LUIS POSADA CARRILES: ARQUETIPO DEL GUERRERO CUBANO *** Por Frank Escobar

por **Admin** Miér Ene 15, 2014 9:57 am

LUIS POSADA CARRILES: ARQUETIPO DEL GUERRERO CUBANO

Por, Frank Escobar-(Exclusivo para Nuevo Acción)

Los héroes son verdaderos arquetipos, es decir, guerreros que condensan una serie de virtudes en tan alto grado que se elevan casi por sobre el plano humano. Luchan por sus ideas, hasta llegar a entregar su propia vida. Pero quienes desempeñan el rol de héroe, quienes para lograrlo pueden dejarlo todo, (incluso familia), son intachables, trabajan incansablemente, pasan pruebas por encima de las posibilidades humanas y pueden morir por perseguir sus ideales. El significado del héroe es la afirmación de su poder en el mundo, el establecimiento de su lugar en él y la transformación de éste en un lugar mejor. El psiquiatra suizo Carl Jung fue quien realizó una interpretación muy esclarecedora de este fenómeno y formuló su teoría de los arquetipos. En ella nos dice que, los temas comunes a nuestras tradiciones están conectados con el alma del ser humano. Es decir que no sólo tenemos características externas que nos individualizan, sino que tenemos un universo interior común al que le dio el nombre de “inconsciente colectivo”. El inconsciente colectivo es el nivel que nos conecta con los arquetipos del alma, cuyas imágenes hemos traído con nosotros.

Thomas Carlyle, el historiador escocés que admiraba al Kaiser Federico II El Grande, se alegraba que en toda población hubiera un cuartel y anhelaba un mundo que no fuera e "caos provisto de urnas electorales”, escribía en la Europa de la Santa Alianza: “en eso reside la esencia del héroe, y él lo hace público por obra o de palabra, o como mejor juzgue declararse al mundo.”… “Su vida es un pedazo del inmortal corazón de la naturaleza, de la misma vida de todos los hombres, por más que la cegada muchedumbre, desconocedora del hecho, le es infiel infinitas veces. Pero los fuertes, aunque escasos en número, son muy enérgicos, muy heroicos, porque para ellos no es su vigor su secreto.”… “toda sociedad que no ha muerto o que no se apremia a la muerte es una jerarquía”.

El filósofo del nacionalismo alemán J.G. Fichte, por su parte, escribía antes que Hegel y Schopenhauer: “la vida prosaica fenece gracias a los héroes que se sacrifican por la humanidad y que guían la historia hacia objetivos dignos. Los héroes son los hombres que renuncian a los goces de la vida por hacer triunfar ideales nobles y elevados. Cada generación es el resultado del sacrificio de todas las generaciones anteriores, y especialmente de sus miembros más dignos”…” El héroe siempre finaliza lo interminable y si se le acaba la suerte se convierte en el heraldo que más alla de la muerte prepara la próxima jornada”.

Los héroes no surgen de la nada, sino como respuesta precisa a las necesidades de su tiempo. Aparecen justo cuando la Patria los necesita, cuando todo parece estar perdido. Carlyle considera que la virtud esencial de los héroes es la sinceridad y la intensidad de sus convicciones. “Cada héroe responde íntegramente a su vocación, y no se detiene hasta ver cumplida su misión, que muchas veces le conduce a la muerte. No importan los tormentos, los sacrificios y las luchas que haya de librar contra los suyos, su país y su tiempo.”

El héroe se empina como una figura solitaria contra el mundo, y su valor ante los desafíos de sus enemigos convierte sus palabras y sus acciones en ejemplo para su pueblo. La gran virtud de un pueblo consiste en que sabe responder a la empresa a que le llama su héroe. En el fondo todos estamos hechos de la misma sustancia que el héroe pero no somos héroes, necesitamos que el héroe despierte nuestro entusiasmo por lo noble, lo patriótico, lo heroico. Los que responden a la llamada del héroe se convierten a sí mismos en héroes aunque sean otro tipo de héroes, héroes anónimos.

Hay también héroes que equivocan su destino, pues anteponen su egoísmo y su vanidad a la elevada tarea para la que fueron enviados. Pero entonces son falsos héroes, demagogos que se esconden bajo la apariencia de líderes. Pero no es lo mismo un héroe que un líder. Casi siempre sobran líderes y faltan héroes y eso los cubanos lo sabemos muy bien. Nuestra historia está llena de grandes héroes y nuestra politica ha estado infestada por falsos líderes. De nuevo Carlyle: “¡Es un error fundamental el llamar a la vehemencia y a la rigidez, resistencia! El hombre que padece ataques convulsivos no es fuerte, aun cuando seis hombres no pueden sostenerlo entonces. Aquél que puede caminar bajo el peso más pesado sin tambalearse, aquél es el hombre robusto… Un hombre que no es capaz de mantenerse en paz, hasta que llegue el momento de hablar y actuar, no es el hombre adecuado.”

Pero un héroe no puede ser retirado a la soledad doméstica donde se consume y es consumido por los recuerdos y a veces hasta por los sordos reproches, un héroe no encuentra su reposo hasta que su obra no está terminada, mientras vive continúa siendo en primer lugar un hombre de acción, una fuente de inspiración y un reto .“Héroe- definía Carlyle en su libro homónimo- es aquél que vive dentro de la esfera íntima de las cosas, en lo verdadero, en lo divino, en lo eterno, en lo invisible a la mayoría, pero cuya existencia es perenne”. Carlyle también creía que la naturaleza del héroe estaba más en la voluntad que en la razón, más en la acción que en el pensamiento, por lo que coincidía con el axioma fundamental del Fausto, de Goethe: “En el principio fue la acción.”

En este “guetto” de politiquería y patrioterismo- bajo el adoctrinamiento legalista de los “Derechos Humanos” y la parsimonia anexionista de la “lucha pacífica”-en que nos hemos hundido hoy los cubanos, hombres como Luis Posada Carriles son cada vez más escasos y la conjura de los “cubanistas profesionales” y los mercaderes apátridas tienden todo el tiempo a silenciarlos, a ningunearlos, a abandonarlos. Luis Posada Carriles es un guerrero indiscutible, es nuestro héroe, un héroe de los cubanos que es un ejemplo en nuestro tiempo.

Los pueblos que se respetan no abandonan a sus héroes, no permiten que aquellos grandes guerreros que ya supuestamente dieron lo que tenían que dar sean abandonados a su destino, queden medio vacíos al costado de nuestra historia, como si ya no hubiera pasión ni lucha, como si ya no fueran un referente fijo a los acontecimientos de la patria, los héroes no van a dejar de ser imprescindibles en nuestra historia y continúan vivos y firmes en el presente, los héroes no pueden descansar hasta que la patria sea libre y los pueblos dignos no convierten a sus héroes en la melancolía de su generación. Para nuestro Martí, ese fiel lector de Carlyle, los héroes aun después de muertos eran altar: “Hay un límite al llanto sobre la sepultura de los héroes y es el amor infinito a la patria y a la gloria que descansa sobre sus cuerpos y que no teme, ni se abate, si se debilita jamás, porque los cuerpos de los héroes son el altar más hermoso de la honra”. También Homero en La Ilíada, la primera epopeya de los héroes ponia en boca de Aquiles: “Os vais y dejareis mi tumba sin rendirle honores”.

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Posada, “Bambi” como le llaman sus amigos, o “Comisario Basilio”, nombre con el que temblaban sus enemigos, ese guerrero incansable que es capaz lo mismo de protagonizar una página de heroísmo en una selva extranjera que soportar –bajo abusadoras cámaras de televisión-pero con inteligencia y humildad’ las acusaciones veladas y las invectivas traperas de un periodista provocador; de un cubano que se vende como reportero de barricada en un canal local de televisión que destila infamia al peor estilo lunfardo; de un presentador obsesionado e impertinente que se hunde en su propia paradoja tratando de supeditar la pasión a la lógica con artificios de su escuela politica “liberalosa”; de un moderador “objetivista” que siempre se frustra con intermitentes “berrinches” de egotismo, más que su maestro hay que decir. En definitiva que debería leerse a Ernst Cassirer: “La lógica es buena pero no es lo más bueno, por la lógica no llegaremos a comprender la vida, menos aún en su forma suprema que es la vida heroica”. Y por supuesto a Carlyle, el precursor de Ruskin y de Cecil Rhodes: “El intelecto no consiste en hablar y en hacer ejercicios de lógica: es ver y determinar con precisión. La virtud, el virtuoso, la masculinidad, la heroicidad, no es una regularidad cortés ni inmaculada. Es, para empezar, lo que los alemanes denominan acertadamente “Taugden” (la audacia), el coraje y la facultad para hacerlo”. Hablar sin tener nada que decir revela lo opuesto a la masculinidad, puesto que según Carlyle, el hombre que sabe dónde, cuándo y qué decir, es el verdadero hombre.

Es lamentable para los cubanos que a un guerrero de altos kilates que nos pertenece, con una larga y apretada hoja de servicios a la libertad y contra el comunismo se le conozca única y exclusivamente por el hecho más sensacionalista de su vida y por el que más ha tenido que sufrir en su larga vida de mil batallas durante cinco décadas. La vieja táctica de la diversión o la dislocación del objetivo, tan común en los regímenes totalitarios, se ha utilizado reiteradamente para oscurecer la historia heroica de Luis Posada Carriles. Aqui también se sigue el viejo eco castrista, cargado de sensiblería y oportunismo, gastado ya por el uso de que “la injusticia tiembla”. El único episodio de su vida cuya participación es más que cuestionable porque ha sido suficientemente desmentida no solo por absoluciones, confesiones de culpabilidad que son “confesión de partes, relevo de pruebas” sino también porque la ausencia del explosivo C4 y el descubrimiento de que la explosión fue en el compartimiento de equipajes – dos pruebas que desestiman sus acusaciones- ha sido argumentada y confirmada por fuentes completamente independientes como el experto británico Eric Newman de la prestigiosa R.A.R.D.E. (Royal Armament Research and Development Establishment), a quien además el gobierno cubano le negó la oportunidad de levantar el fuselaje del fondo del mar para profundizar la investigación, negándole de hecho a las víctimas y a sus familiares un merecido funeral. Perdiendo además el régimen castrista la oportunidad de cobrar millones de dólares por concepto de seguros. Hay un viejo axioma de la ciencia criminalística que dice que cuando se comete un crimen el primer sospechoso es el más beneficiado y nadie, absolutamente nadie se ha beneficiado más- y aun se beneficia con su propaganda- por el atentado al avión CU- 455 que el propio gobierno castrista.

Para conocer de una manera documentada y pormenorizada la vida de Luis Posada Carriles recomiendo la página homónima del Archivo Web “Latin American Studies” del Dr Antonio R de la Covahttp://www.latinamericanstudies.org/posada.htm No obstante y para terminar me gustaría resumir algunos momentos significativos de su existencia, en sus propias palabras:

“Al regreso de la frustrada invasión, me incorporé a los Comandos L, el grupo de Tony Cuesta y Ramón Font, donde tratamos de hacer operaciones comandos. El gobierno americano, como parte de un nuevo plan, ofrecía a los miembros de la Brigada recientemente regresados de Cuba la incorporación al ejército americano. Otra vez los entrenamientos, las esperanzas y las frustraciones. Me gradué de segundo teniente y me asignaron al mando de un pelotón compuesto por soldados americanos. Después de dos años de estar en el ejército y de estar convencido de que no había ningún plan concreto para la liberación de mi patria, renuncié a mi comisión y comencé a trabajar para la CIA”...”Me di cuenta, al cabo de reflexiones y aceptaciones de la realidad mundial, que los cubanos no nos enfrentábamos a una tiranía aislada, ni a un sistema particular de nuestra Patria, sino que teníamos frente a nosotros un colosal enemigo, cuya cabeza principal estaba en Moscú, con sus tentáculos extendidos peligrosamente por todo el planeta. El campo de batalla, entonces, lo mismo estaba en el territorio cubano, que en cualquier punto de la tierra en donde el enemigo estuviera presente o intentase penetrar para enriquecer sus dominios. Sin saberlo ni proponérmelo, me convertí en soldado universal al servicio de cuanto pudiera contribuir a cortar tentáculos del monstruo, empezando, si fuera posible, por el que aprisionaba a mi Patria.”…“El gobierno de La Habana fue frustrado en sus intentos expansionistas, al enviar (a Venezuela) a sus más experimentados guerrilleros, tales como (Raúl Menéndez) Tomasevich, Arnoldo Ochoa Sánchez y Leopoldo Cintra Frías. En las escuelas de subversión cubana se entrenaron grupos de venezolanos que fueron enviados para formar verdaderos movimientos como el tristemente célebre "Punto Cero", que fue totalmente aniquilado por nuestras fuerzas policiales.”…“Durante 18 años, plagados de triunfos y derrotas, alegrías y tristezas, amé profundamente y también sentí las saetas del odio de mis enemigos, taladrándome y tratando de destruir mi cuerpo y mi alma.”… Tanto los afectos que ligaron mi vida a Venezuela, como los efectos que desencadenaron el odio que algunos me prodigaron, me acompañarán eternamente en mi mente y junto a mi corazón.”

LUIS POSADA CARRILES: ARQUETIPO DEL GUERRERO CUBANO *** Por Frank Escobar SYLACUERVO

“Existe una raza de hombres en vías de extinción. El honor, la lealtad, el valor, el amor a la tierra que los vio nacer forman su carácter, condición y estilo de vida. Esta especie humana, de la que todavía quedan algunos raros ejemplares, viven en un hábitat hostil. La falsedad, la hipocresía, la cobardía, la traición del mundo que los rodea, no pueden contra la decisión inquebrantable de luchar por sus ideales. Estos hombres no temen a las prisiones ni a la muerte, no se rinden, no claudican en sus principios. Nadie ni nada los puede apartar de sus metas. A esta raza en extinción pertenece Luis Posada Carriles.” Asi comienza Syla Cuervo(foto de la izquierda) su presentación de “Los caminos del guerrero”, el testimonio de su amigo, de su hermano, del guerrero que junto con él participó en tantos intentos por rescatar a su patria del comunismo y que luego continuó casi solo pero sin “cejar en el empeño de hacer libre su patria”. “Honrar honra” nos enseñó Martí.

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