Síntesis Histórica del REAA:. en Cuba

por **Admin** Mar Jul 12, 2011 11:36 pm

Permítasenos como excepción adentrarnos como en la realidad Cubana.
Surge y se desarrolla nuestro rito gracias primeramente a la real influencia Francesa, llega inicialmente con el llamado “Manifiesto de Santiago de Cuba” incipiente manifestación del Escocismo de fecha 10 de enero de 1806. El día 16 de septiembre de 1802 es coronado como miembro activo el Ilustre hermano Antoine Bideaud Sublime y Soberano Gran Consejo de Grandes Inspectores Generales que como Alto cuerpo del Rito se había establecido por el anteriormente mencionado De Greasse Tilly Gran Comendador Vitalicio del “Supremo Consejo para las antillas Francesas de Barlovento y Sotavento” con cede en Cap Francais ,recuérdese que De Greasse Tilly fue uno de los propulsores del Rito escocés en América donde finalmente se instituyó de forma oficial en EE.UU. el Supremo Consejo Matriz.

Este manifiesto constituye los primeros “Estatutos y Reglamentos Generales de diversos Ordenes y Grados del Rito Antiguo y Moderno” redactados en Cuba, tal documento inexplicablemente se encuentra según Francisco Ponte Domínguez en el archivo del Supremo Consejo de Washington.

Hay que constatar además que la masonería del rito escocés al igual que en Norteamérica llego a la Isla desde su tronco Francés producto de los emigrados por la revolución primero en Francia y luego en las colonias de Haití y Santo Domingo. Ya instaurada la primera piedra en la ciudad de Santiago de Cuba comenzando así su difícil bregar luego de saltar dificultades, obstáculos y escollos de todo tipo. Comienza su evolutiva progresión de la pirámide del rito en distintas Cámaras o niveles ya estructuradas desde principios de siglo.

Es así que en 2 de abril de 1818 Luís Lorenzo de Clouet D´Obernay miembro del Gran Oriente de Francia como Soberano Gran Inspector de la Orden llega a Cuba con amplios poderes para fundar Cuerpos escoceses hasta el grado de Sublime y Valiente Príncipe del real Secreto que textualmente decía:

“El derecho de conferir los dos últimos grados del Escocismo había sido depositado en el seno del Gran Oriente por la mayoría del Supremo Consejo de Francia en 1814”, la base documental de este dato la ofrece Camille Savoire en la publicación oficial del Gran Oriente de Francia de 1924. El referido Luís Lorenzo era militar y se ganó rápidamente gran simpatía entre los isleños. Instalado luego en la Villa de Fernandina de Jagua que posteriormente en honor del capitán General Don José Cienfuegos y por su influjo la llamarían oficialmente,” Cienfuegos”. Tal fue el ascendente ejercida también por en Intendente y masón Alejandro Ramírez en la colonización de la Bahía de Jagua.

Su influjo en la esfera social fue vista igualmente en el ámbito masónico, tanto es así que rápidamente se le unen en el empeño de fundar cuerpos escoceses, tres logias simbólicas que poseían cartas constitutivas de la Gran logia de Louisiana, como “La Unión Fraternal de Caridad ”n.14,”La Divina Pastora” n.19 y “La Rectitud” n.22 que conformaron con fecha 7 de Abril de 1819 en La Habana a la fundación del “Gran Oriente Territorial Español Americano” que además tenía con un Consistorio gr:.32 y una Cámara Simbólica dirigidas por el coronel de infantería Francisco Velasco como Gran Comendador. Este Alto Cuerpo a pesar de poseer en su seno una gran mayoría de militares Españoles y miembros de la aristocracia habanera nativos de la península tuvo presente en alguna medida en sus reglamentos los principios fundamentales de nuestra Orden para ese tiempo como reza en sus Estatutos “Haz a otros lo que tu quisieras que ellos hicieran contigo” y “No hagas a tus semejantes lo que no quisieras que tus semejantes hagan contigo”.

Así con los avatares de la vida social Cubana de comienzos del siglo XIX en una Isla Colonia de la metrópoli Española eminentemente Católica y con una monarquía absolutista que declaró en su momento a la Masonería como “delito de estado” primeramente por el rey Fernando VI de la Casa de Borbón en decreto con fecha 2 de julio de 1751 y luego como ley en la real cédula de 19 de enero de 1812 suscrita por Pedro de Agar Presidente del Consejo de Regencia. No obstante el ideal masónico-escocista ya asentando en la Isla se fue desarrollando y evolucionando principalmente por ciudadanos que fueron concientizando los paradigmas y postulados de la Orden como la independencia, la democracia y la libertad aunque en su incipiente nivel de desarrollo y ya en el pensamiento Cubano como el ideal “separatista de la libertad de expresión y la independencia”.

No obstante hay que destacar que estos primeros masones pertenecían a la clase burguesa y lógicamente no estaban a favor de la independencia, pero sí los mas liberales a la autonomía.

Con el transcurso del tiempo y cuando las circunstancias político sociales en la Colonia lo permitiesen se entronca en esta parte de la historia del Ilustre Andrés Cassard principal y primer ideólogo de la masonería regular en Cuba. Cuando por motivos políticos tiene este que exiliarse Norteamérica por asuntos ligados al periódico criollo “La voz de Cuba”, en las peripecias de su viaje conoce de los valores de la Masonería a través del capitán del barco en que viajaba. Rápidamente solicita y ve la Luz Masónica en EE.UU. dándole un sentido mas loable a su vida , idealizando y cristalizando luego la idea de fundar un Supremo Consejo Regular en Cuba, obteniendo Carta Patente con amplios poderes del Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo de la jurisdicción sur de los EE.UU. Albert Pike y firmada por su Gran Canciller Secretario General Albert G. Mackey (también de extraordinario historial masónico) con fecha 25 de marzo de 1859 para fundar Cuerpos filosóficos y un Supremo Consejo con el solo requisito de fundar primero una Gran Logia Simbólica.

Era Cassard un criollo de origen francés hombre de amplísima cultura, dominaba varios idiomas y amplios conocimientos de la historia fusionado de forma mística a los conceptos espirituales de la masonería escocesa , masón estudioso, laborioso y entusiasta fundador de la primera logia de habla hispana en EE.UU. “Fraternidad “n. 387 de una substancial y amplia labor masónica, tuvo también una significativa obra escrita con su “ “Manual Masónico” de gran trascendencia a pesar de su mala influencia por la literatura recibida, constituyendo una de las mejores de su tiempo en castellano. Debiéndosele a el también la fundación del Supremo Consejo de Colon en fecha 27 de diciembre 1859 en la ciudad se Santiago de Cuba y gracias a su gestor y casi siempre olvidado Juan Rafecas 30º, para algunos tratadistas y jurisconsultos masónicos le cabe el error a Cassard de haber basado la plataforma de los reglamentos y rituales para la fundación de este Alto Cuerpo en una marcada esencia de los espurios Estatutos Generales de Nápoles de 1820 de lo cual fue responsable y que este hecho lo vinculara con la aparición en la historia social política y masónica Cubana al Dr. Vicente Antonio de Castro que tanta trascendencia y legado dejara a las futuras generaciones de masones de los siglos XX en adelante.

Resaltamos no obstante la labor fundadora de la Masonería regular cubana a la labor de Andrés Cassard.

Tomado de nuestro libro: "Mitos, leyendas y realidades del REAA:."

Publicado por Carlos Barbaro García Feito

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