ESPECIFICIDADES DEL RITO FRANCES
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ESPECIFICIDADES DEL RITO FRANCES
Desde el Círculo de Estudios del Rito Francés “Roëttiers de Montaleaau”
Os dejo con este trabajo pedagógico fruto de una colaboración al Círculo de estudios del M.·. I.·. H.·. Jean van Win.
NOTA AL CUADRO DEL TALLER
Esta representación del interior del taller , recoge lo que se plantea en el Rito Escocés Filosófico, en tanto que los candelabros que rodean el Pavés Mosaico” no están en el Rito Francés de esta manera, sino como se puede ver más abajo.
En cuanto al Rito Francés, digamos que en castellano está casi todo por hacer… los Hermanos demandan información y esfuerzos de contrastación, (más los extranjeros que los nacionales) ya se sabe que entre nosotros somos bastante cainitas , y que uno no es buen profeta en su tierra, por tanto no espero mucho de los autóctonos...
Pero aún así, todos alabamos y admiramos ese continuo preguntarse desde del mismo ritual, porque eso está en el espíritu del propio Rito Francés, cuestionarse a si mismo el Ritual por completo, buscarle más que la maniobra el espíritu, y ello conlleva un trabajo casi titánico para esclarecer , discernir y diferenciar , lo cual que lleva horas y horas de lecturas de rituales y estudios comparativos, hasta poder llegar a establecer una cierta realidad, que en general no debe estar muy alejada de esa vieja documentación historicista, como algunos titulan en su ignorancia, al “Régulateur de 1801” que es la base del Ritual del GODF que tanto se alaba y que no es más que el mismo Régulateur pero que se ha ido puliendo y puliendo hasta dejar cosas que para nosotros han de ser básicas, fuera tal vez por sabidas, y que dada nuestra falta de tradición oral al menos en RF , pues algunos de nosotros las echamos de menos, a otros Hermanos les sobran....allá cada uno... Tal vez en clarificar esta situación nos venga bien a todos el trabajo que a continuación expongo.
En esa inmensa labor que tenemos por delante de ir esclareciendo todo lo que podamos a cerca del RF y su entorno, nos ayudan algunos Hermanos, entre ellos Ludovic Matrcos, Pierre Mollier. Lefevre .. etc y en el ámbito belga está el Hermano Jean van Win, que nos ha facilitado para el Circulo de Estudios de Rito Francés Roëttiers de Montaleau, un material que se está traduciendo, y que a buen seguro que nos ayudará a entender cada vez más el RF y sus “singularidades.
Identificaremos una por una, las distintas cuestiones, examinando las páginas 12 - 34 del libro indispensable, de Pierre Mollier « Le Régulateur du Maçon 1785 / « 1801 », editado en 2004 por A l’Orient, Paris.
Las características más sobresalientes del RITO FRANCES son las siguientes:
· La Logia de obreros masónicos se encuentra en el Porche del templo, y no en el templo.
·Estando tradicionalmente situada la Logia FUERA DEL templo, vemos allí la bóveda estrellada.
· Las tres grandes luces son: el sol- la luna -Maestro de la Logia. Jamás hay altar separado, sino " el libro de los estatutos generales de la Orden " está dispuesto sobre la mesa del Venerable, también denominado a veces "altar", “authel " incluso “throne/Trono ".
· La columna de los aprendices es la J, la columna de los Compañeros es B. Esto muestra una inversión con relación a la descripción de la Biblia (Crónicas y Reyes), inversión inventada luego suprimida por la masonería anglosajona, pero mantenida como tradición en la masonería francesa (Los Ingleses anularon esta inversión estúpida en 1809; los franceses no se preocuparon de ninguna manera de eso, Imperio obliga ….)* (por otro lado aunque esto parece una cuestión de cajón, hemos observado en algunos Rituales de Rito Francés de alguna Obediencia que se sigue sin más un esquema “escocista” en la distribución de l taller.
*Otros análisis y estudios al respecto creen correcta esta disposición e introduce el problema de la orientación del Templo)
· Los tres grandes candelabros constituyen una escuadra que tiene como base Oriente y no Occidente, y representan el sol, la luna y a Maestro de Logia. La posición inversa, teniendo como base Occidente, es escocesa. Pero con variantes …
· Las pruebas en el momento de los viajes estos son destinadas a asustar al candidato y a medir su perseverancia. El primer viaje se hace en el jaleo y es todo. El segundo viaje ve la purificación por el agua. El tercer viaje ve la purificación por el fuego. La prueba de la tierra es desconocida. Las purificaciones por el agua y el fuego provienen de las Escrituras, y no tienen ninguna connotación alquímica. Es interesante anotar, no obstante, que en aquella época se introducirán en las masonerías francesa y austro-alemana, purificaciones que, decimos sin pruebas, progresivamente tomarán tintes alquímicos. Mozart por ejemplo fue iniciado en 1784 con un ritual que ignora toda purificación; pero su Flauta Mágica, en 1791, menciona sin el menor equívoco las purificaciones por " los cuatro elementos de la Antigüedad " (cfr las voces del dúo fugado de los Guardianes del Templo). Precisamente es pues en aquella época que las pruebas tradicionales, puramente físicas y morales, se cambian, en ciertos lugares, en purificaciones de orden sacramental, religiosa o mágica. Qué me sea permitido sentirlo …
Otras especificidades del Rito francés de 1786 son:
* El simulacro de la sangría
* El cáliz de amargura
* El juramento prestado en la posición de la escuadra (jamás hay arrodillamiento en el Rito francés –referido a ambas rodillas, opuesto que la derecha está sobre el cojín que tiene dibujada una escuadra-, el neófito que está colocado en la posición de la escuadra, es decir cada una de ambas piernas replegado en escuadra, ambos brazos replegados en escuadra, al tener la mano un compás abierto en escuadra. La escuadra fue mucho tiempo el instrumento más importante del ritual masónico).
* El juramento prestado sobre los estatutos de la Orden y la espada, el símbolo del honor, delante del GADLU
* El don de la Luz (una sólo)
* La consagración solo por el Venerable (ambos vigilantes no tienen autoridad de ninguna manera para consagrar)
* La disposición de los pies en escuadra doble, en el momento de la marcha ritual, que se va del pie derecho
* La posición de orden poniendo la mano al cuello, de modo que la laringe se encuentre entre el índice y el pulgar, el antebrazo a pegado sobre el pecho; para hacer el signo, elevamos luego el codo y la mano traza el nivel, y bajamos luego la mano por la perpendicular. La posición de Orden en el Rito francés, como en el Rito Escocés Rectificado, contradice la falta de gracia de la posición anglosajona de orden, de origen " antienne ", codo levantado (cf Guía de los Masones escoceses ritual antiguo).
El espíritu del Rito francés en cinco puntos
Punto 1:
El Rito francés es el ejercicio de la Masonería en el estado químicamente puro. Contiene sólo los símbolos relativos al mito de la Construcción del Templo de Salomón.
El pavimento mosaico es el del Palacio mosaico, destinado a proteger las tablas de la ley recibidas por Moisés sobre el Sinaí. Están conservadas en el templo de Salomón o Palacio de la Ley mosaica, en resumen " Palacio mosaico ", de donde el adjetivo "mosaico" - relativo a Moisés - dado al pavimento de este palacio.
El Tablero de Logia debe ser dibujado y luego borrado; la Logia, o barraca de los obreros, no contiene ningún signo permanente sobre las paredes.
Las Tres Grandes Luces son verdaderas luces: sol para el día, la luna para la noche, Maestro para la Logia.
La estrella también es atribuida al VM y debe figurar sobre su collar en el Rito francés.
Los muebles de la Logia (móviles, pues desplazables) son la Biblia, la escuadra y el compás. Este conjunto no tradicional será impuesto a las Logias bajo la dependencia de la Gran Logia Unida de Inglaterra solo a partir de 1813. Es un uso religioso que proviene de la masonería de los "Antients", que no tiene pues ninguna relación ni con la masonería de los "Moderns" ni con la masonería de espíritu de rito francés.
Las joyas y los ornamentos son explicados en los catecismos y tuileurs, y figuran sobre el cuadro sintético de la Logia.
Los Tres Pilares, a veces abusivamente denominados columnas, son Sabiduría, Fuerza y Belleza. La tradición moderna y francesa atribuye la sabiduría al Venerable, la fuerza al primer Vigilante y la belleza al segundo Vigilante. Otras atribuciones, variadas en los ritos escoceses, son incorrectas y no significantes. Sólo el VM encarna a Salomón en Logia, y Salomón solo simboliza la Justicia y la Sabiduría. *** (Ver nota de desarrollo por el H.·. Pierre Noëll)
Los vigilantes están colocados en Occidente. En el REAA, son el uno al Sur, el otro al oeste, para guardar las puertas del templo DENTRO del cual trabajan.
Punto 2:
El Rito francés es esencialmente mítico. Vehicula tres mitos fundamentales:
El mito del paso de las tinieblas a la luz
El mito de la construcción del templo de Salomón
El mito hirámico, que no será tratado en esta Logia de Aprendices.
Todo esto, lo que hace la especificidad esencial, por tanto espiritual, del Rito francés:
El Rito francés absolutamente ignora, a diferencia de muchos otros ritos masónicos:
El pensamiento religioso
El pensamiento esotérico
El pensamiento místico
El pensamiento mágico
El pensamiento ocultista
¡¡El Rito francés es masónico y mítico, y nada más!!
Está en ruptura con toda metafísica; únicamente se apoya en los símbolos, las alegorías, y la razón.
Veamos esto de modo argumentado. (Tomo las líneas que siguen al gran masón belga que fue el VF Pierre De Laey (RL Marquis de Gages).
El pensamiento religioso: implica una sumisión total a una realidad absoluta. El Rito francés no contiene nada religioso ni de "sagrado", ni oración, ni ningún acto este carácter sagrado.
El pensamiento esotérico: se basa en una revelación transmitida a sólo elegidos. Es una tendencia sectaria que introduce una criba entre los hermanos que separa entre elegidos y condenados. No hay nada esotérico en las constituciones, los reglamentos generales y los reglamentos particulares de las Logias y de las obediencias, porque este pensamiento esotérico va en contra del universalismo de la francmasonería.
El pensamiento místico: busca una inmersión total del individuo en lo que le sobrepasa. La mitología masónica se apoya en la idea de un proyecto de Construcción; se ocupa de hic et nunc; pone al Hombre en el centro del universo, y no contiene nada místico ni de divino.
El pensamiento mágico: trata de controlar la realidad por operaciones mentales profundamente irracionales. Se entrega a la teúrgia, a la alquimia, a la magia. Son tantas aberraciones que desaparecieron con el último cuarto del siglo XVIII, salvo en cenáculos muy raros románticos y confidenciales, espiritistas y retrasados.
El pensamiento ocultista: privilegia las supersticiones más peligrosas acreditando la influencia de los "espíritus" sobre los humanos; se manifiesta por ejemplo en Logia en el momento de la extinción de las velas (¡ que ningún soplo humano impuro puede apagar¡!), en el momento de la cadena de unión (¡ qué debe hacerse manos sin guantes con el fin de que " el fluido " circule mejor! ¡!) y de la prestación de juramento (que se hace manos enguantadas en el Vaticano, que, en esta materia, desprecia toda superstición). El pensamiento ocultista cree pues firmemente en los actos a carácter mágico, y en la circulación de "fluidos" en las propiedades jamás explicadas desde Mesmer …
El Rito francés jamás confunde lo sagrado, que es del dominio de las iglesias y de las religiones, con lo iniciático, que es del dominio de la última gran sociedad iniciática del mundo occidental, la francmasonería de tradición. En Logia, lo profano se opone lo iniciático, y no lo sagrado. Se trata de una opinión personal. La etimología nos ayuda a comprender: pro fano significa permanecido delante del templo. In ire significa entrar en, comenzar. "Sacer" significa separado.
· *** Nota: por el H.·. Pierre Noëll
Disposición de Luces y Columnas en Logia Francesa
Rito Moderno Rito Antiguo
Disposición de las des columnas
J al Norte-Oeste , B al Sur-Oeste
B al Sur-Oeste y J al Norte-Oeste
Palabras sagradas
J en el 1º grado y , B en 2º grado
B en el 1º grado, J en el 2º grado
Disposición de los Vigilantes
Los dos al Occidente : el 1º en la columna del Sur y el 2º en la del Norte
1º al Oeste y el 2º en el Sur
Diáconos
Ausentes
Presentes
Grandes Luces
Sol, Luna, Maestro de la Logia
Biblia, escuadra y el compás
« Antigua » palabra del Maestro
Sustituida pero conocida
Sustituida pero perdida (regla de tres)
Palabras de Paso
Comunicadas durante la ceremonia, con los otros « secretos ».
Comunicados al candidato antes de entrar en logia
Fig. 1 : Comparación entre los Rituales “Modernos y Antiguos”
Pinceladas sobre Rito Francés
En la línea de otros trabajos presentados con la finalidad de esclarecer y discernir el original contenido simbólico, conceptual y formal del Rito Francés Moderno, pretendemos con esta breve serie de pinceladas aproximar algunas consideraciones contenidas en obras de investigación y estudio como las llevadas a cabo por los HH.•. Hervé Vigier o René Guilly, que tienen sin duda alguna un plus pedagógico tan necesario para evitar el cajón de sastre que a veces se presenta ante nuestros ojos en algunas prácticas rituales del RF.
Tal vez, la mayor dificultad (además de las puntuales desidias o faltas de interés por el estudio y cuestionamiento autocrítico de resolución sobre aspectos básicos inherentes al rito que practicamos, como acertadamente con frecuencia apunta el Hermano Víctor Guerra en algunos de sus trabajos) estribe en hallar fuentes referenciales sólidas tanto en praxis como en materiales documentales accesibles (ya sea físicamente o por cuestión idiomática). Esperemos que tanto unos como otros se vayan paulatinamente difundiendo en nuestros Orientes, siendo garantes, en cierta medida, que aquello que hacemos es lo que realmente es y lo que debemos intentar mantener, no por una cuestión de competencia ritualística, sino para evitar su extinción o deformación que lo haga irreconocible a su espíritu original. Esta actitud debe ser pues concebida como garantía de riqueza, y no ver en ella un particular acto de proselitismo hacia su expresión formal, como lo pretenden algunos que se sienten “amenazados” por este tipo de “Renaissance”, que dicho sea de paso, llega aquí con enorme retraso.
Volviendo a la labor pedagógica implícita en la producción de Vigier, éste nos hace retrotraer al XVIII francés para encontrar y entender el componente simbólico y formal utilizado por nuestros ancestros masónicos vecinos, así como su vida y usos logiales. Obviamente la Masonería del momento no presentaba una total uniformidad en sus rituales, e incluso tras el esfuerzo realizado por el G.•. O.•. que permitió la elaboración de un ritual oficial tras minuciosos y profundos trabajos de recopilación y análisis, continuaron siendo practicados otros que nos muestran algunos puntos divergentes o de resistencia.
No obstante, Guilly nos apunta que “en lo que concierne a la Masonería Azul, la pluralidad de ritos no parece haber sido la regla en la Francia del XVIII... Lo que sorprende por el contrario, en el estudio de los documentos rituales franceses de 1740 a 1780, para los tres primeros grados, es su constante y estrecho parentesco. Manifiestamente, todos provienen de una misma fuente, y esta fuente la tenemos, es la Gran Logia de los Modernos de 1717”.
Esta tradición de los Modernos, hoy desaparecida de su tierra natal, aparece en toda su autenticidad en su tierra de adopción donde queda como única morada dándole el nombre al Rito.
Sobre la Logia
El templo era considerado en la antigüedad, la casa del dios al que estaba dedicada su veneración. Solamente los sacerdotes y sacerdotisas podían tener acceso al mismo. El culto se llevaba a cabo sobre la explanada donde los fieles se reunían.
En la Edad Media, los masones operativos se agrupaban en logia, en el exterior de la obra. Allí preparaban y arreglaban sus herramientas, compartían las comidas e intercambiaban su experiencia y emociones. Apreciamos que los rituales anglosajones situaban la primera Logia en el Pórtico del Templo de Salomón, por tanto, al exterior como las columnas. Ésta es también dicha concepción en el Rito Francés, contrastando con opciones que serán tomadas ulteriormente por otros ritos y que llevaron a René Guilly a afirmar: Lejos de estos errores históricos y simbólicos debemos atenernos a esta regla que no sufre ninguna excepción: la Logia no es el Templo, está al este, delante del Templo, y por consiguiente las dos columnas se encuentran normalmente al exterior del Templo y en el interior de la Logia. De aquí se deriva que hay que desterrar completamente de nuestros rituales y de nuestro lenguaje un cierto número de locuciones tales como “el Templo está cubierto”, “cubrir el Templo”, “pedir o dar entrada al Templo”. Hay que decir de forma imperativa: “La Logia está cubierta”, “cubrir la Logia”, “pedir o dar entrada en la Logia”.
Sobre la Cámara de reflexiones
Una vez aprobado por unanimidad la recepción del candidato propuesto por su padrino (nótese que el término Iniciación es tomado tardíamente en el último tercio del XVIII i principios del XIX cuando Napoleón vuelve de Egipto, siguiendo hoy día utilizándose el de recepción, particularmente entre los masones ingleses), el interesado era convocado y situado después en una Cámara poco iluminada, muy sencillamente amueblada, con el fin de poder librarse a sus reflexiones. Sobre la importancia de este estado encontramos en el discurso de un nuevo Orador en “L’École des Franc-Maçons” de 1748: “... porque todo hombre que quiera abrazar un estado, no sabrá reflexionar lo suficiente sobre el conjunto de compromisos que debe contraer, y en circunstancias semejantes, debe sondear siempre en los pliegues de su corazón en el silencio”.
Precisemos que no hay de ningún modo referencia alguna a testamento filosófico, puesto que de ninguna manera se trata la muerte en esta primera Recpción. Recordemos que evolucionamos encuadrados en un sistema originalmente practicado en dos grados, que no contemplaba el ciclo muerte-renacimiento ni relataba el mito que hace referencia a ésta. Se trata por el contrario, de una cuestión de clara elección a efectuar para después asumir. Le toca ahora al candidato definirse, ante los símbolos de esperanza (pan, agua y luz) y los de esterilidad (sal, azufre y cráneo). Debe mirar las inscripciones que tiene ante sí que hacen un llamamiento a la humildad, sinceridad y perseverancia. Le toca ahora decidirse con el fin de “salir del abismo de las tinieblas y ver la luz”.
Como complemento a lo anterior, destaquemos que el uso del “paso bajo venda” en el Rito Francés es muy tardío. Se remonta al G.•. O.•. de finales del XIX y por influencia de prácticas propias del REAA. Esta evolución contraria a la tradición del rito, estaba sobretodo destinada a compensar los vacios operados tras la revisión de los rituales.
Enviat per Joaquim Villalta a 8:06 PM 2 comentaris
04 juny 2009
Sobre la interacción de las bases
Como paréntesis a algunos trabajos de estudio que tengo entre manos con la intención de finalizar en breve, quiero dedicar este post a una sentida reflexión en voz alta que más pudiera definirse como un deseo.
Meses atrás refería en este mismo espacio una percepción de positivo cambio en la forma de interacción entre los miembros de nuestra Orden. Una agradable sensación de que se estaba llevando a la práctica aspectos fundamentales para nuestra Magna Institución, que tomaban cuerpo dejando de ser puros ejercicios retóricos o malas paráfrasis de temas genuinos. Esa percepción de la Universalidad masónica es palpable en no pocos medios de expresión, que hoy día acercan pueblos y continentes a la velocidad de la luz, intercambiando virtualmente información, formación, experiencias, anhelos y, por qué no, alguna que otra desilusión. Estos flujos internáuticos, como toda energía, pueden ser de magnífico efecto constructivo canalizados adecuadamente, y si detrás de ellos existen voluntades de acercamiento y para crear puentes (como algunos gustan denominar). Por el contrario, algunas frustraciones personales emplean su poder para arremeter cobardemente desde el anonimato a los que con la mejor de las voluntades “se mojan” poniendo nombre, e incluso cara, a opiniones que, aunque puedan ser discutidas, esperan un día hacer realidad esa Universalidad a la que arriba hacía referencia.
Estos últimos están perdiendo la batalla (dialéctica, claro está). No pueden impedir que el verdadero librepensamiento se asocie entre sí para crear una red de opinión cada vez más sólida capaz de materializar aquello que desde la simple individualidad sería solo posible como un plano o diseño ideal. Y es que los primeros tienen la razón. No se trata de una razón abstracta. La da la pura coherencia de ser fieles a los propios compromisos expresados en nuestras Recepciones y que, por amnesia, temor o ambición, algunos han dejado en la nevera. Cuan molesto resulta para ellos ciertos hermanos lúcidos, decididos (valientes, diría sin equívoco) que desde sus diversas lanzaderas de opinión despiertan en nuestras consciencias replanteamientos de qué y cómo estamos haciendo las cosas.
Nuestro trabajo personal evolutivo nos auto-exige una responsabilidad colectiva (aludiendo a la simbólica de la “colmena” que un muy Querido Hermano en ocasiones me ha referido) que nos lleva de forma natural a tomar parte activa en la configuración de las nuevas estructuras y vivencias de interacción masónica. A efectos prácticos me siento muy dichoso tanto por las experiencias vitales apreciadas, como por la iniciativa de algunas estructuras tendentes a reunir lo disperso, y no a estigmatizar a aquel que no sigue el pensamiento único. Es en la línea de trabajo (que tomo del mismo Querido Hermano referido) propuesta desde las bases, donde puede construirse otro tipo de diseño de colaboración, enriquecimiento y crecimiento mutuo, sin que `por ello las superestructuras deban sentirse amenazadas. Si así es, es que con frecuencia el ideal de servicio a las mismas con cuyo fin fueron creadas, ha mutado o, sencillamente, sus coordinadores no dirigen con acierto la interpretación de la obra que les ha sido encomendada.
Aún quedo atónito como mentes aparentemente brillantes, acatan una sumisión, aceptada libremente, a sabiendas de lo desafinado del tema. Cómo pudiendo crear excelentes orquestas sinfónicas, algunos se obstinan en no ir más allá del litófono.
Pero de regreso al origen de mis pensamientos, hoy no tiene sentido pretender hacer callar al que en mayor o menor medida pueda alumbrar un sendero conjunto más participativo, más armónico y más universal. Hoy no puede quedar impune ante las conciencias de los demás ni ante la vista de todos, aquellos que pretendan descabezar a quienes preconizan, razonan, argumentan y practican la triple divisa de la Orden.
Es por todo ello, a la vista de la auténtica praxis de muchos hermanos y hermanas, de su capacidad de construir, organizar, relacionarse, dar, enseñar con humildad, compartir y creer en la solidez de sus principios; en vista de la puesta en práctica de muchas de sus propuestas y de los magníficos resultados revertidos en cariño y conocimiento, sigo convencido de que ese cambio se está produciendo. Imparable pese a quien le pese: sólo desde la ceguera de la vanidad puede anatemizarse al que construya para el bien común.
El Oficio de Stuart en el “Berté” 1788
Entre los materiales de trabajo utilizados en algunas líneas de estudio abiertas desde el Círculo de Estudios del Rito Francés “Roëttiers de Montaleau” aparece el Ritual “Berté”, el cual trataremos más ampliamente en otro artículo.
Este documento singular publicado en 1788 fue adquirido por André Berté y nos presenta un ritual masónico del S. XVIII para los tres primeros grados de lo que se denominaría más tarde como Rito Francés (a partir de 1804). No se trata de una “divulgación” sino de un texto editado por un masón para el uso de masones, y como indica la dedicatoria de su primera página “a todos los Venerables Maestros de logias regulares por un ex-Venerable”.
Su enorme interés viene principalmente dado por la rica aportación de detalles y precisiones que otros rituales del XVIII omiten, tal vez, por considerar evidentes. Las investigaciones del propio A. Berté o P. Mollier, etre otros, nos hacen vislumbrar que la fuente de esta obra constituya el Ritual auténtico más antiguo de los tres primeros grados tal como fuera practicado en el G.•. O.•., aportándonos una apasionante información sobre la práctica del Rito Francés en el Siglo de las Luces, y por contraste(coincidencia y omisiones) con otras fuentes manuscritas adoptadas como referencia, publicadas finalmente en el 1801, estas últimas se nos aparecen como abreviaciones en gran medida de esta versión ritual aquí tratada.
En su pormenorizada descripción de la Logia, ésta nos hace sospechar que la misma se trataba de una logia de gala, tanto por sus oficiales como atendiendo al contenido detallado de su decoración, haciendo difícil que muchas logias del momento pudieran respetarla escrupulosamente. Entre los oficiales descritos, encontramos a los Stuarts.
El citado ritual nos indica que “los dos Stuarts (Stewards de las logias inglesas), uno colocado al medio de la columna del mediodía, y el otro a la mitad la columna del Norte; llevan en la mano, el primero, un bastón de 6 pies con un sol de oro en la parte superior, el segundo, un bastón similar con una Luna. Estos Hermanos acompañan cuando se rinden honores y ayudan a los vigilantes cuando las columnas son demasiado largas.
En la masonería anglosajona actual los Stewards son designados para realizar variadas funciones menores como ayudantes. Existen discrepancias considerables, aún dentro de una misma jurisdicción, en cuanto a los papeles exactos llevadas a cabo por estos.
Generalmente suelen relacionarse con papeles de suplencia de los Diáconos, en su ausencia, y de asistencia a los mismos en ceremonias de recepción de grado. Encontramos también su aparición en algunas prácticas como ayudantes en los servicios de los ágapes, siendo común que un Past Master supervise sus labores.
Abundando en la génesis de dichos oficiales, el Querido Hermano Víctor Guerra me ilustraba comentándome que una de las motivaciones importantes de los fundadores de la Gran Logia de 1717, fue de orden completamente material. Se trataba de poder festejar dignamente el evento de San Juan de Verano. Resulta significativo que a lo largo de todo el Siglo XVIII, "los intendentes" hayan sido los oficiales más prestigiosos de la Gran Logia. A partir de 1734, los intendentes -stewards-son declarados elegibles en todas las dignidades de la Orden, a excepción de la Gran Maestría y, según W. Preston, la Gran Logia decide solo reclutar a sus Grandes Oficiales de entre los "Intendentes" que hayan presidido la organización de una fiesta anual, acto seguido de las asambleas anuales de la Gran Logia.
Esta otra tipología de Stewards, cualitativamente de mayor rango, queda reflejada en el hecho de que incluso hubo una gran logia especial, la “Grand Stewards Lodge” en 1735 de "intendentes". Parte de estos "intendentes fueron grabadores prestigiosos con cierta función puramente honorífica, grabando, por ejemplo, la joya de "Grand Steward".
Pero volviendo al Rito Francés, tenemos la impresión que parte de las funciones descritas sucintamente en el “Berté” han sido mutadas/adoptadas por algunas de las formas practicadas en nuestro Rito en la actualidad, viendo coincidencia tanto en su ubicación como partes de su oficio con los Primer y Segundo Maestros de Ceremonias, que difieren por completo con otras del mismo Rito, lo cual plantea frecuentes confusiones, más aún cuando interactúan elementos ajenos al RF en su práctica, hecho que desgraciadamente no sucede aisladamente.
Todo enriquecimiento sobre el mejor conocimiento de la práctica de los Modernos, cuanto más cercano a su fuente sea, puede ayudarnos a ver y entender mejor sus mismas bases, así como intentar comprender el devenir de sus futuras transformaciones formales.
Os dejo con este trabajo pedagógico fruto de una colaboración al Círculo de estudios del M.·. I.·. H.·. Jean van Win.
NOTA AL CUADRO DEL TALLER
Esta representación del interior del taller , recoge lo que se plantea en el Rito Escocés Filosófico, en tanto que los candelabros que rodean el Pavés Mosaico” no están en el Rito Francés de esta manera, sino como se puede ver más abajo.
En cuanto al Rito Francés, digamos que en castellano está casi todo por hacer… los Hermanos demandan información y esfuerzos de contrastación, (más los extranjeros que los nacionales) ya se sabe que entre nosotros somos bastante cainitas , y que uno no es buen profeta en su tierra, por tanto no espero mucho de los autóctonos...
Pero aún así, todos alabamos y admiramos ese continuo preguntarse desde del mismo ritual, porque eso está en el espíritu del propio Rito Francés, cuestionarse a si mismo el Ritual por completo, buscarle más que la maniobra el espíritu, y ello conlleva un trabajo casi titánico para esclarecer , discernir y diferenciar , lo cual que lleva horas y horas de lecturas de rituales y estudios comparativos, hasta poder llegar a establecer una cierta realidad, que en general no debe estar muy alejada de esa vieja documentación historicista, como algunos titulan en su ignorancia, al “Régulateur de 1801” que es la base del Ritual del GODF que tanto se alaba y que no es más que el mismo Régulateur pero que se ha ido puliendo y puliendo hasta dejar cosas que para nosotros han de ser básicas, fuera tal vez por sabidas, y que dada nuestra falta de tradición oral al menos en RF , pues algunos de nosotros las echamos de menos, a otros Hermanos les sobran....allá cada uno... Tal vez en clarificar esta situación nos venga bien a todos el trabajo que a continuación expongo.
En esa inmensa labor que tenemos por delante de ir esclareciendo todo lo que podamos a cerca del RF y su entorno, nos ayudan algunos Hermanos, entre ellos Ludovic Matrcos, Pierre Mollier. Lefevre .. etc y en el ámbito belga está el Hermano Jean van Win, que nos ha facilitado para el Circulo de Estudios de Rito Francés Roëttiers de Montaleau, un material que se está traduciendo, y que a buen seguro que nos ayudará a entender cada vez más el RF y sus “singularidades.
Identificaremos una por una, las distintas cuestiones, examinando las páginas 12 - 34 del libro indispensable, de Pierre Mollier « Le Régulateur du Maçon 1785 / « 1801 », editado en 2004 por A l’Orient, Paris.
Las características más sobresalientes del RITO FRANCES son las siguientes:
· La Logia de obreros masónicos se encuentra en el Porche del templo, y no en el templo.
·Estando tradicionalmente situada la Logia FUERA DEL templo, vemos allí la bóveda estrellada.
· Las tres grandes luces son: el sol- la luna -Maestro de la Logia. Jamás hay altar separado, sino " el libro de los estatutos generales de la Orden " está dispuesto sobre la mesa del Venerable, también denominado a veces "altar", “authel " incluso “throne/Trono ".
· La columna de los aprendices es la J, la columna de los Compañeros es B. Esto muestra una inversión con relación a la descripción de la Biblia (Crónicas y Reyes), inversión inventada luego suprimida por la masonería anglosajona, pero mantenida como tradición en la masonería francesa (Los Ingleses anularon esta inversión estúpida en 1809; los franceses no se preocuparon de ninguna manera de eso, Imperio obliga ….)* (por otro lado aunque esto parece una cuestión de cajón, hemos observado en algunos Rituales de Rito Francés de alguna Obediencia que se sigue sin más un esquema “escocista” en la distribución de l taller.
*Otros análisis y estudios al respecto creen correcta esta disposición e introduce el problema de la orientación del Templo)
· Los tres grandes candelabros constituyen una escuadra que tiene como base Oriente y no Occidente, y representan el sol, la luna y a Maestro de Logia. La posición inversa, teniendo como base Occidente, es escocesa. Pero con variantes …
· Las pruebas en el momento de los viajes estos son destinadas a asustar al candidato y a medir su perseverancia. El primer viaje se hace en el jaleo y es todo. El segundo viaje ve la purificación por el agua. El tercer viaje ve la purificación por el fuego. La prueba de la tierra es desconocida. Las purificaciones por el agua y el fuego provienen de las Escrituras, y no tienen ninguna connotación alquímica. Es interesante anotar, no obstante, que en aquella época se introducirán en las masonerías francesa y austro-alemana, purificaciones que, decimos sin pruebas, progresivamente tomarán tintes alquímicos. Mozart por ejemplo fue iniciado en 1784 con un ritual que ignora toda purificación; pero su Flauta Mágica, en 1791, menciona sin el menor equívoco las purificaciones por " los cuatro elementos de la Antigüedad " (cfr las voces del dúo fugado de los Guardianes del Templo). Precisamente es pues en aquella época que las pruebas tradicionales, puramente físicas y morales, se cambian, en ciertos lugares, en purificaciones de orden sacramental, religiosa o mágica. Qué me sea permitido sentirlo …
Otras especificidades del Rito francés de 1786 son:
* El simulacro de la sangría
* El cáliz de amargura
* El juramento prestado en la posición de la escuadra (jamás hay arrodillamiento en el Rito francés –referido a ambas rodillas, opuesto que la derecha está sobre el cojín que tiene dibujada una escuadra-, el neófito que está colocado en la posición de la escuadra, es decir cada una de ambas piernas replegado en escuadra, ambos brazos replegados en escuadra, al tener la mano un compás abierto en escuadra. La escuadra fue mucho tiempo el instrumento más importante del ritual masónico).
* El juramento prestado sobre los estatutos de la Orden y la espada, el símbolo del honor, delante del GADLU
* El don de la Luz (una sólo)
* La consagración solo por el Venerable (ambos vigilantes no tienen autoridad de ninguna manera para consagrar)
* La disposición de los pies en escuadra doble, en el momento de la marcha ritual, que se va del pie derecho
* La posición de orden poniendo la mano al cuello, de modo que la laringe se encuentre entre el índice y el pulgar, el antebrazo a pegado sobre el pecho; para hacer el signo, elevamos luego el codo y la mano traza el nivel, y bajamos luego la mano por la perpendicular. La posición de Orden en el Rito francés, como en el Rito Escocés Rectificado, contradice la falta de gracia de la posición anglosajona de orden, de origen " antienne ", codo levantado (cf Guía de los Masones escoceses ritual antiguo).
El espíritu del Rito francés en cinco puntos
Punto 1:
El Rito francés es el ejercicio de la Masonería en el estado químicamente puro. Contiene sólo los símbolos relativos al mito de la Construcción del Templo de Salomón.
El pavimento mosaico es el del Palacio mosaico, destinado a proteger las tablas de la ley recibidas por Moisés sobre el Sinaí. Están conservadas en el templo de Salomón o Palacio de la Ley mosaica, en resumen " Palacio mosaico ", de donde el adjetivo "mosaico" - relativo a Moisés - dado al pavimento de este palacio.
El Tablero de Logia debe ser dibujado y luego borrado; la Logia, o barraca de los obreros, no contiene ningún signo permanente sobre las paredes.
Las Tres Grandes Luces son verdaderas luces: sol para el día, la luna para la noche, Maestro para la Logia.
La estrella también es atribuida al VM y debe figurar sobre su collar en el Rito francés.
Los muebles de la Logia (móviles, pues desplazables) son la Biblia, la escuadra y el compás. Este conjunto no tradicional será impuesto a las Logias bajo la dependencia de la Gran Logia Unida de Inglaterra solo a partir de 1813. Es un uso religioso que proviene de la masonería de los "Antients", que no tiene pues ninguna relación ni con la masonería de los "Moderns" ni con la masonería de espíritu de rito francés.
Las joyas y los ornamentos son explicados en los catecismos y tuileurs, y figuran sobre el cuadro sintético de la Logia.
Los Tres Pilares, a veces abusivamente denominados columnas, son Sabiduría, Fuerza y Belleza. La tradición moderna y francesa atribuye la sabiduría al Venerable, la fuerza al primer Vigilante y la belleza al segundo Vigilante. Otras atribuciones, variadas en los ritos escoceses, son incorrectas y no significantes. Sólo el VM encarna a Salomón en Logia, y Salomón solo simboliza la Justicia y la Sabiduría. *** (Ver nota de desarrollo por el H.·. Pierre Noëll)
Los vigilantes están colocados en Occidente. En el REAA, son el uno al Sur, el otro al oeste, para guardar las puertas del templo DENTRO del cual trabajan.
Punto 2:
El Rito francés es esencialmente mítico. Vehicula tres mitos fundamentales:
El mito del paso de las tinieblas a la luz
El mito de la construcción del templo de Salomón
El mito hirámico, que no será tratado en esta Logia de Aprendices.
Todo esto, lo que hace la especificidad esencial, por tanto espiritual, del Rito francés:
El Rito francés absolutamente ignora, a diferencia de muchos otros ritos masónicos:
El pensamiento religioso
El pensamiento esotérico
El pensamiento místico
El pensamiento mágico
El pensamiento ocultista
¡¡El Rito francés es masónico y mítico, y nada más!!
Está en ruptura con toda metafísica; únicamente se apoya en los símbolos, las alegorías, y la razón.
Veamos esto de modo argumentado. (Tomo las líneas que siguen al gran masón belga que fue el VF Pierre De Laey (RL Marquis de Gages).
El pensamiento religioso: implica una sumisión total a una realidad absoluta. El Rito francés no contiene nada religioso ni de "sagrado", ni oración, ni ningún acto este carácter sagrado.
El pensamiento esotérico: se basa en una revelación transmitida a sólo elegidos. Es una tendencia sectaria que introduce una criba entre los hermanos que separa entre elegidos y condenados. No hay nada esotérico en las constituciones, los reglamentos generales y los reglamentos particulares de las Logias y de las obediencias, porque este pensamiento esotérico va en contra del universalismo de la francmasonería.
El pensamiento místico: busca una inmersión total del individuo en lo que le sobrepasa. La mitología masónica se apoya en la idea de un proyecto de Construcción; se ocupa de hic et nunc; pone al Hombre en el centro del universo, y no contiene nada místico ni de divino.
El pensamiento mágico: trata de controlar la realidad por operaciones mentales profundamente irracionales. Se entrega a la teúrgia, a la alquimia, a la magia. Son tantas aberraciones que desaparecieron con el último cuarto del siglo XVIII, salvo en cenáculos muy raros románticos y confidenciales, espiritistas y retrasados.
El pensamiento ocultista: privilegia las supersticiones más peligrosas acreditando la influencia de los "espíritus" sobre los humanos; se manifiesta por ejemplo en Logia en el momento de la extinción de las velas (¡ que ningún soplo humano impuro puede apagar¡!), en el momento de la cadena de unión (¡ qué debe hacerse manos sin guantes con el fin de que " el fluido " circule mejor! ¡!) y de la prestación de juramento (que se hace manos enguantadas en el Vaticano, que, en esta materia, desprecia toda superstición). El pensamiento ocultista cree pues firmemente en los actos a carácter mágico, y en la circulación de "fluidos" en las propiedades jamás explicadas desde Mesmer …
El Rito francés jamás confunde lo sagrado, que es del dominio de las iglesias y de las religiones, con lo iniciático, que es del dominio de la última gran sociedad iniciática del mundo occidental, la francmasonería de tradición. En Logia, lo profano se opone lo iniciático, y no lo sagrado. Se trata de una opinión personal. La etimología nos ayuda a comprender: pro fano significa permanecido delante del templo. In ire significa entrar en, comenzar. "Sacer" significa separado.
· *** Nota: por el H.·. Pierre Noëll
Disposición de Luces y Columnas en Logia Francesa
Rito Moderno Rito Antiguo
Disposición de las des columnas
J al Norte-Oeste , B al Sur-Oeste
B al Sur-Oeste y J al Norte-Oeste
Palabras sagradas
J en el 1º grado y , B en 2º grado
B en el 1º grado, J en el 2º grado
Disposición de los Vigilantes
Los dos al Occidente : el 1º en la columna del Sur y el 2º en la del Norte
1º al Oeste y el 2º en el Sur
Diáconos
Ausentes
Presentes
Grandes Luces
Sol, Luna, Maestro de la Logia
Biblia, escuadra y el compás
« Antigua » palabra del Maestro
Sustituida pero conocida
Sustituida pero perdida (regla de tres)
Palabras de Paso
Comunicadas durante la ceremonia, con los otros « secretos ».
Comunicados al candidato antes de entrar en logia
Fig. 1 : Comparación entre los Rituales “Modernos y Antiguos”
Pinceladas sobre Rito Francés
En la línea de otros trabajos presentados con la finalidad de esclarecer y discernir el original contenido simbólico, conceptual y formal del Rito Francés Moderno, pretendemos con esta breve serie de pinceladas aproximar algunas consideraciones contenidas en obras de investigación y estudio como las llevadas a cabo por los HH.•. Hervé Vigier o René Guilly, que tienen sin duda alguna un plus pedagógico tan necesario para evitar el cajón de sastre que a veces se presenta ante nuestros ojos en algunas prácticas rituales del RF.
Tal vez, la mayor dificultad (además de las puntuales desidias o faltas de interés por el estudio y cuestionamiento autocrítico de resolución sobre aspectos básicos inherentes al rito que practicamos, como acertadamente con frecuencia apunta el Hermano Víctor Guerra en algunos de sus trabajos) estribe en hallar fuentes referenciales sólidas tanto en praxis como en materiales documentales accesibles (ya sea físicamente o por cuestión idiomática). Esperemos que tanto unos como otros se vayan paulatinamente difundiendo en nuestros Orientes, siendo garantes, en cierta medida, que aquello que hacemos es lo que realmente es y lo que debemos intentar mantener, no por una cuestión de competencia ritualística, sino para evitar su extinción o deformación que lo haga irreconocible a su espíritu original. Esta actitud debe ser pues concebida como garantía de riqueza, y no ver en ella un particular acto de proselitismo hacia su expresión formal, como lo pretenden algunos que se sienten “amenazados” por este tipo de “Renaissance”, que dicho sea de paso, llega aquí con enorme retraso.
Volviendo a la labor pedagógica implícita en la producción de Vigier, éste nos hace retrotraer al XVIII francés para encontrar y entender el componente simbólico y formal utilizado por nuestros ancestros masónicos vecinos, así como su vida y usos logiales. Obviamente la Masonería del momento no presentaba una total uniformidad en sus rituales, e incluso tras el esfuerzo realizado por el G.•. O.•. que permitió la elaboración de un ritual oficial tras minuciosos y profundos trabajos de recopilación y análisis, continuaron siendo practicados otros que nos muestran algunos puntos divergentes o de resistencia.
No obstante, Guilly nos apunta que “en lo que concierne a la Masonería Azul, la pluralidad de ritos no parece haber sido la regla en la Francia del XVIII... Lo que sorprende por el contrario, en el estudio de los documentos rituales franceses de 1740 a 1780, para los tres primeros grados, es su constante y estrecho parentesco. Manifiestamente, todos provienen de una misma fuente, y esta fuente la tenemos, es la Gran Logia de los Modernos de 1717”.
Esta tradición de los Modernos, hoy desaparecida de su tierra natal, aparece en toda su autenticidad en su tierra de adopción donde queda como única morada dándole el nombre al Rito.
Sobre la Logia
El templo era considerado en la antigüedad, la casa del dios al que estaba dedicada su veneración. Solamente los sacerdotes y sacerdotisas podían tener acceso al mismo. El culto se llevaba a cabo sobre la explanada donde los fieles se reunían.
En la Edad Media, los masones operativos se agrupaban en logia, en el exterior de la obra. Allí preparaban y arreglaban sus herramientas, compartían las comidas e intercambiaban su experiencia y emociones. Apreciamos que los rituales anglosajones situaban la primera Logia en el Pórtico del Templo de Salomón, por tanto, al exterior como las columnas. Ésta es también dicha concepción en el Rito Francés, contrastando con opciones que serán tomadas ulteriormente por otros ritos y que llevaron a René Guilly a afirmar: Lejos de estos errores históricos y simbólicos debemos atenernos a esta regla que no sufre ninguna excepción: la Logia no es el Templo, está al este, delante del Templo, y por consiguiente las dos columnas se encuentran normalmente al exterior del Templo y en el interior de la Logia. De aquí se deriva que hay que desterrar completamente de nuestros rituales y de nuestro lenguaje un cierto número de locuciones tales como “el Templo está cubierto”, “cubrir el Templo”, “pedir o dar entrada al Templo”. Hay que decir de forma imperativa: “La Logia está cubierta”, “cubrir la Logia”, “pedir o dar entrada en la Logia”.
Sobre la Cámara de reflexiones
Una vez aprobado por unanimidad la recepción del candidato propuesto por su padrino (nótese que el término Iniciación es tomado tardíamente en el último tercio del XVIII i principios del XIX cuando Napoleón vuelve de Egipto, siguiendo hoy día utilizándose el de recepción, particularmente entre los masones ingleses), el interesado era convocado y situado después en una Cámara poco iluminada, muy sencillamente amueblada, con el fin de poder librarse a sus reflexiones. Sobre la importancia de este estado encontramos en el discurso de un nuevo Orador en “L’École des Franc-Maçons” de 1748: “... porque todo hombre que quiera abrazar un estado, no sabrá reflexionar lo suficiente sobre el conjunto de compromisos que debe contraer, y en circunstancias semejantes, debe sondear siempre en los pliegues de su corazón en el silencio”.
Precisemos que no hay de ningún modo referencia alguna a testamento filosófico, puesto que de ninguna manera se trata la muerte en esta primera Recpción. Recordemos que evolucionamos encuadrados en un sistema originalmente practicado en dos grados, que no contemplaba el ciclo muerte-renacimiento ni relataba el mito que hace referencia a ésta. Se trata por el contrario, de una cuestión de clara elección a efectuar para después asumir. Le toca ahora al candidato definirse, ante los símbolos de esperanza (pan, agua y luz) y los de esterilidad (sal, azufre y cráneo). Debe mirar las inscripciones que tiene ante sí que hacen un llamamiento a la humildad, sinceridad y perseverancia. Le toca ahora decidirse con el fin de “salir del abismo de las tinieblas y ver la luz”.
Como complemento a lo anterior, destaquemos que el uso del “paso bajo venda” en el Rito Francés es muy tardío. Se remonta al G.•. O.•. de finales del XIX y por influencia de prácticas propias del REAA. Esta evolución contraria a la tradición del rito, estaba sobretodo destinada a compensar los vacios operados tras la revisión de los rituales.
Enviat per Joaquim Villalta a 8:06 PM 2 comentaris
04 juny 2009
Sobre la interacción de las bases
Como paréntesis a algunos trabajos de estudio que tengo entre manos con la intención de finalizar en breve, quiero dedicar este post a una sentida reflexión en voz alta que más pudiera definirse como un deseo.
Meses atrás refería en este mismo espacio una percepción de positivo cambio en la forma de interacción entre los miembros de nuestra Orden. Una agradable sensación de que se estaba llevando a la práctica aspectos fundamentales para nuestra Magna Institución, que tomaban cuerpo dejando de ser puros ejercicios retóricos o malas paráfrasis de temas genuinos. Esa percepción de la Universalidad masónica es palpable en no pocos medios de expresión, que hoy día acercan pueblos y continentes a la velocidad de la luz, intercambiando virtualmente información, formación, experiencias, anhelos y, por qué no, alguna que otra desilusión. Estos flujos internáuticos, como toda energía, pueden ser de magnífico efecto constructivo canalizados adecuadamente, y si detrás de ellos existen voluntades de acercamiento y para crear puentes (como algunos gustan denominar). Por el contrario, algunas frustraciones personales emplean su poder para arremeter cobardemente desde el anonimato a los que con la mejor de las voluntades “se mojan” poniendo nombre, e incluso cara, a opiniones que, aunque puedan ser discutidas, esperan un día hacer realidad esa Universalidad a la que arriba hacía referencia.
Estos últimos están perdiendo la batalla (dialéctica, claro está). No pueden impedir que el verdadero librepensamiento se asocie entre sí para crear una red de opinión cada vez más sólida capaz de materializar aquello que desde la simple individualidad sería solo posible como un plano o diseño ideal. Y es que los primeros tienen la razón. No se trata de una razón abstracta. La da la pura coherencia de ser fieles a los propios compromisos expresados en nuestras Recepciones y que, por amnesia, temor o ambición, algunos han dejado en la nevera. Cuan molesto resulta para ellos ciertos hermanos lúcidos, decididos (valientes, diría sin equívoco) que desde sus diversas lanzaderas de opinión despiertan en nuestras consciencias replanteamientos de qué y cómo estamos haciendo las cosas.
Nuestro trabajo personal evolutivo nos auto-exige una responsabilidad colectiva (aludiendo a la simbólica de la “colmena” que un muy Querido Hermano en ocasiones me ha referido) que nos lleva de forma natural a tomar parte activa en la configuración de las nuevas estructuras y vivencias de interacción masónica. A efectos prácticos me siento muy dichoso tanto por las experiencias vitales apreciadas, como por la iniciativa de algunas estructuras tendentes a reunir lo disperso, y no a estigmatizar a aquel que no sigue el pensamiento único. Es en la línea de trabajo (que tomo del mismo Querido Hermano referido) propuesta desde las bases, donde puede construirse otro tipo de diseño de colaboración, enriquecimiento y crecimiento mutuo, sin que `por ello las superestructuras deban sentirse amenazadas. Si así es, es que con frecuencia el ideal de servicio a las mismas con cuyo fin fueron creadas, ha mutado o, sencillamente, sus coordinadores no dirigen con acierto la interpretación de la obra que les ha sido encomendada.
Aún quedo atónito como mentes aparentemente brillantes, acatan una sumisión, aceptada libremente, a sabiendas de lo desafinado del tema. Cómo pudiendo crear excelentes orquestas sinfónicas, algunos se obstinan en no ir más allá del litófono.
Pero de regreso al origen de mis pensamientos, hoy no tiene sentido pretender hacer callar al que en mayor o menor medida pueda alumbrar un sendero conjunto más participativo, más armónico y más universal. Hoy no puede quedar impune ante las conciencias de los demás ni ante la vista de todos, aquellos que pretendan descabezar a quienes preconizan, razonan, argumentan y practican la triple divisa de la Orden.
Es por todo ello, a la vista de la auténtica praxis de muchos hermanos y hermanas, de su capacidad de construir, organizar, relacionarse, dar, enseñar con humildad, compartir y creer en la solidez de sus principios; en vista de la puesta en práctica de muchas de sus propuestas y de los magníficos resultados revertidos en cariño y conocimiento, sigo convencido de que ese cambio se está produciendo. Imparable pese a quien le pese: sólo desde la ceguera de la vanidad puede anatemizarse al que construya para el bien común.
El Oficio de Stuart en el “Berté” 1788
Entre los materiales de trabajo utilizados en algunas líneas de estudio abiertas desde el Círculo de Estudios del Rito Francés “Roëttiers de Montaleau” aparece el Ritual “Berté”, el cual trataremos más ampliamente en otro artículo.
Este documento singular publicado en 1788 fue adquirido por André Berté y nos presenta un ritual masónico del S. XVIII para los tres primeros grados de lo que se denominaría más tarde como Rito Francés (a partir de 1804). No se trata de una “divulgación” sino de un texto editado por un masón para el uso de masones, y como indica la dedicatoria de su primera página “a todos los Venerables Maestros de logias regulares por un ex-Venerable”.
Su enorme interés viene principalmente dado por la rica aportación de detalles y precisiones que otros rituales del XVIII omiten, tal vez, por considerar evidentes. Las investigaciones del propio A. Berté o P. Mollier, etre otros, nos hacen vislumbrar que la fuente de esta obra constituya el Ritual auténtico más antiguo de los tres primeros grados tal como fuera practicado en el G.•. O.•., aportándonos una apasionante información sobre la práctica del Rito Francés en el Siglo de las Luces, y por contraste(coincidencia y omisiones) con otras fuentes manuscritas adoptadas como referencia, publicadas finalmente en el 1801, estas últimas se nos aparecen como abreviaciones en gran medida de esta versión ritual aquí tratada.
En su pormenorizada descripción de la Logia, ésta nos hace sospechar que la misma se trataba de una logia de gala, tanto por sus oficiales como atendiendo al contenido detallado de su decoración, haciendo difícil que muchas logias del momento pudieran respetarla escrupulosamente. Entre los oficiales descritos, encontramos a los Stuarts.
El citado ritual nos indica que “los dos Stuarts (Stewards de las logias inglesas), uno colocado al medio de la columna del mediodía, y el otro a la mitad la columna del Norte; llevan en la mano, el primero, un bastón de 6 pies con un sol de oro en la parte superior, el segundo, un bastón similar con una Luna. Estos Hermanos acompañan cuando se rinden honores y ayudan a los vigilantes cuando las columnas son demasiado largas.
En la masonería anglosajona actual los Stewards son designados para realizar variadas funciones menores como ayudantes. Existen discrepancias considerables, aún dentro de una misma jurisdicción, en cuanto a los papeles exactos llevadas a cabo por estos.
Generalmente suelen relacionarse con papeles de suplencia de los Diáconos, en su ausencia, y de asistencia a los mismos en ceremonias de recepción de grado. Encontramos también su aparición en algunas prácticas como ayudantes en los servicios de los ágapes, siendo común que un Past Master supervise sus labores.
Abundando en la génesis de dichos oficiales, el Querido Hermano Víctor Guerra me ilustraba comentándome que una de las motivaciones importantes de los fundadores de la Gran Logia de 1717, fue de orden completamente material. Se trataba de poder festejar dignamente el evento de San Juan de Verano. Resulta significativo que a lo largo de todo el Siglo XVIII, "los intendentes" hayan sido los oficiales más prestigiosos de la Gran Logia. A partir de 1734, los intendentes -stewards-son declarados elegibles en todas las dignidades de la Orden, a excepción de la Gran Maestría y, según W. Preston, la Gran Logia decide solo reclutar a sus Grandes Oficiales de entre los "Intendentes" que hayan presidido la organización de una fiesta anual, acto seguido de las asambleas anuales de la Gran Logia.
Esta otra tipología de Stewards, cualitativamente de mayor rango, queda reflejada en el hecho de que incluso hubo una gran logia especial, la “Grand Stewards Lodge” en 1735 de "intendentes". Parte de estos "intendentes fueron grabadores prestigiosos con cierta función puramente honorífica, grabando, por ejemplo, la joya de "Grand Steward".
Pero volviendo al Rito Francés, tenemos la impresión que parte de las funciones descritas sucintamente en el “Berté” han sido mutadas/adoptadas por algunas de las formas practicadas en nuestro Rito en la actualidad, viendo coincidencia tanto en su ubicación como partes de su oficio con los Primer y Segundo Maestros de Ceremonias, que difieren por completo con otras del mismo Rito, lo cual plantea frecuentes confusiones, más aún cuando interactúan elementos ajenos al RF en su práctica, hecho que desgraciadamente no sucede aisladamente.
Todo enriquecimiento sobre el mejor conocimiento de la práctica de los Modernos, cuanto más cercano a su fuente sea, puede ayudarnos a ver y entender mejor sus mismas bases, así como intentar comprender el devenir de sus futuras transformaciones formales.
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