PEQUEÑO ANÁLISIS DEL LEGADO DE CARL JUNG

por **Admin** Sáb Feb 20, 2016 1:47 pm

Análisis del legado de Carl Jung

CARL JUNG

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Cada individuo tiene en su interior más profundo un potencial divino. Esta idea gusta a muchos y es posible trazar sus orígenes en el mismo gnosticismo; Carl Jung (1875-1961) nos muestra un marco para la psique ampliamente respaldado por magos y ocultistas practicantes.

Jung estaba convencido que en lo profundo de la psique radicaba la divinidad, no ajena a la humanidad sino como un aspecto de ella misma, que todo el mundo comparte y a la que podemos tener acceso. Tras distanciarse de Freud (el cual tenía una visión del inconsciente básicamente biológico) Jung dió énfasis a las profundidades sagradas de la psique, la cual proporcionarían el origen de todas las experiencias místicas y religiosas.

Jung reconocía que la mente inconsciente aparentemente contiene almacenes de imaginería, mucho más amplio que las represiones del ego individual, y que el inconcsciente parece actuar de manera independiente a la mente consciente. También descubrió que habían motivos dentro de los sueños que no parecían formar parte de la psique individual. El estudio de estos símbolos fue lo que le condujo a formular el concepto del "inconsciente colectivo". Sus palabras:

"(...)Hay muchos símbolos que no son individuales sino colectivos en su naturaleza y origen. Éstos son principalmente imágenes religiosas; su origen está enterrado tan lejos en el misterio del pasado que parecen no tener una fuente humana. Pero son, de hecho, representaciones colectivas que emanan de los sueños primitivos y las fantasías creativas. Como tales, estas imágenes son manifestaciones espontáneas, involuntarias y de ninguna manera son inventos intencionados.(...)"

Jung creía que estos motivos eran una expresión simbólica de las experiencias constantemente repetidas de la humanidad, derivadas de las observaciones sobre la naturaleza que había ido quedando impregnadas en los patrones psíquicos de toda la especie. Jung nos dejó el siguiente ejemplo, que ilustra la formación de un arquetipo:

"(...)Una de las experiencias más comunes y a la vez más impresionantes es el movimiento aparente del sol en cada día. Ciertamente no podemos descubrir nada de este tipo en el inconsciente, al menos en lo que concierne al proceso físico conocido. Lo que sí encontramos, por otra parte, es el mito del héroe solar en todas sus incontables modificaciones. Es este mito, y no el proceso físico, el que forma el arquetipo (...)"

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Jung llegó también a cosiderar al arquetipo como una interpretación antropomórfica de las fuerzas de la naturaleza. Se relaciona la observación del movimiento del sol que fue una de las experiencias universales y un poder más allá de cualquier manipulación humana. De ahí que el sol se convirtiera en un objeto de veneración mística. Uno de los muchos arquetipos con los cuales identificarse en los actos rituales o religiosos de trascendencia.

Y como no, cada cultura percibía al héroe solar de una manera distinta, Apolo por ejemplo; Helios en las Grecia y Roma clásica, o Ohrmazd en la antigua Persia. Pero Jung consideró todas estas variaciones culturales como patrones de un mismo tema en los que el arquetipo en sí era común a todos.

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Otro aspecto a considerar es lo que denominó imágenes primordiales que provienen de la percepción de la relativa autonomía de los arquetipos, afirmando que un arquetipo puede apropiarse de la psique con una especie de fuerza primaria.

Consideró que el propósito esencial del desarrollo personal era la individuación (el proceso de acercarse hacia la integridad del ser, juntando los contenidos en conflicto y los procesos arquetípicos del inconsciente) consideraba al ser como la totalidad de la personalidad y que incluía todos los aspectos de la psique. Consideraba al ser como un arquetipo central, personificado simbólicamente por un círculo o mandala, que sería la integridad. La autorrealización, o la individuación, simplemente implicaba el convertirse en uno mismo, en un sentido verdadero e integral. El ser incluía a la persona, la cara que se presenta al mundo, y el ego, que incluye todo el contenido consciente de las experiencias personales.

Jung creía también que los hombres y las mujeres deberían tener sitio para alojar polaridades de géneros opuestos en su consciente, el Andrógino Alquímico es una metáfora de la fusión de los opuestos y la trascendencia de la dualidad.

Hablaba también de la sombra, una personificación de las memorias reprimidas de la consciencia, la cual a menudo aparecía en sueños como una figura oscura y repelente, argumentaba que si el material de la sombra era reconocido y se le permitía volver a la consciencia, una gran parte de su naturaleza espantosa desaparecía. El tratar con el lado oscuro de la psique es un aspecto primordial de las formas jungianas de psicoterapia.

Jung describió el proceso de crecimiento personal en su ensayo: "Las relaciones entre el ego y el inconsciente" he aquí un fragmento:

"(...)Conforme nos hacemos más conscientes de nosotros mismos a través del autoconocimiento, y actuamos en consecuencia, más disminuye la proporción del inconsciente personal que se superpone con el inconsciente colectivo. De esta manera surge una consciencia que ya no está aprisionada en el mundo mezquino, hipersensible y personal de los intereses objetivos. Esta consciencia ampliada ya no es el manojo egoísta y susceptible de deseos, miedos, esperanzas y ambiciones personales, que siempre debe ser compensado o corregido por las contratendencias inconscientes; en cambio, es una función de relación con el mundo de los objetos, lo que lleva al individuo a una comunión absoluta, obligatoria e indisoluble con el mundo en general (...)".

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Su concepto del inconsciente colectivo ha animado a las formas contemporáneas de práctica espiritual a considerar los mitos, las fábulas y las leyendas en su búsqueda del conocimiento de la condición humana, así como a relacionar los ciclos de renacimiento simbólico, encontrados en muchas religiones del mundo con el proceso de individuación personal.

Daba énfasis a la transformación individual, para él cada persona es responsable de su propio destino espiritual. Ésta es una actitud bastante diferente del mensaje espiritual de la mayoría de las religiones occidentales. Según Jung, los arquetipos del inconsciente colectivo proporcionan hitos espirituales a lo largo del impresionante camino que conduce a la reintegración de la psique, adónde lleva este viaje, depende de cada individuo.

Jung estaba fascinado por la correlación wiccana de las polaridades y también la imaginería mítica de la alquimia, el concepto de la individuación jungiana refleja en el viaje mágico a través de los arquetipos encontrados en el cabalístico Árbol de la Vida, con Tiphareth, símbolo de renacimiento espiritual e integridad, en su centro.

En un sentido mítico, la magia consiste, esencialmente en obtener el fogoso poder de las fuerzas naturales para después integrarlo con la llama del propio poder interior. Y es precisamente la exploración de potenciales en el ser interior lo que ha sido durante mucho tiempo buscado por los ocultistas, y así, podríamos concluir que un satanista por medio de invocaciones, visualizaciones, trabajos mentales y ritualísticos intenta llamar a los dioses del mundo arquetípico al plano de la consciencia, siendo todo por supuesto particularmente percibido por cada uno de nosotros.

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