FREUD EL PADRE DEL PSICOANALISIS
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FREUD EL PADRE DEL PSICOANALISIS
"Sólo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio."
"Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos."
"Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla."
"He sido un hombre afortunado en la vida: nada me fue fácil."
"Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo."
"El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización."
Sigmund Freud (1856 –1939) nació en Freiberg, pequeña ciudad de lo que es hoy actualmente Checoslovaquia. A los cuatro años se estableció en Viena junto con el resto de su familia, donde estudió medicina y biología, especializándose en neurología. En 1885 viaja a París para completar sus estudios, donde tuvo la gran oportunidad de estudiar con Charcot, especialista de enfermedades nerviosas que pensaba que algunas enfermedades mentales no tenían causa orgánica sino psicológica. Además llevó a cabo una observación sorprendente: en todos los historiales clínicos de las histerias siempre aparecía la sexualidad como problema. Años después, Freud publicó “Estudios sobre la histeria” y la relación de la histeria con problemas sexuales quedó definitivamente establecida.
El legado de sus investigaciones no se centra en la medicina como tal, sino en la elaboración de un método que parte del inconsciente para tratar las enfermedades mentales: el psicoanálisis. Abandonó pronto sus investigaciones neurológicas para dedicarse a este método, percatándose de lo incorrecto de las terapias utilizadas para la rehabilitación de los “enfermos nerviosos”. La búsqueda de acontecimientos importantes en la vida del paciente, escondidos en lo profundo de su psique, mediante el psicoanálisis o la interpretación de los sueños constituye la aportación más notable de Freud. El mismo señala que "un sueño es la realización encubierta de un deseo reprimido", iniciando una línea de exploración de la mente que tendría fuertes repercusiones en la época. En 1900 publicó “La interpretación de los sueños”, donde desarrollaba su tesis fundamental: los sueños no sólo son un producto psíquico desechable, sino que representan un trabajo psíquico normal lleno de sentido.
Llegó a una serie de conclusiones que promovieron el escándalo y lo sumieron en la soledad y el aislamiento. Para Freud, la experiencia infantil resulta vital al ser la primera etapa en la que se configura la personalidad humana. El desarrollo de la psique evolucionaría a través de diferentes etapas, todas con una misma finalidad: lograr el placer sexual. Al mismo tiempo, ante la necesidad de configurar una personalidad propia, el individuo experimenta un proceso de socialización durante el cual necesita confrontarse con otros individuos, de los que adoptará o rechazará sus propios rasgos. Así, la personalidad individual resultará de la asimilación o rechazo de las características psicológicas que el sujeto observa en los demás. En especial es importante la figura del padre/madre, con quien hay instalado un conflicto permanente, originado por la necesidad del niño de destruir su influencia psicológica y adquirir su propia personalidad y conocimiento de sí mismo.
Con respecto al análisis de la mente humana, Freud establecía tres ámbitos diferenciados: ello, yo y superyó. El "ello" es un sistema totalmente incosciente e irracional. En él se sitúan el placer y los instintos. En los primeros años de la vida del niño, éste ámbito domina sus acciones y pensamientos, incorporando los conocimientos adquiridos a su propia personalidad que pasan a formar el núcleo del "yo". Éste es racional y consigue dominar los instintos del "ello", guiándose por el principio de realidad. En esta fase, el "yo" ha de hacerse fuerte, ha de ser capaz de controlar a los otros dos sistemas. El tercer sistema, "el superyo", es inconsciente y se forma durante el período edípico, en el momento en que el niño, debido a las restricciones morales, debe renunciar a conseguir su objeto de placer: el padre o madre. En este periodo, el niño ha de aceptar las reglas morales impuestas por los padres, reprimiendo deseos y renunciando a impulsos instintivos. Las reglas de moralidad actúan, al mismo tiempo, creando un escenario donde se desarrolla la neurosis, al ser obligado inconscientemente el individuo a renunciar a sus deseos
Con mucho trabajo se fue abriendo camino hasta que se formó en 1902 el núcleo original y, posteriormente, la sociedad psicoanalítica de Viena. En 1908 se celebra el primer congreso mundial de psicoanálisis, en Salzburgo. A partir de este momento, se fueron organizando en numerosas ciudades europeas sociedades de psicoanálisis.
Las repercusiones de sus teorías no deben buscarse sólo en el ámbito de la psicología. Sus ideas influyen en ámbitos tan diversos como el arte, la historia, la sociología o la antropología, e inauguran una línea de pensamiento e investigación teórica que resultará esencial para la ciencia contemporánea.
En 1938 Freud hubo de emigrar a Londres ante la ocupación nazi de Viena, ya que era de ascendencia judía; sus libros fueron quemados y destruidos y, poco después, en 1939, fallecía víctima de un cáncer de mandíbula.
"Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos."
"Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla."
"He sido un hombre afortunado en la vida: nada me fue fácil."
"Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo."
"El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización."
Sigmund Freud (1856 –1939) nació en Freiberg, pequeña ciudad de lo que es hoy actualmente Checoslovaquia. A los cuatro años se estableció en Viena junto con el resto de su familia, donde estudió medicina y biología, especializándose en neurología. En 1885 viaja a París para completar sus estudios, donde tuvo la gran oportunidad de estudiar con Charcot, especialista de enfermedades nerviosas que pensaba que algunas enfermedades mentales no tenían causa orgánica sino psicológica. Además llevó a cabo una observación sorprendente: en todos los historiales clínicos de las histerias siempre aparecía la sexualidad como problema. Años después, Freud publicó “Estudios sobre la histeria” y la relación de la histeria con problemas sexuales quedó definitivamente establecida.
El legado de sus investigaciones no se centra en la medicina como tal, sino en la elaboración de un método que parte del inconsciente para tratar las enfermedades mentales: el psicoanálisis. Abandonó pronto sus investigaciones neurológicas para dedicarse a este método, percatándose de lo incorrecto de las terapias utilizadas para la rehabilitación de los “enfermos nerviosos”. La búsqueda de acontecimientos importantes en la vida del paciente, escondidos en lo profundo de su psique, mediante el psicoanálisis o la interpretación de los sueños constituye la aportación más notable de Freud. El mismo señala que "un sueño es la realización encubierta de un deseo reprimido", iniciando una línea de exploración de la mente que tendría fuertes repercusiones en la época. En 1900 publicó “La interpretación de los sueños”, donde desarrollaba su tesis fundamental: los sueños no sólo son un producto psíquico desechable, sino que representan un trabajo psíquico normal lleno de sentido.
Llegó a una serie de conclusiones que promovieron el escándalo y lo sumieron en la soledad y el aislamiento. Para Freud, la experiencia infantil resulta vital al ser la primera etapa en la que se configura la personalidad humana. El desarrollo de la psique evolucionaría a través de diferentes etapas, todas con una misma finalidad: lograr el placer sexual. Al mismo tiempo, ante la necesidad de configurar una personalidad propia, el individuo experimenta un proceso de socialización durante el cual necesita confrontarse con otros individuos, de los que adoptará o rechazará sus propios rasgos. Así, la personalidad individual resultará de la asimilación o rechazo de las características psicológicas que el sujeto observa en los demás. En especial es importante la figura del padre/madre, con quien hay instalado un conflicto permanente, originado por la necesidad del niño de destruir su influencia psicológica y adquirir su propia personalidad y conocimiento de sí mismo.
Con respecto al análisis de la mente humana, Freud establecía tres ámbitos diferenciados: ello, yo y superyó. El "ello" es un sistema totalmente incosciente e irracional. En él se sitúan el placer y los instintos. En los primeros años de la vida del niño, éste ámbito domina sus acciones y pensamientos, incorporando los conocimientos adquiridos a su propia personalidad que pasan a formar el núcleo del "yo". Éste es racional y consigue dominar los instintos del "ello", guiándose por el principio de realidad. En esta fase, el "yo" ha de hacerse fuerte, ha de ser capaz de controlar a los otros dos sistemas. El tercer sistema, "el superyo", es inconsciente y se forma durante el período edípico, en el momento en que el niño, debido a las restricciones morales, debe renunciar a conseguir su objeto de placer: el padre o madre. En este periodo, el niño ha de aceptar las reglas morales impuestas por los padres, reprimiendo deseos y renunciando a impulsos instintivos. Las reglas de moralidad actúan, al mismo tiempo, creando un escenario donde se desarrolla la neurosis, al ser obligado inconscientemente el individuo a renunciar a sus deseos
Con mucho trabajo se fue abriendo camino hasta que se formó en 1902 el núcleo original y, posteriormente, la sociedad psicoanalítica de Viena. En 1908 se celebra el primer congreso mundial de psicoanálisis, en Salzburgo. A partir de este momento, se fueron organizando en numerosas ciudades europeas sociedades de psicoanálisis.
Las repercusiones de sus teorías no deben buscarse sólo en el ámbito de la psicología. Sus ideas influyen en ámbitos tan diversos como el arte, la historia, la sociología o la antropología, e inauguran una línea de pensamiento e investigación teórica que resultará esencial para la ciencia contemporánea.
En 1938 Freud hubo de emigrar a Londres ante la ocupación nazi de Viena, ya que era de ascendencia judía; sus libros fueron quemados y destruidos y, poco después, en 1939, fallecía víctima de un cáncer de mandíbula.
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