Ser exiliado no es bueno

Ser exiliado no es bueno.

Posted November 25th, 2011 by Reinaldo Escobar


Capitán Theodoro M. multandonos por llevar una bandera cubana en Isla Morada (condado Monroe)


En 1959 triunfó una revolución bastante popular en Cuba que se radicalizó y termino en un sistema totalmente copia y calco del modelo soviético. Fue el marxismo aplicado de forma ortodoxa lo que espantó a la clase media cubana y la empujo a cambiar de residencia mudandose sobre todo al sur de la Florida. La ciudad de Miami no solo se beneficio con millones de dolares acumulados en la acción industrial y mercantil de la burguesía cubana, sino también con la llegada de miles de ingenieros, médicos, arquitectos y profesionales de todo tipo que ayudaron a cambiar una zona de pantanos y hoteles de temporada en una gran urbe moderna. Desgraciadamente la ganancia de Estados Unidos solo fue posible con la perdida para Cuba.


Muchos de los cubanos eran anticomunistas, y eso marcó la ideología de esta comunidad que se consideró exiliada aunque no faltaban los cubanos que seguían viniendo por motivos exclusivamente económicos. El caso es que surgió una comunidad que viviendo de una libertad prestada en tierra ajena tuvo un relativo éxito en integrarse a la sociedad norteamericana. Pero esto pudiera estar llegando a su fin por causa de un nuevo tipo de inmigrante que llega a un país mas pobre. Estados Unidos atraviesa una crisis seria de su sistema económico y de su contrato social. Cada vez mas se radicaliza el pensamiento del votante, que ya insatisfecho con los dos partidos tradicionales trata de encontrar soluciones rápidas a su acelerada caída hacia la pobreza. El desempleo, la perdida de ilusiones económicas, la deuda externa y la subida inevitable de impuestos alejan al modelo norteamericano de la prosperidad y el consumo que erróneamente han admirado algunos cubanos.


Apartada a un lado la prosperidad estadounidense pudiera aparecer con mayor claridad la fealdad de una cultura ajena a la nuestra y disimulada hasta ahora por la sociedad de consumo y por los derechos civiles. Sin créditos generosos el sistema que dejo de ser industrial para convertirse en modelo de servicios, pudiera desgastarse en el pago de su gigante deuda no dejando sobrantes para conservar el acostumbrado estilo de vida.

Sin consumo y en desempleo crónico, con seguridad vendrán los conflictos sociales y la violencia callejera que puede que se agrupe en grupos fascistas por un lado y comunistas por otros. El enorme vacío que dejara la clase media empobrecida dejara sin fundamentos el estado de derecho y el imperio de la ley no sera posible sin leyes de emergencia, o hasta ley marcial. Pudiera parecer extremo pesimismo, pero todos los números apuntan hacia una ecuación fatal; el colapso del orden social en los Estados Unidos. Si el exilio no se prepara mentalmente para un retorno al cual tiene derecho puede quedar atrapado en un conflicto ajeno que le despoje de toda reserva moral y material para seguir existiendo.