DE EXILIO A GUETTO

Posted October 16th, 2011 by Reinaldo Escobar


Marcha de exiliados cubanos en apoyo a disidentes en Cuba


Ha muerto la más conocida del grupo disidente "damas de blanco". Los médicos que le trataron lucharon contra un virus que prevaleció en un cuerpo debilitado por anemia, diabetes, y otros males. Su esposo dice que los doctores trataron de sacarla del paro cardio-respiratorio durante casi una hora en vano, sin embargo muchos exiliados aseguran ya que se ha producido un asesinato político. ¿Esta ganando espacio en el exilio la teoría conspiradora por encima de otras agendas?


Durante mucho tiempo los exiliados solo se han oído a si mismos, sobre todo en el sur de la Florida. Canales de televisión con programación local, emisoras de radio que solo tocan el tema cubano, y varios periódicos reafirman un estado de opinión y una cultura de grupo cerrado, que ya algunos glorifican llamando a Miami la séptima provincia, o la otra nación. Por una parte este espíritu de grupo cerrado a fortalecido ideológicamente a los exiliados y les ha permitido no perder su identidad política a pesar del tiempo, pero por otra parte cierto inmovilismo y arcaísmo ha echado raíces en las costumbres empujando cada vez mas a este grupo de cubanos hacia una cultura propia de los guettos.

La mayor parte de los exiliados cubanos eran parte de la clase media cubana y sus valores burgueses les condicionaron desde el principio al rechazo de las organizaciones de masa en Cuba, sobre todo porque ellos experimentaron la intolerancia de las multitudes revolucionarias que les arrebataban sus privilegios, y también sus derechos cívicos. Fueron los tribunales revolucionarios una expresión de las masas, y fue también el Partido comunista de Cuba un partido de masas .Por su parte los exiliados sentían nostalgia de sus partidos de cuadros (excepto los bastitanos) y todo esto les empujo al rechazo no solo del gobierno revolucionario, sino sobre todo de la sociedad civil cubana. El exilio es de derechas, esto es histórico, y como un producto de circunstancias se ha ido aislando del pueblo de la isla, con el cual se debe reconciliar no esperando a que en masa se pasen los cubanos (dentro de Cuba) hacia sus posiciones de derecha, porque esto es absurdo. La inmadurez política y el infantilismo pinta a los cubanos en Cuba como una masa de sumisos bajo una bota comunista que no se atreven a cuestionar por miedo, y bajo esta premisa crece el mito de que todo aquel que propone la reconciliación es un agente del gobierno cubano, pues está en el fondo proponiendo la reconciliación con el régimen que se detesta.

Esto es desconocer que millones de cubanos en Cuba simpatizan con el sistema político, participan de el, y desconfían del exilio. Asi no llegaremos a ninguna parte, porque nos estamos autoengañando. Es verdad que hay muchos descontentos en Cuba, y que merecen la oportunidad de que se legalice la oposición, pero eso no quiere decir que unánimemente el pueblo quiera derribar su gobierno. Los cubanos tenemos un defecto cultural muy serio, y es que deseamos la unanimidad en todo, por eso a menudo somos radicales, porque no toleramos la diversidad de opiniones, y mucho menos a quienes se oponen a nuestra voluntad, por eso nos hemos dividido en bloque, y por eso se parece cada vez más cada bloque a un guetto. El guetto mayor en Cuba y el menor en Miami. Ya es hora de romper los muros del guetto y dejar que los rayos de sol iluminen los oscuros callejones sin salida de la intolerancia.