asegura su modus vivendi, en perjuicio de la libertad de la patria.

Es rara la semana en que los que estamos envueltos en la tarea de ayudar a la oposición interna no sufrimos una nueva decepción, al comprobar que el norte y guía de gran parte de los que dicen mantener una conducta oposicionista, es hacer el mínimo necesario, para conseguir que desde el exterior se les procure lo necesario para sobrevivir, mientras montan su "bodeguita opositora".

Como aseveraba Taine, “nada es tan peligroso como una idea amplia en cerebros estrechos”; y eso lo hemos podido comprobar ante la carta de los 74 enviada a los Congresistas norteamericanos, para conseguir que, al fin, la tiranía logre su objetivo de que le levanten las restricciones a los turistas norteamericanos para que puedan viajar a Cuba, a llenar de dólares las arcas de los jerarcas del castrato.

La mayoría de los firmantes de esa reprobable misiva, son personas bien intencionadas, que no han sido capaces de recapacitar y ver el peligro que para la lucha contra el castrismo eso significa.

Se han ido con la fácil pensando que "a más americanos visitando Cuba más posibilidades de que de el exterior me lleguen más paqueticos de ayuda."

Y aunque eso no es así como ellos lo imaginan, aún en el caso de que fuera verdad, no se han percatado de que están vendiendo su primogenitura por un plato de lentejas, o lo que es lo mismo, están posponiendo su propia felicidad y sus esperanzas de vivir como hombres libres en una nación libre de tiranos, por la esperanza de tener unos fulas extras y unos paqueticos de comestibles más que les permitan malvivir sin libertad, sin derechos y como parias en su propia tierra.

Se afirma que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen y en este caso, los cubanos parecen estar dándoles la razón a los que eso afirman.

Los que tenemos hechas nuestras vidas en el exterior y no aspiramos a regresar para ser parte de ningún futuro gobierno, ni a ocupar ninguna posición en Cuba, si fuéramos los egoistas que muchos allá afirman que somos, podríamos sentarnos a reirnos de su imbecilidad y dejarlos morir de tristeza o de hambre, pero no lo hacemos, porque adquirimos un compromiso con los hermanos caidos en el camino por la reconquista de las libertades en nuestra patria, aún en contra de los que no se la merecen y porque tenemos un compromiso con la "minoría inasequible el desaliento" que carga sobre sus hombros el decoro que falta a tantos compatriotas.

Porque ante el convencimiento doloroso de que posiblemente solo un 3 % de los que hoy se dicen "opositores" o "disidentes", lo sean de verdad y tengan las agallas para combatir de verdad a la tiranía, creemos que ese 3 % merece todo nuestro apoyo, nuestra ayuda y son merecedores de nuestro sacrificio para alentarlos y ayudarlos a traer la libertad sin compromisos y sin componendas a esa tierra, a la que posiblemente no regresemos la mayoría de nosotros, pero que se merecen los pocos que levantan el pendón de los dignos mambises de el presente siglo, y que con la luz de su sacrificio e idealismo, alumbran las tinieblas provocadas por los acomodados pícaros de la falsa y voraz "oposición".

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