NUEVO CONGRESO DE LOS COMUNISTAS Y LAS ESPERANZAS POPULARES

Posted December 1st, 2010 by Reinaldo Escobar


La sociedad civil no pinta nada en un País totalitario.

Finalmente los comunistas celebraran su congreso en Cuba, pero para mal de la nación no abandonan su arrogancia, ni sus dogmas, dirigiendo a once millones de ciudadanos-siervos hacia un abismo de desconocidas dimensiones. El Granma, órgano oficial de los comunistas cubanos, citó palabras del ministro de Economía hace un tiempo atrás ante 523 dirigentes políticos que participaron en un encuentro donde el ministro Marino Murillo dijo: "No hay reforma, es una actualización del modelo económico. Nadie piense que vamos a ceder la propiedad, la vamos a administrar de otra forma".

La propiedad social el pretexto de siempre, para mantener a la sociedad civil sin autonomía económica ni política, y dependiente de la voluntad de un pequeño grupo que dice representar a los once millones de ciudadanos-siervos en Cuba, pero ahora se vuelve a usar la gestión privada para ilusionar a la gente, y no solo ganar tiempo frente a la crisis social, sino garantizar el mínimo sustento de una gran masa de cubanos que serán abandonados a su propia suerte ante el desmantelamiento del modelo de total empleo. Con más de medio millón de trabajadores abandonados al "Salvase quien pueda" vuelve el régimen a ofrecer la zanahoria de la libre empresa siempre encadenada a los suministros del Estado, o mejor dicho al ejercito (FAR), pero la gente ya no cree en nada y la confianza tantas veces traicionada por una política tan voluble como injusta con la propiedad privada, es muy probable que haga fracasar las tímidas reformas económicas que planean los de arriba.

Sin un Estado de derechos, sin garantías para la propiedad, ni leyes imparciales y despolitizadas, no se genera la confianza necesaria y el pueblo cada vez más exigirá una reforma real del sistema, un cambio auténtico que desmantele al inmovilismo político que es la raíz del problema cubano. Los cosméticos trucos para ganar tiempo, poner a la gente a trabajar o fortalecer la moneda cubana eliminando las prestaciones sociales fracasaran sin lugar a dudas, porque los cubanos no son asiáticos, sino occidentales, y si se rompe el viejo contrato social, hay que negociar uno nuevo, y no es ignorando a la sociedad civil como se hace un nuevo contrato. El momento obligado de liberar a una sociedad de la cual el régimen ya no se hace responsable ha llegado, y hacen muy mal quienes desconocen las condiciones objetivas y subjetivas en Cuba, esgrimiendo argumentos del pasado para una nueva realidad que ya no pueden manipular.