Control de masas (experimento fallido)

Posted December 27th, 2010 by Reinaldo Escobar


En 1973 en Cuba se decidió comenzar a fluorurar el agua de consumo, y la primera instalación se estableció en La Salud, comunidad de la provincia de La Habana. En 1975 se acordó llevar a cabo, en colaboración con el Fondo de las Naciones Unidas un plan para añadir el peligroso ión a nivel nacional. Si la Soya afemina o si el Fluoruro elimina la resistencia a la autoridad, es algo muy discutido por los aficionados a las teorías conspirativas en todo el mundo, pero lo que si es cierto es que TODOS los Estados fuertes lo promueven.

Desde las antiguas recomendaciones que Platón hacia en su libro "La república" para controlar a los ciudadanos hasta los intentos de Hitler por añadir el fluoruro de sodio a las aguas comunales de los países ocupados, la idea constante de todas las élites políticas es como controlar a la gente, y para tales fines se experimenta con medios audiovisuales, sistemas pedagógicos en la educación pública, y aditivos químicos en alimentos y aguas de uso colectivo.

En Cuba desde el 2001 toda la sal común distribuida entre la población tiene fluoruro añadido, también en China comunista la sal y el agua potable están fluoradas, pues así el gobierno de partido único cree poder neutralizar a los oponentes. Diversas investigaciones científicas sugieren que el fluorudo de sodio (fluoride) es tóxico para el sistema nervioso, hígado y riñones, lo cual puede traducirse en gastos de salud pública, pero lo que tienta a los poderosos es que también se cree que puede anular los deseos de autonomía en el individuo (libertad), eliminando la resistencia a la autoridad.

En los Estados Unidos la poderosa industria del aluminio obtiene grandes beneficios vendiendo fluorudo a las ciudades, al igual que en Puerto Rico, donde ha desatado la mayor reacción alérgica del mundo a dicha sustancia (asma en niños), pero a pesar de las muchas denuncias del hecho, no ha sido posible eliminarlo de las aguas públicas (está prohibido en Europa).

La torre de babel que los globalistas quieren construir conspirando contra la libertad natural de los hombres esta destinada al fracaso porque cree erróneamente que los más hermosos ideales humanos descansan en neuronas y procesos químicos, y porque desconocen que el espíritu emancipador es invencible como demostraron las desnutridas e incultas masas populares en la revolución republicana más famosa de la historia (revolución francesa).